Reproducir plantas significa aumentar el número de ellas. Cuando haces esto utilizando esquejes, duplicas la planta madre para que así crezcan más de la misma variedad. En cambio, cuando siembras una semilla, el resultado no siempre es el esperado. En el caso de los crisantemos, los resultados son mejores cuando estos son jóvenes; por eso, es buena idea cultivar nuevas plantas utilizado esquejes frescos cada año, en lugar de conservar plantas adultas hasta una segunda temporada.

Método 1
Método 1 de 4:
Corta y cultiva esquejes de crisantemos

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    Corta los esquejes de los crisantemos en primavera. La primavera es la mejor temporada para cortar los esquejes de los crisantemos del año pasado. Debes cortarlos después de su florecimiento en el último otoño, ya que aún estarán muy pequeños.
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    Traslada las plantas a un ambiente cerrado unos meses antes de cortar los esquejes. Antes de cortar los esquejes, traslada las plantas a un ambiente fresco y cerrado; por ejemplo, un jardín de invierno sin sistema de calefacción (pero que no esté expuesto a temperaturas muy bajas).
    • Una temperatura de 7 °C (45 °F) es ideal. Haz esto en pleno invierno, es decir, en enero (el mes varía de acuerdo al lugar donde vives).
    • Riega las plantas una vez que las traslades a un espacio cerrado: luego de un mes habrán crecido lo suficiente como para cortar los esquejes; esto si mantienes la tierra húmeda y las plantas a una temperatura que oscile entre 7–10 °C (45–50 °F).
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    Corta tallos de unos 7,6 cm (3 pulgadas) de largo, de la planta de crisantemo. También puedes cortarlos utilizando tus dedos o un cuchillo afilado y limpio.
    • Escoge tallos frescos y sanos de unos 7,6 cm (3 pulgadas) de largo, desde lo más cerca de la base de la planta que puedas. Al cortarlos, trata de mantener el mismo tamaño.
    • Por lo general, solo un tercio de los esquejes que cortas logran echar raíces; por ello, es mejor que cortes tres veces más esquejes de los que quieres cultivar.
    • Quita las hojas que se encuentran en la parte inferior de cada tallo y solo deja las que están más arriba.
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    Prepara la mezcla de composta. Usa una bandeja para cultivos o macetas individuales y llénalas con abono para esquejes o con una mezcla de composta y perlita. Si utilizas la mezcla, por cada 4 cantidades regulares de composta, agrega 1 de perlita. A lo mejor querrás esparcir un poco más de perlita encima de las bandejas con composta.
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    Planta los esquejes. Antes de plantarlos, sumerge la base de cada esqueje en un frasco de hormonas enraizantes en polvo, a 1,27 cm (media pulgada) desde donde fueron cortadas. Luego, agita los esquejes con cuidado para retirar el exceso.
    • Utiliza una rama delgada, un lápiz o un palillo para brochetas y haz un hoyo en la composta. Coloca el esqueje en el hoyo y húndelo unos 2,54 cm (1 pulgada); luego, utiliza tus dedos para taparlo con cuidado.
    • Añade una etiqueta a la bandeja con esquejes indicando el nombre de la planta y la fecha y después, riégalas.
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    Tapa las bandejas con esquejes utilizando un bolsa de plástico. Si lo haces, introduce unos palillos en la tierra para evitar que la bolsa toque los esquejes.
    • Si quieres hacer un mini invernadero, corta el pico de una botella limpia de plástico y colócala sobre un esqueje, correlativamente.
    • También puedes colocar las bandejas en un propagador eléctrico: este artefacto calienta los esquejes desde sus raíces, lo que acelera su crecimiento.
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    Mantén los esquejes en un ambiente fresco e iluminado, hasta que echen raíces. Mantén los esquejes de crisantemos en un lugar bien iluminado, pero lejos de los rayos del sol. Por ejemplo, un buen lugar para colocarlos es en la repisa de una ventana que no reciba mucha luz solar. La temperatura debe ser lo suficientemente baja, pero no debe estar por debajo de cero.
    • Los esquejes deberán echar raíces en unas 4 semanas. Si aparecen raíces por debajo de la planta, vuélvelas a plantar en macetas individuales.

Método 2
Método 2 de 4:
Planta los esquejes al aire libre

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    Coloca estacas en los esquejes ya arraigados para darles mayor soporte. Una vez que las plantas hayan echado raíces, es buena idea colocar estacas delgadas; puedes utilizar palillos de madera o para brochetas, por ejemplo. Con cuidado, ata los tallos principales a las estacas utilizando una cuerda o un trozo de alambre.
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    Deja que los esquejes se aclimaten a su nuevo entorno, antes de plantarlos al aire libre. Si los esquejes han crecido en un espacio cerrado o sobre alguna superficie de vidrio, entonces necesitarán un tiempo para acondicionarse al aire libre, en otras palabras, para “aclimatarse”. Esto les permitirá habituarse al nuevo aire y a la diferente humedad y temperatura del ambiente, evitando así que las plantas respondan mal al traslado y ello afecte su crecimiento.
    • Para aclimatar las plantas, traslada aquellas que han sido cultivadas dentro de tu casa a un ambiente más fresco; por ejemplo, a invernadero sin sistema de calefacción. Puedes dejar tus plantas afuera durante el día y luego, volver a ponerlas dentro por la noche.
    • Las plantas que crecen bajo una superficie de vidrio, como las que crecen en invernaderos con sistemas de calefacción, también necesitan acondicionarse al aire libre. Puedes sacarlas permanentemente siempre que no corran peligro de congelarse.
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    Antes de plantar los crisantemos, prepara el lugar al aire libre donde planeas hacerlo. Prepara el nuevo hogar de los crisantemos unas semanas antes de plantarlas al aire libre, de la siguiente manera:
    • Añade un poco de estiércol o composta madura unas semanas antes de plantar los crisantemos afuera y aplica un fertilizante general como sangre, pescado o huesos.
    • Después de plantar los crisantemos, tal vez querrás añadir algún componente rico en nitrógeno sobre la superficie de la tierra como, por ejemplo, fertilizante granulado de estiércol de pollo.

Método 3
Método 3 de 4:
Corta los crisantemos recién cultivados

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    Con tus dedos, corta los crisantemos recién cultivados para estimular su crecimiento. Una vez que tus esquejes hayan echado raíces y hayan crecido lo suficiente (usualmente, al final de primavera) es buen idea cortarlos para estimular el crecimiento de nuevos tallos; esto hace que la planta crezca más poblada y con más flores.
    • Por lo general, esto se hace el 1ro de junio, pero lo puedes hacer en cualquier momento a inicios de verano (la fecha varia de acuerdo al lugar donde vives); tan pronto la planta tenga un poco más de 6 hojas, podrás hacerlo. Solo cuenta 6 hojas desde la base del tallo principal de la planta.
    • Saca el tallo principal que está a unos 0,6 cm (¼ de pulgada) por encima de la hoja que está justo arriba y deja solo 6 hojas en la planta.
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    Considera utilizar las hojas que has cortado como esquejes. Puedes utilizar la parte de la planta que has cortado como esqueje y plantarla. Solo tienes que sacar las hojas que están más cerca de donde la has cortado, luego cortas el tallo unos 10,2 cm (4 pulgadas) más y repites el primer procedimiento.
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    Unas semanas después de haber cortado la planta, deshójala. Luego de haber cortado la planta, al cabo de unas semanas verás crecer unos tallos robustos. Ese es el momento en que deberás deshojarla. Esto significa sacar los tallos que están creciendo en la base del tallo principal de la planta.
    • Es mejor dejar 3 o hasta 4 tallos sanos en la parte superior de la planta y sacar los demás que estén creciendo debajo.
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    Corta los crisantemos después de que florezcan. Una vez que los crisantemos florezcan, córtalos unos 20,3 cm (8 pulgadas) desde la tierra. Esto hará que la planta almacene más energía para resistir el invierno.

Método 4
Método 4 de 4:
Protege los crisantemos del invierno

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    En climas templados, cubre los crisantemos con una capa de mantillo. Ciertos tipos de crisantemos pueden resistir un invierno no muy frío al aire libre, siempre que cuenten con un buen tipo de mantillo y un suelo bien drenado.
    • Antes de que la tierra se enfríe mucho en otoño, coloca 7,6 cm (3 pulgadas) de mantillo o algo similar a estiércol maduro.
    • Esto lo puedes colocar alrededor de la base de la planta.
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    En temperaturas más bajas, toma los crisantemos y llévalos a un espacio cerrado para que pasen el invierno ahí. Si esperas un invierno muy frío con temperaturas por debajo de -20 °C (-5 °F) o si el drenaje del suelo no funciona muy bien, es mejor que mantengas tus crisantemos en un lugar cerrado durante el invierno.
    • Extrae los crisantemos, retira todo lo verde (hojas, etc.) y sacude la tierra. Luego, colócalos en una bandeja con composta bien seca.
    • Mantén las plantas en un lugar con una temperatura moderada; por ejemplo, un cobertizo aislado o un jardín de invierno adjunto a tu casa. Asimismo, la composta deberá estar un poco húmeda pero no mojada.

Consejos

  • No te olvides de darle un soporte a tus crisantemos y reajustar las estacas las veces que sea necesario, a medida que las plantas crezcan.

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Categorías: Propagación de flores