Los girasoles son plantas oriundas de Norteamérica que tienen muchos usos. Su aceite se usa para la elaboración de biodiésel y aceite de cocina, y sus semillas pueden convertirse en bocadillos sabrosos. Estos también pueden usarse como una adición alegre en toda ventana o balcón soleados. Plantar un girasol en maceta será un proyecto sencillo que incluso los niños pequeños podrán disfrutar.[1]

Parte 1
Parte 1 de 3:
Elegir el girasol y el recipiente

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    Compra semillas de girasol para cultivarlas. Podrás conseguirlas en el vivero o centro de jardinería de tu localidad, o podrás comprarlas por internet. Si quieres conseguir especies más raras, podrías tener más suerte en internet. Las variedades enanas son las más adecuadas para sembrar en recipientes.[2]
    • También podrás conseguir semillas de girasol en las tiendas de abarrotes y de conveniencia, pero estas serán comestibles, no para sembrar. Luego de tostarlas, estas no desarrollarán brotes.
    • Si ya tienes una planta de girasol totalmente desarrollada, deberás colocar las semillas de la flor en un recipiente de cierre hermético y mantenerlas en la refrigeradora. Procura sembrar las semillas tan pronto como puedas, ya que será difícil cultivarlas si están viejas.
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    Elige la variedad. Un paquete de semillas de girasol (o el artículo en la página web) indicará con claridad el nombre de la especie, el tipo de girasol que sea y la altura que alcance. Si vas a comprar en un vivero o centro de jardinería de tu localidad, también podrás pedirle ayuda a un empleado.[3]
    • En los girasoles de un solo tallo, solo brotará una flor de cada semilla. Si quieres mantener los girasoles durante todo el año, tendrás que volver a plantarlos cada 10 a 14 días. No obstante, las variedades de un solo tallo no tendrán polen, por lo que no ensuciarán el pórtico, los muebles o la ropa.
    • Los girasoles que desarrollan varias flores en un solo tallo generarán muchas de ellas en toda la temporada sin tener que volver a plantarlos. Este tipo de girasoles también poseen algunos de los colores más inusuales, incluidos el vino tinto y el chocolate.
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    Busca el recipiente del tamaño adecuado. Elige su tamaño teniendo en cuenta la altura de la especie que quieras plantar, así como la cantidad de flores que vayas a colocar en cada recipiente. Por lo general, la mayoría de los girasoles enanos podrán plantarse en una maceta de 30 a 40 cm (de 10 a 15 pulgadas).[4]
    • Los girasoles gigantes necesitarán un recipiente con una capacidad mínima de 20 L (5 galones).
    • Si vas a reutilizar un recipiente que antes usabas para otro fin, deberás verificar que esté limpio y esterilizado. También podrías tener que hacerle agujeros de drenaje, ya que, sin ellos, las semillas podrían podrirse.
    • Coloca un plato debajo del recipiente para atrapar el agua que se chorree.
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    Agrega tierra para maceta y abono. Planta los girasoles en tierra vegetal o para maceta rica en nutrientes y de alta calidad. Si agregas abono, esto también les brindará una fuente de alimento.[5]
    • La tierra vegetal de alta calidad tendrá un pH de entre 5,5 y 7,5; y un contenido orgánico de más del 3 %. Estas cifras estarán indicadas en el envase.[6]
    • Si usas tierra vegetal de alta calidad, no tendrás que agregarle ningún material de drenaje (como arena o rocas) al fondo del recipiente. Esto en realidad perjudicaría el desplazamiento del agua y podría evitar que la maceta drene adecuadamente.[7]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Plantar los girasoles

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    Introduce cada semilla a una profundidad aproximada de 2,5 cm (1 pulgada) en la tierra. Si vas a plantar más de una semilla en el recipiente, deberás sembrarlas separadas a una distancia de 10 a 15 cm (4 o 5 pulgadas). Podrías tener que agregar una capa delgada de abono sobre la tierra luego de haber colocado las semillas.[8]
    • Deberás tener un radio de 10 a 15 cm (4 o 5 pulgadas) en todos los lados de cada semilla. No deberás sembrarlas demasiado cerca de los bordes del recipiente.
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    Riégalas a diario. En comparación con la mayoría de las flores, los girasoles necesitan más agua a medida que crecen. La tierra deberá permanecer húmeda y con un buen drenaje. Dales a los girasoles un mínimo de 8 L (2 galones) de agua a la semana mientras las semillas germinen.[9]
    • Si estos no reciben suficiente agua durante estas etapas iniciales, tendrán tallos débiles y delgados que no podrán soportar una flor pesada en posición recta.
    • La tierra tendrá un buen drenaje si el agua fluye a través de la misma con cierta rapidez. Si se forman charcos o el agua se estanca en la maceta, esto será un signo de un problema de drenaje.[10]
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    Supervisa las semillas mientras germinen. Luego de 7 a 10 días, las semillas deberán empezar a desarrollar brotes pequeños. Durante este periodo, tendrás que seguir regándolas a diario para garantizar que la tierra esté húmeda; en especial, en las áreas cercanas.[11]
    • Si los girasoles están al aire libre, podrías tener que cubrir los brotes con cestas o malla a fin de protegerlos de las aves.

Parte 3
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Cuidarlos

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    Agrega fertilizante si así lo deseas. Estas flores no siempre necesitan elementos adicionales para crecer, pero el fertilizante podrá hacer que sus colores sean más fuertes y vivos. Para empezar, usa un fertilizante líquido rico en nitrógeno, luego cámbialo por uno con más fósforo cuando los botones empiecen a florecer.[12]
    • Asimismo, podrás agregarle fertilizante diluido al agua del girasol. Evita fertilizarlo demasiado, ya que el tallo podría quebrarse.[13]
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    Mantén los girasoles bajo la luz directa del sol. A medida que los brotes crezcan, estos necesitarán la mayor cantidad posible de la luz directa del sol, así desarrollarán tallos gruesos y fuertes, y podrán sostener flores grandes. Una vez que el girasol crezca, deberás exponerlo a la luz directa del sol durante 6 a 8 horas al día.[14]
    • Las cabezas heliotrópicas de estas flores seguirán el trayecto del sol. Si no las expones a la luz directa del mismo, se inclinarán hacia donde esté, lo que podría dañar su tallo con el tiempo.
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    Riégalos varias veces a la semana. Tendrás que hacerlo con una frecuencia mayor a aquella con la que riegues otras plantas. Revisa la tierra cada 1 o 2 días, y verifica que siempre esté húmeda. En general, deberás darles una capa de 2,5 cm (1 pulgada) de agua a la semana.[15]
    • Si estos se encuentran al aire libre, bastará con el agua de lluvia una vez que alcancen una altura de 30 a 60 cm (1 o 2 pies).[16] Podrías tener que complementar el agua si el día es muy caluroso y seco.
    • Conforme la flor crezca, tendrás que regar el área de la raíz en un radio de 7,5 a 10 cm (3 o 4 pulgadas) alrededor de la planta.[17]
    • Ten a la mano una botella rociadora y aplícale agua a la flor con frecuencia.
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    Asegúralos con estacas si fuese necesario. Algunas variedades enanas podrían no crecer tanto como para requerir soporte. No obstante, si estas alcanzan una altura de 1 m (3 pies) o más, tendrás que asegurarlas a algo para así evitar que la flor se encorve.[18]
    • No asegures el soporte a la maceta. Una vez que el girasol alcance su tamaño completo, este podría volcar la maceta. Ata la estaca a un tubo de drenaje, una pared u otro objeto.
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    Cosecha las semillas. Si tienes una variedad con semillas comestibles, deberás dejar que la flor muera en el tallo. Las semillas madurarán y también se secarán. Si las flores están al aire libre, tendrás que cubrirlas con malla o una bolsa de papel a fin de evitar que las aves se coman todas las semillas.[19]
    • En general, las semillas de girasol serán comestibles si son negras o grises, y con rayas blancas.
    • Si la parte posterior de la flor se vuelve marrón, esto suele indicar que las semillas estarán listas para cosechar.[20]
    • Una vez que se sequen, podrás guardarlas en un recipiente de cierre hermético y a temperatura ambiente por un periodo máximo de 4 meses. También podrás congelarlas si las vas a necesitar por más tiempo.
    • Los botones de estas flores también son comestibles. Primero tendrás que escaldarlos para eliminar el amargor, y luego cocerlos al vapor o sancocharlos por 3 minutos. Estos son deliciosos si les agregas mantequilla de ajo.

Consejos

  • Hay varias organizaciones sin fines de lucro, como Seed Savers Exchange (www.seedsavers.org), que venden variedades de girasol tradicionales y poco comunes.[21]
  • La mayoría de las personas tuestan las semillas de girasol antes de comerlas, pero también podrás comerlas crudas. Estas son fuentes excelentes de vitaminas B y vitamina E, y son ricas en proteínas.[22]

Advertencias

  • Los trasplantes les generan molestias a los girasoles, por lo que deberás empezar con un recipiente que sea lo suficientemente grande como para alojar a la flor de tamaño completo.[23]
  • No todas las semillas de girasol podrán comerse. Si planeas cosecharlas como bocadillos, deberás comprar una variedad que sea comestible.[24]

Acerca de este wikiHow

Artemisia Nursery
Coescrito por:
Vivero de plantas y tienda de jardinería
Este artículo fue coescrito por Artemisia Nursery. Artemisia Nursery es un vivero de plantas minoristas en el noreste de Los Ángeles que se especializa en plantas nativas de California. Artemisia Nursery es una pequeña empresa propiedad de los trabajadores con planes de convertirse en una cooperativa propiedad de los trabajadores. Además de las plantas nativas de California, Artemisia Nursery ofrece una selección de suculentas, verduras y hierbas tradicionales, plantas de interior, alfarería y herramientas y suministros de jardinería. Basándose en el conocimiento de los fundadores, Artemisia Nursery también ofrece consultas, diseños e instalaciones. Este artículo ha sido visto 356 330 veces.
Resumen del artículoX

Para cultivar girasoles en una maceta, primero consigue algunas semillas de girasol enano. Los girasoles enanos crecen bien en macetas, ya que no superan los 1,2 metros (o 4 pies) de altura. Llena una maceta de 40 por 45 centímetros (o 16 por 18 pulgadas) con tierra vegetal que tenga un pH de entre 6 y 7. Mezcla un puñado de abono con la tierra para ayudar a que los girasoles crezcan más rápido. Luego, introduce las semillas 3 centímetros (o 1 pulgada) debajo de la superficie de la tierra dejando al menos 10 centímetros (o 4 pulgadas) entre cada una. Coloca la maceta en un lugar interior o exterior que reciba al menos 6 horas de luz solar directa todos los días. Riega las semillas todos los días para mantener la tierra húmeda. Los girasoles deben florecer en aproximadamente 12 semanas. Para aprender a cuidar el girasol en crecimiento, ¡sigue leyendo!