Las ventas al por menor en internet han hecho que ir de compras sea más fácil que nunca, pero también han incrementado la posibilidad de que tu información personal termine en las manos de la persona equivocada. La seguridad de las compras por internet ha mejorado a la par de las ventas en línea. Sin embargo, tendrás que tomar algunas medidas para proteger tu información personal.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Tener tu información segura

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    Usa una tarjeta de crédito que tenga protección contra el fraude por internet. Muchas tarjetas te devolverán el dinero si te estafan. Ponte en contacto con el banco o el proveedor de tu tarjeta de crédito para saber si la tuya tiene alguna de estas medidas de protección. Si no fuera así, trata de encontrar una que te ofrezca un seguro para compras por internet.[1]
    • Es más probable que las tarjetas de crédito ofrezcan protección contra el fraude que las de débito.
    • Algunos bancos ofrecen números de tarjetas de crédito de “un solo uso” que se pueden usar solo para una compra, de modo que, incluso si tu información queda comprometida, no podrá utilizarse otra vez. Averigua en el banco si tienes esta opción.[2]
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    Registra los datos de la compra. Después de realizar una compra, siempre registra los detalles de la hora, la fecha, el número del recibo y la confirmación de la orden. Si no puedes imprimirlo, tómale una captura de pantalla como comprobante de compra.
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    Revisa tus estados de cuenta con regularidad. Cuando hagas compras por internet, revisa los estados de cuenta de tu tarjeta de crédito y débito con frecuencia. Mantente alerta a los cobros sospechosos y compara los que aparezcan con tus registros. Llama al banco o la empresa de tu tarjeta de crédito de inmediato si ves algo sospechoso.[3]
    • Por ejemplo, si has comprado algo de una página web y notas que hay transacciones que aparecen en tu estado de cuenta que no recuerdas haber realizado, es posible que te hayan hackeado.
    • De ser posible, realiza compras con tu tarjeta de crédito. Será más fácil para el banco reembolsar las compras robadas con una tarjeta de crédito que con una tarjeta de débito.
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    Nunca des mucha información. Una compra por internet solo requiere la información de tu tarjeta de crédito, la dirección y el número de teléfono. Si la página web te pide también tu número de seguro social, desconfía. Esta información se puede usar para robar tu identidad y no es necesaria para comprar por internet.[4]
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    Haz una revisión para encontrar programas maliciosos. Los programas maliciosos que se descargan de internet pueden monitorear las pulsaciones del teclado y obtener la información de tu cuenta incluso de las páginas web seguras. Descarga programas como Ad-Aware para escanear en búsqueda de estos programas. No descargues información de sitios con los que no estés familiarizado. Ten cuidado de hacerle clic a los enlaces que encuentres en correos electrónicos virales.[5]
    • Además, actualiza tu sistema operativo con frecuencia. A veces las actualizaciones del sistema operativo proporcionan una protección importante contra amenazas de seguridad.[6]
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    Usa contraseñas difíciles. Si tus contraseñas no están bien elaboradas, un hacker podrá adivinarlas y usar la información de tu cuenta guardada para pedir productos. Trata de utilizar una contraseña diferente para cada página web y evita las palabras comunes.
    • No uses palabras comunes como contraseñas o información que tenga un significado personal que un hacker podría descubrir, como el lugar en que hayas nacido o algún aniversario.[7]
    • Este consejo también se aplica a las contraseñas que crees para la computadora y el celular. Si tu información se guarda en tus dispositivos, alguien que tome tu teléfono o computadora podría usarlos para realizar compras. Asegúrate de que todos tus aparatos estén protegidos con una contraseña y que vayan a una pantalla de seguridad si no se usan por unos cuantos minutos.
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    No realices compras en público. No compres nada en computadoras públicas, incluso las que estén en las bibliotecas. Si lo haces, tu información privada se guardará en un lugar al que otras personas tengan acceso. Incluso ten cuidado al hacer una compra en tu propia laptop en un lugar público. Es posible que alguien vea los datos que ingreses o consiga la información por medio de la conexión wifi compartida.[8]
    • Si tienes que realizar una compra en un lugar público, usar los datos de un celular es más seguro que una conexión wifi pública. Considera descargar la aplicación del comerciante para realizar la compra.[9]
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Encontrar una página web segura

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    Compra en empresas establecidas. Determina si la página web que vas a usar es real. Una forma sencilla de hacerlo es comprarle a una empresa reconocida con la que estés familiarizado. Algunos estafadores fingen ser una tienda grande, así que fíjate con cuidado en el dominio para garantizar que estés en la página web correcta.[10]
    • Revisa la dirección de la página web para verificar que no haya errores ortográficos, como “Equifacks" en lugar de “Equifax”.
    • Las páginas web falsas también reemplazan el “.com” por el “.net”. Revisa la página web con cuidado en búsqueda de este tipo de errores.
    • Hoy en día, la mayoría de las cadenas que tienen locales fijos tienen páginas web en paralelo. Estas tiendas serán confiables.
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    Investiga la identidad, la ubicación y los detalles de contacto de los comerciantes con los que no estés tan familiarizado. Es importante determinar la identidad de las tiendas por internet que no conozcas. Busca en la página web para ver si hay una dirección de correo electrónico, una dirección postal y un número de teléfono. Desconfía si no encuentras esta información con facilidad.[11]
    • Es poco probable que los estafadores publiquen sus direcciones o números de teléfono, porque serían más fáciles de rastrear. Cualquier empresa de buena reputación tendrá al menos una línea de ayuda. Si no estás seguro con respecto a la página web, llama a la línea de ayuda y fíjate si te contestan.
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    Investiga la reputación de la empresa. Averigua la clasificación de la empresa por medio de la oficina que registre las buenas prácticas de negocio en tu país. Por ejemplo, en Estados Unidos, sería el “Better Business Bureau”. Busca comentarios sobre la página web en internet, pero desconfía si los comentarios son demasiado buenos, pues algunos estafadores promueven revisiones falsas para así atraer víctimas confiadas.[12]
    • No confíes tanto en los comentarios que aparezcan en las redes sociales. Si la empresa está a cargo de la página, podrá eliminar fácilmente cualquier comentario negativo y solo dejar los buenos.
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    Evita las compras que no tengan términos y condiciones claros. El comerciante deberá ser capaz de darte un precio definido para el producto que vayas a comprar, incluido el costo de envío. La tienda también deberá decirte con claridad qué es lo que obtendrás a cambio.
    • Por ejemplo, evita las ofertas por internet que prometan una oportunidad de ganar algo si realizas pagos continuos por una suscripción.[13]
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    Lee la política de privacidad del sitio. Las compañías de buena reputación tendrán una página pública en el área de “políticas de privacidad”. Averigua cuáles son para así saber si la empresa puede usar tu información para algo que no sea solo la compra. Por ejemplo, muchas empresas la utilizarán para enviarte correos electrónicos con actualizaciones o promociones. Algunas compartirán tu información con terceros.[14]
    • Incluso los comerciantes más legítimos de internet usarán tu información para llenarte de publicidad a modo de correo no deseado. Tendrás que decidir si es algo con lo que estás dispuesto a vivir.
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    Solo realiza compras en una página web segura. No hagas compras en páginas que no tengan codificación Secure Sockets Layer (SSL). Para revisar que la página web tenga SSL, haz lo siguiente:
    • Busca un símbolo de candado en la barra de dirección del navegador. Cuando entres en una página web con SSL, aparecerá un candado cerrado.[15]
    • Las primeras letras de la barra de dirección cambiarán de “http” a “https”. Normalmente esto no sucederá hasta que llegues a la fase del pago. [16]
    • Es posible que también aparezca una llave entera en una página web segura.[17]
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    Instala un filtro contra el fraude electrónico (phishing, en inglés). Si tienes problemas para distinguir entre las páginas malas y buenas, usa un filtro contra el fraude electrónico. Hay muchos, como SmartScreen Filter para Internet Explorer, que te advertirán cuando detecten una página web de dudosa procedencia. El SmartScreen viene incorporado en la mayoría de las computadoras Microsoft.[18]
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    Infórmate sobre las estafas. Las notificaciones por correo electrónico y redes sociales, que a veces parecen provenir de compañías conocidas, circulan en internet para pescar tu información privada. Las empresas legítimas, como los bancos, nunca te enviarán un correo con un enlace que te pida tu información de cuenta, tu contraseña o los datos de tu tarjeta de crédito.
    • Desconfía de los anuncios no deseados que ofrezcan demasiado. Por ejemplo, si alguien te ofrece una tableta gratis, es probable que no sea legítimo.[19]
    • Si la promoción la ofrece supuestamente una tienda grande, ve a su página web en lugar de seguir el enlace de la publicidad.
    • Las estafas populares a menudo se discuten en las noticias. Mira las noticias para estar al tanto de las amenazas de seguridad actuales.
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Consejos

  • Si vas a hacer compras en otro país, investiga la moneda en la que vas a pagar, el tipo de cambio y la posibilidad de que tengan que pagar impuestos o aranceles cuando te llegue. Además, asegúrate de que lo que compres de otro país sea legal en el tuyo.
  • Aprovecha las tarjetas de crédito de un solo uso virtual que ofrezcan algunas entidades que den tarjetas.
  • Nunca envíes los datos de tu tarjeta de crédito por medio de métodos que no sean seguros, como el correo electrónico. Estos no proporcionan mucha protección.
  • Un número cada vez mayor de tiendas por internet piden ahora un número de verificación de tarjeta o CVV al momento de realizar una compra. El código CVV es la serie corta de números que se muestra en la barra de firma que está en la parte posterior de la tarjeta. Lo normal es que te pidan los últimos 3 dígitos del código. Esto se hace para que alguien que haya manipulado tu nombre, el número de tu tarjeta y la fecha de expiración no pueda hacer una compra con ella.
  • Las tarjetas de crédito suelen ofrecer más protección que las de débito, pues no retiran los fondos directamente de tu propia cuenta bancaria.
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Advertencias

  • Nunca permitas que te carguen montos abiertos a una tarjeta de crédito. Siempre acuerda el total que vaya a aparecer en tu cuenta.
  • No compres en tiendas que no te proporcionen su información de contacto o no respondan de manera satisfactoria a tus preguntas.
  • Nunca compartas la información de tu tarjeta de crédito por correo electrónico.
  • Si el proceso de verificación en internet te advierte que tengas cuidado con una página web que podría estar tomando tus datos confidenciales de forma falsa, ten cuidado.
  • Si recibes un correo electrónico sospechoso, no lo abras ni le hagas clic a ninguno de los enlaces.
  • Adviértele a la policía local, el organismo de defensa del consumidor o la cámara de comercio relevante sobre las páginas que no cumplen lo que prometen o no usan procesos seguros con tarjetas de crédito, para que puedan advertirles a otras personas.
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Coescrito por:
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