Convertirte en iluminado puede tener distintos significados para distintas personas. En general, la mayoría de las personas consideran la iluminación como una mayor consciencia del mundo o una consciencia superior. Convertirte en iluminado quizás no sea fácil, pero puedes acercarte un poco más a ello todos los días. Para convertirte en iluminado, puedes estar en el momento presente, expandir tu comprensión de la vida y el mundo que te rodea, y meditar para expandir tu consciencia.

Método 1
Método 1 de 3:
Estar en el presente

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    Deja de tratar de escapar de tu vida. Es normal que quieras distraerte de la vida y de tus sentimientos mediante actividades como beber o comer en exceso, pero estas estrategias no te harán sentir mejor. De hecho, es posible que te hagan sentir peor con el tiempo. En cambio, empieza a estar presente en tu vida para así poder cambiar la forma como pienses en ella.[1]
    • Considera las distracciones que uses para escapar. Podrían ser cosas como las compras, las drogas, el sexo, el alcohol, las fiestas o dormir demasiado. Piensa si estas cosas te ayudan o te perjudican y luego determina si quieres cambiar en algo tus hábitos.
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    Practica la consciencia plena para ayudar a que te enfoques en el presente. En pocas palabras, estar plenamente consciente implica estar enraizado en el momento presente. Si quieres practicar la consciencia plena, cambia tus pensamientos para enfocarlos en lo que esté ocurriendo en el aquí y el ahora en lugar de en el pasado o el futuro. Puedes adquirir una mayor consciencia plena si haces lo siguiente:[2]
    • Piensa en lo que estés haciendo en este momento.
    • Describe el entorno a tu alrededor.
    • Presta atención a lo que sientas.
    • Escucha de manera activa a otros cuando hablen.
    • Enfócate en tu respiración para enraizarte en el momento.

    Consejo: si quieres adquirir una mayor consciencia plena en tu vida diaria, puedes conseguir libros, revistas y sitios web para ayudarte. Asimismo, existen aplicaciones que ayudan con la consciencia plena (por ejemplo, The Mindfulness App, Headspace y MINDBODY).

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    Involucra los 5 sentidos para ayudarte a interactuar con tus alrededores. Tus sentidos de la vista, el oído, el olfato, el tacto y el gusto te ayudarán a enraizarte en el entorno presente. Pasa por cada sentido y enumera lo que observes a tu alrededor. Luego, considera la forma como te haga sentir.[3]
    • Por ejemplo, podrías decirte a ti mismo: "Veo pintura de color gris pálido y cortinas de color mostaza, y también impresiones de arte abstracto con pintura negra, gris, amarilla, blanca y roja. Escucho grillos afuera de la ventana y el zumbido distante de un aire acondicionado. Huelo galletas recién horneadas y casi puedo saborearlas en la lengua. También siento frío del ventilador".
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    Separa un tiempo todos los días para deleitarte en el momento. Es probable que lleves una vida ocupada y, por ende, te será de ayuda designar un tiempo para ti mismo. Apenas entre 15 y 30 minutos es lo único que necesitas para tener una experiencia agradable todos los días. Emplea este tiempo para hacer algo que te recuerde el motivo por el que disfrutes de vivir tu vida (por ejemplo, escuchar uno de tus discos favoritos, jugar con tu mascota o disfrutar de una delicia especial).[4]
    • Por ejemplo, podrías separar 30 minutos después de cenar para una actividad placentera.
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    Deja pasar tus pensamientos sin juzgarlos en lugar de luchar contra ellos. Los pensamientos pueden ocasionarte una gran cantidad de angustia, sobre todo si te aferras a ellos. Pensar demasiado evitará que encuentres sabiduría y paz mental. Sin embargo, luchar contra tus pensamientos no hará que desaparezcan. En cambio, reconoce lo que pienses y sientas y luego déjalo pasar.[5]
    • Por ejemplo, imagina que te preocupa que no te vaya bien en una presentación próxima. No te obsesiones con ese pensamiento ni dejes que te moleste sino, en cambio, reconoce lo que sientas. Dite a ti mismo: "Tiene sentido estar nervioso porque esto es importante para mí". Luego, intenta dejar ir el pensamiento.
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    Expresa gratitud por lo que tengas en tu vida todos los días. Practicar la gratitud te será de ayuda para combatir las emociones negativas (por ejemplo, la envidia y los celos) que pueden bloquearte el camino hacia la iluminación. No te enfoques en lo que no tengas sino, en cambio, reconoce lo que tengas en tu vida. Considera a las personas a quienes conozcas, los talentos que tengas y las oportunidades que se te hayan dado, además de tus posesiones.[6]
    • Por ejemplo, podrías hacer una lista de tres cosas por las que estés agradecido todas las mañanas. Podrías decir: "Estoy agradecido por un desayuno caliente, un gato que me ama y una cama cómoda".

    Consejo: enumerar las cosas por las que estés agradecido es una excelente forma de recordar todas las bendiciones en tu vida. Podrías hacer la lista en un papel, decirla en voz alta o grabarla en tu teléfono. Prueba con llevar un diario de gratitud para hacerles seguimiento a tus listas de gratitud.

Método 2
Método 2 de 3:
Expandir tu comprensión

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    Sé amable contigo mismo y con los demás. Al mostrarte una amabilidad cariñosa a ti mismo y a las personas que te rodean, puedes mejorar tu forma de pensar, además de que propagas bondad a tu alrededor. Cambia tu forma de hablarte a ti mismo reemplazando el diálogo interno negativo por el diálogo interno positivo. Asimismo, asume lo mejor de los demás y perdona a las personas cuando se equivoquen.[7]
    • No juzgues a las personas sino, en cambio, puedes "evaluarlas". Por ejemplo, quizás te des cuenta de que un colega en particular suele cumplir tarde con los plazos. No hay problema con que reconozcas este hábito y hagas ajustes a tus expectativas al trabajar con él. Sin embargo, no es necesario que lo juzgues haciendo suposiciones sobre el motivo de su tardanza o pensando mal de él.
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    Compórtate según tus creencias y valores. Si quieres determinar qué es lo importante para ti, haz un inventario de ti mismo. Enumera tus objetivos, creencias fundamentales y lo que quieras en la vida. Asimismo, considera lo que te parezca más importante en la vida (por ejemplo, la forma como quieras vivir y como creas que se deba tratar a las personas). Luego, toma decisiones que reflejen lo que sea importante para ti.[8]
    • Por ejemplo, quizás consideres que las experiencias son más importantes que las cosas, que las personas merecen respeto y que los animales no están destinados a ser usados por los humanos. Podrías reflejar estos ideales gastando el dinero adicional que ganes en viajes, ofreciéndote como voluntario o haciendo donaciones para ayudar a los demás, tratando a otras personas como quisieras que se te trate, y volviéndote vegetariano.

    Consejo: si detectas un pensamiento negativo como "No puedo hacer esto", haz una pausa y cuestiónalo. Di: "¿Por qué creo eso?". Luego, reemplázalo por algo positivo, como "Mejoraré si sigo practicando".

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    Ten la mente abierta al aprender sobre el mundo y otras personas. Es muy fácil quedarte atrapado en una perspectiva estrecha del mundo. Sin embargo, esto puede evitar que te conviertas en iluminado. Cada persona filtra el mundo a través de su propia mente y, por ende, la experiencia de cada persona sobre el mundo y la forma como funciona varía un poco. En cierto modo, esto implica que la verdad es relativa. El único modo en que puedes comprender de verdad las cosas es abrir tu mente a la forma como los demás vean el mundo.[9]
    • Por ejemplo, aborda las culturas y religiones que no sean las tuyas con el objetivo de aprender y comprender, no juzgar. De forma similar, evita asumir que todos han tenido las mismas experiencias que tú. Debes estar abierto a aprender más sobre la forma como vivan los demás y por qué.
    • Para tener la mente más abierta, puedes leer más y aventurarte fuera de tu zona de confort.
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    Encuentra la lección en tus errores. Si bien todos cometen errores, tus equivocaciones pueden ser valiosas. No te desanimes contigo mismo sino, en cambio, piensa en la forma como ese error puede ayudarte a crecer y progresar hacia la iluminación. Asimismo, busca formas de no volver a cometer ese error en el futuro.[10]
    • En la vida tienes que cometer errores para aprender las lecciones necesarias para convertirte en la persona que estás destinado a ser. En ocasiones, la experiencia es la mejor profesora.
    • Pregúntate cosas como "¿Qué puedo aprender de esto?", "¿De qué forma esto me ha cambiado?" o "¿Qué puedo hacer de forma diferente la próxima vez?".
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    Lee lo que los demás hayan escrito acerca de la iluminación. Si bien quizás no puedas convertirte en iluminado únicamente con leer las palabras de otras personas, aprender lo que los demás piensen puede serte de ayuda para comprender más tus propios pensamientos. Lee libros escritos por grandes filósofos y profesores, sobre todo aquellos que consideres que hayan alcanzado la iluminación.[11]
    • No olvides que no es necesario que creas todo lo que alguien diga.
    • Por ejemplo, estudia a los grandes filósofos y profesores como Gautama Buda, Jesús, Lao-Tse, Shunryu Suzuki, Mahoma, Dante Alighieri y Sir Francis Bacon.
    • De forma similar, te ayudará aprender sobre el noble camino óctuple y las cuatro nobles verdades. Estos pueden ayudarte a alcanzar la iluminación.

Método 3
Método 3 de 3:
Meditar

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    Comprométete a meditar como mínimo 10 minutos al día. La meditación puede ayudarte a alcanzar la iluminación, pero será necesario que lo hagas con regularidad. Por fortuna, no necesitas ninguna herramienta especial ni una enorme cantidad de tiempo para meditar. Puedes sentarte o caminar en meditación en donde te encuentres. Tan solo enfócate en tu respiración.[12]
    • Al principio, establécete un objetivo de meditar entre 5 y 10 minutos al día. Con el tiempo, puedes expandir la duración de las meditaciones si deseas.
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    Haz una meditación sentada para calmarte la mente. Siéntate en un entorno tranquilo y silencioso con las piernas cruzadas o en una posición cómoda. Cierra los ojos y observa la forma como se sienta tu cuerpo. Luego, enfócate en la sensación de tu respiración. Si tu mente deambula, regresa tus pensamientos a tu respiración apenas lo notes.[13]
    • Evita juzgarte por dejar que tu mente deambule, ya que constituye una parte normal de la meditación.

    Consejo: si tienes dificultades para mantenerte enfocado en tu respiración, podrías contar cada inhalación o exhalación.

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    Haz una meditación en movimiento para estimular una mayor consciencia. La meditación en movimiento cambia tu forma de pensar. Puedes ya sea deambular o caminar en un trayecto establecido. Al caminar, se te vendrán pensamientos a la mente. Déjalos pasar sin juzgarlos ni aferrarte a ellos. De este modo, los pensamientos iluminados pueden entrar en tu mente e incrementar tu consciencia.[14]
    • No intentes pensar en nada en particular. Tan solo deja que tus pensamientos vengan y vayan.
    • Asimismo, podrías enfocarte en tu respiración o en tus pisadas para ayudar a calmarte la mente si está acelerada.
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    Busca meditaciones guiadas en línea o mediante aplicaciones gratuitas. Quizás prefieras una meditación guiada según tu nivel de experiencia y tus objetivos. Por fortuna, puedes encontrar muchas opciones en línea o a través de una tienda de aplicaciones. Experimenta con distintas meditaciones hasta encontrar una que te funcione.
    • Por ejemplo, Headspace, Calm e Insight Timer son aplicaciones de meditación que ofrecen una versión gratuita.
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    Únete a una clase o centro de meditación si quieres trabajar con un profesor. Puedes meditar por tu cuenta en casa, pero quizás prefieras trabajar con un profesor. Para conseguir uno, puedes buscar clases en tu localidad o buscar un centro local de meditación. Como otra opción, podrías acudir a un templo o centro comunitario budista local.
    • Quizás puedas tomar clases en línea.
    • Asimismo, busca grupos de meditación que se reúnan en tu localidad en sitios web como Meetup.com o Facebook.com.

Consejos

  • Nada en la vida es permanente, por lo que debes tratar de no apegarte a las personas, cosas o ideas. El mundo está en constante cambio y evolución.
  • Si practicas tener una mayor consciencia del momento, observarás que te resulta cada vez más fácil hacerlo sin esforzarte.
  • Es mejor enfocarte en hacer cambios positivos en ti mismo y estar más presente en tu vida que en buscar la iluminación de manera activa. Enfócate en el camino en lugar del destino.
  • Tú eres la clave para tu propia iluminación. Por ende, no debes depender de otras personas para ayudarte a encontrarla.

Advertencias

  • Las drogas que alteran la mente pueden ser muy peligrosas y no te permitirán omitir el trayecto para buscar la iluminación.

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Categorías: Filosofía y religión