En la sociedad actual, las personas tienen muchas posturas con respecto a quienes son gais. Algunas ofrecen aceptación y refugio del odio, y trabajan por los derechos humanos. Otras adoptan la actitud de "si son felices y no lastiman a nadie", por lo que no tienen problemas con las personas gais. Otras piensan que es una abominación. Si no te gustan o no comprendes a las personas gais, y hay personas gais en tu vida, lee este artículo para saber cómo manejar la situación.

Método 1
Método 1 de 3:
Tener modales básicos (a corto plazo)

Si realmente te desagradan mucho las personas gais, sigue leyendo para saber cómo practicar la decencia humana básica.

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    Mantente alejado de las personas gais si no puedes evitar expresar tu disgusto. Las personas gais tienen riesgo de sufrir depresión y suicidio[1] y, si insistes con despotricar contra ellas, podrías empeorar cualquier daño emocional. Si te sientes muy negativo con las personas gais, lo mejor que puedes hacer es mantenerte alejado.
    • Cada instancia de abuso físico o verbal o acoso incrementa el riesgo de la víctima de autolesionarse en 2,5 veces.[2] Jamás seas el motivo por el que una persona quiera herirse.
    • Excúsate y di "No me gustan las personas gais", en caso de ser necesario. Esto es mucho menos dañino que despotricar contra alguien.
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    Evita el tema con educación siempre que sea posible. Di "No me gusta hablar de eso" y cambia de tema. De esta forma, evitarás herir los sentimientos de las personas y perder amigos.
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Método 2
Método 2 de 3:
Comprender a las personas gais

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    Enfócate en la persona, no en su sexualidad. Obsesionarte por las cosas que haga en la habitación no te ayudará a interactuar con ella, y probablemente piense que eres espeluznante. En cambio, enfócate en las partes diarias y buenas de la persona. Por ejemplo, quizás Lucas sea una persona educada, compasiva y muy buena con los perros, y útil. Ser parte de la comunidad LGBT no les quita a las personas su personalidad y rasgos admirables.
    • Pregunta sobre sus pasatiempos e intereses. Permite que te cuente historias sobre su vida. Conocerla como persona puede hacer que se sienta menos asustada o que sea menos extraño para ti.[3]
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    Consume medios acerca de las personas gais. Mira películas y programas de televisión que incluyan a personas de la comunidad LGBT en sus vidas cotidianas, como "The Fosters" y "Los niños están bien". Esto puede ayudarte a comprender cómo es ser parte de la comunidad LGBT.
    • No todos los medios son realistas. Si el personaje es "chato" y estereotipado, y no hay otras personas de la comunidad LGBT involucradas en la creación del medio, es muy probable que no sea preciso.
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    Ten en cuenta que muchas personas gais desean las mismas cosas en la vida que las personas heterosexuales: tomarse de las manos, besarse, preparar el desayuno para su pareja y envejecer juntos. No son promiscuos o peligrosos. Muchas de estas personas son amables y amorosas, y solo quieren amar y ser amadas por su pareja que ha dado el consentimiento.
    • Las personas gais son capaces de tener relaciones felices y duraderas.[4]
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    No asocies a las personas gais con un comportamiento promiscuo o inmoral. Algunos estudios demuestran que las personas gais no son más propensas a ser pederastas que las personas heterosexuales. Además, las personas gais no son más promiscuas que las heterosexuales.[5] Deja de verlas como depravadas u obsesionadas con el sexo, y comprende que pueden ser personas normales que hacen cosas normales.
    • Las personas gais son capaces de controlarse, al igual que las heterosexuales.[6]
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    Comprende que tus creencias religiosas no pueden dictar las acciones de los demás. En Estados Unidos, la Primera Enmienda (libertad de religión) establece que las personas pueden practicar la religión que deseen, y la religión no se les puede imponer. No es legal imponerle a alguien que siga tus creencias religiosas, cualquiera que sea. Además, si tu religión prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo, puedes no casarte con alguien gay, pero no puedes usarla para evitar que los demás se casen.[7]
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Método 3
Método 3 de 3:
Usar el cristianismo para practicar el amor

Esta sección aplica a las personas cristianas, y ofrece ayuda para aceptar a todos los hijos de Dios, incluyendo a las personas gais.

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    Reconoce que Dios ama a todos sus hijos. Dios ama a todos, y los pecados no hacen que dejes de ser amado o querido.[8] Dios practica el perdón, y serás más como Él si haces lo mismo.
    • Los expertos en la Biblia consideran que la frase "Dios odia a los maric*s" no es consistente con la Biblia.[9]
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    Ten en cuenta que nadie sigue todos los pasajes bíblicos. El muy citado Levítico también indica a las personas no usar prendas de distintas telas. Sin embargo, muchos cristianos lo hacen. Estas son instrucciones para mantener a los israelitas separados, y no aplican a ti hoy en día. Dios no te enviará al infierno por usar una camiseta de algodón o poliéster, por comer camarones o por afeitarte.[10]
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    No juzgues. Tu trabajo en la Tierra no es juzgar a tu prójimo, sino hacer del mundo un lugar mejor a tu manera. Depende de Dios juzgar a las personas gais y bisexuales, no de ti. Dios evaluará las bondades y maldades en sus corazones y acciones, al igual que evaluará las tuyas.
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    Ten en cuenta que la Biblia es más ambigua con respecto al amor gay que lo que se creía. En algunos contextos, se han descubierto ciertas citas relacionadas con las personas gais en una instancia específica (por ejemplo, idolatría) y no condenando el amor gay en general.[11] Las reprobaciones a menudo están relacionadas con el período y contexto (por ejemplo, las condenas a los recaudadores de impuestos fueron porque la mayoría de ellos eran corruptos en ese entonces, y no significa que Dios odie a los trabajadores de las agencias recaudadoras de impuestos).
    • En Sodoma y Gomorra, se practicaba no tener relaciones amorosas con otros hombres, pero los violaban en grupo (entre otros pecados, como no ayudar a los pobres).[12]
    • La Biblia también cuenta historias de amantes del mismo sexo, como Rut y Noemí, y David y Jonatán. Esto pasajes incluyen promesas románticas entre sí, como David al decir que el amor de Jonatán por él era más maravilloso que el amor de las mujeres.[13]
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    Reconoce la aceptación de Jesús por las personas gais. Varias citas de Jesús muestran que él creía que algunas personas nacían gais, y que no había nada de malo en esto. Él era amable con parejas del mismo sexo y defendía a los oprimidos.
    • Jesús sugiere que algunos hombres "nacen eunucos", un término antiguo para referirse a ser gay, que estas personas eran parte del orden natural de Dios, y que el matrimonio heterosexual no es el camino correcto para todos.[14] [15]
    • En un pasaje, Jesús cura al amante de un hombre gay y le muestra aceptación sin criticar su amor.[16]
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Categorías: LGBT
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