Colocarte los lentes de contacto podría parecerte difícil e incluso un poco aterrador al principio, pero no te preocupes. Una vez que tengas un poco de práctica, será sencillo e indoloro. Para colocarte un lente de contacto en el ojo, mantén el párpado abierto de modo que puedas colocarlo con más facilidad. Cuando estés listo para quitarte los lentes, realiza un proceso similar para extraerlos. Asimismo, asegúrate de usarlos de forma correcta para mantener tu salud ocular.

Método 1
Método 1 de 3:
Colocarte los lentes en los ojos

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    Lávate las manos con un jabón sin aroma y agua tibia. Mójate las manos, aplícate el jabón y frótatelas por 30 segundos como mínimo. Enjuágate bien las manos para eliminar todo residuo de jabón. Sécate las manos dándote toques suaves con una toalla de microfibra limpia a fin de evitar las pelusas.[1]
    • Siempre usa una toalla limpia y seca para secarte las manos.
    • Las toallas de microfibra son la mejor opción, ya que son menos propensas a dejar pelusas en las manos, las cuales podrían llegar a los lentes de contacto. Si no tienes una toalla de microfibra, podrías dejar que tus manos se sequen al aire libre si tienes los ojos sensibles.
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    Retira la tapa de un lado del estuche de los lentes y apártala. Solo abre un lado del estuche a la vez para evitar que confundas los lentes o que dañes uno por accidente. Adopta el hábito de siempre empezar por el mismo lado. Por ejemplo, podrías colocarte el lente derecho y luego el izquierdo.[2]
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    Usa la yema del dedo para retirar el lente del estuche. Inclina el estuche hacia ti, luego presiona el lente con suavidad usando la yema del dedo. Una vez que el lente esté en la yema, retira el dedo del estuche con lentitud y coloca el lente en la palma de tu mano.[3]
    • No uses las uñas para tomar el lente, ya que esto puede dañarlo.
    • Ten mucho cuidado con los lentes de contacto, ya que es fácil dañarlos.

    Consejo: si tu lente de contacto se queda atorado en el lado del estuche, sacúdelo con cuidado para liberarlo. También puedes rociar el lente con más solución a fin de humedecerlo.

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    Lava los lentes de contacto con su solución. Coloca el lente en el centro de tu palma, luego rocía un poco de la solución sobre él. Échale un vistazo para garantizar que no tenga residuos. No tienes que frotarlo, salvo que notes que tiene algunos residuos.[4]
    • Si encuentras algún residuo en el lente, aplícale más solución y frótalo con cuidado usando la yema del dedo para eliminarlo.
    • Nunca uses agua de grifo. Solo lava los lentes de contacto con su solución.
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    Coloca el lente con el lado hundido hacia arriba sobre tu dedo índice. Coloca el lente sobre la piel del dedo, no la uña. Asegúrate de que el lente repose con el lado hundido hacia arriba sobre la yema del dedo, y que ninguna de las paredes laterales esté adherida a él. Este deberá lucir como un tazón pequeño.
    • Si los bordes están salidos, esto significa que está al revés. Vuelve a colocarlo en la palma de tu mano y usa la yema del dedo para darle la vuelta con cuidado hacia el lado correcto.
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    Sostén el ojo para mantenerlo abierto con el dedo medio y la otra mano, si es necesario. Mírate al espejo. Luego jala el párpado con cuidado usando el dedo medio de la mano que tenga el lente. Si tus ojos son muy sensibles al contacto, también podrías tener que mantener abierto el párpado superior. Usa la otra mano para levantar y sujetar con cuidado el párpado superior a fin de evitar que parpadee. Esto expondrá una mayor parte de tu ojo, lo que te permitirá colocar el lente con más facilidad.[5]
    • Solo tendrás que mantener abierto el párpado superior si sigue parpadeando o si tienes el ojo muy pequeño. Esto es normal cuando empiezas a usar lentes de contacto, ya que no estarás acostumbrado a colocarte objetos en el ojo. Con el tiempo, quizás ya no necesites sostener el párpado superior.
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    Mueve el lente hacia el ojo de forma calmada y constante. Trata de no parpadear ni hacer movimientos bruscos. Podría ser de utilidad que mires hacia arriba para que no parpadees de forma accidental por el reflejo. Asimismo, haz tu mejor esfuerzo por evitar enfocarte en el ojo en el que estés colocando el lente, lo que hará que no parpadees con más facilidad.[6]
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    Coloca el lente en el iris con cuidado. Coloca el lente de contacto cerca del globo ocular y presiona con suavidad. El lente deberá ir a tu ojo con facilidad, ya que la humedad lo atraerá. Luego retira el dedo del ojo.[7]
    • El lente tendrá que estar sobre el iris, el cual es la parte de color del ojo. Trata de colocarlo directamente sobre esta área, si puedes hacerlo.

    Variación: si no puedes dejar de parpadear, mira hacia arriba y coloca el lente en la parte blanca del ojo. Mantén el ojo abierto y mira hacia abajo en dirección al lente. Luego levanta el párpado superior con cuidado y desciéndelo sobre el lente. Por último, presiona con suavidad sobre el párpado para eliminar toda burbuja de aire, de modo que el lente permanezca en su lugar.

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    Suelta los párpados y parpadea con lentitud hasta que el lente se sienta cómodo. Parpadea con lentitud varias veces con cuidado para no desplazar el lente. Mírate en el espejo para verificar que el lente esté en su lugar y que puedas ver. Observa si sientes dolor o irritación en el ojo. Deberás sentirlo cómodo.[8]
    • Si el lente genera comezón o dolor, quítatelo y límpialo con la solución. Luego vuelve a colocártelo.
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    Repite el procedimiento con el otro lente. Cuando tengas puestos ambos lentes, mira a tu alrededor para asegurarte de que puedas ver bien. Al terminar, vierte la solución del estuche en el lavabo, enjuaga el estuche y ciérralo.[9]
    • Nunca reutilices la solución de lentes de contacto usada, ya que esto aumenta el riesgo de desarrollar una infección ocular. Siempre usa solución fresca.
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Método 2
Método 2 de 3:
Retirar los lentes de contacto

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    Lávate y sécate las manos. Mójate las manos con agua tibia y frótalas por 30 segundos con jabón. Enjuágalas bien y sécalas con una toalla de microfibra limpia.
    • Evita que las pelusas de la toalla lleguen a tus manos.[10]
    • Asegúrate de que la toalla esté limpia y seca.
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    Lubrícate los ojos con gotas oftálmicas seguras para los lentes de contacto si tienes los ojos secos. Este paso es opcional, pero podría ser de utilidad si tus lentes suelen resecarte los ojos. Las gotas humedecerán los lentes de modo que puedas retirarlos con más facilidad. Aplica 2 o 3 gotas de solución lubricante y humectante en tus ojos para humedecerlos.[11]
    • Revisa la etiqueta para asegurarte de que tus gotas humectantes puedan usarse con lentes de contacto. Si no es así, no las uses, ya que dañarán tus lentes.
    • Si no tienes gotas humectantes, puedes usar una solución salina para humectarte los ojos. Sin embargo, no deberás usar una solución de limpieza de lentes de contacto, ya que puede secarte o irritarte los ojos.
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    Jala el párpado hacia abajo con el dedo. Usa el dedo medio para exponer la parte inferior de la esclerótica del ojo. Sostén el párpado mientras extraes el lente.[12]
    • Si el lente se siente fuera de lugar antes de extraerlo, parpadea un par de veces para volver a centrarlo sobre el iris.
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    Toca el lente con el dedo índice y desciéndelo. Usa la yema del dedo para tocar con suavidad el borde del lente, el cual deberá adherirse a ella. Luego jala el lente con lentitud hacia abajo, en dirección a la base del ojo. Deberás sentir que el lente empieza a plegarse cuando alcanza el borde del párpado inferior.[13]
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    Aprieta con suavidad el dedo índice y el pulgar alrededor del lente para extraerlo. Presiona con suavidad los dedos alrededor del lente y retíralo del ojo. Ten cuidado al manipular el lente, de modo que no lo rasgues ni lo rompas por accidente.[14]
    • Siempre usa las yemas de los dedos al tocar los lentes de contacto. Si usas las uñas, podrías dañar los lentes.
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    Coloca el lente en la palma de tu mano y límpialo. Coloca el lente boca arriba sobre la palma de tu mano y rocíale la solución de limpieza para lentes de contacto. Frota cada lado con suavidad para limpiarlos. Por último, vuelve a lavarlo para eliminar todo residuo restante.[15]
    • Si el lente es viejo o está dañado, tendrás que desecharlo.
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    Coloca el lente en su estuche y agrégale solución fresca. Deja el lente con cuidado en el estuche y luego llénalo con solución fresca. Vuelve a colocar la tapa del estuche para mantenerlo seguro.[16]
    • Guarda los lentes en el lado correcto del estuche.
    • No uses una solución ya usada. Usa solución fresca siempre que guardes los lentes.
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    Repite el procedimiento para extraer el otro lente. Jala con suavidad el párpado y retira el otro lente. Límpialo con la solución y colócalo en el lado correcto del estuche. Llena el estuche con la solución y asegura la tapa.

    Consejo: es importante que cuides bien de tus lentes de contacto al limpiarlos todos los días y guardarlos con solución fresca. Tu salud ocular es vital, así que no la pongas en riesgo.

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Método 3
Método 3 de 3:
Emplear las mejores prácticas

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    Revisa los lentes para identificar las rasgaduras o los residuos antes de colocártelos. No debes colocarte el lente en el ojo si podría irritarlo. Sostén el lente cerca del ojo y revísalo para identificar todo daño o suciedad.[17]
    • Si el lente luce dañado, deséchalo y usa uno nuevo.
    • Si identificas algo de polvo o residuos en el lente, lávalo con la solución.
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    Reemplaza los lentes según las indicaciones del doctor. La mayoría de los lentes de contacto son desechables, lo que significa que debes cambiarlos con frecuencia. Según el tipo y la marca de lentes que uses, es probable que el doctor te indique que los cambies de manera diaria, semanal, quincenal o mensual. Siempre cíñete a este cronograma y cámbiate los lentes según las indicaciones. Esto te ayudará a mantener tus ojos saludables.[18]
    • Los lentes de contacto blandos suelen cambiarse de forma diaria, semanal, quincenal o mensual. Los lentes de uso prolongado pueden usarse toda la noche y suelen cambiarse de forma semanal, quincenal o mensual; lo que dependerá de la marca y tus necesidades personales. Los lentes rígidos permeables al gas duran mucho más tiempo y pueden usarse hasta por un año. Sin embargo, el doctor te dará instrucciones de limpieza adicionales para mantenerlos, las cuales no suelen brindarse con frecuencia.
    • No trates de ahorrar dinero al usar lentes de contacto por demasiado tiempo. Tus lentes han sido formulados para durar un periodo determinado. Luego de dicho punto, empezarán a deteriorarse, lo que los volverá menos cómodos y más propensos a acumular gérmenes, bacterias o residuos que pueden perjudicar tus ojos.
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    Duerme con los lentes puestos solo si el doctor lo autoriza. Quitarte los lentes cada noche podría parecerte un inconveniente, pero es muy importante. Dormir con lentes que no estén diseñados para un uso prolongado puede secarte los ojos, exponerlos a más bacterias y generar complicaciones graves (como las úlceras). Siempre quítate los lentes por la noche, salvo que el doctor te indique que es seguro dormir con ellos.[19]
    • Si tienes los ojos secos, quizás no puedas dormir con los lentes puestos incluso si están autorizados para su uso mientras duermes. Conversa con el doctor si crees que tienes los ojos secos.
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    Limpia o reemplaza el estuche de los lentes de contacto cada 3 meses. Es normal que un estuche de lentes de contacto se ensucie con el tiempo. Para limpiarlo, hierve una olla con agua. Luego coloca el estuche en el agua hirviendo y espera como mínimo 3 minutos. Retira el agua del fuego y usa unas tenazas o una cuchara ranurada para retirar el estuche. Deja que este se enfríe antes de sostenerlo. Por último, enjuágalo con una solución salina antes de volver a usarlo.[20]
    • También puedes reemplazar el estuche con uno nuevo, la cual podría ser la opción más segura.

    Advertencia: si tu estuche luce dañado o agrietado, reemplázalo de inmediato, sin importar cuánto tiempo lo has tenido. Usar un estuche dañado o agrietado aumenta el riesgo de desarrollar una infección.

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    No limpies tus lentes con saliva o agua de grifo. Nunca coloques tus lentes de contacto en tu boca para limpiarlos, ya que esto los ensuciará mucho. Tu saliva no está esterilizada e introducirá gérmenes y bacterias en los lentes. Asimismo, el agua de grifo tampoco está esterilizada, y cualquier bacteria o químico que contenga se adherirá a tus lentes. Además, tanto la saliva como el agua secarán los lentes. Siempre límpialos con su solución especial.[21]
    • Es de utilidad que lleves una botella de solución para lentes de contacto cuando salgas. Incluso puedes conseguir una versión de tamaño de muestra para guardarla en tu bolsa con más facilidad.
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    Asegúrate de que las gotas oftálmicas estén diseñadas para su uso con lentes de contacto. La mayoría de ellas secan los lentes de contacto, incluso si están diseñadas para tratar los ojos secos. Si quieres humedecer tus ojos mientras usas lentes de contacto, lee la etiqueta para determinar si las gotas son seguras para estos lentes.[22]
    • Las gotas oftálmicas seguras para los lentes de contacto suelen estar cerca de la solución para lentes de contacto en las farmacias. También puedes comprarlas por internet.
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    Quítate los lentes antes de tomar un baño o una ducha. Estos pueden dañarse con facilidad en la ducha, ya que el agua de grifo y la espuma de los productos de cuidado personal pueden entrar a los lentes. Esto puede secarlos y dejar residuos y bacterias que pueden ser perjudiciales. Siempre quítate los lentes antes de tomar un baño o una ducha, así no se arruinarán.[23]
    • Si usas los lentes en el baño o la ducha, podrías desarrollar una infección ocular.
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    No nades ni uses un jacuzzi con los lentes de contacto puestos. Las piscinas, las vías fluviales y los jacuzzis contienen bacterias, gérmenes y a veces químicos. El agua salpicada o el agua en la piel pueden entrarte a los ojos y a los lentes de contacto, lo que podría dañarlos o contaminarlos. Esto puede irritar o infectar los ojos. En lugar de ello, quítatelos antes de entrar al agua y usa gafas.[24]
    • Es peligroso usar lentes de contacto que hayas usado al nadar, incluso después de limpiarlos.
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    Ten unas gafas de respaldo con tu medida actual. Podrías usar los lentes de contacto la mayor parte del tiempo, pero debes tener unas gafas de respaldo para las ocasiones en las que no los uses. Usa las gafas por la noche para que tus ojos descansen de los lentes de contacto. Asimismo, usa las gafas si sufres de irritación ocular o crees que podrías tener una infección.[25]
    • Acude al oculista si crees que podrías tener una infección.
    • Si te preocupa el costo de las gafas de respaldo, busca una opción económica. Por ejemplo, en EE. UU. puedes comprar gafas en internet incluso por $6,95. Tan solo pídele al doctor que te brinde una copia de tu prescripción y que anote en ella tu distancia pupilar, la cual es la medida que necesitarás para comprar las gafas.
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Consejos

  • Para la mayoría de las personas, colocarse lentes de contacto es muy difícil al principio, así que no te preocupes si tienes problemas para hacerlo. Si te frustras, toma un descanso breve para calmarte y vuelve a intentarlo.
  • Al colocarte los lentes de contacto por primera vez, podrías sentirlos extraños, lo cual es totalmente normal.
  • Si el lente se cae de tu ojo, lávalo por completo con su solución.
  • Si crees que el lente no entra en tu ojo, consulta con el doctor. Podría indicarte que uses otra marca.
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Advertencias

  • Nunca te apliques desinfectante para manos antes de colocarte o retirar los lentes de contacto. En este caso, el desinfectante no puede reemplazar a la medida de lavarte las manos.
  • Si tus ojos están arenosos, adoloridos o enrojecidos, no te coloques los lentes de contacto. En lugar de ello, usa las gafas de respaldo y acude a un oftalmólogo.
  • Consulta con el oftalmólogo si empiezas a experimentar algún dolor o malestar, incluso después de haberte extraído los lentes.
  • Colócate los lentes antes de aplicarte maquillaje, así no los contaminarás. Al final del día, quítate los lentes antes de quitarte el maquillaje de los ojos.[26]
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Cosas que necesitarás

  • espejo
  • lentes de contacto
  • solución para lentes de contacto
  • estuche para lentes de contacto
  • gotas oftálmicas para la comezón en los ojos

Acerca de este wikiHow

Shaune Wallace, OD
Coescrito por:
Doctor en Optometría, facultad de Optometría del Sur de California
Este artículo fue coescrito por Shaune Wallace, OD. El Dr. Wallace es un optometrista en Nevada con más de 14 años de experiencia en optometría. Recibió su doctorado en optometría en el Colegio de Optometría del Sur de California en 2006 y es miembro de la Asociación Estadounidense de Optometría. Este artículo ha sido visto 236 197 veces.
Categorías: Lentes de contacto
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