Cerrar ciclos emocionales puede tener distintos significados según las experiencias de las personas. Dicho cierre podría involucrar la necesidad de seguir adelante después de una larga relación, la muerte de un ser querido, un suceso traumático de la niñez o la necesidad de superar el sentimiento de culpa por haber lastimado a alguien en el pasado. Si buscas cerrar un capítulo de tu vida, a continuación te mostraremos algunas estrategias útiles para lograrlo.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Identificar tus emociones

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    Reflexiona sobre la situación. Son muchas las razones que pueden impulsarte a querer cerrar un ciclo emocional. Por ejemplo, quieres hacerlo tras haber pasado por una ruptura, un suceso traumático que te ocurrió en tu niñez o un daño que le causaste a alguien. Sin importar cuál sea la situación o tus motivos para querer cerrar un capítulo de tu vida, primero debes identificarlos para seguir adelante.
    • Trata de identificar la situación que deseas dejar atrás y los motivos para hacerlo. ¿A qué persona o experiencia te aferras tanto y por qué?[1]
    • Por ejemplo, tal vez fuiste víctima de intimidación cuando eras niño y eso aún afecta tu vida y autoestima. Tal vez sufriste los efectos de la violencia doméstica durante la infancia.
    • Ten en cuenta que querer dejar atrás un suceso traumático puede ser difícil sin la ayuda de un profesional de la salud mental capacitado. Busca la ayuda de un consejero antes de empezar este proceso.
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    Determina lo que significa para ti cerrar un ciclo emocional. Planifica el progreso que esperas lograr. Ahora que ya conoces tus sentimientos respecto a lo ocurrido, piensa en cómo quisieras sentirte. ¿Qué te ayudaría a saberlo? ¿Qué deseas para ti mismo?
    • Por ejemplo, cerrar un ciclo emocional podría significar recuperar tu autoestima tras una ruptura. Para esto, debes planear centrarte en ti mismo, dejar ir los pensamientos respecto a tu expareja, divertirte con tus amigos y volver a salir con alguien más adelante. También podría significar dejar de revivir un evento traumático de tu niñez una y otra vez en tu mente.
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    Escribe sobre tus sentimientos. Escribir sobre lo ocurrido es una buena forma de comprenderlo mejor y empezar a cerrar ese capítulo de tu vida. El hecho de escribir también te ayudará a aclarar tus sentimientos al respecto.[2] Sin embargo, debes tener en cuenta que escribir cómo te sientes suele ser la parte más difícil de voltear la página, por eso lo mejor es hacerlo con la orientación de un terapeuta capacitado.
    • Reflexiona sobre la situación que deseas dejar atrás y escribe todos los detalles que sean posibles. Anota lo ocurrido con exactitud, cada detalle que recuerdes y cómo te sentiste en el momento.
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    Consulta con un profesional. Dejar abierto un capítulo puede interferir con tu vida laboral y tu rutina diaria, razón por la cual algunas personas se apresuran a voltear la página. Sin embargo, tratar de superar una situación puede sacar a relucir muchas emociones dolorosas. Asegúrate de trabajar junto con un profesional durante este proceso.
    • El terapeuta te enseñará a usar las técnicas de la terapia cognitiva conductual o de la terapia Gestalt.[3] [4] No debes usar dichas técnicas sin la guía de un terapeuta.
    • Si sufres de depresión, has perdido el interés en vivir o tienes pensamientos suicidas, contáctate con tu médico de inmediato.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Expresar tus emociones

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    Confróntate con la otra persona involucrada. Si quieres dejar atrás una situación con una persona viva, también puedes decidir decirle de qué manera te han afectado los eventos dolorosos ocurridos entre ambos. Esto no siempre resulta útil, pero puede ayudarte a superarlo y seguir adelante. Si crees que te hará bien obtener respuestas a tus interrogantes o acusar a alguien frente a frente, la confrontación puede ser una buena opción.[5]
    • Por ejemplo, si quieres confrontar a un intimidador de tu infancia para superar el dolor que te provocó, considera la posibilidad de confrontarlo.
    • Busca a alguien que te acompañe. Podrías hablar a solas con esa persona, pero es mejor ir acompañado de un ser querido. Es posible que te pongas débil o entres en pánico después de hablar con ella, por eso tener cerca a alguien de confianza será de gran ayuda.
    • Si te interesa una confrontación, pero no te agrada la idea de hacerlo en persona o es imposible, escribe una carta o haz una llamada.
    • Si la persona con quien necesitas confrontarte está muerta, de todos modos escribe una carta. Habla con la gente cercana a ella si tienes alguna pregunta.
    • No esperas que la persona que deseas confrontar reconozca de inmediato lo que has sufrido. Lo más probable es que se niegue a aceptar su culpa o que contradiga tus argumentos. Confróntala solo si estás seguro de que te sentirás mejor diciendo lo que guardas en tu corazón, sin importar cuál sea su reacción.[6]
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    Perdona a los que te han lastimado. El perdón significa dejar ir el enojo y el resentimiento. Esto no implica que crees que lo ocurrido estuvo bien. Decide perdonar para alcanzar la paz interior.[7]
    • Puedes perdonar a los demás y a la vez perdonarte a ti mismo por las pequeñas decisiones que tomaste y te trajeron sufrimiento. Por ejemplo, podrías perdonar a un intimidador que solía atormentarte o perdonarte por no defender a tu hermano menor cuando tu padre lo golpeaba.
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    Pídeles perdón a aquellos a quienes has lastimado. Si te equivocaste, pide perdón aun si se trata de una situación dolorosa. No podrás voltear la página respecto a un hecho que lamentas si te sientes culpable por no haberte disculpado. Discúlpate sin esperar que te perdone la persona que has lastimado: la disculpa debe darse sin condiciones.[8]
    • Para disculparte, di que lo sientes. Dile a la persona que lamentas lo sucedido y explícale que lo que hiciste estuvo mal. Luego, dile que sientes remordimiento por haberla hecho sufrir y pídele que te perdone. También podrías expresarle que no esperas su perdón.
    • Puedes escribir una carta o un correo electrónico a la persona afectada o hablarle en persona. Si ella no está lista para hablar contigo, acepta su decisión.
    • Podrías decirle "Lamento mucho haberme enfadado contigo la semana pasada. Me siento muy mal por haber perdido el control. Tienes todo el derecho a decir lo que dijiste y yo debí haberlo tomado con calma. Lamento haberte hecho sentir mal y avergonzado en público. ¿Me perdonas? Sé que no lo merezco, pero tu amistad significa mucho para mí y sería muy lamentable perderla".[9]
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    Escribe una carta que no quieras enviar. Si no es posible confrontar o disculparte con la persona, otra alternativa es escribir una carta que no vas a enviar.[10] Usa esta carta para desahogarte y decir lo que necesitas decir. Luego, destrúyela una vez que hayas terminado.
    • Por ejemplo, podrías escribirle una carta a tu padre para decirle que estás molesto por la forma en que maltrataba a tu hermano menor cuando eran niños.
    • Recuerda que no es necesario enviar la carta. Solo es una forma de expresar cómo te sientes. Puedes quemarla o romperla en pedazos al terminar de escribirla.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Seguir adelante

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    Mira el lado positivo. Céntrate en cómo mejorará tu vida después de dejar atrás esos sentimientos negativos. Por ejemplo, serás más valiente porque ya no pensarás con insistencia en tu intimidador. Podrás amarte más porque ya no te sentirás culpable por no haber protegido a tu hermano. Identifica la mayor cantidad posible de resultados positivos que obtendrás al cerrar ese capítulo de tu vida y centrarte en el lado positivo.
    • También podrías inventar un mantra para ayudarte a centrarte en lo positivo. Por ejemplo, repítete a ti mismo "Creo que esta experiencia me ha hecho una persona más fuerte" o "Todo pasa por algo".
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    Practica la gratitud. Otra forma de pensar en positivo y mirar hacia adelante es practicar la gratitud. Esto se relaciona con la mejora de la salud física y mental.[11] También puede ser parte de tu proceso de cerrar un ciclo emocional.
    • Elabora una lista de 5 cosas por las que te sientes agradecido cada día. Puedes escribirlas en un diario o en una nota adhesiva.
    • Otra alternativa es escribir sobre las razones para sentirte agradecido por dicha experiencia. Por ejemplo, si deseas superar el dolor que te causó un intimidador, podrías estar agradecido de que la experiencia te haya hecho una persona más compasiva y amable. Si quieres dejar atrás el hecho de no haber defendido a tu hermano menor, podrías sentirte agradecido de que dicha experiencia te haya acercado más a tu hermano al final.
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    Si es posible, reconstruye tus relaciones. Si bien el perdón no implica una reconciliación, podrías dejar atrás esa situación dolorosa si reconstruyes la relación con la otra persona. Hazlo con cautela, puesto que no todas las relaciones pueden reconstruirse de forma saludable. Si decides reconciliarte, hazlo poco a poco. Debes ser honesto respecto a tus sentimientos y la persona con la que deseas reconciliarte debe reconocer tu experiencia y ser honesto contigo.
    • En vez de recobrar el mismo nivel de intimidad de antes, trata de establecer fechas para realizar actividades juntos y tómate un espacio entre cada una. De este modo, tendrás tiempo para reflexionar sobre cómo te sientes entre cada visita.[12]
    • Aun si vives con la persona con la que deseas reconciliarte, puedes hacer planes con ella y tomarte un espacio. Por ejemplo, planea una cena con tu pareja. Al día siguiente, sal con un amigo. Tómate tu espacio dentro de la relación hasta recuperar la confianza.
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    Corta todo vínculo con esa persona. Si se trata de relaciones breves pero dolorosas o largas y traumáticas, decídete a eliminar a esa persona de tu vida. Recuerda que tienes todo el derecho a romper el contacto con la persona que ha abusado de ti, aun si es un familiar tuyo. No estás obligado a querer a quien ha intentado dañarte.
    • Es muy difícil cortar vínculos con alguien con quien tienes una obligación familiar.
    • Explícales a las demás personas de tu entorno el motivo de tu decisión y pídeles que la respeten. Diles que no quieres recibir ninguna noticia de la persona con quien has cortado todo vínculo y que tampoco deben transmitirle ninguna información respecto a ti.
    • No tienes ninguna obligación de informar sobre tu vida a alguien que no respeta dichos límites.
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    Ten paciencia. Dejar atrás una experiencia negativa o suceso traumático puede tomarte varios años. Intenta ser paciente mientras atraviesas este proceso. Celebra tus logros a lo largo del camino y sigue esforzándote por lograr el objetivo de cerrar ese capítulo de tu vida.
    • No reprimas tus emociones recurriendo al alcohol o las drogas. El consumo de alcohol y drogas solo te adormecerá de forma temporal. No te ayudará a voltear la página.
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Acerca de este wikiHow

Catherine Boswell, PhD
Coescrito por:
Psicólogo titulado
Este artículo fue coescrito por Catherine Boswell, PhD. La Dra. Catherine Boswell es una psicóloga licenciada y cofundadora de Psynergy Psychological Associates, un consultorio de terapia privado con sede en Houston, Texas. Con más de 15 años de experiencia, la Dra. Boswell se especializa en tratar a personas, grupos, parejas y familias que tienen problemas con traumas, relaciones, duelo y dolor crónico. Tiene un doctorado en psicología de consejería de la Universidad de Houston. Además, ha impartido cursos a estudiantes de nivel de maestría en la Universidad de Houston. También es autora, oradora y coach. Este artículo ha sido visto 72 760 veces.
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