Convencer a tus padres de que te dejen usar una tanga puede parecer una labor imposible. Tus probabilidades de convencerlos se intensificarán si cuentas con una suficiente preparación y una estrategia. Convéncelos con un argumento persuasivo que haga que se sientan seguros de tus habilidades.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar tu argumento

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    Planifica tu estrategia. La mejor acción es apelar tanto al lado razonable como el lado emocional de tus padres. Debes abordarlos desde ambos ángulos para asegurarte de que tu argumento sea minucioso. Esto les demuestra cuán importante es para ti.
    • La mayoría de las personas toman sus decisiones según la combinación de la razón y la emoción. Estas se interconectan y siempre se influencian entre sí. Es por esto que siempre debes apelar a la razón y la emoción de alguien cuando trates de influenciarlo.[1]
    • Cuando planees tu estrategia, escribe cómo los abordarás razonablemente. ¿A qué clase de cosas suelen reaccionar tus padres de manera lógica? Luego, escribe lo que puedas decirles que les afecte emocionalmente. ¿Cuáles son sus debilidades? ¿Tienen un gran sentido del orgullo? ¿Evitan rápido el miedo? Estos son los puntos en los que deberías pensar.
    • Vigila a tus padres por un tiempo para ver a qué tipo de cosas reaccionan de modo que tengas una mejor idea de qué tipo de cosas puedes decir y qué debes evitar.[2]
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    Determina por qué quieres usar una tanga. Una parte importante de tu estrategia es apelar al sentido de la razón de tus padres. Un argumento bien razonado incluye unas justificaciones persuasivas para usar una tanga. Escribe cinco o seis razones lógicas por las que quieras usar una tanga.[3]
    • Las tangas no muestran las líneas de la ropa interior. La ventaja principal de esta característica es que evita que la atención se fije en tu trasero. Desde luego, tus padres accederán a este aspecto.[4]
    • Las tangas duran más tiempo. Debido a que tienen menos tela, se remodelan mejor que una ropa interior regular. Si cambias de forma, habrá menos probabilidades de que tengas que comprar una ropa interior nueva, lo que te ahorrará dinero.[5]
    • Las tangas te mantienen más fresca en las temperaturas calurosas. Además, son ligeras, lo que permite un mejor flujo de aire. Asimismo, evitarás los salpullidos y las imperfecciones posibles en la piel.[6]
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    Demuéstrales que eres responsable. Pruébales a tus padres que eres una persona responsable que toma decisiones responsables. Esto hará que tu argumento cobre más credibilidad. Sé responsable antes de dar tu argumento de modo que tus intenciones no se vean obvias.
    • Si tienes unos quehaceres o unas tareas, hazlos a tiempo sin que te lo digan.
    • Ahorra tu dinero, en vez de gastarlo en cosas frívolos.
    • No te quedes fuera hasta tarde ni llegues ebria a casa.
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    Prepárate para pagar por tu tanga. Toma el control de la situación al ofrecerte a pagar por tu tanga. Esto les demuestra que has pensado en la decisión, en vez de ser impulsiva. Esta es también una oportunidad para demostrarles que has ahorrado dinero.
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    Practica tu argumento. Para ser convincente, tienes que tener esta discusión con tus padres llena de confianza. Una de las mejores maneras de lograr la confianza es practicando lo que les dirás a tus padres de modo que no tartamudees ni olvides tus argumentos. Imagina que tus padres están contigo cuando practiques.[7]
    • Lee tus anotaciones en voz alta en frente de un espejo. Ya estarás preparada para el tiempo en que te sientes con tus padres para convencerles.[8]
    • Asegúrate de calmarte y respirar. Debes practicar para ser tan natural como sea posible de modo que tu conversación con ellos no parezca ensayada.[9]
    • Sigue practicando hasta que te sientas segura de estar lista como para hablar con una voz calmada y tranquila. Cuando estés cómoda con lo que dirás, estarás lista para convencerlos.
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    Aborda a tus padres acerca de la conversación. Cuando estés lista para pedirles a tus padres para conversar, habrá algunas cosas que tendrás que considerar. Pídeles hablar cuando parezcan estar de buen humor. No seas insistente cuando se lo pidas, sé amable. Asegúrate de escoger una hora que sea conveniente para todos. Lo mejor será conversar un fin de semana, cuando tus padres podrían estar menos estresados.[10]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Convencer a tus padres

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    Lleva tus anotaciones contigo. Podrías no necesitarlos porque practicaste lo que quieres decir, pero debes tenerlos contigo en caso de que olvides algo y tengas que referirte a eso. Puedes esconderlos en tu bolsillo u otro lugar discreto.[11]
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    Plantea el tema con calma. Inicia la conversación al hacerles saber que se trata de un tema que has considerado y por el que les quieres pedir su permiso. Haz que sepan que quieres decirles por qué y que pueden hacerte sus preguntas después de que te expreses. Trata de controlar la conversación tanto como sea posible. En cuanto más se te interrumpa, más fácil será que pierdas tu lugar y olvides lo que ibas a decir.[12]
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    Di tu lista de razones lógicas. Diles a tus padres todas tus razones lógicas, una por una, por las que quieres usar una tanga y por las que crees que deben apoyarte en esta decisión, ya sea para esconder las líneas de la ropa interior, tener comodidad, evitar los granos u otras razones.
    • Trata de decir toda tu lista sin interrupciones, pero sé cortés si se dan.
    • Si percibes una resistencia, ofrécete a brindar unas fuentes para respaldar tus razones. De esta forma, sabrán que no inventas unas excusas.
    • Puedes improvisar si se te ocurren más razones mientras hablas con ellos. No creas que tienes que ceñirte a lo que practicaste según tus anotaciones.
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    Apela a sus emociones. Podrás hacerlo cuando hayas dicho todas tus razones lógicas. Los estudios han demostrado que los argumentos emocionales pueden ser muy efectivos. Recuérdales que estás creciendo lo suficiente como para tomar tus decisiones con respecto a cómo vestir tu cuerpo.[13]
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    Anímalos a que hagan preguntas. Tus padres podrían tener algunas preguntas, así que prepárate. Incluso si no las tienen, anímalos a que las planteen. Valida y responde cada pregunta que tengan con lo mejor de tu habilidad. En caso haya preguntas que no puedas responder, ofrécete a responderlas después de investigarlas o pensarlas mejor.[14]
    • Quizás quieran saber por qué te interesa usar una tanga. Podrían preguntarte por qué sientes que estás lista para usarla. Incluso, podrían preguntarte por qué crees que deben concordar contigo.[15]
    • Podrían preguntarte acerca de los chicos. ¿Qué sucede si te ven como un objeto sexual? ¿Por qué tratas de lucirte ante ellos? Podría ser recomendable tener una respuesta preparada para esto por si acaso.[16]
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    Dales tiempo para discutirlo o pensarlo. Podrían no tener una respuesta para ti de inmediato. Ofrécete a darles tiempo para discutirlo entre ellos y darte una respuesta. Esto les brindará un tiempo para hacer preguntas o pensar acerca tu argumento bien pensado.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Reaccionar a su respuesta

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    Prepárate para una respuesta. No asumas que sabes lo que dirán. Prepárate para la posibilidad de que digan que no o prolonguen la discusión. Se recomienda que ingenies unas soluciones posibles a estas situaciones, incluso si no suceden.[17]
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    Reacciona con calma. Es importante que reacciones de una manera calmada y tranquila sin importar cuál sea la respuesta de tus padres. Tienen que ver que eres tan madura como para tomar tus propias decisiones. Si te dicen que no ahora, podrían decir que sí a la próxima decisión gracias a tu reacción.[18]
    • Si responden con un "No" inmediato, no te alteres ni levantes la voz. Escucha lo que tenga que decir o sugiere que discutan el tema luego. Lo importante es que les respondas con respeto. Es posible que reconsideren.[19]
    • Respira si sientes que te comienzas a molestar. Verifica que tu cuerpo no esté tenso y relájalo. Di una broma si lo anterior no funciona y todos se miran entre sí. El humor es una manera excelente para aplacar una situación tensa.[20]
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    Pregúntales por qué dicen que no. Si no se convencen, pregúntales por qué. Podrías encargarte de sus preocupaciones o contrarrestar sus objeciones. Si no quieren seguir hablando al respecto, al menos sabrás la razón para tenerlo en cuenta en el futuro.[21]
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    Ofréceles un acuerdo. Hazlo si tus padres no acceden. Quizás podrías sugerir retomar el tema después cuando hayas demostrado más responsabilidad. Quizás puedas concordar tener una tanga a cierta edad. Puedes preguntarles qué acuerdo les parece bien.[22]
    • Averigua cuáles son los intereses comunes que tienes con ellos y parte desde allí. Querrás que te vean como una persona madura, y ellos quieren fomentar que madures, ¿verdad? Este es un buen punto desde el que se puede comenzar a negociar.[23]
    • Esperar hasta que todos se calmen hará que el proceso sea mucho más fácil. Esta es la conversación en la que querrás evitar lidiar con demasiadas emociones. En lugar de ello, trata de ceñirte a los hechos y las necesidades. Sé honesta con ellos acerca de tus objetivos y ofréceles un acuerdo que les complazca, pero con lo que sigas consiguiendo lo que quieres a fin de cuentas.[24]
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    Descarta el tema. Si todo falla, acepta tu destino y márchate. No sigas rogándoles ni hostigándoles. De ser así, solo disminuirás tus probabilidades de convencerles luego, y se pondrán de mal humor. Alejarte de la discusión con gracia te permite mantener el respeto de tus padres.[25]

Consejos

  • Otra manera de salirte con la tuya es comprar y usar tangas sin que tus padres lo sepan. Si te descubren, puedes defenderte debidamente con que es tu trasero y que lo compraste con tu dinero.
  • No pierdas la calma mientras los convences ya que será contraproducente.
  • Pídeles que esperen a que termines de expresarte si te interrumpen mientras dices tus razones.
  • Es muy importante que recuerdes no fastidiar a tus padres con este tema.
  • Considera usar unos cacheteros o hípsteres, en vez de unas tangas. Son parecidos, pero cubren todo el trasero excepto para la parte inferior (los hípsteres muestran incluso menos cobertura).[26]

Advertencias

  • Sé razonable. Tus padres podrían dejar que uses una tanga funcional y simple, pero no una que sea transparente, de encaje y tenga escrito "Sensual".
  • No lloriquees. Tus padres podrían estar un poco sorprendidos si se les pides por primera vez usar una tanga. Deja que pase algo de tiempo para que lo asimilen.
  • Nunca les digas a tus padres que quieres usar una tanga "porque es algo atractivo y sensual". Ese comentario no se percibirá bien.
    • Mucho menos se te ocurra salir con el argumento de que "a las otras chicas sí las dejan". Esto es infantil y además tus padres te dirán automáticamente "a mí no me importa lo que hagan o dejen de hacer las otras chicas, eso es problema de ellas".
  • Nunca pretendas hacerlo hasta tanto tengas como mínimo quince (15) años. Aun así, lo ideal es esperar hasta que seas mayor de edad.

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