Este artículo fue coescrito por Zora Degrandpre, ND. La Dra. Degrandpre es una médico naturista con licencia en Vancouver, Washington. También es revisora de subvenciones para los Institutos Nacionales de Salud y el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa. Recibió su doctorado en neuropatía en el Colegio Nacional de Medicina Natural en 2007.
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La sábila, también conocida como aloe vera, es una especie de planta suculenta que crece en regiones secas y calurosas del mundo. Esta suculenta no tiene raíces o estas son muy pequeñas y puede llegar a medir 0,9 m (3 pies) de altura. Sus hojas son gruesas y carnosas, de color verde a verde grisáceo y algunas variedades tienen salpicaduras blancas en las superficies del tallo superior e inferior. Es posible que crezcan flores amarillas en las plantas de sábila que están en el exterior, pero no en las que se encuentran en una maceta en interiores.[1] La savia de la planta de sábila puede ser beneficiosa para tratar heridas y quemaduras, sequedad en la piel e incluso úlceras del herpes.[2] Sigue leyendo para aprender a cultivar y utilizar la sábila con propósitos medicinales.
Pasos
Método 1
Método 1 de 2:Cultivar sábila
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1Compra una planta de sábila. Compra una planta pequeña en una tienda de jardinería y luego trasládala a una maceta más grande. Si la cuidas apropiadamente, esta crecerá y producirá mucho aloe para usos medicinales.
- Elige una maceta grande para trasladar la planta de sábila pues esta produce retoños o pequeñas plantitas.
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2Usa una tierra apropiada. El detalle más importante que debes recordar cuando utilices tierra para cultivar sábila es que esta debe tener una fertilidad moderada y un secado rápido, pues la planta misma contiene mucha agua y se marchitará si esta no drena rápido. Utiliza una mezcla comercial para la propagación de buena calidad o una “mezcla para suculentas y cactus” empaquetada pues estas opciones permiten un buen drenaje.[3]
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3Mantén tu planta de sábila en plena luz solar. Si prefieres que la planta esté adentro, colócala cerca de una ventana para que obtenga la mayor cantidad de luz solar. Si estás en condiciones climáticas moderadas, cuida de proporcionarle suficiente luz directa. Puedes utilizar luz artificial si no hay mucha luz solar en la región en la que vives.[4]
- En las áreas que presentan heladas o nieve, lo mejor es tener la planta en interiores o en un invernadero temperado.
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4Revisa la tierra antes de regar tu planta de sábila. Mete el dedo en la tierra y decide si tu planta necesita que la rieguen. Entre cada riego, deja que los primero 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) se sequen por completo. Como la sábila es una planta originaria de zonas secas y calientes, puede resistir sequías, pero es más probable que crezca bien si la riegas cada cierto número de días.[5]
- Riega tu planta con menos frecuencia en el invierno, pues esta drenará más lentamente. Regar en exceso puede provocar que se forme podredumbre, lo que podría matarla.
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5Traslada tu planta cuando sea necesario. Cuando las plantas de sábila en maceta se llenan de plantitas bebés que crecen a los costados de la madre, tendrás que separarlas y ponerlas en otras macetas a fin de que tengan el espacio suficiente para crecer más y, así, evitar las pestes.
- Tendrás que sacar la planta de sábila por completo de la maceta para encontrar a las plantitas. Utiliza unas tijeras o un cuchillo afilados para cortarlas de la planta madre.
- Cambia a la planta madre de maceta cuando termines y traslada a cada plantita a una propia.[6]
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Método 2
Método 2 de 2:Utilizar el gel de sábila
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1Recoge el gel de la sábila cuando lo necesites para utilizarlo con propósitos medicinales. Las hojas de esta planta están llenas de un gel que puedes recoger cuando lo necesites para darle usos medicinales. Espera a que necesites el gel para extraerlo. Cuando requieras un poco, corta una de las hojas y exprímela o retira el gel transparente con una cuchara.
- Si has recogido una cantidad grande, es posible que tengas que cortar la hoja por la mitad (a lo largo) con el fin de sacarle todo el gel.
- Trata de solo extraer la cantidad que necesites cada vez. Si te sobra un poco de gel, puedes guardarlo hasta por una semana en un recipiente hermético dentro de tu refrigerador.[7]
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2Aplica la sábila después de una exposición al sol. Puedes aplicar el gel de sábila sobre una quemadura de sol para contribuir a que se enfríe y sane. Póntelo en la piel con insolación y vuélvelo a hacer cada cierto número de horas o el tiempo necesario para mantener tu piel hidratada.
- Prueba a refrigerar un poco del gel por una hora o dos antes de aplicarlo a la piel con insolación. La sábila helada te provocará una agradable sensación de enfriamiento.
- Ten en cuenta que aunque las personas han utilizado la sábila para tratar quemaduras de sol por años, no hay una investigación científica concluyente que indique que en realidad haga que la piel con insolación se sane.[8]
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3Aplica sábila sobre quemaduras menores. Esta podría ser efectiva para tratar este tipo de quemaduras, incluso podría reducir su tiempo de curación. Ponte una pequeña cantidad de gel sobre la quemadura. No apliques sábila en una piel que esté sangrando, que tenga ampollas o que esté muy lastimada de alguna otra manera.[9]
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4Masajea el gel de sábila en tu cuero cabelludo para evitar la caspa. Se ha descubierto que el gel de sábila probablemente sea efectivo para tratar la caspa. Lo único que tienes que hacer es masajear una pequeña cantidad en tu cuero cabelludo.
- Después de lavarte el cabello, frota una pequeña cantidad de gel de sábila entre tus manos (más o menos la misma cantidad que usarías para lavarte el cabello).
- Luego utiliza las puntas de tus dedos para masajear el gel en tu cuero cabelludo y déjalo ahí. Repite el proceso cada vez que te laves el cabello.[10]
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5Aplica sábila sobre úlceras de herpes. Se sabe que la sábila probablemente es efectiva como un tratamiento para el virus del herpes, que se manifiesta en las úlceras de herpes. Cuando sientas que una de ellas empieza a salir, toma una pequeña cantidad de gel de sábila en la punta de uno de tus dedos y ponla ligeramente sobre la herida. Vuélvelo a aplicar cuantas veces sea necesario para que la úlcera esté cubierta siempre con gel.[11]
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6Pon sábila en la piel seca. La sábila también se puede utilizar como un humectante o un tratamiento para la piel reseca. Reemplaza tu loción habitual con el gel de sábila fresco. Utilízalo del mismo modo que una loción corporal. Aplícatelo en la piel de todo tu cuerpo y hazte masajes hasta que se absorba.[12]Anuncio
Consejos
- Como sucede con cualquier suplemento natural, debes consultar con tu médico antes de agregar sábila o aloe en tu régimen de suplementos. Además, comunícale a tu médico sobre este y cualquier otro suplemento que tomes para evitar que suceda alguna interacción adversa entre tus medicamentos.[13]
Advertencias
- Aunque algunos estudios han indicado que el uso de la sábila por vía oral podría conllevar algunos beneficios para la salud, estos no se han confirmado. Actualmente, no se recomienda ingerirla pues algunos estudios han demostrado que el látex de la sábila, un componente de la planta, podría provocar cáncer, insuficiencia renal y otros problemas graves de salud.[14]
- No utilices la sábila si sabes que tienes alergia a las plantas de la familia de las liláceas.[15]
- No tomes sábila por vía oral si estás embarazada o dando de lactar. Hacerlo podría provocarte contracciones uterinas e incluso un aborto repentino. Además, es posible que provoque malestar intestinal en los bebés que toman la leche materna de una madre que haya consumido la sábila previamente.[16]
- No utilices la sábila en heridas profundas o quemaduras graves. Algunos estudios indican que extiende el tiempo de curación cuando se utiliza en estos casos.[17]
- No utilices la sábila por vía oral si tomas esteroides orales, dioxina, insulina, medicamentos hipoglicémicos orales o diuréticos.[18]
- En algunos casos, la sábila puede provocar niveles bajos de potasio.[19]
Referencias
- ↑ http://www.missouribotanicalgarden.org/PlantFinder/PlantFinderDetails.aspx?kempercode=b628
- ↑ https://nccih.nih.gov/health/aloevera
- ↑ http://www.almanac.com/plant/aloe-vera
- ↑ http://www.almanac.com/plant/aloe-vera
- ↑ http://www.almanac.com/plant/aloe-vera
- ↑ http://www.almanac.com/plant/aloe-vera
- ↑ http://www.aloeplant.info/harvest-fresh-aloe-gel/
- ↑ http://www.mayoclinic.org/drugs-supplements/aloe/evidence/hrb-20058665
- ↑ http://www.webmd.com/vitamins-supplements/ingredientmono-607-aloe.aspx?activeingredientid=607&activeingredientname=aloe
- ↑ http://www.webmd.com/vitamins-supplements/ingredientmono-607-aloe.aspx?activeingredientid=607&activeingredientname=aloe
- ↑ http://www.mayoclinic.org/drugs-supplements/aloe/evidence/hrb-20058665
- ↑ http://www.webmd.com/vitamins-supplements/ingredientmono-607-aloe.aspx?activeingredientid=607&activeingredientname=aloe
- ↑ http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2763764/
- ↑ http://www.webmd.com/vitamins-supplements/ingredientmono-607-aloe.aspx?activeingredientid=607&activeingredientname=aloe
- ↑ http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2763764/
- ↑ http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2763764/
- ↑ http://www.webmd.com/vitamins-supplements/ingredientmono-607-aloe.aspx?activeingredientid=607&activeingredientname=aloe
- ↑ http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2763764/
- ↑ http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2763764/