Es posible congelar hierbas. En muchos casos, esto se realiza para preservar con rapidez el exceso de hierbas cuando no hay tiempo para realizar otro proceso que demande más tiempo, ya que pocas hierbas sobreviven de manera presentable al proceso de congelado; sin embargo, la mayoría mantendrá su sabor característico. Los métodos siguientes te ayudarán a conservar las hierbas por más tiempo al congelarlas.

Pasos

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    Ten en cuenta que la mayoría de las hierbas no se congelarán manteniendo su estado anterior. Al contrario, muchas se enmohecerán, pero mantendrán el sabor, siempre y cuando quieras utilizarlas en preparaciones como sopas, guisos, productos horneados y otras parecidas en lugar de utilizarlas en ensaladas o decoraciones.
    • No todos concuerdan con que las hierbas se pueden congelar. Algunos chefs consideran que las hierbas se estropean y que no se debe realizar tal proceso. [1] Por otra parte, hay otros que lo apoyan.[2] Se recomienda que lo pruebes por ti mismo para ver si los resultados funcionan.
    • Las hierbas que se consideran idóneas para congelar son: el cebollín, el perifollo, el eneldo, las hojas de hinojo, el perejil y el estragón.[2] Asimismo, se recomienda que se congele las hierbas que no se secan bien como el cebollín, la albahaca, el perifollo, el cilantro y el eneldo.
    • Ten en cuenta que se recomienda secar algunas hierbas en lugar de congelarlas. Por ejemplo, el romero se puede secar sin problemas y mantener su sabor por más tiempo.
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    Recoge hierbas después de que se seque el rocío. El objetivo es obtenerlas antes de que se evapore la mayoría de los aceites a causa del calor del sol y después de que se seque el rocío de la mañana. Sin embargo, el lugar donde vivas condicionará el momento correcto para recoger las hierbas, ya que si el sol no es tan intenso en ese lugar, cualquier momento será el apropiado.
    • Se recomienda no escoger hierbas húmedas ya que pueden enmohecerse con facilidad. Para el proceso de congelado, se tendría que eliminar más agua excedente.
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    Prepara las hierbas antes de congelarlas. Estas no deben tener tierra, insectos u alguna otra materia orgánica. De ser necesario, lava por completo las hierbas sucias pero con cuidado y déjalas secar antes de congelarlas. Es preferible no lavarlas innecesariamente, en especial si se sabe que las hierbas provienen de un lugar limpio y solo necesitan cepillar o limpiar.
    • Si has lavado las hierbas, déjalas encima de un papel absorbente para absorber la humedad; luego, palmea hasta secar.
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    Escoge uno de los siguientes métodos para congelar las hierbas. Utilízalas en un periodo de dos meses para prevenir la pérdida del sabor. Caso contrario, el sabor será insípido o desagradable, dependiendo del tipo de hierba.
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Método 1
Método 1 de 5:
Ramas, tallos u hojas grandes

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    Escoge las hierbas que pueden formar ramilletes. Algunas de estas son el romero, el perejil, el tomillo [2] o el laurel.
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    Coloca un papel manteca o papel aluminio en una charola o bandeja para hornear.
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    Pon los ramilletes a lo largo de la charola o bandeja para hornear. Colócala en el congelador para que se congele.
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    Retira la bandeja del congelador. Coloca los ramilletes en bolsas o contenedores apropiados para el congelador. Anota la fecha y contenido antes de volver a colocarlos en el congelador. Utiliza los ramilletes en un periodo de dos meses.
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Método 2
Método 2 de 5:
Hierbas ralladas o picadas

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    Ralla o pica finamente las hierbas antes de congelarlas. Esto se encargará de evitar el enmohecimiento que sufren muchas hojas de las hierbas que son más suaves.
    • Puedes rallar o picar finamente un solo tipo de hierba o hacer una combinación con otras hierbas complementarias.
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    Coloca el producto en bolsas pequeñas de congelación. Coloca la fecha y una etiqueta en las bolsas.
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    Coloca las bolsas en el congelador. Utiliza las hierbas en un periodo de dos meses.
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Método 3
Método 3 de 5:
Congelar en cubos de hielo

Este método elimina el enmohecimiento ya que las hierbas se mantienen en un estado sólido. Además, es excelente ya que permite retirar los cubos de hielo por completo y añadirlos directamente a las sopas, guisos u alguna otra preparación caliente mientras que se cocina para que suelte sabor y líquido.

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    Lava y seca por completo una bandeja para cubos de hielo. Utiliza más de una bandeja si se congela una cantidad mayor de hierbas.
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    Pica o corta finamente las hierbas. Espolvorea las hierbas picadas en 1/4 de cada compartimiento en la bandeja para cubos de hielo.
    • Este método funciona para combinaciones de hierbas y para hierbas de un solo tipo.
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    Cubre cada compartimiento con un poco de agua. No llenes demás o las hierbas flotarán.
    • Nota: para algunas personas es más fácil verter un poco de agua, agregar las hierbas y luego verter el agua en el espacio restante. Haz la prueba para ver cuál prefieres.
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    Congela los cubos. Una vez que se hayan congelado, transfiérelos a bolsas de congelación resellables o en contenedores para congelar. Coloca la fecha y una etiqueta.
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    Colócalos en la parte posterior del congelador. Retíralos cuando se necesite.
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    Utilízalos en un periodo de dos meses. Para utilizarlos, añade uno o dos cubos a la preparación.
    • Para que tengas una idea de las medidas, un cubo de hielo de hierbas contiene aproximadamente 15 ml o 1 cucharada de hierbas picadas.
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Método 4
Método 4 de 5:
Congelar en mantequilla

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    Realiza una mantequilla de hierbas. Hay muchas posibilidades: mantequilla de tomillo, mantequilla de albahaca, mantequilla de romero y mantequilla de hierbas.
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    Enrolla la mantequilla con papel aluminio. Colócala dentro de un contenedor que resista la congelación y tápala. Coloca la fecha y una etiqueta en el contenedor.
    • Puedes congelar pequeñas cantidades que son más fáciles de derretir, un rollo de mantequilla o un bloque completo de mantequilla de hierbas. Realiza el que mejor se adecue a tus preparaciones y a tus necesidades de almacenamiento.
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    Utilízalas. La mantequilla de hierbas se conservará hasta 12 meses.[1] Puedes cortar en rodajas un pedazo de la mantequilla congelada para derretirlas o derretir la porción por completo, según lo necesites. Descongela la mantequilla en el refrigerador y una vez descongelada, mantenla en el refrigerador y utilízala en un periodo de dos a tres días.
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Método 5
Método 5 de 5:
Congelar en aceite (pasta de hierba y aceite)

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    Utiliza el método del cubo de hielo descrito anteriormente. Sin embargo, en este caso, utiliza un procesador de alimentos para licuar las hojas de las hierbas como las de albahaca, perejil o cilantro con un poco de aceite de oliva u otro aceite vegetal de sabor más suave que elijas. Para ello, las hierbas deberán estar secas por completo antes de procesarlas.
    • La proporción es 1/4 de taza de aceite por 1 taza de hierbas frescas.
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    Procesar las hierbas hasta que se forme una pasta suave.
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    Llena los cubos de hielo con las hierbas procesadas. Llenar 3/4 de los compartimentos. No añadas agua.
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    Coloca la bandeja de cubos de hielo en el congelador para que se congelen las hierbas procesadas. Retira cuando estén congelados y colócalos en bolsas de congelación. Coloca la fecha y una etiqueta.
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    Utiliza un cubo o dos según se necesite. Utiliza las hierbas en un periodo de tres meses.
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Consejos

  • Las hierbas blanqueadas se pueden congelar hasta seis meses. Habiendo dicho eso, cuanto más pronto utilices las hierbas, será mejor, ya que el sabor desaparece con rapidez a pesar de estar congeladas.
  • El secado tiende a preservar el sabor de la mayoría de las hierbas de igual forma que la congelación.
  • Las rejillas secadoras de platos son las más útiles si se necesita secar las hierbas después de lavarlas; utiliza una que esté limpia. Luego, deja que las hierbas se sequen. Es mejor si la luz del sol atraviesa por la ventana y acelera el proceso de secado.
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Referencias

  1. 1,01,1Browne, et. al., (2001) p. 17
  2. 2,02,12,2The Good Cook's Collection. (1993). p. 62
  3. Browne, Mary; Leach, Helen; Tichborne, Nancy. The Cook's Herb Garden. (2001). ISBN 1-86962-041-0 – fuente de busqueda
  4. The Good Cook's Collection. Flavour with Herbs. (1993). ISBN 1-86343-047-4 – fuente de busqueda

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