Las elecciones presidenciales son el “evento principal” de la política norteamericana y abarcan por mucho las decisiones políticas más discutidas e investigadas. Sin embargo, esto no hace que la decisión sea más fácil. En cambio, la gran cantidad de noticias y opiniones sobre las carreras presidenciales hacen que sea incluso más difícil tomar una decisión. Sin embargo, todo lo que necesitas para tomar una decisión informada es un poco de investigación y tiempo para reflexionar sobre tus creencias. Así harás que la democracia se mantenga sólida en los EE. UU. por décadas.

Método 1
Método 1 de 3:
Identificar tus perspectivas políticas

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    Reflexiona sobre los problemas que consideres más importantes. No te dejes llevar solo por un buen discurso o el punto de vista de tu amigo: primero elige lo que te guste y luego analiza a los candidatos. Estos son algunos temas y problemas a tener en cuenta:
    • Guerras y paz: ¿EE. UU. debe ir a la guerra para luchar contra los abusos de los derechos humanos o solo por sus intereses?
    • Prioridades económicas: ¿se debe dar libertad total a las empresas, o las leyes y los reglamentos comerciales son vitales para proteger a los consumidores?
    • Responsabilidad social y moral: ¿el trabajo del presidente es influir en el “carácter moral” del país o este se encuentra más allá del alcance del Gobierno?
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    Toma una prueba de espectro político en línea para identificar tu postura con rapidez. Puedes encontrar estas páginas de forma fácil con una búsqueda rápida en Google. Estas brindarán de 15 a 20 preguntas sobre diversas cuestiones y te mostrarán la manera en la que cada candidato ha respondido a las mismas preguntas. Busca encuestas que respalden sus afirmaciones citando la postura de cada candidato en lugar de solo mencionarla, y responde 2 o 3 de ellas para tener una mejor idea de tu postura. Estos cuestionarios son simples, pero sólidos; y son recursos fantásticos sobre los cuales basar una mayor investigación, discusión y decisiones. Prueba las siguientes páginas:
    • iSideWith.com
    • VoteSmart.com
    • WhoShouldYouVoteFor.com
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    Aprende sobre las dos categorías amplias de pensamiento político en Estados Unidos. En términos generales, los norteamericanos suelen dividirse en dos escuelas del pensamiento político, y cada una corresponde (en cierta medida) a un partido político. Si bien las personas y los candidatos se encuentran en un punto del espectro, conocer las tendencias más amplias es una buena manera de empezar a identificar con quién y con qué estás de acuerdo.
    • Conservadores, partidos de derecha, republicanos y constitucionalistas:
      • El Gobierno nunca debe intervenir en la vida de las personas y las empresas.
      • La constitución suele ser infalible.
      • Los valores morales y sociales sólidos son vitales para la fortaleza del pueblo norteamericano.
      • Una presencia militar marcada es esencial.
      • Las empresas privadas con libertad para actuar son esenciales para el desarrollo económico.
    • Liberales, partidos de derecha, demócratas y progresistas:
      • El Gobierno debe intervenir para proteger a la minoría y los grupos discriminados.
      • La Constitución fue escrita hace 200 años y necesita una revisión ocasional.
      • No es la función del Gobierno regular la vida social o moral.
      • La diplomacia debe vencer a las guerras siempre que sea posible.
      • Las empresas privadas deben someterse a regulaciones para evitar los abusos.
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    Considera la trayectoria actual del país y préstales atención a las tendencias a largo plazo. Trata de contemplar el panorama general y estudia los últimos 4 a 8 años en lugar de los últimos 4 a 8 meses. Considera las áreas mencionadas más adelante, investigando según sea necesario para conseguir la información que no encuentres. Pregúntate si las cosas son mejores o peores de lo que eran cuando el actual presidente asumió el poder. Si son mejores, votar por los candidatos del mismo partido (por ejemplo, demócratas, si te agradó el gobierno de Obama) suele continuar estas políticas:
    • Desarrollo económico: ¿el desempleo es mayor o menor de lo que era cuando el actual presidente asumió el poder? ¿Cómo ha cambiado el PBI o la brecha salarial?
    • Situaciones tensas con otros países: ¿estamos involucrados en más disputas, peleas o problemas ahora o cuando el presidente asumió el poder? ¿Cuántos soldados norteamericanos perdieron la vida en las guerras bajo su mandato?
    • Asuntos internos: ¿la tasa de delincuencia ha aumentado o disminuido? ¿Cómo ha cambiado la pobreza?
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    No votes solo por tu afiliación a un partido político en lugar de usarlo como una base. El motivo más común por el cual elegir a un candidato es que comparte el mismo partido político que tú. Sin embargo, para cada grupo (republicanos, demócratas o independientes), la afiliación política no dicta las posturas de un candidato por completo. Las posturas de los partidos políticos importan. Por ejemplo, si crees que el Gobierno no debe regular las empresas, debe tomar medidas enérgicas en torno al orden social y moral, y necesita una milicia agresiva, es más probable que votes por un candidato republicano. Sin embargo, recuerda que el candidato es más importante. A pesar de que los republicanos pertenecen a partidos que luchan contra el matrimonio gay y las leyes para baños transgénero, el candidato republicano del 2016 Donald Trump indicó que estas no son sus posturas o prioridades, y que no trabajaría en ellas.
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    Busca puntos en los que estés de acuerdo con los candidatos, en lugar de preocuparte por las difamaciones y los ataques. Muchos medios de noticias se enfocan en los momentos “electrizantes” de los debates, y resaltan las diferencias en lugar de las propuestas y las políticas. Sin embargo, recuerda que vas a votar por un candidato, no contra otros. Pueden desagradarte las ideas y políticas de un candidato, y votar contra estas creencias. Sin embargo, es algo totalmente diferente y más peligroso votar basándote en ataques, apodos o cuestiones no políticas (como la raza o el sexo).
    • Formula tu investigación como “¿Por qué debería votar por X?”, en lugar de “¿Por qué no debería votar por Y?”. Los candidatos siempre dirán cosas negativas sobre sus rivales, así que enfócate en lo positivo y las propuestas.

Método 2
Método 2 de 3:
Investigar sobre los candidatos de forma justa

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    Concéntrate en las propuestas concretas, no las promesas o generalizaciones ambiguas. Cualquier candidato puede decir “Quiero reducir los impuestos y generar empleos”. Sin embargo, los mejores candidatos irán más allá y dirán cómo van a hacerlo. Evita las promesas pomposas y vacías, y concéntrate en los aspectos específicos. Una buena propuesta debe cumplir lo siguiente:
    • Se basa en un plazo: habrá una noción de cuándo se realizarán las medidas o cómo implementar los planes de forma gradual.
    • Aborda los problemas específicos con requerimientos específicos: “generar empleos” no es un plan. Generar empleos en Dakota del Norte al subsidiar (ayudar a pagar) nuevas granjas de paneles solares es un plan.
    • Reconoce las dificultades: ningún plan es perfecto, pero los mejores candidatos señalan en qué punto el suyo podría fallar y recomiendan maneras de solucionar estos inconvenientes antes de que se conviertan en problemas.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Bridget Connolly

    Bridget Connolly

    Activista política
    Bridget Connolly ha sido voluntaria en campañas políticas a nivel local y federal durante más de 10 años, sobre todo para la campaña de Obama de 2008 en Nevada y la carrera de Josh Harder para el congreso en 2018. Ha ido de puerta en puerta para ayudar a registrar votantes y conseguir sus votos tanto en California como en Nevada.
    Bridget Connolly
    Bridget Connolly
    Activista política

    Investiga sobre cada candidato para determinar si sus puntos de vista representan el tuyo. Bridget Connolly ha trabajado en campañas locales y federales en California y Nevada, y nos indica lo siguiente: “El internet es un recurso fantástico para investigar sobre los candidatos. Visita la página web de cada uno y aprende sobre otros partidos y sus candidatos a fin de determinar quién coincide en mayor medida con tus posturas políticas. Por ejemplo, si la economía te importa mucho, podrías votar por un candidato con un trasfondo empresarial”.

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    Préstales mucha atención a tus sesgos personales. Tener sesgos no siempre es malo. Al fin y al cabo, si no tuvieras preferencias por ciertas ideas o políticas, nunca podrías votar. Si bien todas las personas tenemos sesgos, los votantes conscientes hacen un esfuerzo por asegurarse de que esto no los lleve a leer o ver únicamente historias con las que están de acuerdo. Un votante informado conoce sus sesgos y revisa otras opiniones a fin de garantizar que no pierda información vital de ambas partes involucradas.
    • Las páginas de recopilación de contenido como RealClearPolitics ofrecen artículos de toda la web, los cuales te ayudarán a conseguir noticias de una manera más equilibrada.
    • Haz un esfuerzo por mirar los programas y leer las columnas con los que no estés de acuerdo, al menos de vez en cuando. Ambas partes estarán sesgadas, lo que significa que ambas omitirán algunas cosas y harán énfasis en otras. Lo mejor es revisar esta información por tu cuenta.[1]
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    Lee material de verificación de hechos políticos para no dejarte engañar. Los datos objetivos y las cifras se discuten, retiran, editan, contradicen y olvidan en cada día de elecciones. Algunos de ellos son puntos de conversación muy importantes, mientras que otros son ataques y difamaciones sutiles. Lo más importante que debes recordar de todos ellos es que el simple hecho de que un candidato haya dicho algo no significa que sea verdad. Las páginas web como Politfact.com., Snopes y FactChecker.org son esenciales para conocer de forma profunda las cuestiones y los datos clave, en especial durante una elección contenciosa.
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    Mantente informado a lo largo de las elecciones. El simple hecho de que creas haber tomado una decisión no significa que debas dejar de prestar atención. Las elecciones en EE. UU. son largas con el fin de hacer que los candidatos aborden a un amplio espectro de votantes y cuestiones. Además, los acontecimientos actuales siempre cambian el mundo con el que el próximo presidente debe lidiar, lo que puede cambiar lo deseable que sea o su eficacia. Por ejemplo:
    • En octubre de 2008, la recesión global estaba empezando y los candidatos John McCain y Barack Obama tenían que responder de forma apropiada. Cuando McCain afirmó que la economía de EE. UU. era sólida justo una semana antes de su colapso, mostró una falta de criterio económico que algunos consideran que le costó las elecciones.[2]
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    Ten en mente a los partidos bisagra e investiga sobre todos los candidatos de forma justa. Si no hay nadie que te emocione en las dos corrientes políticas principales, tendrás otras opciones. Ignora a quienes digan “Un voto por un partido bisagra es un voto desperdiciado”. El punto de nuestra democracia es que tu voz cuente tanto como la de cualquier otra persona, incluso si no coincide con las corrientes principales. Además, votar por un partido bisagra puede tener beneficios para tus ideas políticas, como los siguientes:
    • Estos partidos reciben financiamiento federal según la cantidad de votos que reciban, lo que puede ayudarlos a seguir presentando candidatos y promover ideas.
    • El apoyo significativo a estos partidos puede hacer que los partidos principales estén de su lado, ya que los demócratas y republicanos modifican sus posturas para ganarse a los votantes indecisos.[3]

Método 3
Método 3 de 3:
Comprender el rol del presidente

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    Busca un temperamento y una personalidad que te gustaría que representen a la nación. Uno de los roles más importantes del presidente es el de embajador del mundo. Él debe reunirse con líderes de todo el mundo y conversar con ellos, y un presidente de los EE. UU. es un mediador vital para los acuerdos y las negociaciones de paz. Para bien o para mal, EE. UU. suele ser la cabeza diplomática de los principales tratados y conversaciones. Asegúrate de votar por alguien que pueda soportar la presión de estas conversaciones con amabilidad y desenvoltura.
    • ¿Cómo responde el candidato a las críticas o los comentarios? ¿Mantiene la compostura o pierde los estribos?
    • ¿Cómo responde a una crisis o tragedia? ¿Sus discursos tienen un tono que inspira y lidera en los momentos de necesidad?[4]
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    Considera a las personas que el candidato contratará si gana. Las personas a las que elija para trabajar con él son tan importantes como las políticas que promulgue, ya que cada autoridad moldeará las leyes y políticas en los próximos años. Además, el presidente puede contratar a más de 10 000 personas en cada mandato.[5] Las personas a las que les delegue trabajo moldearán la percepción de su gobierno en gran medida, más que cualquier promesa de campaña. Si bien no sabrás con exactitud a quién contratará, hay maneras de tener una buena idea de sus inclinaciones:
    • Un vicepresidente suele ser un consejero y suplente de confianza, quien representará al presidente en las discusiones y negociaciones, y lo asesorará en las situaciones importantes. ¿Cuál es su trayectoria y qué suele apoyar o rechazar?
    • ¿A quién elige el candidato para que hable en su nombre? Otros políticos que realizan campañas a favor de un candidato suelen competir por un puesto en la administración si gana. ¿Estás cómodo con la idea de que estas personas también lideren el país?
    • ¿A qué presidentes admira el candidato? ¿Qué rasgos parece respetar de los demás? ¿La sinceridad, la experiencia, la inteligencia, el valor, el éxito empresarial o algo más?[6]
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    Préstale atención a la Corte Suprema, en especial los cargos que pronto podrían estar disponibles. Sin lugar a dudas, uno de los deberes más importantes del presidente es designar a los jueces de la Corte Suprema, los cuales servirán por toda su vida y toman las que podrían ser las decisiones más duraderas e importantes en el país. Por ejemplo, en las próximas elecciones, quien gane probablemente designará un cargo disponible de inmediato, y la corte está dividida entre jueces liberales y conservadores. Esto significa que quien gane las elecciones probablemente tendrá a toda la corte a su favor, por lo menos hasta que el siguiente juez muera o se retire.
    • Considera los casos importantes recientes de la Corte Suprema y averigua en internet qué es lo que cada candidato opina sobre ellos. Si estás de acuerdo con su evaluación, probablemente también lo estés con las personas que designen para la corte.
    • Los presidentes tienen de 4 a 8 años de mandato. Esto significa que todo juez de más de 80 años correrá el riesgo de retirarse en el límite de su periodo, lo que significa que el presidente podrá elegir a un juez más. Mientras más jueces estén cerca de este punto, mayor será la seriedad con la que debas tener en cuenta a la Corte Suprema cuando decidas.[7]
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    Toma nota de lo bien que el candidato trabaje con sus oponentes. La democracia en los EE. UU. está repleta de controles y contramedidas que evitan que un presidente dirija al país por completo. Esto es algo positivo, pero también significa que debes tomar con pinzas toda promesa extravagante, en especial si el partido opuesto se opone enérgicamente a ella. El presidente suele dictar las políticas, pero en realidad no redacta las leyes.
    • ¿En qué cuestiones indican los candidatos que no pueden ceder? ¿Crees que no se puede ceder o puedes notar algún punto en común?
    • ¿Alguna vez has encontrado evidencia de que el candidato puede trabajar con sus oponentes para poder progresar (como votos o proyectos de ley en el Congreso, trabajar como gobernador o líder con asambleas legislativas estatales en desacuerdo, etc.)? ¿Puede apartar los problemas pequeños por un bien mayor?[8]
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    Haz énfasis en la política exterior cuando investigues sobre los candidatos, ya que esta es la mayor área de influencia del presidente. Si bien las decisiones económicas son importantes, son procesos que duran décadas y que por lo general también están a cargo del Congreso y el Sistema de Reserva Federal, no solo el presidente. Los problemas sociales (como el matrimonio gay o el aborto) requieren que se promulguen leyes y sentencias judiciales, y son pocas las que el presidente puede establecer de manera unilateral. Sin embargo, en los últimos años el presidente ha adoptado un rol principal en nuestra interacción con otras naciones (como tomar decisiones sobre las guerras y la paz) y el Congreso no ha adoptado un rol muy activo.
    • Si bien es el Congreso quien aprueba la participación en las guerras, EE. UU. no ha tenido una autorización formal del Congreso desde la Segunda Guerra Mundial. En su lugar, el presidente ha usado su autoridad constitucional como comandante en jefe para dirigir las “intervenciones militares”. Hay ocasiones en las que han tenido la autorización del Congreso (Afganistán e Irak), y otras en las que no (Libia).[9]

Consejos

  • No tienes que tomar esta decisión de forma apresurada, y no hay nada de malo con cambiar de opinión. Es más, esperar y responder a los hechos más actuales suele ser la manera más informada de votar.
  • Nunca existirá la presión de contarle a alguien por quién vas a votar. Votar es un acto muy privado, y puedes mantenerlo así si lo deseas.

Advertencias

  • Si no te tomas el tiempo de votar, no tendrás derecho a quejarte si el candidato que consideras más calificado no gana.

Acerca de este wikiHow

BC
Coescrito por:
Bridget Connolly
Activista política
Bridget Connolly es coautor(a) de este artículo, un(a) miembro de confianza de la comunidad de wikiHow. Bridget Connolly ha sido voluntaria en campañas políticas a nivel local y federal durante más de 10 años, sobre todo para la campaña de Obama de 2008 en Nevada y la carrera de Josh Harder para el congreso en 2018. Ha ido de puerta en puerta para ayudar a registrar votantes y conseguir sus votos tanto en California como en Nevada.
Categorías: Activismo social