Todas las personas necesitan un día libre de vez en cuando. Si solo quieres relajarte y rejuvenecer, lo único que tienes que hacer es realizar algunas preparaciones con anticipación. Un día de spa o de no hacer nada, escoge la opción que te hará sentir más relajado.

Método 1
Método 1 de 4:
Prepararte para ese día

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    Despeja tu horario. Es obvio que no querrás tener que ir corriendo al dentista en tu día de relajación. Reprograma las citas que tengas para ese día, pues así, lo tendrás completamente libre.
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    Hazles saber a todos que no estarás disponible. Si será un día de semana, pide tiempo libre en el trabajo y crea un mensaje de correo electrónico que diga “fuera de la oficina” con el fin de comunicarle a los demás que volverás al día siguiente. Dile a tus amigos y familiares que no estarás la mayor parte del día, a menos que quieras mimarte con algunos de ellos, lo que también podría ser divertido.
    • La manera en que te tomas ese día libre dependerá de ti. Sería bueno programarlo con unas semanas de anticipación y utilizar uno de tus días de vacaciones remuneradas. Sin embargo, también podrías tomarte un día por enfermedad para atender tu salud mental, si tu jefe está dispuesto a aceptar la idea.[1]
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    Programa tu teléfono para responder solo emergencias. Muchos teléfonos inteligentes tienen la opción de permitir que entren solo algunas llamadas (de tus amigos cercanos y familiares) o de solo registrar una llamada cuando una persona ha llamado en múltiples ocasiones (como sucede cuando estamos en una emergencia). Intenta configurar tu teléfono con una programación así para que nadie pueda comunicarse contigo a menos de que sea realmente necesario.
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    Tómate un momento para despejar tu mente. Al comienzo del día, debes cerciorarte de que tu estado mental sea el adecuado para relajarte, lo que quiere decir que debes dejar de aferrarte a tus preocupaciones. Una forma de desestresarte es tomarte un tiempo para respirar profundamente varias veces.[2]
    • Prueba cerrar los ojos y concentrar toda tu atención en tu respiración. Inhala lentamente y cuenta hasta cuatro antes de exhalar. También debes contar hasta cuarto durante la exhalación. Asegúrate de que tu respiración sea profunda y que salga de tu diafragma. Concentra tu atención en ella hasta que sientas que tu estrés se vaya atenuando.
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    Cierra las pantallas. Sin duda es posible que quieras ver televisión o una película en un día de relajación; pero trata de apagar cualquier otro dispositivo tecnológico, como tu laptop y tu tableta. Cuando tienes acceso a la tecnología, podrás acceder a tu correo electrónico y si te es posible abrirlo, también podrías estresarte. Además, podrás ver las noticias, que dejarán que el estrés se inmiscuya en tu día. Trata de tomarte un descanso del Internet aunque sea por un día.[3]
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    Pasa por alto los relojes. De ser posible, apaga o cubre todos tus relojes. Pasa tu día alejado de un horario. Simplemente disfrútalo a tus anchas y haz lo que quieras hacer.[4]
    • No te ciñas a un programa. Si decides por anticipado que quieres trabajar en tu jardín pero no te da ganas de hacerlo conforme va transcurriendo el día, no te preocupes. Simplemente haz lo que tengas deseos de hacer.[5]
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    Escoge buena música. No importa mucho qué música sea, siempre que te ponga de buen humor. Déjala tocando de fondo mientras realizas tus actividades a lo largo del día.[6]
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    Escoge tu enfoque principal para el día. Decide de qué manera quieres pasar la mayor parte del día. Puedes tener un día de spa y mimarte con tratamientos de este tipo. Otra opción es tener un día de no hacer nada en el que veas tus películas favoritas y comas tus tentempiés preferidos. Simplemente escoge lo que te dé más ganas de hacer y lo que te relajará más.
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Método 2
Método 2 de 4:
Crear un día de spa

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    Toma un baño. El agua caliente te ayudará a relajar los músculos mientras dejas que tus preocupaciones se esfumen. Incluso podrías agregar una o dos bombas de baño para mimar tu piel mientras estés sumergido en el agua.[7]
    • Puedes encender algunas velas en el baño para crear un ambiente tranquilizante.[8]
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    Aplícate una mascarilla facial. De por sí, una mascarilla puede ser relajante, pero además, hará que tu piel se sienta bien. La solución más sencilla es utilizar una versión que encuentres en tiendas; sin embargo, es posible hacer una mascarilla sencilla en casa con unos cuantos ingredientes. Aplasta un par de fresas, agrégales un chorro de miel y yogur natural, y combina los ingredientes. Después, aplícate la mezcla en la cara y finalmente, enjuágatela después de 15 minutos.[9]
    • En el caso de una mascarilla de tienda, sigue las instrucciones del envase sobre el tiempo que debes dejártela puesta.
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    Prueba un tratamiento de aceite caliente. Este tratamiento puede relajarte simplemente debido a que se sentirá tranquilizante en tu cabeza; además de contribuir a humectar y rejuvenecer el cabello. Después, este quedará más sedoso y brillante.[10]
    • Para elaborar un tratamiento de aceite caliente, solo tienes que verter un poco de aceite de oliva en un bol pequeño, pueden ser un par de cucharadas más o menos. Agrega un chorro de aceite de coco y una o dos cucharadas de miel. Calienta los ingredientes en el microondas durante 15 segundos más o menos, pero no dejes que se recalienten. A continuación, mézclalos.[11]
    • Utiliza una brocha de pastelería para aplicarte la mezcla en el cabello desde las raíces hasta las puntas. Métetelo en un gorro de baño o envuélvelo con film plástico. De ser posible, déjate el tratamiento por varias horas y luego enjuágalo con un lavado.[12]
    • No necesitarás los tres ingredientes si no cuentas con ellos. Puedes utilizar solo uno de los aceites (sin la miel), si es lo único que tienes.
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    Prepara un exfoliante de azúcar. Este producto es muy fácil de hacer con ingredientes que tendrás a la mano y lo puedes utilizar para exfoliarte la piel, eliminando las células secas y muertas. Para preparar el exfoliante de azúcar, mezcla una medida de aceite (como el de coco o de oliva) y dos medidas de azúcar morena (en último caso, puedes utilizar la blanca). Además puedes agregar un aroma con algún aceite esencial o incluso una o dos pizcas de canela que tengas en la alacena.[13]
    • Si utilizas aceite de coco, caliéntalo en el microondas por uno o dos minutos para que se derrita antes de agregarle el azúcar.
    • Para utilizar el exfoliante, simplemente frótalo en tu piel con las manos y después enjuágalo.
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    Prueba un tratamiento para pies. Cómprate una crema densa para pies. Moja una toalla y asegúrate de quitarle el exceso de agua sacudiéndola o exprimiéndola. Luego, caliéntala en el microondas durante unos 60 segundos. Una vez que esté lista, aplícate la crema en los pies y envuélvetelos con la toalla. Déjalos así por unos 15 minutos.[14]
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    Píntate las uñas. Sin duda alguna, una de los mejoras aspectos de ir al spa es terminar con unas uñas bonitas, lo que puedes hacer en casa también. Simplemente separa un poco de tiempo al final del día para pintarte las uñas de las manos y los pies. No te olvides de aplicarte una capa de esmalte de base y una capa final para que dure más tiempo.[15]
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Método 3
Método 3 de 4:
Tener un día de no hacer nada

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    Compra unos sabrosos tentempiés. Una de las claves para tener un día en el que no hagas nada es tener a la mano algunos de tus tentempiés favoritos. Escoge lo que te guste, como papas fritas y salsas, e incluso helados. Puedes pedir una pizza, si prefieres.
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    Toma una copa de vino. La mayoría de personas asocian la bebida con la relajación y, sin duda alguna, una o dos copas no te harán daño. Si quieres, abre una botella de tu chardonnay favorito y disfruta de una o dos copas.[16]
    • Sin embargo, no exageres, pues no querrás arruinar los efectos de un día relajante con una resaca a la mañana siguiente.
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    Prueba una bebida calientita. Si no tomas alcohol, no te preocupes. Prueba con café, té o chocolate caliente en lugar de alcohol, pues podrían ser muy reconfortantes, en especial si te permites una bebida que no consumes normalmente.[17]
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    Escoge algunas películas o programas de televisión para ver. Una buena forma de relajarte en casa es una maratón de tus películas o programas de televisión favoritos. Asegúrate de tenerlos disponibles antes de empezar el día. Puedes probar servicios para ver contenido en línea como como Neflix, Amazon Prime o Hulu.[18]
    • No tengas miedo de escoger una película triste. A veces, llorar a mares con una película puede ayudarte a lidiar con la realidad de lo que está sucediendo en tu vida.[19]
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    Acurrúcate con un buen libro. Si no te gustan las películas, cómprate un libro nuevo que sepas que te encantará. Acurrúcate con él todo el día debajo de una manta abrigadora.[20]
    • No es necesario que compres un libro, puedes pedirle prestado uno a algún amigo o sacarlo de la biblioteca. De hecho, puedes sacar libros digitales en la mayoría de bibliotecas si tienes un lector electrónico.
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Método 4
Método 4 de 4:
Relajarte y mimarte de otras formas

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    Trabaja en algo que te guste. Quizás no tienes el tiempo que quisieras para pintar o te gusta la jardinería pero no sales mucho al jardín que tienes atrás de tu casa. Separa un tiempo de este día para disfrutar de un pasatiempo que te encante. Esto no solo te hará más feliz, sino que puede ayudarte a desestresarte de lo que haya ocurrido en la semana.[21]
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    Prueba el yoga. Si te encanta el yoga, separa unos minutos en el día para hacer estiramientos, pues te ayudarán a relajarte y sentirte rejuvenecido.[22]
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    Toma un poco de luz solar. Pasa tiempo en tu patio trasero. La luz solar contribuye a reprogramar el horario de tu cuerpo, lo que te ayudará a sentirte más relajado por el resto de la semana. Además, simplemente estar afuera en la naturaleza podría contribuir a relajarte.[23]
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    Envíate flores. Las flores pueden contribuir a que te relajes y te sientas mimado, pero no tienes que esperar a que alguien te las envíe. Contrata un servicio que te las mande el día en que vas a mimarte.[24]
    • Si quieres una opción más barata, compra algunas flores en la tienda el día anterior.
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    Pide comida de un restaurante elegante. Hoy en día, la mayoría de las ciudades tienen servicios de reparto que distribuyen comida incluso de lugares de exclusivos. Averigua los servicios disponibles en tu ciudad, como GrubHub o Postmates, para ver de qué restaurantes hacen entregas. Escoge uno de tus favoritos para mimarte.[25]
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    Disfruta de un tiempo con tu familia. Seamos sinceros, a veces no podemos pasar suficiente tiempo con nuestras familias y mimarte podría significar concentrarte únicamente en estar con tus seres queridos. Si este es el caso, saca los juegos familiares, las películas y los libros para colorear, y disfruta de un tiempo en casa con tu familia.
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    Mímate con tu pareja. Tal vez, en lugar de pasar tiempo con toda la familia, solo quieras estar con esa persona especial para ti. Si es así, pueden tomarse un baño juntos, leerse el uno al otro o simplemente acurrucarse juntos en el sofá para ver una película.
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