Las sartenes de hierro fundido correctamente curadas duran toda una vida y brindan una superficie antiadherente natural. La capa antiadherente del hierro fundido es el “curado” hecho de aceite que ha penetrado en la superficie de la sartén. Aprende a curar una sartén nueva, a rescatar una oxidada y a darle buen mantenimiento para que no pierda su curado.

Método 1
Método 1 de 3:
Curar una sartén de hierro fundido nueva

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    Precalienta el horno a 230 °C (450 °F).[1] No planees cocinar nada más en el horno mientras curas la sartén de hierro fundido, ya que el vapor creado por cocinar lo otro puede afectar el proceso.
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    Lava y seca la sartén. Usa líquido lavavajillas y un cepillo para restregarlo por completo. Esta es la única vez que usarás estos artículos para limpiar la sartén. Después de curarla, ya no tendrás que restregarla.
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    Cubre la sartén por dentro y por fuera con manteca de cerdo, manteca vegetal o aceite de oliva. Asegúrate de que esté completamente cubierta y restriega el ingrediente con papel toalla.[2]
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    Pon la sartén en el horno durante 30 minutos.[3] Deja que la grasa o el aceite penetre la superficie durante 30 minutos. Retira la sartén del horno y déjala enfriar.
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    Repite este proceso de 2 a 3 veces más. Se necesita de más de un baño de aceite para curar por completo los utensilios de hierro fundido. Para asegurarte de tener una buena superficie antiadherente que no se salga al cocinar, hazle otro baño de grasa o aceite, cocínalo, déjalo enfriar y repite el proceso 1 o 2 veces más.[4]

Método 2
Método 2 de 3:
Rescatar una sartén de hierro fundido oxidada

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    Precalienta el horno a 230 °C (450 °F).[5] Procura no cocinar nada en el horno mientras curas la sartén.
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    Haz una solución de vinagre blanco y agua. Busca un contenedor lo suficientemente grande para que entre toda la sartén. Llénalo con una mezcla de mitad vinagre blanco y mitad agua.[6]
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    Pon la sartén en la solución de vinagre. Asegúrate de que esté bien sumergida. Déjala en remojo durante 3 horas. El vinagre disolverá el óxido. Saca la sartén cuando termine de remojar.
    • Si todavía ves óxido en la sartén, usa un cepillo para restregarla. Saldrá fácilmente. Asegúrate de que no quede óxido.[7]
    • No vuelvas a remojar la sartén en la solución de vinagre. Si dejas vinagre en el hierro fundido demasiado tiempo, empezará a degradarse.
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    Enjuaga la sartén en agua y sécala. Asegúrate de que esté completamente seca poniéndola a calentar en la estufa o el horno por unos cuantos minutos.
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    Cubre la sartén con una capa de grasa o aceite. Asegúrate de que esté completamente cubierta. Usa papel toalla para esparcir la grasa o el aceite en la superficie de la sartén.
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    Hornea la sartén en el horno durante 30 minutos. Cúrala a 230 °C (450 °F) durante 30 minutos. Sácala del horno y déjala enfriar.[8]
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    Repite el proceso de curado 2 o 3 veces más. Para asegurarte de formar una buena capa antiadherente, cubre la sartén con aceite, hornéala, déjala enfriar y vuelve a repetir el proceso. Si es necesario, puedes repetir el proceso de curado un total de 3 o 4 veces.[9]

Método 3
Método 3 de 3:
Darle mantenimiento a una sartén de hierro fundido

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    Límpiala de inmediato. El hierro fundido es lo más fácil de limpiar después de cocinar, antes de que la comida pueda pegarse en la sartén. Apenas esté lo suficientemente fría, quita los restos de comida con papel toalla y enjuágala con agua caliente.
    • Si queda una capa de comida pegada en el fondo de la sartén, usa una mezcla de sal kosher y vinagre para restregarla y quitarla con papel toalla. A continuación, enjuaga la sartén con agua caliente para asegurarte de quitar todos los restos de vinagre.
    • También puedes quemar la comida pegada. Pon la sartén en el horno a una temperatura muy alta. La comida se convertirá en ceniza, que podrás quitar de la sartén con un cepillo una vez fría. Si empleas este método, tendrás que volver a curar la sartén, ya que el curado también se quemará.
    • No utilices líquido lavavajillas ni un cepillo de alambre sobre el hierro fundido. De lo contrario, arrancará el curado, lo cual quitará la superficie antiadherente, hará que la humedad reaccione con el metal y se cree óxido.
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    Asegúrate de secar la sartén por completo. Después de enjuagar y quitar la comida, seca la sartén por completo. Usa un secador de cocina seco para hacerlo y procura no dejar ninguna grieta sin secar. También asegúrate de secar la parte trasera.
    • Puedes poner la sartén al revés sobre el quemador que has usado para cocinar, si el quemador todavía sigue un poco caliente. Esto ayudará a que la sartén seque más rápido.
    • Para estar todavía más seguro de que está seca, ponla a calentar en el horno por unos cuantos minutos.
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    Vuelve a curar la sartén periódicamente. Cada vez que se cocina con una sartén de hierro fundido, el aceite usado la penetra y ayuda a mantenerla curada. Sin embargo, si quieres ser de ayuda, asegúrate de que la sartén siga siendo completamente antiadherente repitiendo el proceso completo de curado de vez en cuando, en especial si has tenido que usar vinagre y sal para limpiarla.
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    Guarda la sartén en un lugar seco. Asegúrate de que no le caiga el agua de otros utensilios de cocina. Si vas a guardarla con otros utensilios, fórrala con un secador de cocina seco o papel toalla para proteger la superficie del hierro fundido.[10]

Advertencias

  • No laves la sartén con líquido lavavajillas ni un estropajo que raye, sino quitará la capa protectora que tanto te ha costado hacer.

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Resumen del artículoX

Para curar una sartén de hierro fundido que es nueva, primero lávala con agua y jabón. Sécala bien y luego, utilizando un papel toalla, aplícale una capa de aceite vegetal o de oliva. Luego, coloca la sartén en el horno durante 2 horas a 175 °C. Retírala del horno y déjala enfriar. Luego, repite el proceso 2 veces más. Calentar la sartén en el horno permite que el aceite se le adhiera al calentarse y crea una superficie fuerte y antiadherente que no se le desprenderá al cocinar los alimentos. Para darle mantenimiento a la sartén de hierro fundido curada, lávala inmediatamente después de usarla. Usa tu mano o un paño suave y una mezcla de sal y agua para limpiar las partículas de comida. Nunca uses jabón, ni esponjas o cepillos duros en una sartén de hierro fundido curada. Esto puede raspar la capa de curado, puede dañar la superficie antiadherente y puede permitir que la humedad reaccione con el metal y crear óxido. Luego, seca bien la sartén. Colócala sobre una hornalla a fuego lento durante unos minutos. Cuando el agua se evapore, agrégale una fina capa de aceite a la sartén con una toalla de papel para terminar. Si lo que deseas es limpiar y volver a curar una sartén de hierro fundido oxidada, sumérgela en una solución de 1 parte de vinagre blanco y 1 parte de agua durante 3 horas. Enjuaga la solución, luego vuelve a curar la sartén de hierro fundido como si estuvieras curando una sartén nueva. Si quieres consejos para volver a curar una sartén, ¡sigue leyendo!