El sabor del líquido iniciador de fuego puede arruinar tu barbacoa además de impregnar químicos que no son seguros para ingerir en grandes cantidades tanto en la carne como en la parrilla. Felizmente, existen muchas maneras de iniciar el fuego de una barbacoa y mantenerlo sin necesidad de nada más que periódicos y un encendedor de carbón, si tuvieras uno.

Método 1
Método 1 de 3:
Usar un encendedor de carbón

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    Toma en cuenta que los encendedores de carbón son baratos y que son la manera más fácil de iniciar un fuego consistente en toda ocasión. Por lo general, se venden por menos de $30, y usan papel periódico y la convección del calor para encender carbones de manera pareja. Luego puedes volcarlos de manera segura a una parrilla y comenzar a cocinar en unos 15 o 20 minutos.
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    Llena la base del encendedor de carbón con papel periódico arrugado. De acuerdo con el tamaño del encendedor, necesitarás de 2 a 4 hojas de papel. El papel debe estar arrugado en forma de bolas, pero no muy apretado, debe estar lo suficientemente flojo para que el aire caliente llene los espacios. Estos encenderán los carbones.
    • Si el encendedor no tiene una base sólida, coloca el papel en la rejilla de carbón de la parrilla y coloca el encendedor encima.
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    Llena completamente la parte superior del encendedor con briquetas de carbón. Toma tu carbón favorito y llena el encendedor de carbón hasta el final. Podrás acceder al papel desde la parte inferior.
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    Enciende el papel en varios lugares desde la base y colócalo en la parrilla. El papel se encenderá rápidamente y el aire caliente sumado al papel incandescente encenderán los carbones. Cuando el papel se consuma, los carbones se encenderán mutuamente gracias al aire caliente que sube desde la base del encendedor y pasa entre ellos.[1]
    • El encendedor se calentará muy rápido, así que, debes colocarlo sobre una superficie firme que resista las llamas. La parrilla, que ya está preparada para que se coloquen los carbones encima, es un excelente lugar; también lo es un patio de ladrillos (a pesar de que pueda resultar con marcas de quemaduras).
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    Vuelca los carbones en la parrilla cuando su parte superior se haya cubierto de gris. Esto generalmente sucede en unos 10 a 15 minutos. Cuando hayas volcado los carbones, estarán listos para asar.[2] La mayoría de encendedores de carbón se pueden voltear de cabeza para abajo para verter los carbones sobre la parrilla, pero algunos modelos de mayor calidad tienen un botón de descarga que liberan los carbones por abajo. Coloca los carbones en el lugar que desees en vez de volcarlos en el medio y después tener que moverlos; pueden romperse y perder su calor si se les mueve constantemente.
    • Si planeas usar la parrilla por más de 30 minutos, añade de 2 a 3 puñados de carbón ahora para mantener el fuego encendido cuando lo necesites.[3]
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    Asegúrate de que la ventilación esté abierta para tener el fuego más grande. La ventilación abierta envía más aire y oxígeno al fuego y lo hace crecer más rápido. Mantén la tapa abierta mientras acomodas los carbones y doras lo que quieras asar en la parrilla; luego ciérrala para ahumar la carne o cocinarla a fuego lento.
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Método 2
Método 2 de 3:
Comenzar el fuego con papel periódico

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    Abre los respiraderos de la base y limpia la ceniza. Vas a necesitar un flujo de aire consistente para iniciar el fuego, el carbón necesita oxígeno para quemarse. Asegúrate de retirar toda la ceniza, puesto que esta ocupa espacio necesario para la corriente de aire y para dejar los respiraderos completamente abiertos.
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    Arruga de 4 a 5 hojas de periódico y colócalas en el centro de la parrilla. Haz una pequeña pila de periódicos en el medio de la rejilla del carbón; también puedes usar el papel de la bolsa del carbón. El papel se enciende rápido y su llama ayuda al carbón a encenderse también.
    • Si tienes dificultades para comenzar el fuego con solo periódicos, mójalos con aceite de oliva, aceite de canola o aceite vegetal. El aceite hace que el papel se queme lentamente, lo que proporciona al carbón más tiempo para encenderse. Esta solución doméstica, a pesar de no ser perfecta, tiene muchos defensores por ser una alternativa al líquido iniciador de fuego.[4]
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    Coloca palitos pequeños y secos en la cima de los periódicos. Los pequeños pedazos de madera que se usan como leña para iniciar el fuego tienen un nivel de flama mayor que el del papel; esto ayuda a encender el carbón. Coloca un puñado de esta leña en la cima y alrededor del papel y has una especie de nido. El papel encenderá la leña y ambos encenderán las briquetas.
    • Si los palitos se parten fácilmente en las manos produciendo un sonido alto, significa que están lo suficientemente secos para usarse.
    • Mantén cerca un puñado de leña de reserva en caso de que el fuego necesite más combustible.
    • Si no tienes ningún palito cerca, usa más papel. Quizás tengas que alimentar el fuego hasta que las briquetas se enciendan; por lo tanto, debes tener varias hojas a la mano.
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    Coloca de 3 a 4 piezas de carbón encima de la pila. Estos van a comenzar el fuego para el resto de carbones. Colócalos cerca al centro y apóyalos sobre los palitos, mientras el papel se desmorone, querrás tener algunas llamas por debajo de las briquetas.
    • Las briquetas (las pequeñas piezas cuadradas de carbón) duran más, pero el carbón vegetal se enciende con mayor facilidad y produce más calor al inicio.
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    Enciende el papel en diferentes lugares. Usa un cerillo o un encendedor para encender varías de las esquinas del papel, así podrás comenzar un buen fuego brillante. Observa que la leña comienza a encenderse con las grandes llamas que saltan desde el papel.
    • Si los palitos todavía no se encienden y el papel comienza a apagarse, arruga ligeramente 1 o 2 hojas de papel y colócalas en los bordes, cerca de los palitos.
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    Haz que el carbón comience a humear. Si ves que los bordes de las briquetas forman cenizas blancas o grises y que estas comienzan a humear, significa que estás progresando. Este proceso es lento, pero a la larga, iniciará el fuego. Mantén este fuego inicial en la leña y en los periódicos hasta que veas algo de ceniza en los bordes exteriores de los pedazos de carbón.
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    Añade lentamente más pedazos de carbón al fuego que has comenzado. Cuando hayas logrado que las primeras briquetas comiencen a humear, podrás añadir otras piezas, una por una. Cuando el fuego del carbón es fuerte no se ve igual que el fuego de la madera. Si logras ver cenizas blancas o grises que se forman al exterior de los cuadrados, significa que vas por buen camino. Sin embargo, no verás grandes llamas de fuego.[5]
    • Añade más briquetas hasta que tengas una pila grande en el centro de la parrilla. Las briquetas interiores serán las únicas que estarán calientes por el momento, pero verás el humo que sube desde el centro de la pila. La cantidad de briquetas varía según el tamaño de la parrilla:
    • Una parrilla personal, pequeña, generalmente necesita unas 25 a 30 pedazos.
    • Una parrilla mediana, como las más comunes de 55 cm (22 pulgadas), necesitan alrededor de 40 briquetas.
    • Las parrillas grandes necesitan por lo menos de 1 a 2 bolsas de carbón y demorarán mucho más tiempo para calentarse a través de este método.
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    Espera para distribuir los carbones para cocinar hasta que estén mayormente cubiertos de ceniza blanca o gris. El interior de la pila estará al rojo vivo con el calor, esto significa que estás listo para cocinar. Añade más briquetas si el fuego hubiera disminuido y colócalas en el lugar deseado con un par de pinzas de mango largo. Todo este proceso puede tomar de 30 minutos a una hora.
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Método 3
Método 3 de 3:
Encender y mantener un fuego fuerte

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    Mantén los carbones cerca para un fuerte fuego abrazador. Querrás que los carbones se mantengan comprimidos puesto que así conservan más el calor. Asimismo, también van a necesitar un flujo de aire para que se quemen de mejor manera; no los presiones demasiado para que no estén extremamente ajustados en una línea. Una pila floja es perfecta. Existen varios métodos para hacer una barbacoa y mantener el fuego fuerte:
    • La barbacoa pareja reviste la base completa de la parrilla con dos capas de briquetas. No hay espacios y todo se añade de manera uniforme; esto permite que toda la parrilla alcance una temperatura pareja y consistente. Usa este método si debes cocinar mucha comida en poco tiempo.
    • La barbacoa de 2 áreas te permite mantener la mitad de la superficie abierta para cocinar indirectamente o para calentar la comida. Tendrás que revolver la mitad de los carbones para formar una pila en una de las mitades de la parrilla y asegurarte de que haya de 2 a 3 capas de briquetas en la “parte caliente” de la parrilla.[6]
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    Añade carbones con regularidad para mantener la parrilla ardiendo. Puedes añadir más carbones cuando los que estén encendidos estén lo suficientemente calientes, es decir, cuando estén al rojo vivo y con una capa de ceniza blanca. No esperes hasta quedarte con pocas briquetas, lo ideal es que coloques el resto de ellas cuando el carbón haya disminuido hasta la mitad. Tendrás que esperar de 5 a 10 minutos hasta que los nuevos carbones estén cubiertos de blanco o gris para comenzar a cocinar de nuevo, pero esto es mejor que tener que reiniciar el fuego de la parrilla con los restos.
    • Si quieres cocinar por un largo periodo de tiempo, debes añadir de 2 a 3 puñados de carbón a cada 30 minutos después de que los primeros se hayan encendido.[7]
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    Mantén los respiraderos superior e inferior abiertos para alcanzar el calor máximo. Cuanto más aire llegue al fuego, más caliente se pondrá. El fuego necesita oxígeno para quemar, así que, cuanto más oxigeno le proveas, más harás que los carbones se calienten. Si necesitaras controlar la temperatura, cierra parcialmente uno o ambos respiraderos, comienza por el superior.
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    Limpia las cenizas que se acumulen. Hay una pequeña palanca que te permite abrir y cerrar los respiraderos inferiores de la parrilla, puedes usarla también para extraer las cenizas a través de esos respiraderos. Las cenizas ocupan espacio y obstruyen el aire, y pueden ahogar los carbones cuando se acumulan demasiado.
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    Considera la opción de añadir leña para lograr un sabor adicional y un fuego más caliente. Trozos de nogal o de manzano añaden sabores fantásticos a la barbacoa, además, la madera debe encenderse rápidamente con el carbón caliente. Mientras que la madera se quema más rápido y más caliente que las briquetas de carbón, la combinación de carbón y madera o astillas de madera es a menudo el mejor camino para hacer un fuego profesional.
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    Guarda cualquier briqueta que no hayas usado. Si no usas la bolsa completa de carbón, usa un gancho para sellar la bolsa. Los aditivos del carbón se pueden evaporar y esto haría que se enciendan con mayor dificultad la próxima vez, especialmente sin utilizar el líquido iniciador de fuego.[8]
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Consejos

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Advertencias

  • El error más común es comprimir demasiado el papel periódico.
  • Comienza con una cantidad manejable de carbón y cuando se haya encendido, añade más.
  • No descuides el encendedor de carbón.
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Cosas que necesitarás

  • encendedor de carbón (es muy barato y nunca necesitarás el líquido iniciador de fuego otra vez)
  • carbón
  • cerillos, vela o un encendedor de chimenea
  • periódico

Acerca de este wikiHow

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