Este artículo fue coescrito por Jurdy Dugdale, RN. Jurdy Dugdale es una enfermera registrada en Florida. Recibió su licencia de enfermería de la Junta de Enfermería de Florida en 1989.
En este artículo, hay 7 referencias citadas, que se pueden ver en la parte inferior de la página.
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Los bebés tienen el reflejo natural de chupar. No obstante, a algunos niños (e incluso adultos) podría serles difícil detener este hábito. Si quieres detener este hábito en tu hijo, habla con suavidad y calma cuando vayas a tocar este tema, y considera la posibilidad de establecer un sistema de recompensa para motivar a tu hijo. Por el contrario, si eres adulto, considera la posibilidad de tratar la causa de tu hábito (por ejemplo, estrés, aburrimiento o ansiedad). De cualquier modo, si quieres obtener resultados, ten paciencia y sé persistente.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Hacer que un niño pequeño deje de chuparse el dedo
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1Determina si este hábito resulta un problema. Chuparse el dedo es un comportamiento natural y normal en muchos niños, así como algo que les permite sentirse cómodos y aliviar su ansiedad. La mayoría de los niños dejan este hábito antes de entrar al jardín de niños, pero podría convertirse en un problema si notas algunos de los siguientes síntomas:
- Problemas dentales: en ocasiones, este hábito puede afectar la mordida de un niño (al producir una sobremordida), la alineación de sus dientes o el desarrollo del paladar.
- Problemas sociales: los niños que tienen este hábito puede ser víctimas de burlas, exclusión o bullying.
- Problemas médicos: realizar este hábito de manera persistente puede producir arrugas, rajaduras o agrietamiento en la piel del dedo. Asimismo, puede hacer que la uña crezca de la manera correcta o incluso llegar a provocar dolor en el dedo a causa de infecciones debajo y alrededor del lecho ungueal.[1]
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2Ten en cuenta los factores desencadenantes. Muchos de los niños que se chupan el dedo lo hacen únicamente en ciertas ocasiones, como cuando quieren dormir o están en el auto. Por su parte, otros lo hacen para calmarse cuando están lastimados o enojados. Es por eso que conocer los factores que desencadenan este hábito en tu hijo puede brindarte pistas para elegir el método más adecuado para ayudarlo a controlar su comportamiento.[2]
- Por ejemplo, si tu hijo se chupa el dedo cuando está enojado, podrías retirárselo de la boca con delicadeza y darle un abrazo u ofrecerle algunas palabras reconfortantes para ayudarlo a tranquilizarse. Mientras lo haces, asegúrate de no representar una amenaza y convertir esta experiencia en algo positivo.
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3Proporciónale a tu hijo un método alternativo tranquilizante. Los niños suelen chuparse el dedo para tranquilizarse, en especial los que son mayores. Si se les quita este método para calmarse, podrían sentirse más estresados sin la posibilidad de tener una forma de alivio. Por consiguiente, deberás darles a tu hijo otra actividad que le permita sentirse más tranquilo.[3]
- No utilices objetos (mantas o animales de peluche fuera de la hora de dormir), ya que puede perderlos u olvidarlos.
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4Utiliza recordatorios amables. Es posible que tu hijo ni siquiera se haya percatado de que se chupa el dedo. Si tiende a hacerlo de forma distraída, dale un recordatorio amable. Háblale con calma y amabilidad, y procura no enojarte con él. Asimismo, evita regañarlo o avergonzarlo, en especial frente a sus hermanos o amigos.[4]
- Podrías crear una señal especial para hacerle notar a tu hijo el momento en que se chupa el dedo. Esto puede ser de utilidad en caso de que no quieras avergonzarlo frente a otros niños.
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5Emplea un sistema de recompensas. Los niños pequeños adoran las recompensas, por lo que esta será una excelente forma de fomentar comportamientos específicos en tu hijo. Establece un sistema de recompensas simple que lleve un registro de su progreso y lo recompense por dejar de chuparse el dedo. Ajusta los comportamientos deseados según sea necesario (por ejemplo, chuparse el dedo 10 veces al día y luego reducir esa cantidad al cabo de una semana). Asimismo, asegúrate de explicarle que este hábito es normal, solo que no es algo que los niños mayores hagan. Esto le ayudará a entender la razón por la que reciben la recompensa.
- Por ejemplo, coloca una pegatina en el calendario por cada noche que tu hijo duerma sin chuparse el dedo. Al final de la semana, dale una pequeña recompensa, como una historia antes de dormir adicional o un juguete pequeño.
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6Sé constante. Para cambiar el comportamiento de un niño, la constancia suele ser clave. Si estableces un cuadro de recompensas, asegúrate de revisarlo todos los días y cumplir con las recompensas. Si le das recordatorios a tu hijo, hazlo de manera más constante posible. El hábito puede tardar un tiempo en desaparecer.[5]
- Puede haber momentos en los que te frustres con tu hijo o que parezca que no progresa. Sé constante y aliéntalo a tener éxito.
Método 2
Método 2 de 3:Reducir el hábito de chuparse el dedo en niños mayores
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1Conversa con él sobre su hábito. Es probable que tu hijo sea lo suficiente mayor como para que puedan hablar sobre su hábito y la forma de detenerlo. Siéntate con él y dile que este comportamiento puede afectar sus dientes, y que los niños pueden burlarse por eso. Pregúntale cómo se sentiría si eso pasara. Finaliza la conversación al preguntarle qué puede hacer en lugar de chuparse el dedo.[6]
- Darle información y opciones puede ayudarlo a sentirse en control en lugar de avergonzado o humillado.
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2Ayúdalo a lidiar con el estrés y la ansiedad. Es posible que los niños mayores no sepan cómo lidiar con el estrés, la incomodidad o la ansiedad, y podrían recurrir a chuparse el dedo para tranquilizarse. Habla con tu hijo sobre métodos para tranquilizarse y practíquenlos juntos. Ayúdale a reconocer los momentos en que comienza a sentirse estresado o ansioso, y luego lleven a cabo técnicas de relajación, tales como la respiración profunda.[7]
- Pídele que emplee sus sentidos para calmarse. Por ejemplo, pídele que respire profundamente tres veces o que cierre los ojos e imagine un bosque.
- Etiqueta su estrés como un monstruo de modo que pueda aprender a controlarse. Por ejemplo, puedes decirle: “Parece que el monstruo de tu ansiedad ha venido a visitarte. Respiremos profundamente tres veces para hacer que se vaya”.
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3Cúbrele el dedo. Al cubrirle el dedo, tu hijo no tendrá la misma sensación o gusto que si lo tuviera al descubierto, lo cual suele ser suficiente como para detener su hábito. Puedes utilizar un vendaje, un dedil, un títere pequeño para el dedo o un protector de pulgar. Si tu hijo se chupa el dedo principalmente por la noche, ponle un mitón o calcetín en la mano.
- Este puede ser un buen método para hacer que tu hijo comience a dejar este hábito. No obstante, probablemente debas retirarle la cubierta paulatinamente y usarla únicamente a la hora de dormir o cuando viajan.
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4Organiza una cita con el dentista. A tu hijo podría serle beneficioso tener una charla con un dentista profesional. Ver a un médico con un saco elegante puede ayudarle a tomarlo en serio y alentarlo a dejar de chuparse el dedo.[8]
- Si a tu hijo mayor le cuesta dejarlo, pídele al dentista que le coloque un protector bucal de modo que lo desanime de chuparse el dedo y preserve así sus dientes y mordida.
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5Ignora su comportamiento necesitado de atención. Tu hijo podría chuparse el dedo para llamar la atención o ver tu reacción. Quizás disfrute viéndote molesto o frustrado por su comportamiento. Si crees que este podría ser el caso, ignóralo por completo, ya que así le demostrarás que no pretendes involucrarte. De esta manera, lo más probable es que se detenga por sí solo.[9]
- Si tu hijo te dice “Oye papá, ¡mira!” y te muestra cómo se chupa el dedo, mantén la calma y no reacciones.
Método 3
Método 3 de 3:Dejar de chuparte el dedo si eres adolescente o adulto
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1Determina la razón por la que te chupas el dedo. Los adultos y adolescentes se chupan el dedo por la misma razón por la que lo hacen los niños: se siente bien hacerlo y es tranquilizante. Para algunas personas, simplemente es un mal hábito, mientras que para otras es un mecanismo para lidiar con el estrés. Mientras más comprendas la razón por la que te chupas el dedo, mejor podrás intervenir con un método eficaz.
- Lleva un diario. Cada vez que notes que te chupas el dedo, anótalo en tu diario. Determina cuándo ocurre y lo que piensas o sientes en ese momento.
- Presta atención a las situaciones que te llevan a chuparte el dedo. El solo hecho de ser consciente de tu hábito puede ayudarte a detenerlo.
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2Emplea herramientas disuasorias. Si no sabes dónde empezar, un excelente punto de partida puede ser el uso de métodos sencillos para disuadirte de chuparte el dedo. Ponte un anillo en el pulgar que te dificulte chupártelo. Asimismo, ponerte un calcetín durante la noche también puede ser de utilidad, sobre todo si realizas este hábito mientras duermes o estás distraído.
- Si bien estos métodos pueden ayudarte a detener este mal hábito, probablemente no sean soluciones a largo plazo.
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3Utiliza otros métodos para tranquilizarte. Independientemente de que este sea un mal hábito o un método para tranquilizarte, busca formas de sustituirlo por otra cosa. Tus alternativas podrían variar según el factor desencadenante de tu comportamiento. En especial si lo haces para lidiar con el estrés o la ansiedad, es importante que busques otra salida útil que también te resulte tranquilizante.[10]
- Si te sientes estresado o ansioso, respira profundamente algunas veces para calmar tu mente y cuerpo. Practica una técnica de relajación (por ejemplo, meditación o yoga) a diario con el fin de lidiar con los factores estresantes del día a día.[11]
- Si te chupas el dedo, también podrías tener otros hábitos que te gustaría cambiar. Busca algunos buenos hábitos tranquilizantes con los que puedas reemplazar los que ya no quieres tener.
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4Chupa algo más. Si chupar algo te tranquiliza y relaja, considera la posibilidad de probar algo que genere un menor impacto en tu vida social y en tu salud dental. Comienza a asociar este comportamiento con una recompensa. Por ejemplo, recompénsate comiendo una paleta o un caramelo duro.
- También puedes masticar una menta o un chicle para obtener una sensación similar.
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5Mantén las manos ocupadas. Probablemente tiendas a inquietarte o moverte como una forma de lidiar con el estrés o la ansiedad. Si mantener las manos ocupadas te ayuda a tranquilizarte, usa una pelota antiestrés u otro “juguete” para lograr este propósito. De esta manera, podrás enfocarte en algo táctil sin la necesidad de colocártelo en la boca.
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6Busca ayuda profesional. Algunos adultos se chupan el dedo a causa de problemas de ansiedad graves y no pueden dejar de hacerlo hasta que abordan el origen de ellos. Si crees que te encuentras en esta situación, busca la ayuda de un consejero, el cual podrá ayudarte a lidiar con el estrés y la ansiedad de una forma productiva y beneficiosa.[12]
- Ponte en contacto con una clínica de salud mental en tu localidad o con tu aseguradora para que te deriven donde un terapeuta. También puedes solicitar la recomendación de un médico o amigo.
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7Utiliza refuerzos negativos. Esta no es la manera más adecuada de ponerle fin a un hábito, pero es útil para algunas personas. Aplícate en el dedo una sustancia amarga o que sepa mal, o adopta el concepto del “frasco de promesas” y oblígate a pagar cada vez que recaigas. No obstante, ten en cuenta que este método probablemente no sea lo suficientemente disuasorio; simplemente es una forma de hacerte más consciente de tu comportamiento.
- Deja de usar el refuerzo negativo si te hace sentir avergonzado. Ten en cuenta que nunca debes sentir vergüenza cuando dejes un hábito.
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8Ten paciencia. Los hábitos no cambian de la noche a la mañana. Por consiguiente, sé paciente y ten en cuenta que no será sencillo lograrlo. Si recaes, perdónate sin la necesidad de castigarte. Mantén la disposición a seguir adelante pese a los contratiempos y sigue avanzando hacia tu meta.[13]
- Si recaes, identifica lo que te llevó a hacerlo de modo que puedas prevenir que surja la misma situación en el futuro. Por ejemplo, si te sintieras estresado, busca nuevas formas de manejarlo. Si te aburres, realiza actividades a las que puedas acceder o en las que puedas enfocarte en tu lista de cosas pendientes.
Referencias
- ↑ http://www.webmd.com/baby/features/breaking-thumb-sucking-habit
- ↑ http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/childrens-health/in-depth/thumb-sucking/art-20047038?pg=2
- ↑ http://www.mouthhealthy.org/en/az-topics/t/thumbsucking
- ↑ http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/childrens-health/in-depth/thumb-sucking/art-20047038?pg=2
- ↑ https://www.psychologytoday.com/blog/resolution-not-conflict/201201/lessons-thumbsucking-the-earliest-addiction
- ↑ https://www.kars4kids.org/blog/stop-thumb-sucking-older-children/
- ↑ http://www.mouthhealthy.org/en/az-topics/t/thumbsucking
- ↑ https://www.kars4kids.org/blog/stop-thumb-sucking-older-children/
- ↑ https://www.kars4kids.org/blog/stop-thumb-sucking-older-children/
- ↑ https://www.psychologytoday.com/blog/resolution-not-conflict/201201/lessons-thumbsucking-the-earliest-addiction
- ↑ https://www.helpguide.org/home-pages/stress.htm
- ↑ https://www.goodtherapy.org/learn-about-therapy/issues/anxiety
- ↑ https://www.psychologytoday.com/blog/resolution-not-conflict/201201/lessons-thumbsucking-the-earliest-addiction
Acerca de este wikiHow
Una de las cosas que puedes hacer para evitar que un niño pequeño se chupe el dedo es ofrecerle un método alternativo para que se tranquilice, como colorear o ver un libro de imágenes. Evita darle otro objeto de consuelo, como una manta, la cual podría perder u olvidar. También puedes crear un sistema de recompensas con pegatinas para animarlo y darle seguimiento a su progreso. Por ejemplo, puedes establecer una meta de chuparte el dedo menos de 10 veces al día la primera semana y luego reducir la meta la semana siguiente. Para encontrar más consejos de nuestra coautora enfermera registrada, como la forma de dejar de chuparte el dedo si eres adulto, ¡sigue leyendo!