El astigmatismo es una afección ocular que se produce cuando una córnea está deformada o dañada. Es posible nacer con esta condición o desarrollarla debido a un daño ocular.[1] Para tratarla, utiliza lentes correctivos que ayuden al ojo a hacer foco y ver el mundo con mayor claridad. También puedes realizar ejercicios con los ojos para fortalecer la visión. Para una opción permanente, puedes someterte a una cirugía ocular para corregir el astigmatismo.

Método 1
Método 1 de 3:
Utilizar lentes correctivos

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    Consulta con un oculista acerca de los lentes correctivos. Esta es una muy buena opción para corregir el astigmatismo. Los lentes ayudan a corregir la curva irregular de la córnea y permiten que la retina haga foco de manera correcta. El oculista determinará la prescripción de los anteojos para comprar la graduación adecuada.[2]
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    Pruébate distintos anteojos para encontrar los que te resulten más cómodos y queden bien con tu rostro. Visita una tienda de anteojos y pruébatelos personalmente. Asegúrate de que apoyen cómodamente sobre la nariz y que complementen tu rostro, en lugar de sobrecargarlo. Escoge los que te hagan sentir seguridad.
    • Si quieres comprarlos en Internet, necesitarás una receta. Antes de comprarlos, utiliza una herramienta virtual para ver cómo te quedarían. Algunas empresas de anteojos brindan la posibilidad de enviar muestras gratuitas de los marcos para poder elegir los correctos.
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    Mantén los anteojos limpios. Rocía los lentes con limpiador y límpialos con un paño suave y seco. Para que tu visión no esté oscurecida por el polvo o la suciedad, límpialos una o varias veces al día.
    • Mantenlos en buen estado al ajustar los tornillos de los brazos cuando sea necesario. Deben mantenerse pegados contra los laterales del rostro, con los brazos derechos y parejos sobre los anteojos.
    • Guárdalos en un estuche duro para protegerlos y mantenerlos en buen estado.
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    Si no quieres utilizar anteojos, usa lentes de contacto tóricos. Para corregir el astigmatismo, tendrás que usar lentes de contacto tóricos especiales, en lugar de los estándares. Son una buena opción si no quieres utilizar anteojos todo el tiempo y no sientes incomodidad al usarlos. Si realizas mucho deporte o haces mucha actividad y no quieres preocuparte por utilizar anteojos, el oculista te recomendará esta opción.[3]
    • Los niños de 12 años a más pueden utilizar lentes de contacto. De todas formas, es posible que necesiten ayuda de sus padres para colocarlos.
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    Colócate los lentes de contacto correctamente. Lávate las manos, quítalos del estuche y colócalos en el dedo índice. Con la otra mano, empuja el párpado superior e inferior hacia afuera. Coloca cuidadosamente el lente en el ojo. Suelta los párpados y pestañea para acomodarlo.[4]
    • Si tienes problemas para colocarlo, habla con el oculista para que te guíe. Es posible que tengas que practicar varias veces hasta dominar la táctica.
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    Mantén los lentes limpios. Utiliza un estuche duro para guardar los lentes y recuerda mantenerlos sumergidos en la solución limpiadora especial. Busca en Internet o en una tienda de suministros médicos una solución fabricada especialmente para lentes de contacto.
    • Para mantenerlos limpios, repón la solución limpiadora cada vez que los utilices.
    • Para asegurarte de que no se ensucien, compra un estuche nuevo cada tres meses.

Método 2
Método 2 de 3:
Realizar ejercicios oculares

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    Haz ejercicios para enfocar la vista. Siéntate en una posición cómoda y haz foco en un libro o un texto, sosteniéndolo con la mano. En caso de tenerla, puedes mirar una tabla optométrica sobre la pared. Cambia la mirada a un objeto distinto en la otra mano como, por ejemplo, un libro o un naipe. Luego, cambia la mirada al texto original. Hazlo varias veces para que los ojos se acostumbren a hacer foco entre dos objetos distintos.[5]
    • Mantén los ojos relajados durante el ejercicio. Si sientes que te duelen, haz una pausa. Realiza este ejercicio durante cuatro o cinco minutos por día.
    • Este ejercicio te ayudará a hacer foco y volver a enfocar los ojos sin sentir cansancio, lo cual puede mejorar el astigmatismo.
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    Practica un ejercicio ocular con un trozo de papel. Toma un trozo de papel grueso que cubra tus ojos. Pégatelo en la frente, justo arriba de la nariz. El papel debe bloquear tu capacidad de ver lo que hay delante de ti y, al mismo tiempo, permitirte ver por las esquinas de los ojos.[6]
    • Levanta la mano sobre un lateral del papel. Enfoca la vista en la mano sin mover la cabeza y mantén la vista relajada mientras lo haces.
    • Coloca la mano en el otro lateral del papel. Intenta hacer foco en la mano sin girar la cabeza.
    • Repite este ejercicio una vez al día con ambos lados de los ojos de uno a dos minutos o hasta que los sientas cansados.
    • Este ejercicio te ayudará a fortalecer la visión periférica, que suele ser deficiente en pacientes con astigmatismo.
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    Practica mantener la cabeza recta, en lugar de inclinarla hacia un costado. Si tienes astigmatismo, es posible que inclines la cabeza hacia un lado para corregir el problema. Toma conciencia de este hábito y corrígelo al mantener la cabeza recta, ya que esta inclinación te provocará problemas de cuello y dificultará la mejora del astigmatismo.

Método 3
Método 3 de 3:
Optar por la cirugía ocular con láser

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    Pídele a tu oculista que te derive a una clínica ocular especializada. La cirugía con láser utiliza haces de luz para remodelar la córnea y eliminar el astigmatismo. Este procedimiento debe realizarse en una clínica ocular especializada por un cirujano experimentado en cirugías oculares con láser.[7]
    • El valor puede oscilar entre $300 a $4000 por ojo. Esto dependerá de la experiencia del cirujano y de la gravedad del astigmatismo.[8]
    • Es posible que tu seguro médico no cubra la cirugía ocular con láser. Contacta a tu compañía aseguradora para obtener más información.
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    Averigua los posibles riesgos de la cirugía ocular con láser. Se considera que este procedimiento es seguro y tiene un riesgo bajo. En muy pocos casos, se puede desarrollar sequedad en los ojos, doble visión, deslumbramiento y pérdida de la visión. Sin embargo, estos problemas desaparecerán a medida que te recuperes de la cirugía.[9]
    • En algunos casos, es posible que el cirujano realice una sobrecorrección, es decir, que la córnea no estará lo suficientemente corregida como para curar el astigmatismo. Si esto ocurriera, puede repetir el procedimiento para asegurarse de corregirla por completo.
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    Realízate esta intervención con un cirujano de ojos. Este procedimiento se realiza en una clínica de ojos y demora entre 20 y 30 minutos. Te proporcionarán la medicación necesaria para relajarte durante la operación. También te darán gotas anestésicas para que no sientas nada durante la cirugía.[10]
    • Si tienes que realizarte la cirugía en ambos ojos, el cirujano seguramente realice las dos intervenciones el mismo día.[11]
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    Recupérate después de la cirugía. Muchas personas pueden manejar y regresar al trabajo uno o dos días después de la cirugía. El médico te examinará el día después de la operación y tendrás que asistir a los chequeos los primeros seis meses de recuperación. Los síntomas tales como sequedad de ojos, doble visión y deslumbramiento desaparecerán dentro de algunas semanas.[12]
    • Utiliza anteojos de sol cuando estés en el exterior y evita realizar deportes para no dañarte los ojos.
    • Muchas personas se recuperan por completo de la cirugía dentro de los seis meses. Luego de este período, el médico volverá a examinar tu visión para confirmar que ya no tienes astigmatismo.

Acerca de este wikiHow

Rajesh Khanna, MD
Coescrito por:
Oftalmólogo certificado por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Rajesh Khanna, MD. El Dr. Rajesh Khanna es un oftalmólogo certificado y el fundador de Khanna Vision Institute en Los Ángeles, California. Se especializa en Lasik, cataratas y cirugía ocular refractiva, así como en tratamientos para la presbicia y el queratocono. Completó su primera residencia en oftalmología en Mumbai y la segunda en oftalmología en SUNY Downstate en Nueva York. Posteriormente, completó una beca de capacitación en cirugía corneal y refractiva de la Universidad de Cincinnati en Ohio, y una beca de neuroftalmología en el Kingsbrook Jewish Hospital de New York. También es miembro voluntario de la facultad de UCLA y es internacionalmente reconocido en cirugía Lasik, en implantes presbiópicos en los ojos y por ser especialista en el cuidado de la visión refractiva. El Dr. Khanna está certificado por la Junta Americana de Oftalmología y es un máster certificado en cirugía por la Universidad de Bombay. Este artículo ha sido visto 15 105 veces.
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