El cangrejo Dungeness puede ser una comida sofisticada, festiva y deliciosa. Sin importar si eres un novato o profesional, puedes prepararlo y disfrutarlo en casa. Es importante que lo cocines, lo limpies y lo sirvas de forma apropiada, para así disfrutarlo plenamente. Incluso si es una cena tranquila en casa, cuando lo comas, ¡tus papilas gustativas lo celebrarán!

Parte 1
Parte 1 de 3:
Hervirlos

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    Elige una olla lo suficientemente grande como para colocar los cangrejos en ella. Es importante que todos los cangrejos que vayas a cocinar quepan en la olla con un espacio mínimo de 7,5 cm (3 pulgadas) entre la superficie superior del agua y la abertura de la olla.[1] Para verificarlo, tendrás que sujetarlos de la parte posterior de su caparazón (entre sus patas posteriores), colocarlos en la olla y observar el espacio libre. Retíralos después de haber revisado.
    • Si no te gusta la idea de sostener o hervir cangrejos vivos, puedes matarlos primero volteándolos con el vientre hacia arriba y golpeándolos en la parte inferior (justo por encima del abdomen) con un objeto contundente, como el mango pesado de un cuchillo.[2]
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    Prepara la olla con agua hirviendo. Cocinar los conejos en agua hirviendo es una de las maneras más simples y eficaces de prepararlos. Llena la olla con agua de grifo a 3/4 de su capacidad total y hiérvela. Dado que su hábitat natural es el agua salada, agrégale 1/2 taza de sal marina por cada 4 L (1 galón) de agua, para que retenga su sabor dulce y salado.[3] También puedes agregarle otros aderezos al agua, ¡pero no exageres para poder seguir disfrutando del sabor del cangrejo!
    • La sal kosher (o cualquier sal con gránulos grandes) es una buena opción. Agrega 1/2 taza por cada 4 L (1 galón) de agua para imitar el sabor salado de la sal marina.[4] Si no sabes con exactitud cuánta agua tienes, agrega la sal mientras el agua se esté calentando y pruébala. Agrega más hasta que esté tan salada como el agua de mar.
    • Agrégale 3 cucharadas de aderezo Old Bay por cada 4 L (1 galón) para intensificar el sabor.[5]
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    Agrégale los cangrejos al agua hirviendo. Una vez que esté hirviendo, toma cada cangrejo de la parte posterior de su caparazón (entre las patas traseras) y colócalos en la olla uno por uno. Puedes usar tenazas o las manos para este fin, ¡pero ten cuidado para evitar salpicar el agua hirviendo! Si el agua se eleva y deja menos de 7,5 cm (3 pulgadas) entre ella y la abertura de la olla, detente y retira un poco antes de agregar el siguiente cangrejo.
    • Sujeta los cangrejos con una manopla o un paño como una protección adicional contra las salpicaduras de agua hirviendo.
    • Deja la olla destapada (para evitar que el agua se derrame al hervir) y hierve los cangrejos por 12 a 15 minutos.[6]
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    Vierte agua helada en una cubeta u olla grande mientras los cangrejos se cocinan. Un baño de agua helada los enfriará después de cocinarlos, lo que evitará que la carne se cocine demasiado, ya que el agua dentro del caparazón seguirá hirviendo después de retirarlos de la olla.[7] Enfriarlos también te permitirá sostenerlos con más facilidad durante el proceso de limpieza.
    • Ten el baño de agua helada cerca de la cocina para acceder a él de forma rápida y sencilla.
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    Usa tenazas para transferir los cangrejos después de hervirlos por 12 a 15 minutos. Podrías tener que apagar la cocina a los 12 minutos y dejar que repose por unos minutos para que el agua no esté hirviendo cuando transfieras los cangrejos. Sujeta cada uno del caparazón con cuidado y colócalos en el baño de agua helada. Ten mucho cuidado, ¡ya que el vapor estará muy caliente! Usa manoplas para protegerte las manos.
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    Retíralos del agua helada cuando su caparazón esté tibio al tacto. Después de 10 minutos en el agua, toca uno o dos caparazones con el dedo para determinar si se han enfriado lo suficiente. Deben estar un poco tibios y cómodos al tacto. Recuerda que la parte interior estará incluso más caliente. Por lo tanto, si se sienten calientes, déjalos en el agua helada por 5 a 10 minutos más antes de volver a tocarlos.
    • Si algunos están expuestos, agrega más agua helada para cubrir todos por completo.
    • Una vez que se enfríen a una temperatura lo suficientemente cómoda como para sostenerlos, colócalos en una tabla de picar grande para limpiarlos.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Limpiarlos

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    Coloca los cangrejos en una tabla de picar con el vientre hacia arriba. Limpiarlos de forma apropiada es importante para eliminar todos los intestinos y lo que tus invitados y tú probablemente no querrán comer. Los sacarás parte por parte, ¡así que asegúrate de que estén lo suficientemente fríos como para sostenerlos!
    • Ten un paño de cocina a la mano y usa un delantal, ¡ya que ensuciarás mucho!
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    Retira la cubierta del abdomen con forma triangular. Esta reposará justo en el centro del vientre y se unirá a la base del cangrejo, entre las patas traseras.[8] Busca la punta de la cubierta cerca del centro del vientre, mete el dedo debajo, tira de ella hacia ti y retírala de la base.[9] Elimina todo residuo con agua corriente.
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    Dale la vuelta y retira el caparazón. Coloca el cangrejo con el lado del caparazón hacia arriba y usa el pulgar y los otros dedos para abrirlo desde la parte trasera.[10] Hervirlos soltará los tejidos conectores, por lo que el caparazón se desprenderá con mucha facilidad.[11] Desecha todo el líquido del caparazón.
    • Si lo deseas, retira la crema dorada y carnosa del caparazón, y colócala en un tazón pequeño (esta luce como una pasta amarilla y se considera una exquisitez).[12] Puedes agregársela a la mantequilla que le untarás más adelante o aplicársela directamente a la parte superior de la carne del cangrejo.[13] Si no vas a servirlo de inmediato, cubre el tazón pequeño con la crema con papel film y colócalo en la refrigeradora.
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    Retira la membrana y rasca los intestinos en la parte central del cuerpo. La membrana de color rojizo suele desprenderse junto con el caparazón; pero si esto no ocurre, usa los dedos para retirarla junto con cualquier otro pedazo remanente suelto.[14] Retira los intestinos con los dedos o una cuchara, y deséchalos.[15] Luego lava bien la cavidad con un chorro fuerte de agua corriente.
    • Lavar después de cada paso del proceso de limpieza ayudará a eliminar los residuos y mantendrá el área de trabajo lo más limpia posible.
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    Retira las branquias con una cuchara y lávalo. Usa una cuchara o el pulgar para retirar las branquias largas, esponjosas y con apariencia de hoja que se encuentran a los lados del cuerpo.[16] Deben desprenderse con mucha facilidad. Quizás haya más crema dorada en el centro del cuerpo, así que si la encuentras y quieres usarla, viértela en un tazón pequeño antes de lavar el cangrejo con agua corriente nuevamente.
    • ¡Ten cuidado para no retirar la carne cuando enjuagues! [17]
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    Divide el cangrejo a la mitad con las manos. Con el lado del vientre hacia abajo, sujeta cada lado del cangrejo apuntando hacia tus palmas y pártelo.[18] Debe partirse con poca fuerza, pero muévelo de arriba a abajo si es necesario.
    • Si tienes un paño a la mano, este es un buen momento para limpiar el espacio de trabajo y la tabla de picar.
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    Tuerce y retira las tenazas y las patas con los dedos. Sujeta una pata con la mano derecha (con la pata hacia la palma y el pulgar en la articulación entre dos patas) y toma el cuerpo y las otras patas con la mano izquierda. Luego tuerce y jala la pata para extraerla del cuerpo. Debes extraer una parte de la carne del cuerpo con cada pata.[19] Repite esta maniobra con todas las patas y tenazas.
    • Si no vas a servir de inmediato, coloca cada pata y tenaza en una bolsa o un recipiente sellados para refrigerarlas y disfrutarlas en un plazo de 2 días.[20]
    • Si las congelas en una bolsa sellada al vacío, ¡esto las mantendrá con un sabor fresco por meses!
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    Tritura los caparazones con un mazo alrededor de cada articulación para comer con más facilidad. Si quiebras un poco los caparazones previamente con un mazo pequeño o el lado plano de un suavizador de carne, podrás retirar y comer la carne con más facilidad en la mesa.[21] Enfócate en las áreas justo por encima y por debajo de las articulaciones, ya que estos son los puntos en los que quebrarás los caparazones en un momento posterior para poder acceder a la carne con la mayor facilidad. Aun así necesitarás una pinza para abrir cangrejos, pero no tendrás que aplicar tanta fuerza si ya los has quebrado un poco previamente.
    • Si planeas consumir los cangrejos unas horas después, cúbrelos y refrigéralos hasta que llegue el momento de comerlos.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Disfrutarlos

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    Prepara salsa de mantequilla derretida y ajo. La mantequilla derretida es el acompañamiento clásico para estos cangrejos, y complementará su sabor dulce y salado natural.[22] Vierte una taza de mantequilla con sal en una sartén pequeña con dos dientes de ajo pelados, y caliéntala a fuego lento hasta que se derrita por completo.[23] Una vez que se derrita, viértela en un tamizador pequeño sobre un tazón mediano, para colar los sólidos de leche.[24] Vierte la mantequilla en recipientes individuales para salsas, uno para cada persona.
    • Exprime una rodaja de limón y agrégale una pizca de tomillo molido a la mantequilla mientras se derrite, para darle un poco más de sabor.[25]
    • Si has guardado la crema dorada del cangrejo durante el proceso de limpieza, agrégale un poco (o toda) a la mantequilla preparada para comer bocados más deliciosos.
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    Usa una pinza de mariscos para llegar a la carne de las patas y las tenazas. Estas herramientas son esenciales para abrir los caparazones duros de estos cangrejos. Estos lucen como cascanueces y probablemente no podrás conseguirlos en supermercados locales.[26] Coloca las agarraderas alrededor de las patas justo por encima o por debajo de las articulaciones y presiona con firmeza ambos mangos para juntarlos. Gira la pata para que las agarraderas sujeten el caparazón con firmeza. Podrías tener que hacer algunas grietas en lados diferentes del caparazón para abrirlo por completo.
    • Podrías tener que usar ambas manos para juntar los mangos, en especial en las partes más duras de las patas y las tenazas.
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    Retira la carne con un tenedor de mariscos. Un tenedor de mariscos tiene una cuchara pequeña en un extremo y dos dientes pequeños en el otro, ¡lo que lo vuelve perfecto para llegar a lo profundo de las patas y extraer la carne jugosa![27] Introduce el extremo de dientes pequeños en el caparazón y muévelo alrededor del perímetro en su interior para soltar la carne antes de retirarla.
    • Si no tienes un tenedor de mariscos, un objeto pequeño y largo como un cuchillo o mondadientes también servirá (pero quizás no extraigas toda la carne).
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    Remoja la carne en mantequilla derretida y disfrútala. Una vez que tengas la carne en el extremo de dientes pequeños, ¡remójala en el recipiente con mantequilla y disfrútala! Si has guardado un poco de crema dorada del proceso de limpieza, puedes agregarle un poco a la parte superior de la carne.
    • Para darle un poco de sabor picante a tu comida, agrégale una cucharada de wasabi al plato y un poco a cada bocado de carne.[28]
    • Si te gustaría un poco más de sabor cítrico, exprime un gajo pequeño de lima en la carne.

Consejos

  • Cuando limpies el cangrejo, ten un paño de cocina a la mano para limpiar el desorden con frecuencia.[29]
  • Comer cangrejo puede ensuciar mucho, ¡así que elige tu ropa de forma sensata o colócate un babero para comer mariscos!

Advertencias

  • Se debe supervisar a los niños cuando usen pinzas para mariscos. En el caso de los niños muy pequeños, lo mejor es abrir el cangrejo, retirar la carne por ellos y verificar que esta no tenga fragmentos de caparazón pequeños.
  • Ten cuidado cuando retires los cangrejos del agua hirviendo, ¡ya que el vapor estará caliente!

Cosas que necesitarás

  • cangrejo Dungeness
  • olla grande y agua hirviendo
  • sal marina (opcional, pero recomendable)
  • tenazas grandes
  • tazón grande o cubeta con agua helada
  • martillo pequeño o suavizador de carne (con un lado plano)
  • paño de cocina
  • delantal (opcional)
  • mantequilla con sal y ajo (pasa salsa)
  • sartén pequeña
  • tamizador pequeño (o colador de malla)
  • pinzas para mariscos
  • tenedores de mariscos
  • babero para comer mariscos (opcional)

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Categorías: Cangrejos