¿Te agrada hacer sentir bien a otros? ¿Te encanta hacerlos sentir especiales? La mejor manera de hacerlo es con un buen masaje. Este artículo incluye varias maneras diferentes de ayudar a un ser querido a relajarse luego de un largo día de trabajo.

Método 1
Método 1 de 4:
Preparación

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    Consigue una cama. Lo primer que necesitas es una cama suave y limpia (y lo ideal es que sea firme). Es esencial que tenga sábanas limpias.
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    Pídele a la persona que se acueste sobre su estómago y que se quite la camisa.
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    Limpia y desinfecta tus manos.
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    Consigue un poco de aceite para masajes y vierte una cantidad generosa en tus manos. Frota tus manos una contra la otra hasta que se entibien. Si no tienes aceite para pasajes, puedes utilizar aceite de bebé o vaselina.

Método 2
Método 2 de 4:
Masaje de espalda

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    Comienza en la mitad exacta de la espalda de la persona, con las manos en posición de aplauso.
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    Mantén el contacto con el cuerpo en todo momento, incluyendo cuando estés echando más loción. Esto evita que sobresaltes a la persona cuando vuelvas a tocarla.
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    Comienza a pasar la palma de ambas manos en direcciones opuestas: desliza una mano hacia el hombro derecho y la otra hacia la cadera izquierda. Luego vuelve a deslizarlas en sentido contrario, hasta que se junten de nuevo en posición de 'aplauso'. Repite esta acción por un rato.
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    Coloca los brazos sobre la espalda del cliente. Frota los brazos hacia atrás y adelante y hacia arriba y abajo, siempre con ambos brazos.
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    Trabaja en dirección hacia la parte delantera de la persona, pero manteniendo siempre las manos en su espalda.
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    Aprieta y empuja la parte baja de la espalda.
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    Comienza a hacer movimientos circulares a lo largo de la espalda, en dirección a sus hombros.
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    Agarra el hombro con firmeza y 'estrújalo', presionando la punta de los dedos obre él.
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    Haz movimientos circulares a lo largo de la columna, yendo hacia adelante y atrás varias veces.
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    Desliza tus manos hacia el centro de la espalda y júntalas de nuevo en posición de 'aplauso'.

Método 3
Método 3 de 4:
Masajes de toques variados

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    Varía la fuerza de los masajes de suave a firme. Puedes arrastrar suavemente los dedos como si estuvieras haciendo cosquillas y alternar con niveles intermedios de presión.
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    Otra forma de variar los masajes es con el movimiento de machete. Relaja las manos y golpea suavemente la espalda de la persona en movimientos de machete. Recuerda que la presión debe venir del brazo y no debes hacer resistencia con los dedos o la muñeca.
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    No utilices solo las manos. Puedes alternar el masaje con las manos con el uso de tus codos. Debes hacerlo suavemente para no causar dolor y ¡ten cuidado de no cruzar la columna de la persona con esta técnica! El masaje con los codos es particularmente efectivo para los masajistas con manos débiles o cansadas.
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    El masaje con los nudillos también es efectivo pero, al igual que en el caso de los codos, debes usar esta técnica con precaución en cuando a la intensidad y el área del masaje.
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    Otra variación de masaje es pellizcar la piel. Si la persona no tiene demasiada piel suelta, es una técnica que la hará sentir muy bien. Pellizca la piel con ambas manos, colocando el pulgar, el índice y el dedo medio a 2,5 cm de distancia. Luego, 'pellizca' presionando hacia abajo y bajando unos centímetros. A continuación, agarra otros centímetros de piel, dejando que la piel pellizcada anteriormente se deslice por debajo de tu pulgar. El índice y el pulgar se van arrastrando mientras el pulgar mantiene todo en su lugar. La mejor área para esta técnica es a un costado de la columna, pero no encima de ella. Continúa con este movimiento hasta que llegues a un área en que sea difícil agarrar la piel.

Método 4
Método 4 de 4:
Masaje con piedras calientes

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    Recolecta al menos seis piedras de superficie suave que quepan bien en tu mano. Límpialas muy bien antes de usarlas.
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    Calienta las piedras en agua en una olla a presión.
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    Calienta las piedras a temperatura baja por media hora.
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    Retira las piedras utilizando tenazas y descarta el agua.
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    Coloca una pequeña pila de piedras en la parte baja de la espalda de la persona.
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    Coloca las piedras más grandes sobre la columna y los hombros.
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    Desliza una de las piedras a lo largo de la parte baja de la espalda. No cruces la columna, los huesos o las articulaciones.
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    Desliza la misma piedra por la parte superior de la espalda y por el cuello.

Consejos

  • Lava y desinfecta las piedras antes y después de cada uso.
  • Antes de realizar un masaje, pídele a la persona que te indique sus preferencias y si hay alguna técnica que le cause dolor.
  • Usa toallas y sábanas limpias durante el masaje.
  • Lava y desinfecta tus manos antes de dar un masaje.
  • Siempre debes "calentar" la piel antes del masaje con la técnica de 'effleurage' (similar al movimiento que se realiza al aplicar loción o aceite). Luego, el masajista puede utilizar otras técnicas como la 'tapotement' (posición de aplauso) y la petrissage (pellizcar). La técnica de effleurage no solamente calienta el área, sino que también permite comenzar a acostumbrar la espalda de la persona al tacto. También puedes aplicar agarres de descanso para que el cliente se acostumbre al tacto.

Advertencias

  • Al realizar un masaje con piedras calientes, ten cuidado de que la piedra no esté demasiado caliente. Aún si está lo suficientemente fría como para agarrarla con la mano, puede que se sienta mucho más caliente sobre la espalda de la persona.
  • No realices masajes de piedras calientes en mujeres embarazadas o niños pequeños.
  • No utilices cualquier piedra que encuentras para los masajes. Compra piedras especiales en alguna tienda de artículos de belleza. Si calientes cualquier piedra, es posible que se rompa o se agriete.
  • Si utilizas aceite de aromaterapia, ten cuidado con las alergias o la sensibilidad que pueda tener la persona.
  • No realices masajes a personas con moretones o problemas cardíacos (especialmente con problemas cardíacos).
  • No realices masajes a personas con anorexia, diabetes, venas varicosas o heridas abiertas.

Cosas que necesitarás

  • Cama limpia
  • Toallas y sábanas limpias
  • Crema o aceite de masajes
  • Piedras para masajes
  • Aceites de aromaterapia (opcional)
  • Loción (opcional)

Referencias

  1. Secretos de los Masajes con Piedras Calientes y Aromateriapia (Guía Esencial de la Salud y el Placer), por Margie Hare.

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