La planta de jade (a veces llamada planta del dinero) es un tipo de planta suculenta. Estas plantas son fáciles de cultivar y mantener. Por lo tanto, son una alternativa común para muchos amantes de las plantas. No requieren de mucha agua y pueden vivir por muchos años. Además, pueden crecer fácilmente a partir de esquejes pequeños. Si quieres cultivar tu propia planta de jade, sigue los siguientes pasos para aprender a cultivarla, cuidarla y darle mantenimiento.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Cultivar una planta de jade a partir de un esqueje

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    Escoge un esqueje. Si tienes una planta de jade grande (o conoces a alguien que tenga una), puedes cultivar más de estas plantas cortando el tallo de la planta más grande. Procura escoger una parte de la planta que tenga un tallo grueso con hojas saludables.[1]
    • Usa una podadera filosa y limpia para cortar el tallo. Asegúrate de dejar unos cuantos centímetros de espacio entre la parte inferior del tallo y las hojas para que no tengas que retirar las hojas cuando plantes la planta.
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    Deja que el tallo se seque un poco. Dejar que el esqueje se seque y cicatrice durante algunos días mantendrá saludable a la planta de jade pequeña mientras eche raíces. Todo lo que tienes que hacer es dejar el esqueje en un lugar seco hasta que luzca un poco seco. El lugar de dónde cortaste el tallo deberá estar cicatrizado.[2]
    • Cuanto más grande sea el esqueje, más tiempo tardará en cicatrizarse. También se demorará más si vas a hacerlo en invierno, en comparación con lo que tarda durante los meses cálidos de verano.
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    Aplica una hormona de enraizamiento. Esta hormona (también llamada tónico de enraizamiento) es una mezcla de hormonas de diferentes plantas que ayudan a que los esquejes crezcan de una manera más eficaz.[3] Puedes hacer tu propio tónico de enraizamiento o puedes comprar una hormona de enraizamiento comercial.
    • Si compras una hormona de enraizamiento, debes seguir las instrucciones del producto. Sin embargo, por lo general, deberás aplicar la hormona de enraizamiento directamente hacia el tallo que esté en la tierra. Hazlo justo antes de plantar la planta.[4]
    • Este paso es opcional. No obstante, hacerlo podría incrementar tus oportunidades de éxito, ya que las plantas de jade son conocidas por su habilidad para echar raíces por su cuenta de manera exitosa.
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    Llena un recipiente con la tierra adecuada. No debes usar tierra abonada común para la planta de jade porque es demasiado pesada para esta planta eche raíces. En lugar de eso, compra tierra preparada específicamente para plantas suculentas o haz tu propia mezcla. Algo importante que debes recordar es que las plantas de jade necesitan tierra que drene bien.[5]
    • Puedes hacer tu propia mezcla de tierra con una combinación de arena, perlita y algún tipo de abono. Las suculentas prefieren tierra que drene fácilmente, así que es importante que evites usar tierra abonada común. Puedes encontrar todos estos ingredientes en un vivero.[6]
    • Si te preocupa que la planta drene el agua lo suficiente, usa una maceta de arcilla en lugar de una maceta de plástico. Asegúrate de que haya un agujero de drenaje, en la parte inferior, por donde el agua pueda escaparse. Si colocas un platillo debajo de la maceta, siempre vacía el exceso de agua.
    • Las plantas de jade no necesitan mucho espacio. Por lo tanto, si tienes un esqueje pequeño, puedes usar una maceta pequeña.
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    Planta la planta de jade. Haz un agujero pequeño en la tierra (lo suficientemente grande para que el tallo pueda caber en él) con tu dedo o un lápiz. Coloca el tallo en el agujero de manera que la hormona de enraizamiento esté cubierta (si la usaste). Si no usaste esta hormona, simplemente inserta el tallo lo suficientemente profundo para que la planta pueda permanecer erguida por su cuenta.[7]
    • Acomoda la tierra alrededor del tallo de manera que esté suelta. No debes compactar la tierra o podrías evitar que el agua drene. Simplemente acomódala lo suficientemente ajustada para que el tallo permanezca seguro en la maceta.
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    Coloca la planta en un lugar soleado. Es importante que mantengas la planta pequeña en un lugar soleado. Sin embargo, no la coloques directamente hacia la luz del sol porque las hojas podrían quemarse. Dentro de tres a cuatro semanas, notarás brotes nuevos en la parte superior de la planta. Esa es una buena señal de que la planta ha echado raíces de manera exitosa.[8]
    • Evita la tentación de regar la planta mientras eche raíces. De lo contrario, incrementarás las probabilidades de que el tallo se pudra y que la planta putrefacta se muera.
    • Una vez que la planta de jade haya echado raíces, puedes considerar trasladarla a una maceta más grande si así lo deseas.
    • Si la planta no parece echar raíces y solo han pasado unas cuantas semanas, trata de esperar un poco más. Las plantas suculentas echan raíces rápidamente, así que probablemente no le hayas dado el tiempo suficiente. Otra cosa que puedes hacer es retirar el esqueje de la maceta para ver si las raíces crecen. Sin embargo, no lo hagas con demasiada frecuencia, ya que al hacerlo solo demorarías el proceso.[9]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Cuidar una planta de jade

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    Deja que la planta se seque antes de regarla. Las plantas de jade son suculentas, lo cual significa que necesitan agua, pero no en grandes cantidades. Si tocas la tierra y sientes que está húmeda, la planta no necesita agua. Por otro lado, si notas que las hojas comienzan a marchitarse, significa que la planta no obtiene suficiente agua.[10]
    • Introduce tu dedo aproximadamente a 2,5 cm (1 pulgada) de profundidad en la tierra. Si está seca, puedes regarla. Si aún está húmeda, significa que no necesita más agua.[11]
    • En los meses de invierno, probablemente la planta incluso necesite que la riegues con menos frecuencia que lo normal, así que asegúrate de verificar siempre la tierra.[12]
    • Muchas personas recomiendan regar las suculentas humedeciendo toda la maceta en una tina con agua, lo cual permite que la planta absorba el agua desde la parte inferior. Sin embargo, también puedes regar la planta vertiendo agua en la maceta a través de la parte superior. Lo más importante es que permitas que el exceso de agua se drene completamente desde la maceta.
    • No dejes que la planta de jade se asiente en el agua. Si notas que hay demasiada agua, asegúrate de quitarla del platillo.
    • Procura evitar que las hojas se mojen cuando riegues la planta.
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    Coloca la planta en un lugar soleado. La planta de jade no necesita mucha luz solar, aunque eso no significa que deba permanecer en el sol durante todo el día. Evita colocar la planta de jade en una ventana que mire directamente hacia el sur porque podría quemarse. En lugar de eso, busca un lugar en el que la planta pueda obtener aproximadamente entre 3 y 5 horas de luz solar todos los días.[13]
    • Traslada la planta por etapas. Por ejemplo, si mantuviste la planta de jade en una esquina oscura y sombría, pero quieres trasladarla a un alféizar iluminado, no solo levantes la planta y la coloques en el alféizar. Un cambio tan extremo como ese, probablemente cause que las hojas de la planta de jade se quemen y se caigan. En lugar de eso, traslada la planta gradualmente de manera que tenga tiempo para adaptarse. Por ejemplo, retira la planta de una esquina oscura y trasládala a un lugar donde pueda obtener una hora de luz solar indirecta. Déjala ahí durante al menos unos cuantos días antes de trasladarla a un área que tenga un poco más de luz solar. Continúa haciéndolo hasta que hayas trasladado la planta al lugar deseado.
    • Si notas que las esquinas de las hojas se vuelven marrones, probablemente la planta esté obteniendo demasiado sol.
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    Mantén la planta limpia. Si el árbol deja caer hojas en la maceta, quítalas. También puedes podar la planta para mantenerla saludable. Si quieres podar la planta de jade, puedes quitar todo lo que desees, pero evita tocar el tallo principal demasiado o podrías matar a la planta.[14]
    • Cortar los brotes nuevos permitirá que la planta luzca más como un arbusto en lugar de una planta escuálida.
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    Mantén la planta en la temperatura adecuada. Las plantas de jade son muy resistentes y fáciles de mantener con vida, así que no te preocupes demasiado de que la temperatura sea la correcta. Mantenlas en un lugar a temperatura ambiente. Eso significa que no debes colocarlas cerca de una ventana que mire hacia el sur donde reciban la luz directa del sol durante la mayor parte del día.[15]
    • En el invierno, las plantas prefieren una temperatura ligeramente más fresca (por ejemplo, alrededor de los 13 °C o 55 °F).

Parte 3
Parte 3 de 3:
Darle mantenimiento a una planta de jade

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    Cambia la tierra cada dos a cuatro años. Aunque puedes dejar la planta en la misma maceta durante varios años, siempre y cuando no la riegues demasiado, cambiar la tierra cada dos o cuatro años te permitirá inspeccionar las raíces para detectar cualquier daño o descomposición. Además, proporcionarle un poco de tierra seca fresca a la planta permitirá que continúe creciendo.[16]
    • Si notas que la planta de jade que tuviste durante muchos años ya no luce bien, cambiarla de maceta podría ayudarla a brotar nuevamente.
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    Limpia las hojas con un trapo húmedo para retirar el polvo. Si la planta está llena de polvo, puedes usar un trapo suave para quitar el polvo cuidadosamente. Otra alternativa es colocar la planta afuera en un día lluvioso para enjuagar el polvo.[17]
    • Sin embargo, asegúrate de que las hojas se sequen completamente si se mojan. Si las hojas de la planta están cubiertas de agua, podría pudrirse o enmohecerse.
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    Ten cuidado con cualquier infestación de insectos. Aunque no es un problema común, las plantas de jade pueden infestarse de insectos. Si notas un problema con cochinillas de la harina en la planta, frota ligeramente las hojas de la planta con un poco de alcohol para frotar y un hisopo de algodón.[18]
    • Cuando busques insectos, presta atención a los depósitos blancos, pequeños y esponjosos sobre las hojas. Estos depósitos son una señal de que hay insectos. Además, puedes usar una lupa para identificar las arañuelas rojas, las cuales son demasiado pequeñas para detectarlas a simple vista.[19]
    • Evita usar jabones insecticidas sobre la planta porque al hacerlo podrías dañar las hojas.

Consejos

  • Si mantienes a la planta de jade en el exterior, asegúrate de llevarla adentro durante los meses de invierno, antes de la primera helada.

Advertencias

  • Este tipo de planta es venenosa para los gatos y los perros. Si tienes gatos o perros, asegúrate de que la planta de jade se mantenga fuera de su alcance o considera conseguir un tipo de planta que no sea tóxica para ellos.[20]

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Categorías: Propagación de flores