Si eres nuevo en el uso de lentes de contacto, todas las rutinas para ponértelas, quitártelas y mantenerlas limpias pueden parecer que no valen la pena. Puede parecer incluso peor si tienes molestias oculares constantes cuando las lentes de contacto están puestas. Sin embargo, si tienes la paciencia de encontrar las lentes de contacto adecuadas para ti, te familiarizas con las rutinas diarias y les das tiempo a tus ojos para que se adapten, es probable que te conviertas rápidamente en un converso de los beneficios de usar lentes de contacto.

Parte 1
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Elegir las lentes de contacto adecuadas

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    Consulta siempre con un profesional del cuidado de los ojos con licencia. Las lentes son un dispositivo médico y se deben tratar como tal. Esto es cierto incluso si tu vista está bien y solo estás interesado en convertir tus ojos marrones en "azules de bebé" con lentes de color.
    • Tomarse el tiempo necesario para someterse a un examen ocular completo por parte de un profesional autorizado es la mejor manera de asegurarte de que eres apto para usar lentes de contacto. También te ayuda a asegurarte de comprar el tipo más útil y cómodo para ti, y de que tendrás acceso a la orientación y los cuidados adecuados cuando los necesites.
    • Si tienes resequedad en los ojos o alergias, las lentes de contacto quizás no sean la mejor opción para ti.
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    Compara las opciones de lentes de contacto duras y blandas. La tecnología de las lentes de contacto sigue avanzando a gran velocidad, pero la mayoría de las lentes de contacto se pueden dividir básicamente entre las categorías "blandas" y "duras" (a menudo denominadas rígidas permeables a los gases o RPG).[1]
    • Las lentes blandas son más flexibles y frágiles. Algunas están pensadas para durar solo un día, mientras que otras se pueden utilizar con seguridad durante meses. Por lo general, se considera que son más cómodas de usar.
    • Las lentes de contacto duras son más resistentes y están pensadas para durar más tiempo, incluso un par de años. Pueden ser más incómodas y difíciles de adaptar al principio, pero, en general, se considera que proporcionan una visión más nítida.
    • Si tener una visión lo más nítida posible es importante para ti o tienes necesidades oculares específicas, tú y tu oftalmólogo pueden inclinarse por las lentes de contacto RPG. De lo contrario, la mayoría de las personas están dispuestas a sacrificar un poco de claridad de visión a cambio de la relativa comodidad y conveniencia de las lentes blandas.
    • Es posible que tengas que probar diferentes opciones para encontrar la más adecuada para ti. Tu oftalmólogo debería estar más que dispuesto a guiarte en este proceso.
    • Otras categorías de lentes de contacto incluyen una lente rígida unida a un borde exterior blando o un faldón.
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    Sigue las orientaciones e instrucciones adecuadas. Cuando encuentres las lentes de contacto que más te convienen, la mejor manera de hacer que el periodo de adaptación se desarrolle sin problemas es seguir al pie de la letra todos los consejos que te dé tu oftalmólogo y las instrucciones que se incluyen con tu marca concreta de lentes.
    • El oftalmólogo querrá que acudas a una cita de seguimiento para asegurarse de que tus ojos se están adaptando a las lentes de contacto. Además, tendrás que seguir con las revisiones periódicas.
    • Los consejos de cuidado y limpieza que se ofrecen en este artículo son generalmente aplicables a la mayoría de las lentes de contacto, pero sigue siempre las instrucciones de tu oftalmólogo y del fabricante en primer lugar.
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    Presta atención a los problemas de ajuste más comunes. Algunas personas tienen suerte y se adaptan a sus nuevas lentes de contacto en un día, pero a muchas les puede llevar varios días o incluso un par de semanas.
    • Básicamente, tus ojos tienen que adaptarse a tener objetos extraños presionados contra ellos. Durante el periodo de adaptación, es habitual que se produzcan irritaciones, lágrimas, parpadeos, sensibilidad a la luz y visión borrosa ocasional.
    • Es posible que sufras sequedad ocular, problemas de córnea (arañazos, infecciones o hinchazón), reacciones alérgicas (normalmente a la solución limpiadora), incómodos depósitos en las lentes o inflamación de los ojos o los párpados. La paciencia y una limpieza adecuada deberían resolver estos problemas la mayoría de las veces, pero consulta siempre con tu oftalmólogo.[2]
    • Si tus lentes de contacto siguen causando problemas, habla con tu médico para probar otra marca. Cada empresa utiliza materiales y tecnología diferentes para fabricar sus lentes de contacto, y cambiar de marca puede ayudar a mejorar la comodidad.
    • Un pequeño porcentaje de personas no pueden usar lentes de contacto de forma cómoda o segura, debido a que tienen los ojos demasiado sensibles o a otros problemas. Las personas que padecen infecciones oculares frecuentes, reacciones alérgicas graves, una producción insuficiente de lágrimas, que se exponen con regularidad al polvo o a los gases químicos, o que no pueden (o no quieren) cuidar adecuadamente de sus lentes, pueden no ser aptas para usar lentes de contacto.
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Parte 2
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Mantener el uso y cuidado apropiados

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    Usa y quítate las lentes de contacto con la frecuencia indicada. Hay lentes de contacto que se deben quitar todas las noches y otras que se pueden dejar puestas durante largos periodos sin limpiarlas. Lo importante es conocer y seguir las recomendaciones de uso de tus lentes en particular.[3]
    • En especial si eres nuevo en el proceso, quitarse y limpiar las lentes de contacto puede parecer una tarea que requiere mucho tiempo. Sin embargo, para mayor comodidad, eficacia y seguridad, quita y limpia o sustituye siempre tus lentes de contacto según el calendario recomendado para esa marca específica y por tu oftalmólogo.
    • Tu oftalmólogo podría recomendarte un periodo para "amoldarte" de una o dos semanas cuando empieces a usar lentes de contacto. Durante este tiempo, las usarás durante períodos más largos cada día para acostumbrarte lentamente a ellas. Esto es más común con las lentes duras (RPG).[4]
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    Limpia las lentes de contacto correctamente. Tu profesional de la salud visual te proporcionará instrucciones detalladas sobre cómo ponerte, quitarte y limpiar las lentes de contacto nuevas. Las instrucciones sobre cómo ponerse las lentes de contacto son bastante consistentes en todos los tipos y marcas, pero consulta las instrucciones o el sitio web de tu marca para obtener detalles específicos.[5]
    • Limpiar correctamente las lentes (no desechables) es esencial para limitar las posibilidades de infección y otros problemas oculares. Los aspectos básicos del proceso suelen ser los mismos independientemente del tipo de lente:[6]
      • Lávate las manos con un jabón suave (sin humectantes) y sécalas con una toalla limpia y sin pelusas.
      • Quita una lente, mójala con la solución de contacto recomendada y frótala en la palma de la mano con el dedo (aunque se comercialice como "sin frotar").
      • Enjuaga con la solución durante el tiempo recomendado. Normalmente, hay que repetir el proceso de limpieza y enjuague para las lentes RPG.
      • Coloca la lente en un estuche limpio, llénalo con solución fresca (no "rellenes" la solución existente) y mantenla en el estuche durante el tiempo recomendado. Repite el proceso con la otra lente.
      • Si las recomendaciones para tus lentes varían de esta lista, síguelas.
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    Limpia y sustituye el estuche como se recomienda. Puedes limpiar tus lentes sin problemas, pero, si las guardas en un estuche sucio, las posibilidades de infección u otros problemas aumentarán considerablemente.[7]
    • Para limpiar el estuche, desecha la solución vieja, frota el interior con los dedos limpios, llena cada pocillo con solución y luego deséchalo. Permite que se seque con el aire boca abajo sin las tapas.[8]
    • Haz este proceso de limpieza (o el que te recomiende el oftalmólogo) con la frecuencia aconsejada. Reemplaza el estuche cada tres meses o según lo recomendado.
    • En notas relacionadas: nunca dejes que la punta de la botella de solución toque nada. Esto puede permitir la transmisión de gérmenes. Además, no utilices nunca agua del grifo en las lentes de contacto ni en los accesorios. La misma puede contener la duradera bacteria acanthamoeba, que puede ser muy perjudicial para los ojos.
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    Dales tiempo a los ojos para que se adapten. La paciencia es una gran virtud a la hora de adaptarse a las lentes de contacto. Como se ha mencionado, muy pocas personas son incapaces de usar lentes de contacto, así que hay muchas probabilidades de que puedas superar cualquier molestia que experimentes al principio.
    • Tu oftalmólogo puede recomendar el uso de un producto especial para eliminar las proteínas para tratar las molestias o el uso de gotas rehumectantes para humedecer los ojos secos. Si muestras signos de una reacción alérgica a la solución de contacto, puede ser suficiente con cambiar a un producto sin conservantes.[9]
    • Las nuevas lentes de hidrogel de silicona y la tecnología más antigua que se encuentra a menudo en las soluciones genéricas pueden causar enrojecimiento e irritación. Sigue las recomendaciones de tu médico sobre qué solución utilizar para evitarlo.[10]
    • Si utilizas lentes de monovisión (en las que un ojo tiene un contacto destinado a mejorar la visión de lejos, mientras que el otro ayuda a la visión de cerca), el periodo de adaptación podría ser más largo. El periodo de adaptación típico para la monovisión es de unas dos semanas. Pero al final, la mayoría de las personas se adaptan a ellas sin problemas.[11]
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Acerca de este wikiHow

Shaune Wallace, OD
Coescrito por:
Doctor en Optometría, facultad de Optometría del Sur de California
Este artículo fue coescrito por Shaune Wallace, OD. El Dr. Wallace es un optometrista en Nevada con más de 14 años de experiencia en optometría. Recibió su doctorado en optometría en el Colegio de Optometría del Sur de California en 2006 y es miembro de la Asociación Estadounidense de Optometría.
Categorías: Lentes de contacto
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