A los gatos siameses los quieren mucho sus dueños debido a sus personalidades distintivas. Muchas personas dicen que los siameses son los equivalentes felinos de un perro por su amor a la compañía humana y disposición para jugar a traer cosas. El siamés es una raza inteligente, pero debes tener en cuenta que no tiene inconveniente en usar sus poderes de razonamiento para solucionar problemas y robarse golosinas. Puedes mejorar la relación con tu gato siamés y su vida si entiendes cómo cuidar de él.

Método 1
Método 1 de 4:
Elegir un criador

  1. 1
    Compra el gato siamés de un criador apropiado. Elije un criador que sea amante de los gatos y que también se gane la vida vendiendo gatitos.[1] Esto significa que tienen más probabilidades de tratar a sus animales de cría como mascotas, lo cual hace que los gatitos tengan mejor socialización pues es más probable que los críen en la casa.
    • Evita a los criadores que mantienen a sus animales de cría al aire libre. Esto significa que tienen una menor socialización adecuada.
  2. 2
    Prepara una lista de preguntas para el criador. Antes de ir con el criador a comprar el gato, prepara una lista de preguntas como por qué crían a la raza siamesa en particular. Pide ver las instalaciones y conocer a la madre del gato.[2]
  3. 3
    Encuentra a un criador que haya socializado al gato. Si es posible, encuentra a un criador que hace tiempo para que a los gatitos los atiendan a partir de las tres semanas de edad y por varias personas diferentes.[3] Esto hace que los gatitos se acostumbren a las personas y que hagan mejores mascotas.
    • Nunca compres un gatito de una tienda de mascotas o de un lugar donde no puedas verlo con su madre.
  4. 4
    Compra al gato cuando tenga la edad apropiada. La mayoría de los gatitos se destetan completamente cuando tienen ocho semanas de edad y ya pasan mucho más tiempo lejos de la madre. Es razonable adoptar a un gatito que tenga alrededor de unas nueve semanas. Alrededor de las 12 semanas, su habilidad para adaptarse a nuevas situaciones y ambientes empieza a disminuir.[4]
    • Ten desconfianza de cualquiera que quiera darles un hogar a gatitos que tengan menos de ocho semanas, ya que es más probable que no tengan los mejores intereses en mente para ellos.

Método 2
Método 2 de 4:
Dar a tu gato siamés atención médica apropiada

  1. 1
    Vacuna al gato. Debes vacunar al gato siamés contra enfermedades infecciosas comunes. Estas incluyen gripe felina, enteritis infecciosa felina y virus de leucemia felina.[5]
    • También hay una obligación legal en varios países de vacunarlos contra la rabia.
    • Las vacunas iniciales para gatitos requieren de dos dosis para ser efectivas. La primera debe ser dada cuando tengan alrededor de nueve semanas y la segunda, tres o cuatro semanas después.
    • La vacuna de la rabia es de una sola dosis que se le da desde las 12 semanas de edad.
  2. 2
    Mantente al tanto con las vacunas del gato. Para mantener las vacunas actualizadas, tu gato requiere inyecciones de refuerzo que se dan usualmente una vez al año.[6]
    • Para la vacuna del virus de la rabia, dependiendo del fabricante de la vacuna, una de refuerzo cada tres años es adecuado.
  3. 3
    Esteriliza o castra al gato. Tu gato siamés debe ser castrado o esterilizado. Hacerlo cuando es prepuberto puede hacerse entre las 10 a 12 semanas; sin embargo, es más común cuando tienen entre cinco a seis meses. Hacer que esterilicen a tu gata a esta edad temprana evitará que se embarace.[7]
  4. 4
    Equipa con un chip de identificación a tu gato. Debes considerar equipar al gato siamés con un chip de identificación. Un buen momento para hacerlo es cuando lo castres o esterilices. El chip de identificación es una manera permanente de identificar a tu gato.[8]
    • Cada chip tiene un número único, el cual es transmitido a un escáner cuando se pasa sobre el gato. El número se guarda en una base de datos donde se registra tu información personal. Si el gato se pierde o es robado, pasarle el escáner proporciona el número único y se contacta a la base de datos para saber quién es el dueño.
  5. 5
    Protege al gato de parásitos y gusanos. Necesitas darle al gato medicina para pulgas y hacer que lo desparasiten. Hay muchos productos excelentes que son efectivos contra las pulgas pero no todos los productos comercializados marcados así funcionan. Habla con un veterinario para escuchar sus sugerencias.
    • Desparasitar a tu gato siamés es una parte importante para mantenerlo saludable. Normalmente esto se debe hacer cada tres meses. Si el gato vive afuera y caza alimañas, se debe desparasitar al menos cada mes.[9] Una tableta con un buen espectro amplio multiparásito eliminará las ascárides, tenias y anquilostomas.
  6. 6
    Vigílalo para ver si hay enfermedades genéticas. El gato siamés tiene pocos problemas genéticos. Sin embargo, la raza es propensa a una forma congénita de nistagmo, una condición donde los ojos rastrean de lado a lado, pero no es necesario ningún tratamiento si tu gato lo tiene. Esta raza también puede ser propensa a una forma de enfermedad del hígado graso y problemas con secreciones del estómago, pero estos problemas son raros.[10]

Método 3
Método 3 de 4:
Cuidar de tu gato siamés

  1. 1
    Alimenta a tu gato con comida apropiada. Aliméntalo con comida de buena calidad y rica en proteína. Esto significa que la carne sea el primer o segundo ingrediente de la lista en la información nutrimental del alimento para mascotas. Evita aquéllos que tengan un porcentaje alto de cereales. Generalmente, a los gatos siameses les va mejor si comen alimentos simples que no sean demasiado ricos.
    • La selección entre alimento seco o húmedo es de preferencia personal.
  2. 2
    Regula el peso de tu gato. Asegúrate de regular cuánto alimento come. El gato siamés es esbelto. Su cuerpo y piernas no están hechos para cargar peso. Puede ser peligroso para su salud si llega a tener sobrepeso.[11]
  3. 3
    Consigue una caja de arena. Asegúrate de proporcionarle una caja de arena a tu gato. Entre más grande mejor. Colócala en un lugar tranquilo donde el gato se sienta seguro de ir al baño sin que lo interrumpan.
    • Hay muchos tipos diferente de arena para gato, así que es buena idea revisar con el criador de qué tipo usó, ya que algunos gatos son renuentes a aceptar uno al que no estén acostumbrados.
  4. 4
    Cepilla a tu gato regularmente. El gato siamés tiene un pelaje corto, así que no necesita mucho acicalamiento. Sin embargo, debes cepillarlo regularmente para acondicionar su piel y su pelaje.
    • Idealmente debes hacerlo diario, ya que ayudará a que se forme un vínculo fuerte entre los dos. Tu gato verá esto como afecto y así puedes amarlo mientras lo acicalas.
  5. 5
    Cepilla los dientes de tu gato. Debes crear un hábito de cepillarle los dientes a tu gato siamés. Es mejor que le introduzcas el cepillo de dientes como un juguete para que se acostumbre. Enséñale cada paso del proceso de cepillado y permítele que se ponga cómodo con cada paso antes de continuar con el siguiente.[12]
    • Empieza levantando su labio, toca sus dientes con el cepillo, mójalo con agua y límpialo de arriba hacia abajo, agregando después una gota de pasta de dientes para gato en el cepillo.
    • Nunca usas pasta de dientes para humanos ya que el alto contenido de fluoruro es tóxico para los gatos si se lo tragan.
  6. 6
    Considera adiestrar a tu gato. Considera adiestrar a tu gato siamés con un clicker de la misma forma como lo harías con un perro. La idea es que el gato asocie el claqueteo con una recompensa. Marcas la conducta deseada con un clic y el siamés intenta repetir la acción para ganarse una recompensa.[13] Puedes adiestrarlo para que camine con una correa.
    • La inteligencia y la naturaleza adiestrable del siamés significa que puedes enseñarle a sentarse, venir, saltar hacia o desde superficies, ofrecer una pata o rogar. Puedes adiestrarlo a hacer un amplio repertorio de trucos como a un perro.

Método 4
Método 4 de 4:
Mantener a tu gato activo

  1. 1
    Acepta la energía del gato siamés. Los siameses tienen una cantidad inusual de energía para un gato. Les gusta corretear y ocuparse en jugar vigorosamente. Esto significa que este tipo de gato no es una buena combinación para alguien que quiere que su gato sea al que puedas ver pero no escuchar o del cual se puedan olvidar por unas horas. El siamés es sujeto a hacerte saber que está aburrido y que exige que lo entretengas.
  2. 2
    Instala un poste para rascar. Un poste para rascar le proporciona al gato un escape a su deseo natural de rascar. Si le das a tu gato varios postes, hay una mayor probabilidad de que los aproveche y no rasque los muebles o tu casa.
    • Coloca los postes cerca de las entradas y salidas y al lado de la cama del gato.
    • Algunos gatos rascan horizontalmente y otros verticalmente. Observa a tu gato y acomoda los postes firmemente en la posición apropiada.
  3. 3
    Dale afecto a tu gato siamés. El gato siamés es muy afectivo. Esto significa que debes prestarle much atención y proporcionarle mucho amor y afecto. Esto incluye tiempo para jugar y acurrucarse.[14]
    • Es útil agendar sesiones para jugar con tu gato siamés dos veces al día. Puedes hacer que persiga un punto láser, que cace un ala en una cuerda o que se abalance tras unas pelotas. Cada sesión debe durar hasta que el gato esté gratamente cansado y se acueste hasta que ya no quiera jugar más. Esto normalmente ocurre después de diez minutos de juego.
  4. 4
    Instala lugares altos para tu gato. A los siameses les gusta saltar y estar en lugares elevados. Los gatos que viven en interiores deben tener un ambiente rico en el que puedan jugar. Como son inteligentes y necesitan estimulación tanto mental como física, instala lugares en los que puedan ver lo que ocurre a su alrededor. Esto significa proporcionarles torres que tengan ventanas de mirador para que puedan ver la calle, así como pasarelas elevadas para que se paseen.[15]
  5. 5
    Dale juguetes a tu gato. Los gatos siameses son activos y les encanta jugar. Asegúrate de colocarle muchos juguetes alrededor de tu casa. Esto asegura que no se aburra o que haga juguetes de cosas que no lo son.[16]

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott, miembro del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios, es una veterinaria con más de 30 años de experiencia en cirugía veterinaria y práctica en animales de compañía. Se graduó de la Universidad de Glasgow en 1987 con un título en Medicina y Cirugía Veterinaria. Ella ha trabajado en la misma clínica de animales en su ciudad natal durante más de 20 años. Este artículo ha sido visto 1987 veces.
Categorías: Gatos