La papaya es una planta perenne que crece en climas tropicales y subtropicales en donde la posibilidad de heladas o temperaturas bajo cero es inexistente. Algunas especies pueden crecer hasta 9 metros (30 pies) y la mayoría tiene flores vistosas de color amarillo, anaranjado o crema. Los frutos de las plantas pueden adoptar una gran variedad de formas, por ejemplo, forma de pera o redonda y son conocidos por su pulpa dulce de color amarillo o anaranjado. Aprende a cultivar papaya para que tengas la mejor oportunidad para tener plantas saludables y una cosecha frutal de alta calidad.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Cultivar papaya con sus semillas

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    Averigua si en tu clima crece papaya. Las papayas crecen en las zonas de rusticidad del 9 a 11 (según el USDA), las cuales corresponden con las temperaturas de invierno mínimas de -7 °C a 4 °C (de 19 ºF a 40 ºF). [1] [2] Si las expones demasiado tiempo a una helada, podrían dañarse o morir. Prefieren climas cálidos durante la mayor parte del año.
    • El papayo no crece bien en tierra húmeda. Si tu clima es lluvioso, podrías plantarlo en un montículo de tierra de buen drenaje como lo describiremos a continuación.
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    Prepara la tierra. Escoge una tierra para maceta rica en nutrientes para las plantas tropicales o haz tu propia mezcla con la tierra de tu jardín y una composta del 25% a 50%. Siempre que la tierra drene bien, la textura exacta de la tierra no será importante. El papayo crece en tierras arenosas, con mantillo o rocosas.[3]
    • Si puedes medir el pH del suelo o no sabes qué tierra para maceta comercial comprar, elige una tierra cuyo pH sea entre 4.5 y 8. Este rango es amplio, así que es probable que cualquier tierra que haga crecer las demás plantas de tu jardín tenga el pH correcto para el papayo.
    • Si quieres que más de tus semillas germinen, emplea una tierra para maceta estéril. Puedes hacer tu propia mezcla combinando una parte de vermiculita y una de mezcla para macetas, y horneándola a 90 °C (200 °F) durante una hora.[4]
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    Prepara las semillas. Podrás usar las semillas que saques directamente de una papaya o podrás comprar las semillas en una jardinería o tienda similar. Presiona las semillas en un colador para romper el saco alrededor de ellas, sin romper las semillas.[5] Enjuágalas bien, luego sécalas en un lugar oscuro con papel toalla.
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    Planta las semillas. Podrás plantar las semillas directamente en tu jardín para evitar los riesgos de trasplantarlas después o podrás plantarlas en macetas para tener un mayor control del orden de las plantas cuando veas las que germinen. Introduce las semillas 1 cm (1/2 pulgada) bajo tierra y unos 5 cm (2 pulgadas) separadas entre sí.
    • Planta la mayor cantidad de semillas que entren en el espacio que tengas para que las probabilidades de que germinen plantas macho y hembra sean mayores; después podrás eliminar las plantas más débiles. No hay una manera viable de saber si una planta es macho, hembra o hermafrodita antes de plantarla.[6]
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    Riega la tierra moderadamente bien. Riégala bien después de plantar, pero no la remojes al punto que se empoce. Vigila la humedad durante las próximas semanas y riega si es necesario, mantén la tierra ligeramente húmeda, pero no empapada.
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    Determina con qué plántulas te quedarás. Aproximadamente dos a cinco semanas después de plantar, algunas semillas germinarán y emergerán de la superficie de la tierra como “plántulas”. Después de dejarlas crecer una o dos semanas, arranca o corta las plántulas más pequeñas junto con las que parezcan marchitas, manchadas o enfermas.[7] Entresaca las plantas hasta que te quede una sola planta en la maceta o hasta que las plántulas estén a 1 metro (3 pies) de distancia entre sí. Mantén al menos cinco plantas por ahora para que tengas el 96 % de probabilidades o más de producir árboles macho y hembra.[8]
    • Cuando hayas elegido las plantas más exitosas, prosigue a la sección de plantar (si vas a trasplantarlas a tu jardín) y si no, a la sección de cuidados generales.
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    Cuando las plantas estén floreciendo, saca el exceso de plantas macho. Si todavía tienes más plantas de las que quieres al final, espera hasta que las plantas tengan 1 metro (3 pies) de altura para que veas el sexo de la planta. Las plantas macho florecerán primero, tendrán tallos largos y finos con varias flores. Las flores de las plantas hembra son más grandes y están más cerca del tronco. Para que produzcan frutos, solo necesitarás una planta macho por cada diez o quince hembras. El resto puede quitarse.[9]
    • Algunas plantas de papaya son hermafroditas, es decir, producen flores macho y hembra a la vez. Estas plantas se polinizan a ellas mismas.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Plantar una planta de papaya en crecimiento o madura

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    Si es necesario, forma un montículo de tierra para evitar el agua. Si en tu zona llueve mucho o hay inundaciones, forma un montículo de tierra de 60 a 90 cm (2 a 3 pies) de alto y 1 a 3 metros (4 a 10 pies) de diámetro.[10] De esta manera, evitarás que el agua se empoce en las raíces del papayo, cosa que reducirá la posibilidad de que se dañe o muera.
    • Lee las instrucciones a continuación antes de que formes un montículo para que aprendas a preparar la tierra.
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    Cava un hoyo. El hoyo deberá ser tres veces más profundo y ancho que la maceta o el cepellón y deberás hacerlo en la ubicación permanente que quieras que esté la planta. Escoge un lugar soleado y con buen drenaje a unos 3 a 6 metros (10 a 20 pies) de edificios u otras plantas.[11] Haz un hoyo separado para cada planta de papaya.
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    Agrega una cantidad equivalente de composta a la tierra que hayas sacado. Salvo que la tierra de tu jardín sea rica en nutrientes, reemplaza parte de la tierra en el hoyo o montículo con composta y mézclala bien.
    • No la mezcles con estiércol o podría quemar las raíces.
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    Aplica un fungicida a la tierra (opcional). Los papayos pueden morir por alguna enfermedad después de trasplantarlos. Sigue las instrucciones del fungicida de jardinería y aplícalo a la tierra parar reducir este riesgo.[12]
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    Pon la planta cuidadosamente. Pon nuevamente la tierra tratada en el hoyo o la pila, hasta que la profundidad restante sea casi igual que la profundidad de la tierra para maceta o del cepellón de la planta que vayas a trasplantar. Saca las plantas de papaya de sus macetas, una por una, y planta cada una en su propio hoyo a la misma altura que estaba en su maceta. Manipúlalas con cuidado para evitar que se rompan o que raspes las raíces.
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    Vuelve a echar la tierra y riégala. Llena el espacio sobrante del hoyo con la misma tierra. Aplástala suavemente para que elimines las bolsas de aire en el caso de que la tierra no esté rellenando todos los espacios entre las raíces. Riega la recién plantada plántula de papaya hasta que la tierra alrededor del cepellón esté bien húmeda.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Cuidar de las plantas de papaya

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    Aplícales un fertilizante una vez cada dos semanas. Aplícalo en las plantas en crecimiento cada 10 a 14 días, pero dilúyelo según las instrucciones del fertilizante. Emplea un fertilizante “completo”, no uno especializado.[13] Sigue aplicándolo al menos hasta que las plantas tengan 30 cm (12 pulgadas) de altura.
    • Después de que las plantas lleguen a esa altura, los cultivadores comerciales siguen echándoles fertilizantes cada dos semanas con 100 g (1/4 libra) de fertilizante cerca de la base de la planta, pero sin tocarla. Sigue esta práctica si quieres acelerar el crecimiento de la planta, aumenta gradualmente la cantidad de fertilizante y el periodo de tiempo entre aplicación y aplicación hasta llegar al máximo de 900 g (2 libras) cada dos meses empezando a los 7 meses de edad.
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    Riega las plántulas de papayas y las plantas establecidas periódicamente. Estas pueden dañarse fácilmente si están en agua empozada, pero podrían no producir frutos considerables si no se les riega periódicamente. Si las has plantado sobre un mantillo que retiene bien el agua, te bastará regarlas no más de una vez cada tres o cuatro días. Si la tierra es arenosa o rocosa, riégalas más, una vez cada uno o dos días durante temperaturas altas.[14] Deja que pasen algunos días entre riego y riego durante las estaciones más frescas.
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    Echa mantillo de corteza si es necesario. Echa corteza de pino u otro mantillo de corteza alrededor de la base de la planta si necesitas reducir la maleza o si la planta parece marchita por no poder retener agua. Echa 5 cm (2 pulgadas) de mantillo alrededor de la papaya, no a menos de 20 cm (8 pulgadas) del tronco.
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    Inspecciona las hojas y el tallo del papayo regularmente para que veas si presentan signos de enfermedades o insectos. Las hojas o el tronco que tengan manchas o un color amarillo podrían indicar alguna enfermedad. Las manchas negras de la hoja no suelen afectar la fruta, pero si la infección es severa, tendría que tratarse con fungicida.[15] Las hojas rizadas podrían indicar que están absorbiendo un herbicida de un jardín cercano.[16] En el caso de otros problemas, incluidos los insectos o el colapso de toda la planta, tendrás que recurrir a un jardinero experto o al departamento de agricultura de tu comunidad.
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    Cosecha las papayas cuando hayan alcanzado el nivel de maduración que desees. Las frutas ácidas y verdes podrían comerse como vegetales, pero muchos prefieren las papayas anaranjadas o amarillas completamente maduras por su sabor dulce. Si quieres que terminen de madurar dentro de casa y lejos de las plagas, podrás cosecharlas en cualquier momento después de que la fruta esté mayormente entre amarillo y verde.[17]

Consejos

  • Refrigera las papayas completamente maduras para extender su vida.
  • Cuando cultives semillas de papaya, asegúrate de quitar la capa gelatinosa negra para así acelerar el proceso de brotación.

Advertencias

  • No cortes el césped ni deshierbes cerca del papayo, porque sin querer podrías golpear y dañar el tronco. Procura que haya un espacio de 60 cm (2 pies) sin césped alrededor del papayo para reducir la necesidad de tener que controlar la maleza debajo.
  • Abstente de echar fertilizante al césped alrededor del papayo. Sus raíces se extienden más allá del diámetro de las ramas, por tal motivo, echar un exceso de fertilizante al césped podría dañar las raíces.

Cosas que necesitarás

  • macetas con capacidad para 4 litros (1 galón)
  • tierra para maceta
  • semillas de papaya
  • tijeras
  • fertilizante completo
  • pala
  • composta
  • mantillo de corteza o virutas

Acerca de este wikiHow

Andrew Carberry, MPH
Coescrito por:
Especialista en sistemas alimentarios
Este artículo fue coescrito por Andrew Carberry, MPH. Andrew Carberry ha estado trabajando en sistemas alimentarios desde 2008. Tiene una maestría en Nutrición de Salud Pública y, Planificación y Administración de Salud Pública de la Universidad de Tennessee-Knoxville. Este artículo ha sido visto 617 430 veces.
Categorías: Cultivo de frutas