Ponerte una lente de contacto blanda puede ser complicado, ya que es muy delicada y las diferencias entre una lente en la posición correcta y una lente al revés pueden ser difíciles de detectar. Para evitar el posible dolor e incomodidad provocados por una lente mal colocada, dedica un tiempo para hacer algunas pruebas y así asegurarte de ponértela de la forma correcta.

Método 1
Método 1 de 3:
Hacer la prueba de la "U"

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    Coloca la lente de contacto en tu dedo. El lado redondeado debe estar hacia abajo, tocando el dedo. Si parece un tazón o una taza sobre tu dedo, tiene la orientación correcta. Si parece una cúpula, con la parte redondeada hacia arriba, la lente de contacto está volteada hacia el lado equivocado. Si tratas de encontrar la forma de un tazón en la lente, lo verás al revés.[1]
    • Si no puedes sostener la lente de manera uniforme, trata de colocarla en la palma de tu mano, en lugar de ponerla sobre el dedo.
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    Sostén la lente al nivel de los ojos. Es muy importante que veas la lente desde el ángulo correcto. Si la ves desde diferentes ángulos, tu vista podría confundirse, sobre todo porque necesitas las lentes de contacto para ver bien. Mírala directamente desde un lado.[2]
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    Busca la “U”. Si la lente de contacto está orientada de la forma correcta, debe tener una apariencia bastante redondeada. Debe parecer una gran letra “U”. Sin embargo, si está al revés, parecerá más una “V” que una “U”.[3]
    • Busca un vuelo en los bordes. La parte inferior de la lente puede ser engañosa, pero los bordes se extenderán hacia los lados si la lente está al revés.
    • Si la lente parece más ancha en la parte superior y las líneas no lucen rectas, es probable que esté al revés.
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Método 2
Método 2 de 3:
Hacer "la prueba del taco"

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    Coloca la lente entre el dedo índice y el pulgar. Coloca los dedos de forma que queden hacia la parte interior de la lente de contacto y no cubran ni toquen los bordes. Debe quedar suficiente espacio para que los bordes de la lente de contacto se muevan.[4]
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    Aprieta con suavidad la lente. Asegúrate de no romperla. Lo que buscas no es probar la integridad de la lente ni los límites a los que se doblará. Lo único que quieres es ver la figura que forma al doblarla.
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    Estudia la lente. Si los bordes apuntan directamente hacia arriba, como un taco, está alineada de la forma correcta. Si se aprieta o se redondea hacia afuera, como la cabeza de un jarrón, está al revés y debes darle la vuelta.[5] .
    • Si la aprietas con firmeza, una lente de contacto orientada correctamente se doblará lo suficiente de forma que cada borde se curvará hacia el otro.
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Método 3
Método 3 de 3:
Revisar la lente rápidamente

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    Busca el grabado láser. Algunos fabricantes de lentes de contacto colocan unos números pequeños con láser en las lentes para facilitar este proceso. Coloca la lente en tu dedo índice, con el lado redondeado hacia abajo. Simplemente busca los números al ver la lente desde un lado. Si están boca arriba, la posición es la correcta.[6]
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    Revisa el color del borde. Si tienes una lente con color, lucirá de una forma específica si está al revés. Sostén la lente sobre la yema del dedo y baja la mano. Desde ahí, mira hacia abajo. Si el borde tiene un color azul o verde, que dependerá del tipo de tinte que contenga la lente, entonces está en la posición correcta. Si los bordes se ven de otro color, quiere decir que está al revés.[7]
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    Inserta la lente. Si ninguna de las demás pruebas parece estar clara, es posible que tengas que insertar la lente de contacto tal como está. A menos que sea la primera vez que usas unas lentes de contacto, sentirás un cambio definitivo al insertar una lente al revés. Sentirás irritación, comezón e incomodidad.[8]
    • Sin embargo, puede haber un poco de confusión, ya que es posible que sientas una irritabilidad similar al insertar una lente sucia de la forma correcta.
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Consejos

  • Al darle la vuelta a una lente, no uses las uñas. Las lentes blandas son frágiles y pueden romperse.
  • Antes de intentar hacer cualquier proceso, lávate bien las manos. Las partículas pequeñas de suciedad pueden convertirse en grandes problemas si se quedan atrapadas debajo de las lentes.
  • Usa una solución de limpieza para enjuagar la lente antes de intentar volver a colocarla.
  • Al aplicarte una gota nueva de solución salina cada minuto que la lente esté al aire libre, evitarás que la lente se seque.
  • Usa una solución de limpieza al cuidar tus lentes de contacto. De lo contrario, pueden dañarse.
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Advertencias

  • Ten mucho cuidado con la lente. Si se cae, quizás ya no sea lo suficientemente higiénica para usarla.
  • Asegúrate de no dejar secar la lente de contacto al hacer las pruebas, ya que esto puede hacer que se rompa.
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Acerca de este wikiHow

Shaune Wallace, OD
Coescrito por:
Doctor en Optometría, facultad de Optometría del Sur de California
Este artículo fue coescrito por Shaune Wallace, OD. El Dr. Wallace es un optometrista en Nevada con más de 14 años de experiencia en optometría. Recibió su doctorado en optometría en el Colegio de Optometría del Sur de California en 2006 y es miembro de la Asociación Estadounidense de Optometría. Este artículo ha sido visto 41 886 veces.
Categorías: Lentes de contacto
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