La piel seca tiene un bajo nivel de sebo y puede estar propensa a ser sensible. La piel tiene un aspecto reseco debido a su incapacidad de retener humedad. Normalmente se siente “tensa” e incómoda después de lavarse, salvo que se aplique algún tipo de hidratante o crema para la piel. Si se ve agrietada, será un signo de una piel reseca y deshidratada en extremo.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Mantener la hidratación

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    Mantén tus aceites naturales. El cuerpo produce naturalmente aceites que protegen y previenen la resequedad. Sin embargo, durante el día se hacen muchas cosas que eliminan esos aceites naturales. La mayor amenaza del protector natural de la piel es la rutina de baño. Los jabones que retiran demasiados aceites de la piel y el agua demasiado caliente ponen en riesgo tu piel. Baja la temperatura del agua con la que te duchas lo más que puedas resistir y solo usa jabones que contengan hidratantes o sean para “piel sensible”.
    • También deberás asegurarte de no bañarte demasiado seguido ni durante demasiado tiempo. Hacer esas dos cosas también podría eliminar demasiados de tus aceites naturales. Dúchate no más de 10 a 15 minutos y no más de 1 vez al día. Si puedes, báñate solo una vez cada dos días.
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    Exfóliate suavemente. Seguro conoces el consejo de exfoliarse la piel. Hacerlo elimina las células muertas, evita infecciones y permite que los productos hidratantes se absorban correctamente. Es un buen consejo, pero deberás seguirlo con cuidado. En primer lugar, no deberás exfoliarte demasiado seguido. Una o dos veces a la semana será suficiente, sobre todo para las áreas sensibles como el rostro. Tampoco deberás usar exfoliantes demasiado abrasivos, tales como las esponjas vegetales o la piedra pómez. Más bien, con una pasta de bicarbonato de sodio y una tela limpia conseguirás los mismos resultados sin generar ningún daño.
    • También es importante que te asegures de usar un paño limpio. Uno de los motivos por los cuales las esponjas vegetales causan problemas es porque ese tipo de artículos albergan gérmenes y bacterias fácilmente. Con un paño limpio, evitarás ese problema.
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    Sécate la piel con cuidado. Cuando te seques la piel, hazlo cuidadosamente. Frotarse vigorosamente con una toalla no solo irritará la piel, sino que también eliminará demasiada humectación y aceites, cosa que causará resequedad o empeorará un problema existente. Más bien, deja que el aire la seque o sécate dándote golpecitos con una toalla o un paño suave y limpio.
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    Aplícate un hidratante. Después de bañarte o mojarte la piel, siempre deberás aplicarte una capa de hidratante para ayudar a retener la humectación y restaurar los aceites naturales que hayas podido eliminar. Esta capa esencial no tiene que ser muy gruesa necesariamente, solo un capa básica de protección marcará la diferencia.
    • La crema de lanolina es uno de los mejores productos para proteger la piel y mantenerla hidratada. Ese es un producto natural producido por animales para proteger su propia piel. La marca más común en EE.UU. se llama “Bag Balm” y se vende en la mayoría de las farmacias.
    • Sin embargo, para tu rostro, la lanolina podría ser muy fuerte, por eso deberás usarla solo de vez en cuando en casos muy graves. Más bien, deberás usar un producto más suave sin aceite, diseñado para no bloquear los poros ni causar otros problemas de la piel.
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    Aplícate una capa más gruesa en la noche. Si puedes, trata de aplicarte una capa más gruesa del producto en la noche y luego cubre el área con alguna prenda para proteger el producto. Así, tu piel absorberá más y tendrá más tiempo para hacerlo. Sin embargo, ten cuidado, porque la mayoría de estos productos hidratantes mancha, así que asegúrate de cubrir la piel con prendas que no sean tan importantes, tales como un par viejo de pantalones deportivos o pijamas.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Proteger tu piel

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    Hidrátate periódicamente. Si quieres gozar de resultados reales duraderos, será importante que te hagas de una rutina. Tendrás que hidratar y cuidar tu piel periódicamente y durante mucho tiempo antes de que puedas ver resultados reales. Sé constante, persistente y sobre todo, paciente. Verás los resultados, pero tendrás que asegurarte de hidratarte todos los días durante un tiempo bastante considerable.
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    Protege tu piel del frío. Cuando el aire se enfría, extrae humedad del aire y como no lo encuentra, extrae toda la humedad que puede de tu piel, produciéndote resequedad. Por eso probablemente te veas más afectado en el invierno. Para proteger tu piel de las temperaturas bajas, cúbrete con ropa abrigadora y cubre tu piel con cremas que retengan tu nivel de hidratación.
    • Por ejemplo, ponte guantes para proteger tus manos y calcetines para proteger tus pies. Podrás ponerte bufandas y capuchas para proteger la piel del rostro.
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    Protege tu piel del sol. El sol también causa problemas en la piel seca: la irrita y la daña. También, si te expones demasiado al sol, corres el riesgo de padecer de cáncer de piel. Asegúrate de ponerte ropa protectora lo más que puedas cuando estés bajo un día soleado y ponte protector solar en las partes que la ropa no logre cubrir.
    • El protector solar con factor 1000 no es necesario. El protector solar regular de 15 o 30 será más que suficiente. Sin embargo, deberás asegurarte de adquirir uno con un espectro amplio (UVA/UVB).
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    Usa un jabón con pH neutro. Algunos jabones, sobre todo los que no tienen un buen pH balanceado, son verdaderamente abrasivos para la piel y pueden causar daños y resequedad. [1] Deberás buscar un jabón con un pH balanceado, normalmente se vende para “piel sensible” para evitar la resequedad.
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    Averigua si tu casa tiene agua calcárea. El agua calcárea, o agua que contiene una gran concentración de calcio, es muy común por todo el mundo. El exceso de calcio (la que técnicamente no es dañina) puede irritar y resecar la piel, pues deja trazos de calcio en ella. Si crees que esta puede ser la causa de tus problemas de piel, haz que revisen la dureza del agua de tu casa.
    • Si el agua de tu casa resulta ser calcárea, tratar el agua para que salga de las cañerías sin calcio es posible. En tu ferretería local te orientarán al respecto.
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    Mantén un nivel de humedad saludable en casa. Así como el aire de un invierno seco es dañino, cualquier tipo de aire también puede resecar la piel. Podrás combatirlo con un humidificador en casa o en la oficina. Un lugar esencial para comenzar será tu dormitorio por la noche, ya que también te ayudará a dormir.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Ir más allá de la piel en sí

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    Bebe más agua. La deshidratación puede causar problemas en pieles secas muy fácilmente, así que deberás asegurarte de beber mucha agua. Sin embargo, la cantidad correcta dependerá de cada persona. Para empezar, podrás beber la sugerencia de ocho vasos, pero quizá necesites más o quizá menos.
    • Como regla general, si tu orina tiene un color pálido o transparente, estarás bebiendo la cantidad de agua necesaria. Si su color es amarillo vivo u oscuro, tendrás que beber más.
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    Obtén los nutrientes correctos en tu alimentación. La piel, al igual que muchas otras partes del cuerpo, necesita algunos nutrientes más que otros para verse de lo mejor. Deberás asegurarte de obtener esos nutrientes en tu alimentación o tomar suplementos para asegurarte de que tu cuerpo obtenga la cantidad suficiente. Los mejores nutrientes para la piel son, entre otros, la vitamina A[2] , la vitamina E[3] y los ácidos grasos omega 3.
    • Podrás encontrar esos nutrientes en altas concentraciones en el salmón, las anchoas, las sardinas, el aceite de oliva, las almendras, la col rizada y las zanahorias.
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    Combate la obesidad y otras afecciones relacionadas que producen resequedad. La ciencia ha dejado bien establecido que la piel seca suele ser producto del exceso de peso y de la obesidad.[4] Las afecciones relacionadas con la obesidad, tales como la diabetes, también pueden producir resequedad en la piel. Si encuentras que los demás métodos no te ayudan a mantener una piel saludable, deberás tomar en cuenta si tu peso y tu salud en general son la causa del problema.
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    Ten cuidado con las afecciones subyacentes de salud. Otros problemas subyacentes de salud también podrían causar piel seca. Te recomendamos hablar con tu médico y someterte a una evaluación para que sepas si alguno de esos problemas podrían estar afectándote. De ser el caso, entonces sabrás por qué tus propios esfuerzos no han sido muy fructíferos y tendrás nuevas opciones que te ayudarán a mantener una piel saludable.
    • Por ejemplo, el eczema y la psoriasis son afecciones que causan problemas en las pieles secas.
    • Si ves que la piel de tu rostro y alrededor del nacimiento del cabello es seca, será importante que te des cuenta de que podría ser caspa, la cual es causada por un hongo de la piel. Este requiere un tratamiento diferente más allá de hidratarla.
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    Habla con tu médico. Al igual que con la mayoría de los problemas médicos, si tienes preguntas o dudas, te recomendamos hablar con tu doctor. La piel seca es un problema que no debe pasarse por alto. La resequedad severa produce grietas pequeñas y grandes en la piel, lo cual te pondría en un grave riesgo de infección. Como lo hemos mencionado anteriormente, la piel seca también puede asociarse a problemas de salud más severos como la diabetes. Por estos motivos, te recomendamos no ignorar el problema si encuentras que las medidas que te hemos brindado no te ayudan del todo.
    • Si no tienes seguro médico y vives en EE.UU., este es un listado oficial de las clínicas que te podrán ayudar a bajo costo o gratuitamente.
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Consejos

  • Podrás aplicarte una mascarilla de aguacate en el rostro y ponerte pepinos sobre los ojos. Suavizará tu piel y te dejará sintiéndote fresca y limpia. Podrás encontrar la receta fácilmente en Internet, pues existen muchas variaciones según el tipo de piel.
  • Mascarilla facial embellecedora para pieles secas (mezcla bien los ingredientes y úsalo como una mascarilla):
    • 1 huevo
    • 1 cucharadita de miel
    • 1/2 cucharadita de aceite de oliva
    • Unas gotitas de agua de rosas
  • Hidratante de día
    • Aplícate un poco de tu hidratante natural sobre la piel previamente limpia, tonificada y humedecida del cuello, de los pómulos y de la zona alrededor de los ojos. Si eres hombre, deberás seguir un proceso de dos pasos: aplícate un hidratante inmediatamente después de afeitarte. Espera 10 minutos y luego vuélvete a echar el hidratante.
  • Hidratante de noche
    • Después de limpiar y de tonificar la piel, échate un chorro de agua o un rociador. Date golpecitos con una toalla suave hasta casi secarte, luego aplícate el hidratante desde el busto hasta el nacimiento del cabello. Deja que se absorba durante 5 minutos (cubre tu rostro y cuello con paños tibios para acelerar el proceso de absorción), luego seca el exceso de hidratante que quede con un pañuelo de papel.
    • Los hombres pueden saltarse el paso del tonificante, pero deberán hidratar la piel delicada alrededor de los ojos.
  • Una vez a la semana, toma un baño de leche, pues nutrirá y suavizará la piel. Calienta el agua de la bañera y agrégale 250 g de leche en polvo, 1/2 cucharada de aceite de oliva y unas cuantas gotas de tu perfume favorito. Luego, métete y deja que tu mente divague mientras la espuma nutritiva hace maravillas en tu piel seca.
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Advertencias

  • No uses toallas, porque su textura gruesa podría irritarte.
  • Nunca limpies la piel seca con agua caliente.
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Acerca de este wikiHow

Paul Friedman, MD
Coescrito por:
Dermatólogo certificado por la Junta Estadounidense de Dermatología
Este artículo fue coescrito por Paul Friedman, MD. El Dr. Paul Friedman es un dermatólogo galardonado y certificado por el colegio oficial que se especializa en cirugía láser y dermatológica, y dermatología estética. El Dr. Friedman es el director de Dermatology & Laser Surgery Center en Houston, Texas, y ejerce en el Laser & Skin Surgery Center de Nueva York. El Dr. Friedman es profesor clínico asistente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Texas, Departamento de Dermatología, y profesor clínico asistente de dermatología en el Colegio Médico Weill Cornell, Hospital Metodista de Houston. El Dr. Friedman completó su residencia en dermatología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, donde se desempeñó como jefe de residentes y fue galardonado dos veces con el prestigioso Premio Husik por su investigación en cirugía dermatológica. El Dr. Friedman completó una beca en el Laser & Skin Surgery Center de Nueva York y recibió el premio Young Investigator's Writing Competition de la Sociedad Estadounidense de Cirugía Dermatológica. El Dr. Friedman ha participado en el desarrollo de nuevos sistemas láser y técnicas terapéuticas, siendo reconocido como un médico líder en el campo. Este artículo ha sido visto 45 617 veces.
Categorías: Cuidado de la piel
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