Este artículo fue coescrito por Natalie Punt, DVM. La Dra. Natalie Punt es veterinaria, y la fundadora y presidenta ejecutiva de mPet. Se especializa en atender emergencias de animales pequeños, así como en medicina general y economía de la práctica veterinaria. Tiene una licenciatura en bioquímica y biología molecular de la Universidad de California, Davis, una maestría en bioquímica de la Universidad de Buffalo y otra maestría en ciencias de la salud de la Western University of Health Sciences.
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Si tienes una gata preñada en casa, debes darle un cuidado especial para cerciorarte de que reciba la atención que necesita para concebir y criar de forma segura una camada de gatitos. Debes asegurarte de que tu mascota felina se prepare para dar a luz a sus crías con una nutrición adecuada y un entorno seguro.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Cuidar de una gata preñada
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1Confirma el embarazo de la gata. Antes de comenzar a cuidar de la gata, debes asegurarte de que se encuentra preñada. Si bien las personas pueden realizar análisis de orina o sangre sencillos en casa para confirmar un embarazo, esta opción no existe para los gatos. Sin embargo, surgen indicios físicos en las primeras etapas del embarazo que pueden indicarte que la gata está gestando. El período completo de gestación de una gata dura alrededor de 60 o 70 días, por lo que este proceso avanzará rápidamente.[1]
- Para la tercera semana, los pezones de la gata se agrandarán y se volverán rojos. Este proceso se conoce como “enrojecimiento”.
- Para la cuarta semana, la gata comenzará a subir de peso, lo que volverá evidente la gestación.
- Alrededor de la cuarta semana, el veterinario puede ayudar a confirmar la gestación. Un veterinario experto puede palpar alrededor del vientre de la gata para sentir a las crías. También podría llevar a cabo una ecografía para detectar los latidos de los corazones.
- También existirán cambios evidentes en el comportamiento, en particular durante las últimas semanas. La gata puede lucir incómoda debido a su vientre creciente y maullar en busca de mayor atención o afecto. A medida que avanza la gestación, la gata consumirá una mayor cantidad de alimentos y pasará incluso más tiempo del habitual durmiendo.
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2Presta especial atención a su nutrición. Debes asegurarte de que la gata reciba una nutrición adecuada para favorecer su salud y la de sus crías. Al comienzo de la sexta semana, debes ofrecerle al menos un 25 % más de alimento. Además, asegúrate de que la dieta sea rica en proteínas y que el calcio forme parte esencial para incrementar la capacidad de la madre de amantar a sus crías.[2]
- Debes ofrecerle una dieta diseñada para gatitos a la gata preñada. Estas dietas son ricas en proteínas y calcio que la gata necesita durante el periodo de gestación. Debes continuar suministrándole alimento para gatitos durante todo el periodo de gestación y después del parto.
- No vas a necesitar ninguna mezcla especial de vitaminas o minerales, siempre y cuando le ofrezcas a la gata una dieta de alta calidad con alimento para gatitos. Puedes buscar una marca común y confiable para asegurarte de que cumpla con todos los estándares.
- Siempre debes asegurarte de que la gata tenga acceso a agua fresca. Este elemento es tan importante como el alimento.
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3Cuida de su salud de manera adecuada. Si bien una gata saludable rara vez presenta problemas con la gestación, es importante que te asegures de que se encuentre lo suficientemente saludable como para enfrentar los rigores de la gestación y el parto. Debes hacer que examinen a la gata para detectar parásitos y asegurarte de que se encuentre al día con las vacunas comunes. Otros problemas más agudos que debes detectar incluyen los siguientes:[3]
- Debes preocuparte si tu gata preñada pierde interés en comer. Es probable que esto constituya el indicio de un problema mayor y además reduzca la ingesta de nutrientes necesarios. En algunos casos, la gata pierde interés en comer justo antes de dar a luz, pero esto no debe durar por mucho tiempo.
- Si la gata se muestra angustiada y se lame el área genital, esto puede indicar un problema. Es probable que se trate de una irritación u otro problema que la gata está presintiendo. Debes llevar a la gata al veterinario para que la examine.
- Debes prestar atención a cualquier flujo vaginal anormal y con mal olor. Esto puede ocurrir durante la gestación o el parto, y en cualquier caso un veterinario debe darle seguimiento.
- Si detectas sangre en la orina de la gata, o notas que está agachada sin que pueda orinar, es probable que se trate de un indicio de infección uterina. Esto puede resultar doloroso para la gata y afectar a sus crías si no recibe tratamiento.
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4Calcula el momento del parto. Si has estado siguiendo la gestación de la gata desde el principio, debes contar con una aproximación de la fecha del parto. Sin embargo, si no estás seguro de tu cronograma, existen otros medios con los que puedes calcular la proximidad del trabajo de parto. Algunas de las señales incluyen las siguientes:[4]
- La madre busca activamente áreas aisladas para construir su nido.
- Se muestra menos activa y presenta pérdida de apetito.
- Su temperatura corporal desciende.
- Se lame con frecuencia el vientre y el área genital.
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5Prepárate para el parto. Es esencial que la gata se encuentre cómoda y segura para el proceso de parto. Esto implica no solo llevarla al interior para protegerla de elementos ásperos, sino más bien crear un lugar seguro y acogedor donde pueda dar a luz y criar a sus gatitos. Si la gata tiene una cama o una manta favorita, debes colocarla en un área tranquila y segura, lejos del tráfico intenso de la casa.[5]
- Crea un área de anidación. Esta puede ser simplemente una caja de cartón grande forrada con sábanas o la propia cama de la gata. Es probable que la madre comience a ubicarse en un área de anidación un día o unas horas antes de prepararse para dar a luz. Si escoge su propio lugar de anidación fuera del que creaste para ella, simplemente debes acomodar el lugar que escoja (y cerciorarte de que sea seguro) en lugar de tratar de reubicarla.
Método 2
Método 2 de 3:Ayudar durante el parto
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1Infórmate sobre el proceso de parto. Dar a luz es un proceso muy natural para la gata, ya que su organismo está diseñado para soportarlo. Por lo tanto, no será necesario que intervengas directamente a menos de que detectes problemas durante la gestación. Debes conocer las etapas del parto para que puedas equiparte mejor y comprender todo lo que es natural.[6]
- La primera etapa del parto dura aproximadamente 36 horas y, por lo general, es más breve si la gata ya ha dado a luz anteriormente. Durante este período, la gata visitará con regularidad su lugar de anidación, pero también presentará contracciones intermitentes con signos de tensión. Al final de esta etapa, el jadeo y los rasguños en el área de anidación pueden aumentar.
- La segunda etapa dura entre cinco y treinta minutos por cada cría. Vas a notar contracciones más fuertes y cada cría será expulsada con el esfuerzo activo de la madre. Por lo general, la cabeza sale primero. La madre romperá la placenta y masticará el cordón de cada cría, por lo que no necesitará asistencia adicional.
- En la tercera y última etapa, la madre se tragará una membrana de placenta y la masa de cada cría. La madre se come las placentas para ocultar la evidencia de que ha dado a luz. Todo el proceso debe ocurrir en el transcurso de cuatro a seis horas. Si el proceso se prolonga por más tiempo, puedes llamar al veterinario para que te ayude.
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2Presta atención para encontrar formas de ayudar a tu mascota. Aunque la mayoría de los partos suelen llevarse a cabo sin ningún problema, debes informarte sobre qué esperar y cómo actuar en el peor de los casos.[7]
- Si una cría sale parcialmente y la madre luce cansada y desiste de pujar, puedes sacarla con cuidado, pero debes hacerlo con mucha suavidad.
- Si la madre no muerde el cordón, puedes amarrar un hilo de coser limpio a unos 3 centímetros del cuerpo de la cría.
- Si la madre no limpia a una cría, puedes utilizar una toalla de cocina para limpiarla suavemente. Asegúrate de eliminar cualquier líquido de la boca y la nariz que podría acortar la respiración.
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3Prepárate para llamar al veterinario si ocurre alguna emergencia. Existen complicaciones que pueden ocurrir durante la gestación que solo deben ser atendidas por un veterinario. Si detectas alguna de las siguientes situaciones, debes llamar al veterinario de inmediato:[8]
- La gata se esfuerza por más de 30 minutos sin producir ningún efecto. Es probable que exista alguna obstrucción que impida el parto natural, lo que pondría a la madre y a las crías en peligro.
- Existe un intervalo de una hora o más entre la primera cría y los demás nacimientos.
- La gata luce repentinamente débil e incapaz de continuar con el parto.
- La gata arroja un exceso de sangre durante el parto sin expulsar a las crías. La presencia de una placenta verdosa es común, pero esto puede significar la señal de un problema mayor si las crías no salen.
- Debes prestar atención a las crías que no logran salir con un esfuerzo ligero. En estos casos, es probable que sea necesaria una cesárea y la consulta a un veterinario.
Método 3
Método 3 de 3:Cuidar de la gata después del parto
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1Continúa supervisando su nutrición. En este punto, la gata debe cuidar de sus crías. Los gatitos lactantes necesitan que su madre tenga acceso a una mayor cantidad de alimento (a veces, el doble) y continúe consumiendo una dieta alta en proteínas y calcio. Continúa suministrándole a la gata alimento para gatitos rico en proteínas y siempre ofrécele agua limpia.[9]
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2Mantén a la madre y a sus crías calientes. La gata debe utilizar el calor de su cuerpo para mantener a sus crías calientes. Sin embargo, también debes asegurarte de que su entorno le facilite esta tarea. Coloca mantas calientes cerca de la gata y mantén la temperatura de la habitación alta.
- Si la madre no presta atención a sus crías, puedes ofrecerle una almohadilla térmica para ayudarle a mantener a sus bebés calientes.
- Asegúrate de que permanezcan en un lugar tranquilo en el que no se sientan amenazados, ya que esto podría constituir un peligro tanto para la madre como para las crías.
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3Ten cuidado con las complicaciones posteriores al parto. La gata aún puede presentar problemas después del parto. Si detectas un sangrado vaginal o un prolapso uterino (cuando el útero se sale a través de la vagina), debes consultar con el veterinario. También debes detectar lo siguiente:[10]
- Presta atención a los comportamientos atípicos, por ejemplo, cuando la gata ignora a sus gatitos. Es probable que la madre rechace a las crías y si se siente en peligro, incluso podría matar a la camada entera.
- Presta atención a las glándulas mamarias inflamadas. Las glándulas infectadas suelen agrandarse, volverse calientes al tacto e incluso pueden presentar un color diferente.
- Presta atención a los cambios en el apetito. Si la gata no recibe suficientes nutrientes, esto puede constituir un peligro tanto para ella como para sus crías. Si pasa un período prolongado y la gata no se muestra dispuesta a comer, debes llevarla al veterinario.
Consejos
- Si tienes otras mascotas, debes mantenerlas alejadas de la gata.
- Asegúrate de demostrarle mucho amor a tu gata y de prestarle atención.
- Al preparar la cama para que la madre tenga a sus crías, debes asegurarte de que esté hecha de un material seguro. Si utilizas camisetas viejas rasgadas, puedes colocarlas debajo de una toalla o una manta en la cama para proporcionarle mayor comodidad.
- Asegúrate de que la manta que coloques en la caja sea vieja, pero que no esté hecha trizas.
- No ubiques la cama en un lugar ruidoso.
- No apures a la gata, tan solo déjala que haga lo que considere necesario.
- A veces las gatas dan a luz cuando no hay nadie alrededor, por lo que debes estar atento en todo momento. Unos días antes, la gata mostrará señales de anidación.
- Durante los primeros 2 días, debes evitar interponerte entre la madre y sus crías, ya que este es el periodo en el que ellos se conocen.
Advertencias
- No asustes a la gata, ya que esto podría hacer que dé a luz a sus crías en otro lugar que no sea el que preparaste (por ejemplo, el piso de la cocina en lugar de la cómoda cesta de ropa con mantas que se encuentra dentro del armario).
- Después del trabajo de parto, debes asegurarte de que la gata termine bien el proceso y esperar un tiempo prudente hasta que finalmente se haya calmado y esté lista para moverse. Además, cuando consideres que ya está lista, debes esperar un poco más. No te preocupes, ya que esta espera rendirá frutos.
- Si la gata se sale de la caja (o la cama), debes levantarla de forma segura y volver a colocarla en su lugar con mucha suavidad. Debes tener mucho cuidado de no hacerle daño ni la gata ni a su vientre.
Referencias
- ↑ http://www.cat-world.com.au/pregnancy-in-cats
- ↑ http://www.2ndchance.info/pregnantcatcare.htm
- ↑ https://www.purina.co.uk/cats/health-and-nutrition/pregnancy/things-to-look-out-for-during-cat-labour
- ↑ http://www.quality-cat-care.com/cat-birth-preparation.html
- ↑ http://pets.thenest.com/pregnant-female-cat-nesting-8865.html
- ↑ http://www.cats.org.uk/uploads/documents/cat-care-leaflets-2013/EG18_Pregnant_cats,_birth_and_care_of_young_kittens.pdf
- ↑ http://www.cats.org.uk/uploads/documents/cat-care-leaflets-2013/EG18_Pregnant_cats,_birth_and_care_of_young_kittens.pdf
- ↑ http://www.cats.org.uk/uploads/documents/cat-care-leaflets-2013/EG18_Pregnant_cats,_birth_and_care_of_young_kittens.pdf
- ↑ http://www.cats.org.uk/uploads/documents/cat-care-leaflets-2013/EG18_Pregnant_cats,_birth_and_care_of_young_kittens.pdf