Los aguacates, frutos suaves, cremosos y llenos de nutrientes que son indispensables para hacer guacamole, pueden sembrarse con la semilla que queda después de comer la pulpa. Si bien los árboles de aguacate nacen desde la semilla del fruto, podrían demorar mucho tiempo para producir sus propios frutos (a veces de 7 hasta 15 años), cultivar un árbol de aguacate será un proyecto divertido, satisfactorio y en el entretanto obtendrás un árbol muy decorativo. Cuando crezca, podrás esperar a que produzca aguacates o podrás saltarte la espera haciendo injertos de ramas o de yemas en las extremidades de las plantas reproductivas del árbol. Sea cual sea el método que elijas, aprende a cultivar tus propios aguacates desde cero siguiendo los pasos a continuación.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Escoger buenas condiciones de cultivo

  1. 1
    Busca un lugar cálido con luz solar parcial. Como plantas subtropicales que son, a los aguacates les encanta el sol. Oriundos de América Central, México y las Indias Occidentales, los aguacates evolucionaron para crecer en ambientes cálidos y húmedos.[1] Si bien se han cultivado para que crezcan en lugares tan lejanos como California, siempre necesitaron buena luz solar para crecer de manera óptima. Sin embargo, lo paradójico es que las plantas jóvenes de aguacate se dañan con el exceso de luz solar directa (sobre todo antes de desarrollar hojas largas). Debido a ello, si vas a cultivar una planta de aguacate usando solo la semilla del fruto, deberás elegir una parcela con buen acceso al sol durante ciertas partes del día, pero no una que tenga luz solar directa constante.
    • Los alféizares soleados son excelentes ubicaciones para los aguacates. Además de tener la garantía de que solamente recibirán luz solar durante parte del día, los alféizares interiores te permitirán controlar la temperatura y la humedad a las que está expuesta la planta.
  2. 2
    Evita el frío, viento y heladas. La mayoría de las plantas de aguacate no prosperará bajo un clima inclemente. La nieve, vientos fríos y los descensos bruscos de temperatura podrían dañar las plantas más resistentes[2] y hasta podrían matarlas. Si vives en un clima tropical o subtropical con inviernos bastante suaves, podrás mantener tu planta de aguacate al aire libre todo el año. Sin embargo, si vives en una zona donde la temperatura invernal llega a bajo cero, deberás prepararte para mover las plantas en proceso de maduración dentro de casa para protegerlas de las inclemencias del invierno.
    • La tolerancia a las temperaturas frías varía según la variedad de aguacate. En general, las variedades comunes que mencionaremos a continuación no se dañarán tanto por las heladas bajo las temperaturas indicadas:[3]
      • West Indian: -2,2 a 1,7o C (28 a 29o F)
      • Guatemalteco: -2,8 a 1,7o C (27 a 29o F)
      • Hass: -3,9 a 1,7o C (25 a 29o F)
      • Mexicano: -6,1 a 2,8o C (21 a 27o F)
  3. 3
    Usa tierra rica con buen drenaje. Al igual que una gran diversidad de otras plantas comunes de jardín, los aguacates crecen mejor en tierra suelta y rica. Este tipo de tierra brinda un gran contenido de nutrientes que ayudarán a la planta a crecer fuerte mientras también disminuye el peligro del exceso de agua y ayuda a que se ventile abundantemente. Para obtener los mejores resultados, procura tener provisiones de este tipo de tierra (por ejemplo, una que sea rica en humus y en materia orgánica) para que la puedas usar para plantar cuando las raíces y el tallo del aguacate se hayan establecido bien.
    • Para que quede en claro: no es necesario que tengas lista la tierra para usarla en la maceta al principio del proceso de cultivo, porque primero se germinan las semillas de aguacate en agua antes de transferirlos a la tierra.
  4. 4
    Procura que la tierra tenga un pH bastante bajo. Al igual que con muchas otras plantas comunes de jardín, los aguacates crecen mejor en tierra cuyo pH sea bajo (es decir, en tierras ácidas, no alcalinas o básicas). Para mejores resultados, procura plantar el aguacate en tierra con un pH de 5 a 7. A mayor nivel de pH, menor será su capacidad para absorber los nutrientes vitales como hierro y zinc, lo cual afectará su crecimiento.[4]
    • Si el pH de la tierra es demasiado alto y quieres emplear una técnica para disminuirlo, entonces agrega materia orgánica o plantas tolerantes al pH alcalino en tu jardín. También podrás lograr buenos resultados agregando sulfato o sulfuro de aluminio a la tierra. Si quieres más información, lee el artículo Cómo bajar el pH del suelo.
    Anuncio

Parte 2
Parte 2 de 3:
Obtener una planta de aguacate

Germinar la semilla

  1. 1
    Saca y lava la semilla del fruto. Sacarlo de un aguacate maduro será muy fácil. Con un cuchillo, córtalo a lo largo en ambos lados, luego gira el cuchillo para separar las mitades. Introdúcelo en la mitad en donde esté la semilla para sacarla. Por último, lava el exceso de pulpa pegada hasta que esté perfectamente limpio y suave.
    • No tires la pulpa del aguacate a la basura, porque podrías preparar guacamole, untarlo sobre el pan o comerlo solo como un bocadillo nutritivo.
  2. 2
    Suspende la semilla en agua. No deberás plantar las semillas de aguacate directamente en la tierra, más bien tendrás que hacer que germinen en agua hasta que sus raíces y tallo estén bien desarrollados para resistir el peso de la planta. Para suspenderlo en el agua, tendrás que introducirle tres mondadientes a los lados de la semilla y poner este de modo que esté sobre el borde de una taza o tazón grande. No te preocupes, no perjudicará la planta. Llena la taza o tazón con agua hasta que la parte inferior de la semilla esté cubierta.
    • Asegúrate de que la semilla esté en el agua con el lado correcto hacia arriba. La parte superior de la semilla deberá ser apenas redondeada o puntiaguda (como la punta de un huevo), mientras que la parte inferior, la cual estará cubierta de agua, deberá ser un poco más plana y podría tener marchas de decoloración a diferencia del resto de la semilla.
  3. 3
    Ponlo en una ventana soleada y llénalo con la cantidad necesaria de agua. A continuación, pon la semilla dentro de su recipiente con agua en algún lugar donde reciba ocasionalmente luz solar (muy poca luz directa). Podría ser un alféizar en donde solo caiga unas cuantas horas de sol al día. Una vez por semana, vacía el recipiente y vuelve a llenar con agua fresca para mantenerlo limpio. Recarga con más agua a mitad de semana si los niveles lleguen debajo de la semilla. Al cabo de unas cuantas semanas a un mes y medio aproximadamente, verás que empiezan a emerger raíces de la parte inferior de la semilla y un tallo pequeño de la parte superior.
    • La etapa inicial de inactividad podría durar de dos a seis semanas.[5] Tendrás la impresión de que la semilla no estará haciendo nada, pero ten paciencia, porque con el tiempo verás que empezarán a surgir las primeras raíces y tallo de la planta.
  4. 4
    Cuando el tallo tenga 15 cm (6 pulgadas) de largo, recórtalo. A medida que las raíces y el tallo empiecen a crecer, deberás seguir monitoreando su progreso y cambiar el agua necesaria. Cuando el tallo llegue a los 15 cm (6 pulgadas) de altura, pódalo a 7 cm (3 pulgadas). Al cabo de algunas semanas, provocará el desarrollo de más raíces y con el tiempo el tallo crecerá hasta convertirse en un árbol más lleno y ancho.
  5. 5
    Planta la semilla de aguacate. Algunas semanas después de su primera poda, cuando las raíces de la planta de aguacate estén gruesas, desarrolladas y su tallo haya producido hojas nuevas, deberás finalmente trasplantarla a una maceta. Saca los mondadientes y pon las raíces de la semilla en tierra rica en materia orgánica y que drene bien. Para obtener los mejores resultados, usa una olla de 25 a 30 cm (10 a 12 pulgadas) de diámetro. Las ollas pequeñas podrían no tener el espacio suficiente para las raíces, lo cual inhibirá su crecimiento si no transfieres la planta a otra olla.
    • No entierres la semilla completamente debajo la tierra; entierra las raíces, pero deja expuesta la parte superior.
  6. 6
    Riega la planta frecuentemente. Apenas hayas puesto la planta de aguacate en una maceta, riégala bien, remoja la tierra suavemente, pero cubre todo. El agua deberá ser la suficiente para mantener la tierra ligeramente húmeda, nunca deberá verse empapada ni fangosa.
  7. 7
    Endurece la planta de aguacate. Cada vez que mueves una planta al exterior, ayudas a exponerla a las condiciones exteriores gradualmente o "endurecerla". Al principio, pon la maceta en un lugar que reciba sol indirecto la mayor parte del día. Poco a poco muévela a áreas más brillantes y brillantes. Con el tiempo estará lista para la luz del sol constante y directa.
  8. 8
    Poda las hojas por cada 15 cm (6 pulgadas) de crecimiento. Cuando hayas puesto la planta en la maceta, sigue regándola frecuentemente y dejando que reciba luz solar fuerte mientras empieza a crecer. Monitorea periódicamente su progreso con una regla o cinta métrica. Cuando el tallo de la planta llegue a 30 cm (1 pie) de altura, corta cualquier hoja que crezca más de esa medida. A medida que siga creciendo, corta las hojas más altas y nuevas cada vez que crezca otros 15 cm (6 pulgadas) más.
    • De esta manera, la planta producirá nuevos brotes y así el árbol de aguacate se verá más lleno y sano a largo plazo. No te preocupes que no estarás dañando la planta; los aguacates son bastante resistentes para recuperarse de esta rutina de poda sin ningún problema.
    Anuncio

Hacer un injerto

  1. 1
    Deja que la plántula crezca hasta llegar a los 60 a 90 cm (2 a 3 pies) de altura. Como lo hemos mencionado anteriormente, cultivar un árbol de aguacate usando la semilla no quiere decir necesariamente que cultivarás tus propios aguacates dentro de un tiempo conveniente. Algunos árboles de aguacate toman unos cuantos años para empezar a producir frutos,[6] mientras a otros les cuesta mucho producirlos y por eso demorarán mucho más o incluso podrían nunca hacerlo. Para acelerar este proceso y asegurarte de que tu árbol produzca buenos frutos, usa la técnica que los horticultores profesionales usan: hacer injertos. Para hacerlo, tendrás que primero tener acceso a un árbol de aguacate que sí produzca buenos frutos y una plántula de aguacate de por lo menos 60 a 75 cm (24 a 30 pulgadas) de alto.
    • Si puedes, podrías buscar un árbol “productor” que sea resistente y no tenga enfermedades además de producir buenos frutos. Un injerto exitoso consiste en unir dos plantas, así que deberás usar las plantas más sanas posible para evitar problemas de salud durante el proceso.
  2. 2
    Comienza en la primavera. Es más fácil unir las dos plantas mientras están creciendo activamente, y antes de que el clima se seque demasiado. Comienza en la primavera y espera que el proceso tome aproximadamente cuatro semanas.
  3. 3
    Haz un corte en forma de “T” en la plántula. Con un cuchillo afilado, haz un corte en forma de T sobre el tallo de la planta a unos 20 a 30 cm (8 a 12 pulgadas) del nivel del suelo. Corta de manera horizontal aproximadamente un tercio del grosor del tallo, luego gira el cuchillo y corta el tallo unos 2,5 cm (1 pulgada) en dirección al suelo. Con el cuchillo, pela el tallo y sácale la corteza.
    • Evidentemente deberás evitar cortar el tallo con demasiada profundidad. Tu objetivo tendrá que ser “abrir” la corteza del tallo para que puedas unir otra extremidad, no dañar la plántula.
  4. 4
    Corta una yema del árbol “productor”. A continuación, busca una yema que se vea saludable en el árbol productor de frutos que hayas seleccionado. Para sacarla del árbol, haz un corte diagonal desde 1 cm (1/2 pulgada) debajo de la yema y que termine 2,5 cm (1 pulgada) debajo de ella. Si la yema se encuentra en el medio de una sección de la rama y no en la punta, haz el corte 2,5 cm (1 pulgada) por encima de la yema para sacarla.
  5. 5
    Une la yema con la plántula. A continuación, coloca la yema que cortaste del árbol “productor” en el corte en forma de T de la plántula. El material verde debajo de la corteza de cada plántula deberá estar en contacto, de lo contrario, el injerto podría no funcionar. Cuando la yema esté asentada en la ranura del corte de la plántula, fíjala con gomas elásticas o una pasta para injertos (una sustancia especial de venta en la mayoría de tiendas de jardinería).
  6. 6
    Espera a que la yema se fije. Si el injerto tiene éxito, la yema y la plántula cicatrizarán juntas, formando así una única planta. Después hacer la unión en la primavera, este proceso generalmente ocurre dentro de un mes. Cuando la planta haya cicatrizado por completo, podrás retirar las gomas elásticas o la pasta para injertos. Si lo deseas, podrías también cortar el tallo de la planta original con cuidado unos 2,5 o 5 cm (1 o 2 pulgadas) por encima del brote nuevo para que sea la rama nueva “principal”.
    • Ten en cuenta que los aguacates sembrados a partir de semillas pueden tardar entre 5 y 13 años o más antes de que florezcan y produzcan frutos.[7]
    Anuncio

Parte 3
Parte 3 de 3:
Cuidados de una planta de aguacate

  1. 1
    Riégala con frecuencia, pero evita hacerlo en exceso. A diferencia de otras plantas de jardín, las de aguacate necesitan mucha menos agua. Sin embargo, será importante recordar que regar en exceso es un problema potencial para casi todas las plantas, incluidas las de aguacate. Procura no regarla con tanta frecuencia o con demasiada agua de modo que la tierra del árbol se vea líquida o fangosa. Procura que la tierra tenga un buen drenaje (que sea rica en materia orgánica). Si el árbol está en una maceta, asegúrate de que contenga agujeros de drenaje en la parte inferior para dejar que se vaya el agua. Si sigues estos pasos sencillos, tu planta no correrá ningún riesgo por el exceso de agua.
    • Si las hojas de tu planta empiezan a amarillearse, aunque hayas estado regándola frecuentemente, podría ser un signo de haber echado demasiada agua. Deja de regarla de inmediato y vuelve a hacerlo cuando la tierra esté seca.
  2. 2
    Echa fertilizante solo de vez en cuando. Para tener un árbol de aguacate sano y fuerte, no será necesario hacer uso de ningún fertilizante. Sin embargo, si lo usas con prudencia, podría potenciar el crecimiento de la planta joven. Cuando el árbol esté bien establecido, echa a la tierra un fertilizante cítrico y balanceado durante la temporada de crecimiento según las instrucciones que vengan con el producto. No eches demasiado, porque con los fertilizantes comerciales, lo más recomendable es emplear la moderación. Riega siempre después de echarlo para asegurarte de que la tierra lo absorba y vaya directamente a las raíces de la planta.
    • Al igual que muchas plantas, por lo general no tendrás que echar fertilizantes a los aguacates cuando son muy jóvenes, porque podrían llegar a “quemarse” por culpa del uso excesivo de esos productos. Procura esperar como mínimo un año para echárselos por primera vez.
  3. 3
    Observa si hay acumulaciones de sal. A diferencia de otras plantas, los aguacates son muy vulnerables a las acumulaciones de sal en la tierra. Las plantas de aguacate que sufren por altos niveles de sal podrían tener hojas ligeramente marchitas cuyas puntas se verán marrones y “quemadas”, ahí estará acumulándose la sal. Para rebajar la salinidad (el nivel de sal) de la tierra, cambia tu rutina de riego. Al menos una vez al mes riega con mucha agua de modo que la tierra esté saturada. El flujo de mucha agua hará que las acumulaciones de sal vayan a la profundidad de la tierra (debajo de las raíces), en donde será menos probable que dañen la planta.[8]
    • Las plantas en macetas son especialmente susceptibles a la acumulación de sal. Una vez al mes, coloca la maceta en un fregadero o en el exterior, luego deja que el agua fluya completamente a través de la maceta y que se drene el fondo.
  4. 4
    Aprende a deshacerte de las plagas y enfermedades más comunes de los aguacates. Al igual que todos los cultivos, las plantas de aguacate pueden ser susceptibles a una gran diversidad de plagas y enfermedades que podrían amenazar la calidad de los frutos o incluso poner en peligro la vida de toda la planta. Saber cómo reconocerlos y solucionar estos problemas será crucial para mantener un árbol de aguacate productivo y sano. A continuación te presentaremos algunas de las plagas y enfermedades más comunes; si quieres más información, consulta una fuente sobre botánica:[9]
    • Cancro: son heridas hundidas y que parecen oxidadas presentes en la planta que podrían rezumar goma. Corta los cancros de las ramas afectadas, porque podrían matar la planta.
    • Pudrición de la raíz: normalmente causada por el exceso de riego. Provoca que las hojas se amarilleen, se marchiten y mueran con el tiempo cuando todas las demás condiciones de crecimiento son óptimas. Deja de regar inmediatamente y si es severo, haz un hoyo de modo que las raíces estén expuestas al aire. En ocasiones será mortal para la planta.
    • Marchitez y royas: verás partes “muertas” en el árbol. Los frutos y hojas dentro de esas partes se marchitarán y morirán. Saca las zonas afectadas del árbol inmediatamente y lava las herramientas que usas para hacerlo antes de usarlas de nuevo.
    • Tingidae (chinches de encaje): provocan puntos amarillos en las hojas que rápidamente se secan. Las hojas dañadas podrían morir y caerse. Usa un pesticida comercial o una sustancia natural anti insectos como la piretrina.
    • Barrenadores: perforan el árbol y crean agujeros pequeños que podrían rezumar savia. Lo mejor será la prevención: mantener los árboles saludables y bien alimentados hará que sea más difícil que los árboles se vean afectados. Si hay barrenadores, saca y tira a basura cualquier rama afectada para disminuir su propagación.
    Anuncio

Consejos

  • Se venden fertilizantes especiales para aguacates. Usados como lo indican las instrucciones, casi siempre serán útiles. También podrían servirte otros fertilizantes, sobre todo si la tierra no es la más óptima para el crecimiento de aguacates. Como vas a comerte el resultado, considera la posibilidad de comprar un fertilizante orgánico, no sintético.
Anuncio

Advertencias

  • Si las hojas se ponen de color café y las puntas se marchitan, es señal de que hay demasiada sal en la tierra. En este caso deja que el agua corra libremente en la maceta y drénala por varios minutos.
  • Si bien es cierto que se puede cultivar un árbol de aguacate usando su semilla, recuerda que el árbol será muy diferente de la variedad madre y puede tardar de 7 a 15 años para que empiece a dar frutos. Por otro lado, los aguacates que brotan de un árbol sembrado desde cero tienen un sabor diferente.
Anuncio

Cosas que necesitarás

  • semilla de aguacate
  • recipiente para colocar la plántula
  • mondadientes
  • recipiente para colocar la plántula cuando germine
  • fertilizante
  • cuchillo
  • gomas elásticas o pasta para injertos
  • pesticidas orgánicos (opcional)

Acerca de este wikiHow

Andrew Carberry, MPH
Coescrito por:
Especialista en sistemas alimentarios
Este artículo fue coescrito por Andrew Carberry, MPH. Andrew Carberry ha estado trabajando en sistemas alimentarios desde 2008. Tiene una maestría en Nutrición de Salud Pública y, Planificación y Administración de Salud Pública de la Universidad de Tennessee-Knoxville. Este artículo ha sido visto 816 246 veces.
Categorías: Siembra y cultivos
Resumen del artículoX

Para cultivar aguacate, primero quita y lava la semilla de un aguacate maduro. Luego, suspéndela con la punta hacia arriba en agua introduciéndole mondadientes y poniéndolos en el borde de una taza. Luego, pon la taza en un lugar soleado en las siguientes 2 a 6 semanas y cambia el agua semanalmente. Cuando el tallo tenga 15 cm (6 pulgadas) de largo, córtalo hasta que tenga 7 cm (3 pulgadas). Después de unas cuantas semanas más, pásalo a una maceta, riégalo con frecuencia y recorta los brotes en la parte superior cada vez que crezca 15 cm (6 pulgadas). Si quieres más consejos de nuestro jardinero experto como, por ejemplo, para cuidar la planta de aguacate de las plagas y prevenir la acumulación de sal, ¡sigue leyendo!

Anuncio