Una novena es una forma de plegaria católica que puedes hacer durante 9 días o 9 horas. Si decides rezar una novena, debes rezar una plegaria específica o una serie de estas con un deseo en mente. La novena puede ser una plegaria espiritualmente enriquecedora y es usada normalmente por la Iglesia católica. Hay varias normas fundamentales para tomar en cuenta, pero no existe una sola manera “correcta” para rezar una novena.

Parte 1
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Prepararse para la novena

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    Entiende lo que es una novena. La Iglesia católica rechaza la superstición y cree que rezar una novena no garantiza que ocurrirá un milagro. Una novena es más un acto de devoción que le muestras a Dios.[1]
    • La novena es diferente a una octava en la que se reza durante 8 días con un sentimiento más festivo que en una novena, normalmente antes de Navidad o Pascua.[2]
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    Aprende acerca de los diferentes tipos de novenas. La mayoría de estas se pueden clasificar en una o más de las cuatro categorías: duelo, preparación, súplica e indulgencia. Algunas novenas pueden encajar en más de una categoría.[3]
    • Las novenas de duelo normalmente se rezan antes de los entierros.
    • Las novenas de preparación son gozosas y se rezan antes de un día festivo.
    • Las novenas de súplica son para pedir intervención divina, señales u otro tipo de ayuda de Dios.
    • Las novenas de indulgencia son actos de penitencia por pecados cometidos. Normalmente, estas novenas se hacen junto con el sacramento de la confesión y asistencia a la iglesia.[4]
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    Determina la súplica. Las novenas son plegarias que se rezan con una súplica específica o una petición en mente. Antes de comenzar la novena, hazte una idea específica de la razón por la cual estás rezando.[5]
    • La súplica podría ser una oración para encontrar el camino si te encuentras en una encrucijada en la vida o una expresión de felicidad o tristeza.
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    Elige una plegaria o una serie de estas para la novena. Si no estás seguro de cuál usar, puedes hablar con tu sacerdote. Las plegarias comunes para la novena incluyen la novena a san Judas, san José y la novena a santa Teresa. Las series de novenas contienen diferentes plegarias que puedes rezar por día. La novena a la Inmaculada Concepción, al Sagrado Corazón, al Espíritu Santo y a la Divina Misericordia contienen una serie de plegarias.[6] [7]
    • También puedes inventar tu propia novena.

    Nota: la novena a la Divina Misericordia normalmente se reza al comenzar el Viernes Santo.

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Parte 2
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Rezar la novena

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    Reza una novena de 9 días si quieres hacerlo de la manera tradicional. La forma más tradicional de rezar una novena es hacerlo al menos una vez al día durante 9 días. Elige una hora del día para rezar la plegaria de la novena. Debes rezarla durante la misma hora del día.[8]
    • Por ejemplo, si rezas a las 9 am el primer día, debes hacerlo a la misma hora el resto de los días.
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    Usa un formato de 9 horas como una opción más corta. Una opción más corta y concentrada es rezar una novena una vez cada hora durante 9 horas. Elige un período de 9 horas en el que estés libre para decir la plegaria.[9]
    • Por ejemplo, si comenzaste a las 8 am, debes decir la siguiente plegaria a las 9 am y así hasta las 5 pm.
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    Usa una plegaria oral y dirígela a Dios o a un santo. Decir la oración de forma oral no significa que tengas que decir las palabras en voz alta. Mejor dicho, significa rezar las palabras preparadas ya sea en voz alta o en la mente. Puedes leer la plegaria o decirla de memoria.[10]
    • Una plegaria oral es diferente de la meditación y a la plegaria contemplativa, las otras dos clases de plegarias de la Iglesia católica.[11]
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    Reza en privado o con un grupo en la iglesia. A menudo, las novenas se rezan a solas y en privado. Sin embargo, cuando un motivo en particular preocupa a un grupo grande de individuos, estos pueden elegir rezar la novena juntos. Las novenas públicas normalmente son organizadas por la iglesia. Estas se pueden rezar con propósitos específicos o para prepararse para días festivos especiales.[12]
    • La iglesia podría pedirte que asistas todos los días o que reces la novena en casa a la misma hora que los demás fieles.
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    Inicia la novena y comprométete. Una vez que decidas comenzar a rezar una novena, apégate a ella. Aunque no existen castigos por renunciar en medio de la novena, terminarla puede ser benéfico espiritualmente.[13]
    • Recuerda tener en mente tu súplica cada vez que reces las plegarias de la novena.

    Consejo: Si pierdes un día, puedes rezar dos veces al día siguiente para ponerte al corriente o retrasarte un día.[14]

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Categorías: Catolicismo
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