Las rupturas son lo suficientemente complicadas; sin embargo, cuando tu pareja y tú llevan una mascota a sus vidas y ambos la cuidan, decidir quién se la queda puede volverse un problema serio. La ley estadounidense es lenta, pero de hecho reconocen el vínculo profundo que muchas personas comparten con sus mascotas y, de esta forma, las cortes determinarán los acuerdos de custodia de mascotas, así como sucede con los niños. No obstante, en muchos casos es mejor para ti solucionar algo con tu expareja en vez de dejar que otra persona tome la decisión por ustedes.[1] [2]

Método 1
Método 1 de 3:
Negociar con tu expareja

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    Considera el contexto de la relación. Si tu relación con tu expareja implica abuso físico o emocional, intentar negociar la custodia de tu mascota con ella de forma directa podría no ser la mejor opción para ti.[3]
    • Las rupturas raras veces son amigables; sin embargo, a menos que hayan problemas de abuso, debes poder conseguir que tu expareja te escuche para razonar.
    • No obstante, si tu expareja fue abusiva o si sospechas que podría herir a tu mascota, llama a un abogado especializado en derecho animal de inmediato para conocer tus opciones.
    • Puedes encontrar un abogado al hacer una búsqueda general en Internet de “abogado especializado en derecho animal” junto con el nombre de tu ciudad o estado. También puedes encontrar nombres a través del directorio en línea del colegio de abogados estatal o local.
    • En algunos casos, los abogados especializados en derecho animal han tenido éxito al conseguir órdenes de restricción que incluyen mascotas.
    • Si te preocupa tu seguridad y la de tu mascota, habla con un abogado especializado en derecho familiar que tenga experiencia con órdenes de restricción. También puedes buscar ayuda en un refugio local para víctimas de violencia doméstica.
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    Programa una reunión privada. Lo ideal es que desees hablar sobre la custodia de una mascota en un entorno privado en el que los dos puedan hablar sobre los problemas involucrados con un mínimo de distracciones.[4]
    • Es posible que desees elegir una ubicación neutral, como un restaurante o una cafetería local. Opta por una hora en la que ambos estén disponibles; sin embargo, trata de que no sea muy tarde en la noche o durante un fin de semana cuando el lugar esté lleno.
    • Hazle saber sobre lo que deseas hablar cuando programes la reunión. Si trata de insultarte o de menospreciarte por hacer un gran problema al respecto, simplemente dile que la mascota significa bastante para ti y que agradecerías que te dé el beneficio de la duda y que te tome en serio.
    • Cuando llames para programar la reunión, trata de mantener civilizada la conversación. Querrás reunirte y hablar sobre el tema, pero no hay necesidad de que se peleen por teléfono.
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    No renuncies a la posesión de tu mascota. Según la ley estatal, las mascotas se consideran una propiedad. Esto significa que respecto a la custodia de mascotas, así como sucede al determinar la propiedad de otros artículos de propiedad personal, la ley favorece a la persona que está en posesión.[5] [6]
    • Es posible que hayas escuchado la frase “La posesión es lo que cuenta”. Esta frase es cierta en la mayoría de los casos y se aplica al tema de la custodia de mascotas.
    • Si tu expareja ya se ha llevado a tu mascota, llegar juntos a un acuerdo puede ser la mejor posibilidad que tengas de recuperarla.
    • Si al final la llevas a la corte y ya tiene la posesión del animal, es probable que la corte termine otorgándole la custodia.
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    Toma notas escritas para usarlas como guía. Hay muchos problemas relacionados con el cuidado de mascotas, incluyendo alimentación, actividades y atención veterinaria. Asumiendo que ambos aman a la mascota y que desean lo mejor para ella, deberás repasar todos estos aspectos en la reunión con tu excónyuge.[7]
    • Haz un resumen de tu historia con tu mascota desde el principio. Esto puede ayudarte a crear alegatos sobre por qué debes obtener la custodia de una mascota después de la ruptura.
    • Por ejemplo, supongamos que eres quien inicialmente adoptó la mascota. Tu expareja al principio se mostró reacia y no quería tener nada que ver con eso; sin embargo, al final retrocedió y llegó a amar al animal.
    • En ese caso, el hecho de que originalmente tú adoptaste al animal sirve a tu favor. También es útil si tú por lo general eres el que lleva a tu mascota al veterinario o al peluquero y el que le compra su comida.
    • El dinero puede ser un asunto difícil si tu expareja y tú tenían una cuenta bancaria conjunta. En ese caso, piensa en quién brindó la mayor parte del cuidado y atención.
    • También es posible que desees pensar con quién de ustedes el animal tiene más apego, aunque normalmente esa persona será la que lo alimenta con más frecuencia y la que lo cuida.
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    Utiliza un enfoque objetivo y racional. Puede ser difícil contener tus emociones si estás particularmente apegado a tu mascota; sin embargo, trata de hacer lo mejor que puedas para ver la situación de forma objetiva y determinar quién de los dos es el más adecuado para cuidar al animal.[8] [9]
    • Independientemente de tus sentimientos, si tu expareja cuidaría mejor a tu mascota de lo que tú podrías hacerlo, es posible que desees dejarle que tenga la custodia.
    • Solo asegúrate de que se entienda que querrás poder visitar a tu mascota, por ejemplo, visitarla una vez a la semana y llevarla a pasear por el parque.
    • Por otro lado, si tienes tiempo y el dinero para apoyar a tu mascota de forma adecuada, utiliza las razones que escribiste en tu resumen a fin de explicarle a tu expareja por qué quieres la custodia de tu mascota.
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    Evita insultar a tu expareja. Las rupturas rara vez ocurren sin ningún motivo. Las tensiones de todos modos serán intensas; sin embargo, lo último que querrás hacer es convertir tu reunión de custodia de mascotas en una pelea a gritos.[10]
    • Trata de tener en mente que estás ahí porque ambos aman a la mascota y se preocupan por ella. Si tu expareja no se preocupaba por el animal, probablemente te habría dejado tenerlo sin ningún problema.
    • Si te enojas o te frustras, vuelve tu atención hacia tu mascota. Mantén la cara de tu mascota en tu mente y recuerda por qué haces eso.
    • También puede ser útil recordarle a tu expareja, si las cosas empiezan a calentarse, que ambos están ahí por la mascota y no por el otro.
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    Haz un esfuerzo para escuchar. Asume que tu expareja en verdad se preocupa por tu mascota y su bienestar. Podría tener serias preocupaciones por tu capacidad para brindarle una atención adecuada al animal.[11]
    • Solo puedes conocer estas preocupaciones al mantener una mente abierta y al escuchar con atención. Trata de hacerle preguntas a tu expareja, si es necesario, a fin de conocer sus razones para no querer darte la custodia de la mascota.
    • Al escuchar las preocupaciones de tu expareja, tal vez puedas encontrar una solución que los haga felices a ambos y que ponga a tu mascota en una posición tan buena como en la que estaba antes de la ruptura.
    • Por ejemplo, supongamos que a tu expareja le preocupa que no tendrás tiempo para llevar al perro a dar un paseo durante el día porque tienes un viaje diario de 30 minutos al trabajo y sales todo el día.
    • En esa situación, es posible que puedas establecer un acuerdo en el que permitas que tu expareja vaya durante el día a pasear al perro. A cambio, podrías pagarle una pequeña cantidad de dinero (lo cual podría evitarte el hecho de tener que contratar a un extraño para que lo pasee).
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    Pon todo acuerdo por escrito. Cuando se sienten y conversen sobre la situación de forma racional, es de esperar que tu expareja y tú puedan llegar a un acuerdo con respecto a la custodia de tu mascota. Si es así, redacta un acuerdo escrito que ambos puedan firmar.[12] [13]
    • Un acuerdo escrito firmado es legalmente vinculante; sin embargo, no es necesario insistir en ese punto. Tampoco tienes que contratar a un abogado ni redactar un contrato complejo con mucha jerga legal.
    • Un acuerdo simple que describa lo que han decidido está bien. Incluye todo lo que han conversado sobre la atención de tu mascota.
    • Ambos deben firmarlo y asegúrate de que tu expareja tenga una copia firmada del acuerdo.
    • Para evitar problemas posteriores, lleva a alguien para que sea testigo de las firmas o toma una foto con tu teléfono de cada uno de los que firman el acuerdo.

Método 2
Método 2 de 3:
Intentar la mediación

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    Encuentra un centro comunitario de mediación. La mayoría de los pueblos y ciudades tienen centros comunitarios de mediación que ofrecen servicios de mediación para las disputas comunes que tienen las personas, incluyendo los asuntos de custodia de mascotas.[14] [15]
    • Para encontrar un centro comunitario de mediación cerca de ti, busca en Internet o llama a la oficina del secretario del condado.
    • En particular, si vives en una ciudad más grande, podrías encontrar varios centros de servicio distintos. Revisa sus páginas web o llama a fin de obtener más información y encontrar el que más te guste.
    • También podrías conseguir una recomendación al llamar a un abogado local especializado en derecho animal. Podría tener un centro de mediación particular que prefiere.
    • La mayoría de los centros comunitarios son relativamente asequibles. Puedes esperar que una sola sesión de mediación cueste unos pocos cientos de dólares, aunque muchos centros tienen una escala de tarifas variables para ayudar a las personas de bajos ingresos.
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    Conversa sobre la mediación con tu expareja. Dado que la mediación es un proceso voluntario, no puedes obligar a tu expareja a participar si no está interesada. Sin embargo, puedes contarle al respecto y hacer tu mejor esfuerzo para convencerla de que es la forma más fácil de solucionar la disputa.[16]
    • El centro de mediación que elijas podría tener un folleto que explique su proceso y servicios de una forma directa.
    • Enfatízale a tu expareja que con la mediación, un tercero neutral trabajará con ambos para alcanzar una solución que sea mutuamente aceptable. No los presionará para llegar a un acuerdo y, si no se alcanza uno, pueden retirarse.
    • Otro beneficio de la mediación es que todo acuerdo que alcancen es confidencial. Esto podría ser útil si a tu expareja le preocupa cómo se verá que discutan sobre la custodia de mascotas en un foro público, por ejemplo, en una corte.
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    Prepárate para la sesión. Si ya trataste de resolver la disputa con tu expareja en persona, podrías tener notas de ese intento y las puedes utilizar para enmarcar los puntos que deseas mencionar en la mediación.[17]
    • Un intento anterior también puede ayudarte a separar los temas sobre la custodia de mascotas que son particularmente conflictivos.
    • Puede ser útil para el mediador si puedes determinar dónde hay un desacuerdo significativo, a diferencia de otros temas menores en los que ambos podrían encontrar un terreno común.
    • Tómate algo de tiempo para pensar en cuáles son tus objetivos para la mediación. Tal vez el resultado ideal es que tengas la custodia completa de tu mascota y que tu expareja ya nunca tenga nada que ver con ninguno de ustedes.
    • Dadas las probabilidades mínimas de que se dé ese resultado (o no estarías en este punto), trata de pensar en algunas áreas en las que estarías dispuesto a comprometerte. Puedes presentar esas ideas al mediador.
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    Llega a la cita de mediación. El día de la cita de mediación, trata de llegar al menos 10 minutos antes para que tengas tiempo de llegar al lugar correcto y así establecerte antes de que empiece realmente la sesión.[18]
    • La mediación no es en la corte: la sesión por lo general se lleva a cabo en un ambiente de oficina. Sin embargo, trata de vestirte de forma limpia y conservadora. Querrás que el mediador tenga una buena impresión de ti.
    • Lleva contigo cualquier nota u otro material que desees utilizar en tu negociación. También puedes llevar una foto de tu mascota para que puedas verla y enfocarte en ella durante las negociaciones.
    • Por lo general, se te llevará a una habitación privada, aunque es posible que tengas que esperar en una sala de espera. Si tu expareja todavía no está ahí, podrías reunirte con el mediador, pero no esperes entablar una conversación.
    • El mediador por lo general mantendrá la conversación al mínimo para que pueda permanecer neutral y así ayudar a ambos a encontrar una solución que sea mutuamente aceptable al problema.
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    Da declaraciones de apertura. Una vez que tu expareja y tú hayan llegado, el mediador por lo general dará una breve introducción y explicará el procedimiento básico. Después podría pedirle a cada uno que haga una breve declaración de apertura.[19]
    • Tu declaración de apertura no tiene que ser un discurso largo y complicado, como si fuera una declaración de apertura en una sala de la corte. Tampoco debe incluir ni una sola declaración concluyente como “Quiero la custodia total de mi mascota”. Este tipo de declaraciones no son útiles para la mediación.
    • Establece dos o tres puntos a tu favor que quieras enfatizar. Por ejemplo, podrías decir “Considero que tengo derecho a la custodia total del perro porque lo lleve a casa desde la perrera, le puse un nombre y porque lo alimento todos los días. Lo he llevado al veterinario de forma regular y su registro está a mi nombre”.
    • Sin embargo, esto no solo se trata de argumentos que se basan en hechos. Si tienes pocos argumentos como esos, podrías indicar el vínculo único que compartes con tu mascota. Por ejemplo, podrías mencionar que tu gato duerme contigo todas las noches y que sale corriendo a la puerta cuando llegas a casa del trabajo.
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    Trabaja con el mediador. Una vez que haya concluido la parte inicial de la mediación, el mediador por lo general hará que tu expareja y tú pasen a habitaciones separadas para que así empiece su verdadero trabajo de mediación.[20] [21]
    • Antes de que pasen a habitaciones separadas, el mediador podría identificar temas particulares sobre los que tanto tu expareja como tú pueden estar de acuerdo.
    • Si puedes encontrar un tema común, pon la base para un compromiso y acuerdo continuo, incluso si los temas en los que pueden ponerse de acuerdo son bastante menores.
    • Una vez que se separen, el mediador irá y volverá entre ustedes, de tal modo que platicará sobre la situación y tratará de encontrar espacio para el compromiso.
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    Firma un acuerdo escrito. Si tu expareja y tú pueden llegar a un acuerdo a través de la mediación, el mediador por lo general redactará un acuerdo para que ambos lo firmen. Léelo con detenimiento y asegúrate de que refleje todo lo que conversaron.[22]
    • El acuerdo de custodia puede abarcar muchos distintos aspectos sobre el cuidado de la mascota, incluyendo no solo quién puede quedarse con el animal en casa, sino también qué tipo de alimento puede comer, así como especificar actividades o servicios veterinarios particulares.
    • Por ejemplo, tu expareja podría estar dispuesta a dejarte la custodia de tu perro si aceptas llevarlo a su parque favorito al menos una vez a la semana.
    • Toma en serio este acuerdo, incluso si incluye cosas relativamente menores, y comprende que una vez que lo firmes, es un documento legalmente vinculante y se puede aplicar en una corte de justicia.

Método 3
Método 3 de 3:
Demostrar la propiedad legítima en la corte

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    Identifica la corte adecuada. Si piensas demandar a tu expareja por la custodia de tu mascota, primero debes averiguar qué corte tiene jurisdicción sobre tu expareja y tu litigio.[23] [24] [25]
    • Si tu expareja y tú se casaron y están buscando el divorcio, el asunto de quién se queda con la mascota se tratará en tu caso de divorcio.
    • Sin embargo, si no estuvieron casados, deberás presentar una demanda por tu cuenta. En la mayoría de los casos, las cortes de reclamos menores están capacitadas para manejar un problema de custodia de mascotas.
    • No obstante, ten en cuenta que las cortes de reclamos menores solo adjudican daños monetarios. Si presentas una demanda por un reclamo menor, corres el riesgo de ganar el caso; sin embargo, se te puede adjudicar el valor monetario de tu mascota en vez de la mascota en sí misma.
    • La corte de tu condado por lo general también tiene jurisdicción sobre este tipo de demandas y le puede ordenar a tu expareja que te devuelva a tu mascota si actualmente tiene la posesión del animal.
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    Consulta a un abogado. Si tienes la intención de obtener la custodia de tu mascota en la corte, tendrás mayores posibilidades de éxito si tienes a tu lado a un abogado con experiencia en derecho animal. Incluso si tienes a un abogado de derecho familiar para tu divorcio, un abogado especializado en derecho animal comprenderá más sobre los pormenores de la legislación animal de tu estado.[26]
    • Ten en cuenta que la ley animal es una parte relativamente nueva del derecho. Podría ser difícil encontrar a un abogado que se especialice únicamente en leyes de animales a menos que vivas en o cerca de una ciudad muy grande.
    • Sin embargo, dado que la ley animal es relativamente nueva y cambia rápido, es importante que encuentres a alguien que tenga experiencia en litigar casos similares al tuyo.
    • La sociedad humanitaria local u otros grupos sin fines de lucro que se dedican a los derechos de los animales podrían contactarte con un abogado que pueda ayudarte.
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    Presenta tu demanda de custodia de mascotas. Una vez que consultes a un abogado, si deseas demandar a tu expareja por la custodia de tu mascota, debes hacerlo lo antes posible. Puedes iniciar una demanda al presentar una queja ante el secretario de la corte que elegiste para escuchar tu caso.[27] [28]
    • Si no vas a contratar a un abogado, revisa en la oficina del secretario o en la página web de la corte los formularios que puedes usar para redactar tu queja.
    • La queja presenta los alegatos fácticos que consideras que, en caso de probarlos, te darán derecho a la custodia de tu mascota. Ten en cuenta que este es un argumento legal, por lo tanto, debes tener hechos que tiendan a indicar que eres el propietario legítimo del animal.
    • Cuando presentes tu demanda, tendrás que pagar una tarifa de presentación, la cual por lo general asciende a varios cientos de dólares. Si no puedes pagar esa tarifa, solicita una exención de tarifa. Si tus ingresos y activos están por debajo del límite de la corte, no se te aplicarán tales costos.
    • Lleva tus formularios de demanda a la oficina del secretario junto con al menos dos copias. El secretario les pondrá la fecha y los marcará como “Recibido”. También te asignará otra fecha posterior para la próxima vez que deberás comparecer ante la corte. Luego te devolverá tus copias.
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    Haz que tu expareja reciba una copia. Una de las dos copias de tus documentos judiciales es para tu propio registro. La otra copia debes entregársela a tu expareja utilizando el servicio legal correcto del proceso.[29]
    • Técnicamente, puedes hacer que cualquier persona mayor de 18 años que no participe en la demanda le entregue los documentos a tu expareja. Puedes elegir a un amigo o pariente de confianza.
    • Una vez que se realice tal servicio, la otra persona debe firmar un formulario de prueba de servicio para que lo presentes ante la corte.
    • También puedes contratar a un adjunto del alguacil para que entregue los documentos judiciales a tu expareja o enviar los documentos por correo certificado con una solicitud de acuse de recibo.
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    Espera alguna respuesta de tu expareja. Cuando tu expareja reciba tus documentos judiciales, tendrá un periodo de tiempo limitado (por lo general solo un par de semanas) para presentar una respuesta por escrito a tu demanda.[30]
    • Si tu expareja no responde a la demanda, podrías ser elegible para ganar el caso por defecto. Sin embargo, todavía deberás presentarte en la fecha programada para la audiencia.
    • Si tu expareja presenta una respuesta por escrito, te la enviará mediante un proceso similar al que utilizaste para enviarle los documentos judiciales.
    • También es probable que tu expareja se ponga en contacto contigo para llegar a un acuerdo en vez de someterse a un juicio.
    • La otra opción es que tu expareja decida enfrentarse a ti en cada paso del proceso, tal vez incluso presentando una moción de desestimación en la que argumente que no has expresado ningún reclamo legal sobre la propiedad de tu mascota.
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    Reúne evidencia para respaldar tu reclamo. Las demandas se ganan o pierden según el peso de la evidencia. En la demanda, debes demostrar que es más probable que sí seas tú el propietario legítimo de tu mascota y, por lo tanto, se te debe otorgar la custodia.[31] [32] [33] [34]
    • Dependiendo de la corte en la que presentaste la demanda, podrías compartir evidencia con tu expareja durante el proceso de descubrimiento.
    • Sin embargo, a menos que tu expareja haya decidido enfrentarse a ti en cada paso del proceso, no debes esperar que este sea extenso.
    • La evidencia que respaldará tu reclamo por la custodia de mascota en la corte incluye pruebas de que tú la adoptaste, el registro estatal o los registros veterinarios que solo te incluyen a ti como propietario e incluso recibos de alimentos para mascotas y otros suministros.
  7. 7
    Presenta tu caso en la corte. Cuando llegue la fecha de la audiencia, tendrás la oportunidad de contarle al juez tu historia y de presentar tu evidencia para demostrar que mereces la custodia total de tu mascota. Si tienes a un abogado, tu papel en los procedimientos reales podría estar limitado; sin embargo, todavía debes esperar adoptar una postura.[35] [36]
    • Trata de presentarte en el juzgado al menos 30 minutos antes de la hora en que está programada tu audiencia; sin embargo, ten en cuenta que es probable que el juez escuche varios casos el mismo día.
    • Una vez que hayas pasado por la seguridad de la corte de justicia, toma asiento en la tribuna hasta que se convoque tu caso. Después tú (y tu abogado si tienes uno) pueden pasar al frente de la corte de justicia.
    • Como en cualquier juicio, puedes presentar evidencias e incluso llamar a testigos si deseas respaldar tus alegatos. Por ejemplo, podrías llamar a un amigo para testificar sobre tu relación con tu mascota.
    • El veterinario de tu mascota o un asistente veterinario de su consultorio también puede ser un buen testigo si fuiste el único que alguna vez llevó a tu mascota para recibir atención o tratamiento veterinario.
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    Escucha los alegatos de tu expareja. Una vez que hayas presentado tu versión de la historia, tu expareja tendrá la oportunidad de responder. Tal como lo hiciste, podría presentar evidencias o incluso tener testigos que testifiquen en su nombre.[37]
    • Cuando tu expareja hable, observa tu lenguaje corporal y trata de prestar atención. Evita gritar o interrumpirla, incluso si te interrumpió.
    • Si tu expareja llama a testigos para que testifiquen en su nombre, tendrás la oportunidad de interrogarlos (a través de tu abogado si contrataste a uno). Presta mucha atención a sus declaraciones y aprovecha tu propio conocimiento de la persona que testifica para cuestionar su fiabilidad y la confiabilidad de sus declaraciones.
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    Recibe la orden del juez. Una vez que el juez haya escuchado a ambas partes, ingresará una orden para decidir quién se queda con la custodia de tu mascota. Podrías conocer la decisión del juez de inmediato después del final de la audiencia. Sin embargo, podrían pasar algunos días antes de que la orden escrita esté lista.[38]
    • Ten en cuenta que si el juez falla a tu favor, la corte no va a hacer cumplir la orden por ti. Deberás hacerlo tú mismo.
    • Un abogado puede ayudarte a determinar lo que debes hacer si tu expareja no cumple de inmediato y no te entrega a tu mascota.
    • Si presentaste tu caso en una corte de reclamos menores, tu capacidad para apelar una decisión que no fue a tu favor puede ser limitada.
    • En cualquier caso, si el juez no falla a tu favor, tienes un periodo de tiempo limitado para presentar una apelación, el cual por lo general es de 30 días o menos.
    • Habla con un abogado de inmediato para determinar si tienes un posible caso de apelación.
  1. http://blog.apartmentguide.com/co-loving-your-apartment-pet-after-a-break-up/
  2. http://blog.apartmentguide.com/co-loving-your-apartment-pet-after-a-break-up/
  3. http://source.southuniversity.edu/deciding-who-keeps-pets-after-a-breakup-117444.aspx
  4. https://www.animallaw.info/intro/custody-pets-divorce
  5. http://aldf.org/resources/other-issues-regarding-your-companion-animal/what-to-do-if-you-are-involved-in-a-custody-battle-over-your-companion-animal/
  6. http://www.nolo.com/legal-encyclopedia/mediation-six-stages-30252.html
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  19. http://www.courts.ca.gov/1089.htm
  20. http://www.courts.ca.gov/selfhelp-serving.htm
  21. http://www.courts.ca.gov/1089.htm
  22. http://source.southuniversity.edu/deciding-who-keeps-pets-after-a-breakup-117444.aspx
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  24. http://www.courts.ca.gov/1094.htm
  25. http://www.courts.ca.gov/1093.htm
  26. http://blogs.findlaw.com/law_and_life/2012/10/pet-custody-laws-5-things-to-know.html
  27. http://www.courts.ca.gov/1094.htm
  28. http://www.courts.ca.gov/1094.htm
  29. http://www.courts.ca.gov/1094.htm

Acerca de este wikiHow

Jennifer Mueller, JD
Coescrito por:
Abogada
Este artículo fue coescrito por Jennifer Mueller, JD. Jennifer Mueller es una experta en asuntos legales en wikiHow. Recibió su doctorado en Derecho en la Facultad de Derecho Maurer de la Universidad de Indiana en 2006. Este artículo ha sido visto 6312 veces.
Categorías: Mascotas y animales