Los zapatos que usas todos los días pueden afectar la salud de tus pies, rodillas, espalda y todo el camino hasta la columna vertebral. Debes tratar de elegir un par de zapatos de calidad que le brinden el apoyo que necesitan tus arcos.

Pasos

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    Elige zapatos que no te ofrezcan soporte al tobillo, ya que pueden ser mejor para el uso diario. El uso regular de zapatos de baloncesto o de tapas altas podrían debilitar tus tobillos.
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    Escoge un par de zapatos que no te queden muy estrechos en la mitad de la suela. Las suelas de los zapatos para correr se parecen a una huella; que no proporciona estabilidad.
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    Selecciona un estilo de zapatos que tenga un material que permita respirar o que tenga un diseño con perforaciones para que no atrapen la humedad.
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    Dobla la parte delantera del zapato hacia arriba. Sólo el primer tercio se debe doblar. Los dos tercios traseros restantes del zapato deben ser fuertes y difíciles de doblar.
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    Toma el zapato en la parte delantera y trasera y tratar de torcerlo (haciendo girar tus manos en direcciones opuestas). El zapato no se debe deformar fácilmente.
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    Presiónalos sobre el mostrador (la parte trasera del zapato) y aprieta los lados del mostrador que apoyan el talón para que compruebes que son fuertes y que no se deforman fácilmente.
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    Pide que te midan el tamaño del pie. Para comprobarlo, retira la plantilla y compárala con tu pie. La plantilla debe ser más larga -aproximadamente al ancho de la uña de tu pulgar-. Si un pie es ligeramente más grande que el otro, debes medirte el pie más grande.
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    Comprueba la calidad de la costura, especialmente a lo largo de la línea de base del zapato, tanto por dentro como por fuera. (Los pares de demostración son normalmente de baja calidad.)
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    Prueba los zapatos. Rechaza el diseño si tu pie gira hacia afuera o si se te levanta el talón. Aunque algunos materiales como el cuero se estiran con el tiempo, el que te queden en exceso apretados puede causarte molestias durante largos períodos de tiempo.
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    Camina con cautela sobre una superficie de linóleo o vinilo fuera de la tienda para asegurarte de que los zapatos no rechinan o se resbalan. El que los zapatos rechinen depende de la textura y el material de la suela exterior y es un resultado de la fricción con el suelo laminado. En contraste, la fricción insuficiente es peligrosa. Un buen par de zapatos pueden ofrecer tanto seguridad como tranquilidad.

Consejos

  • Mide tus pies una vez al año. El tamaño de tu pie va a cambiar a lo largo de toda tu vida.
  • El calzado debe ser flexible o tu pie tendrá que luchar contra ellos cada vez que da un paso.
  • El tiempo óptimo para probarte los zapatos nuevos es en la media tarde, ya que en general, es cuando los pies se hinchan al máximo.

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Categorías: Zapatos