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Si te has convertido, eres solo un curioso o simplemente ha pasado mucho tiempo desde tu última confesión, el proceso puede ser un poco intimidante si no estás seguro de cómo funciona. ¿Qué hacer? ¿Qué decir? ¿Cuán estricto es el proceso? ¡Relájate! En realidad, es muy simple, mientras sigamos los pasos descritos abajo.
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 3:Prepararte para la confesión
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1Examina tu consciencia. Ya que te confesarás, probablemente necesitas tener una idea de qué decir. Recostarte y reflexionar en tus acciones se refiere a "un examen de consciencia". Así que toma un momento para pensar en tu comportamiento desde la última vez que te confesaste (desde el pecado más pequeño hasta el más grande). Si deseas orar al Espíritu Santo para que te guíe durante este tiempo, puedes hacerlo. ¿No sabes por dónde empezar? Aquí hay unas preguntas que puedes considerar:[1]
- ¿He desobedecido alguno de los mandamientos?
- ¿He alimentado mi fe?
- ¿Alguna cosa en mi vida me ha influenciado más que Dios?
- ¿He negado o dudado de mi fe?
- ¿He herido a otros accidentalmente o adrede?
- ¿He rechazado alguna parte de mi fe?
- ¿He perdonado?
- ¿Cuáles son las causas de mis pecados? ¿De qué tentaciones me he rodeado?
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2Entiende la diferencia entre pecado mortal y venial. La mayoría de nosotros cometemos normalmente pecados veniales; no hay nada de qué avergonzarse, aunque aún es necesario buscar el perdón. Estos son tus pecados de todos los días (mentir a un amigo para salir de una fiesta, usar el nombre de Dios en vano, etc.). Luego están los pecados mortales, lo que no tiene ninguna gracia. Hay tres condiciones que deben cumplirse para que un pecado sea mortal:[2]
- Debe implicar un asunto importante.
- Debes entender lo que estás haciendo, en el momento en que lo haces.
- Debes hacerlo por voluntad propia.
- Ten en cuenta que, sea lo que sea, tu sacerdote "guardará" tus secretos. Sea lo que sea, no emitirá (y no puede emitir) un juicio ni divulgará tus secretos. ¡Ni siquiera al ser amenazado de muerte! Él es confiable. No tienes que preocuparte de las consecuencias de contarle. De hecho, ¡es un pecado en sí mismo no decirle tus pecados!
- Por desgracia, muchas personas piensan que podrían cometer fácilmente un pecado mortal, lo que las intimida y las lleva a la escrupulosidad y, a la larga, a un TOC. Esta es una idea equivocada. Las buenas noticias son que la mayoría de los pecados son veniales, ya que muchas personas no comprenden qué significa materia grave bajo el criterio de pecados mortales. Materia grave significa que el pecado debe ser serio. Por ejemplo, la materia grave incluye asesinato, violación, venta o consumo ilegal de drogas, adulterio (un término elegante para la infidelidad), incesto (estar casado o tener relaciones sexuales con familiares, primos o parientes), robo de mercancía muy costosa o de una gran parte de dinero, odio extremo a tus padres como el desearles la muerte. Los pecados veniales son pecados menores aun cuando se cometan con conocimiento y consentimiento. Esto significa que no puedes cometer un pecado mortal si este no es muy grave, aun cuando hayas elegido hacerlo de todos modos y con pleno conocimiento, o si involucró materia grave, pero no fuiste consiente o te viste forzado a hacerlo. Los pecados veniales incluyen hurto menor (robar algo barato), discusión con hermanos, pelear con alguien por tener una opinión distinta, exceso de velocidad, etc. Ahora, solo porque no vayas a ir al infierno, no significa que no debas evitar los pecados veniales a toda costa.
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3Busca una sesión de confesión. Esto puede hacerse yendo a una sesión o llamando por teléfono. Muchas iglesias tienen tiempos designados para la confesión. Aunque a un sacerdote puedes encontrarlo la mayoría de las veces, ir a una sesión agendada es más fácil. Sin embargo, tú puedes programar una sesión privada con una rápida llamada o un breve encuentro también.[3]
- Si estás nervioso de entrar a una iglesia, ¡no lo estés! Muchas iglesias publican cuándo son las confesiones, ya sea en un cartel fuera de la iglesia o como parte de su boletín, que casi siempre están en la entrada. ¡Algunos incluso están en línea!
- Las sesiones privadas son una buena idea si tienes mucho por hablar. Una confesión normal puede durar 10 minutos en promedio. Si crees que la tuya durará mucho más, siéntete libre de pedir una sesión privada.
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4Reza para que puedas ser honesto y estar arrepentido. Siempre es una buena idea hacer una pequeña oración antes de la confesión para asegurarte de que todo vaya bien, de que nada se escape de tu memoria y de que tu penitencia sea verdadera. Necesitas ir con la mejor de las intenciones.
- Gran parte de una buena confesión es tener la intención, buscar perdón, y poner tu corazón y alma en ello. Inclusive si te sentaste con el sacerdote y solo murmuraste un "lastimé a mi amigo" entre sollozos de arrepentimiento, eso es mucho mejor que hacer una larga lista de todos los pecados que cometiste desde tu última confesión incrédulamente. Se trata de tener fe y ser honesto. El acto de la confesión se trata de contrición, de rechazar totalmente el pecado.
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Parte 2
Parte 2 de 3:Hablar con el sacerdote
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1Entra a la iglesia y toma asiento en una de las bancas. Puedes ir directamente al confesionario (siempre que no haya nadie más dentro o esperando afuera), aunque algunas veces es bueno tomarse un tiempo en la banca para ti mismo. Tienes toda esa hermosa iglesia para ti. ¿Puedes sentir su energía resonando a través de ti? ¿Puedes sentir la majestuosidad del reino del Señor y que tú eres parte de él?
- Tómate un momento para arrodillarte y rezar con tu cabeza inclinada y tus manos juntas. Reflexiona en tu fe y cómo te sientes en ese momento. Piensa en cómo has respondido al llamado de Dios y cómo has vivido en la luz de su amor.
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2Entra al confesionario. Cuando el sacerdote esté listo para ti, por supuesto. Probablemente lo verás solo o con alguien más que sale detrás de ti. Siéntate frente a él o detrás de la pantalla (depende de ti si quieres permanecer en el anonimato). Él no te tratará diferente de cualquier manera.[4]
- Haz la señal de la cruz cuando él te avise diciendo, "bendígame, Padre, porque he pecado. Hace (la cantidad de tiempo) desde mi última confesión". Estas son las expresiones tradicionales. Sin embargo, si te sientas y dices hola, está bien también. El sacerdote sabe lo que está haciendo.
- El rito bizantino es un poco diferente. El sacerdote se sienta a tu lado y pone su estola sobre tu cabeza. También puede decir la oración de absolución. Pero la idea sigue siendo la misma; debes ir cueste lo que cueste.[5]
- Haz la señal de la cruz cuando él te avise diciendo, "bendígame, Padre, porque he pecado. Hace (la cantidad de tiempo) desde mi última confesión". Estas son las expresiones tradicionales. Sin embargo, si te sientas y dices hola, está bien también. El sacerdote sabe lo que está haciendo.
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3Haz lo que te diga el sacerdote. Una vez que te sientes y hagas la señal de la cruz, relájate y sigue las instrucciones del sacerdote. Te preguntará hace cuánto tiempo que no te confiesas (si no le das voluntariamente esa información), cómo te sientes, quizás cómo va tu fe y luego de qué pecados quieres hablar con él y con Dios. ¡Es una conversación casual![6]
- No te inquietes. No hay ninguna presión de tu lado. Nuevamente, en tanto vayas con la intención de salir con un corazón limpio, eres más que bienvenido en la iglesia. ¡No hay una forma incorrecta de ir a confesarte!
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4Confiesa tus pecados. Esta parte es intimidante, pero piensa en esto: el sacerdote con quien hablas probablemente ha escuchado casi todo antes. Cualquier cosa que le digas no lo indignará. Así que cuando él te diga, empieza a contarlos, desde el más grande hasta el más pequeño. Si te hace algunas preguntas, contéstalas, pero no sientas que debes ser específico. Un simple "lo hice así y así" será suficiente.[7]
- Tu sacerdote será muy comprensivo. Si no recuerdas el tiempo exacto, está bien. Si no recuerdas tus motivaciones, está bien. Todo lo que le interesa a tu sacerdote es que seas tan honesto como sea posible y que tu corazón esté en el lugar correcto.
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5Escucha cuando el sacerdote te ofrezca consejo. Te hablará de todo, posiblemente preguntando por tus intenciones, pero sobre todo haciéndote saber que Dios te ama, con pecados y todo. Si tiene ideas para acercarte más a Dios, te las sugerirá en este contexto. Después de todo, está ahí para ayudar. Te pedirá luego que hagas un acto de contrición. Lo cual es más o menos así:[8]
- Mi Dios, estoy arrepentido de corazón por mis pecados.
Por escoger hacer el mal y fallar haciendo el bien,
he pecado contra ti, a quien debo amar
sobre todas las cosas. Tengo la firme intención, con tu ayuda,
de hacer penitencia, para no pecar más y
para evitar lo que sea que me lleve a pecar.
Nuestro Salvador Jesucristo sufrió y murió por nosotros.
En su nombre, mi Dios, ten misericordia. -
Si eres católico romano, tu acto de constricción será el siguiente:
- Oh Dios mío, lamento mucho haberte ofendido, Detesto todos mis pecados por tu justo castigo. Pero sobre todo, porque te ofenden, Dios mío, que eres todo bueno y mereces todo mi amor. Resuelvo firmemente, con la ayuda de tu gracia, no pecar más y evitar la ocasión cercana del pecado. Amén.
- Mi Dios, estoy arrepentido de corazón por mis pecados.
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6Entonces, el sacerdote ofrecerá la absolución y recomendará la penitencia. ¡No te preocupes! No será algo enorme. Puedes incluso irte haciendo unas pocas, pero significativas oraciones. Toma la absolución de corazón; ahora tienes una nueva pizarra en la cual trabajar. ¡Se siente tan edificante![9]
- Solo para aclarar, "absolución" significa que tus pecados han sido lavados. "Penitencia" es tu expresión de remordimiento y arrepentimiento, demostrándole a Dios que sientes sinceramente lo que hiciste y tu deseo de ser perdonado.
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Parte 3
Parte 3 de 3:Cerrar el trato
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1Deja el confesionario sintiéndote un poco más ligero que antes. El sacerdote te dirá "Anda en paz, a amar y servir al Señor", o algo por el estilo. Sonríe, agradécele, retírate y ¡sé feliz! Tus pecados han sido perdonados y tienes una pizarra limpia en la cual trabajar. Estás más cerca de Dios. ¿Puedes sentirlo? ¿Qué harás ahora con este nuevo comienzo? [10]
- Si olvidaste un pecado que deseabas mencionar, no te preocupes. Dios sabe de tus intenciones y has sido perdonado de esos otros. Pero quizás quieras mencionarlo la próxima vez. ¡O podría hacerse una herida y convertirse en una culpa innecesaria!
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2Si deseas, puedes regresar a la banca. Elige frecuentemente regresar a tu asiento y reanudar la oración, ofreciendo un agradecimiento silencioso a Dios. Y si tu penitencia ha sido un número determinado de ciertas oraciones, no hay mejor momento que ahora para ir a Dios. Siéntete libre de regresar a tu asiento y terminar tu reconciliación en oración. [11]
- Muchos reflexionan sobre sus experiencias y sobre cómo pueden evitar el pecado en el futuro. ¿Cuándo es la próxima vez que planeas confesarte? ¿Qué harás mientras tanto para encontrar inspiración y vivir a Su imagen? Reafirma ahora tu decisión de tratar de vivir como Él lo hizo.
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3Completa tu penitencia. Trata de completar lo que te haya sugerido el sacerdote como penitencia lo más rápido posible. Ya sea que estés en la banca o en una conversación que necesitas tener con un ser querido, trata de satisfacer Sus deseos lo más pronto posible. ¡Te sentirás muy aliviado cuando todo esté dicho y hecho!
- Cuando termines con tu penitencia, es posible que quieras tomar un momento para agradecer a Dios y deleitarte en su absolución. Piensa en cuánto te ama Dios y cuán hermoso es ser parte de Su gloria. ¡No todos tienen tanta suerte!
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4Comprométete a permanecer en sintonía con Dios. No se espera que no vuelvas a pecar. ¡Dios sabe que eso es ridículo! Solo se espera que evites las situaciones que te llevan a pecar. ¡Tampoco es sabio ver la confesión como una excusa para pecar! No, no, no. La confesión es solo una forma de acercar un poco a la humanidad a Dios, con imperfecciones y todo. Todo lo que Él quiere es que hagas tu mejor intento.
- En los próximos días y semanas, recuerda que Dios es parte de tu vida y piensa en cómo puedes lograr vivir como Él desea. Busca las escrituras para inspiración y rodéate de personas que busquen vivir de una manera similar. ¿En otras palabras? Adelante, ama y sirve a Dios. "Tu" Señor. [12]
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Consejos
- No olvides que puedes dejar salir tus emociones, ya que los sacerdotes están allí para guiarte, no para complicar las cosas. No reprimas las lágrimas, ya que eres libre de llorar sin sentir vergüenza, pues eso demuestra que sientes arrepentimiento, lo cual hace sonreír a Dios al saber que lo amas. La confesión no está destinada a ser fácil o difícil, sino más bien a que examines tus pecados pasados y que busques el perdón de Dios. Tu sacerdote es tu mentor; Dios le autorizó el poder de perdonar.
- Si amas a Dios, Él lo sabrá. No necesitas preocuparte si no sabe que lo amas o si te esfuerzas demasiado para que lo reconozca, todo lo que pide es tu amor.
- Puedes buscar el perdón por cualquier pecado, independientemente de cuánto tiempo haya pasado de cometerlo (podrías haberlo cometido en cualquier momento durante los años 70, 80, 90, 2000, 2010, etc. y aun así puedes ser perdonado). Nunca es demasiado tarde para buscar el perdón hasta que mueres sin arrepentirte.
- Si olvidaste un pecado (ya sea venial o mortal), entonces ha sido perdonado. Cuando llegues a la conclusión de tu confesión, dirás lo siguiente: “Lamento estos y todos mis pecados. Pido perdón a Dios, penitencia y abs9olución de usted, Padre”. Así, todos tus pecados confesados y olvidados serán absueltos (perdonados). En el futuro, recuerda cuál fue el pecado olvidado y, si lo recordaste, confiésalo en tu próxima confesión.
- Hay otra versión del acto de contrición y es así:
- Oh mi Dios, estoy arrepentido de todo corazón por haberte ofendido y detesto todos mis pecados, porque temo la pérdida del cielo y los dolores del infierno. Pero, sobre todo porque te he ofendido, mi Dios, que eres todo bondad y que mereces todo mi amor, decido firmemente con la ayuda de tu gracia, confesar mis pecados, hacer penitencia y enmendar mi vida. Amén.
Advertencias
- El arrepentimiento es necesario para que tu pecado sea perdonado. Esto significa que debes prometer que dejarás de hacer lo que has confesado. Si no sientes remordimientos, Dios lo sabrá y no te perdonará. Sentir arrepentimiento significa comprometerte a detener lo que buscabas para ser perdonado y nunca mirar hacia atrás al pecado. Si cometes nuevamente el mismo pecado, deberás asistir a la confesión y empezar de nuevo hasta que finalmente puedas ponerle fin. Si tienes problemas para dejar de hacerlo, ora a Dios, habla con él mientras haces tu penitencia, y él te ayudará. Dios no abandona a sus hijos y nunca lo hará.
- Recuerda que, si le mientes al sacerdote, Dios lo sabrá. Puedes engañar a todos, incluyendo al pastor, pero no puedes engañarle a Dios. Él sabe lo que has hecho. No mientas, sé honesto. Recuerda que a nadie le gusta decir cosas incómodas, pero debemos alejarnos del pecado para seguir por la senda correcta.
- NUNCA omitas intencionalmente un pecado mortal. Si decides no mencionarlo, tu confesión será inválida y no serás perdonado.
- Si mueres sin confesarte o arrepentirte de algún pecado mortal (incluso si es solo uno), cometerás “blasfemia contra el Espíritu Santo”, lo cual es un pecado imperdonable. Serás condenado de por vida, lo que significa que irás directamente al infierno. Ho en día, no es posible cometer este pecado “con vida”. Dios está dispuesto a perdonarte por cualquier pecado, ya que quiere que vayas con él porque te ama. Recuerda: no ha hecho que la confesión sea fácil o difícil, quiere que no seas honesto solo con él, sino también contigo mismo.
- Si mueres con un pecado mortal arrepentido, pero nunca confesado, no significa que necesariamente irás al infierno. Dios sabe que en tu corazón estás realmente arrepentido y posiblemente podría considerar la posibilidad de enviarte al cielo. No obstante, es mucho más fácil si simplemente te confiesas.
Cosas que necesitarás
- el rosario de guirnaldas (opcional)
Referencias
- ↑ http://www.catholictv.org/how-to-go-to-confession
- ↑ https://www.catholic.com/magazine/online-edition/mortal-and-venial-sin
- ↑ https://www.universitycatholic.net/resources/how-to-go-to-confession/
- ↑ http://www.ncregister.com/info/confession_guide_for_adults
- ↑ https://www.britannica.com/topic/Byzantine-rite
- ↑ http://www.kofc.org/en/resources/cis/devotionals/2075.pdf
- ↑ http://www.ncregister.com/info/confession_guide_for_adults
- ↑ https://www.catholic.org/prayers/prayer.php?p=43
- ↑ http://www.vatican.va/archive/ccc_css/archive/catechism/p2s2c2a4.htm