Estudiar efectivamente es esencial para triunfar en la universidad, y muchos estudiantes universitarios nuevos descubren rápidamente que sus hábitos previos de estudio requieren de ajustes considerables. Para empezar a hacer el cambio, busca un espacio tranquilo y ordenado para estudiar. Estudia con una actitud positiva y con objetivos específicos en la mente. Si necesitas ayuda, no temas preguntar. Los profesores y los compañeros de clase están ahí para ayudarte a aprender. En poco tiempo, podrás desarrollar hábitos excelentes que te ayuden a sortear las dificultades de la universidad.

Método 1
Método 1 de 3:
Organizarte para estudiar

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    Crea un espacio consagrado al estudio. Busca un espacio tranquilo en el dormitorio o en algún lugar del campus en el que puedas concentrarte. Estudiar en el mismo lugar todos los días hace que tu cerebro asocie un entorno determinado con el trabajo. Esta medida te ayudará a concentrarte cuando empieces a estudiar.[1]
    • Escoge un lugar que sea tranquilo y en el que no haya distracciones. El sótano de tu dormitorio puede no ser una buena opción si es un lugar común para socializar, pero puedes estudiar en el escritorio ahí mismo.
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    Establece una hora regular para estudiar. Si estudias a la misma hora cada día, tu cerebro estará preparado para aprender cuando te sientes. Revisa tu horario y fíjate cuándo tienes tiempo libre. Programa una o dos horas para estudiar durante esos momentos del día.[2]
    • Puedes estudiar durante los intervalos entre clases o por la noche después de terminar con las clases del día.
    • Además de buscar horas que funcionen, busca horas en las que tengas más energía naturalmente. Si tiendes a sentir somnolencia por la tarde, haz algo relajante alrededor de las dos en punto y programa un tiempo de estudio en algún momento después de la cena.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Ted Dorsey, MA

    Ted Dorsey, MA

    Tutor de preparación para pruebas
    Ted Dorsey es un tutor de preparación para pruebas, autor y fundador de Tutor Ted, un servicio de tutoría SAT y ACT con sede en el Sur de California. Ted obtuvo una puntuación perfecta en el SAT (1600) y PSAT (240) en la escuela secundaria. Desde entonces, ha obtenido puntajes perfectos en el ACT (36), LA Prueba de Materia SAT en Literatura (800) y la Prueba de Materia SAT en Matemáticas Nivel 2 (800). Tiene una licenciatura en Inglés de la Universidad de Princeton y una maestría en Educación de la Universidad de California, Los Ángeles.
    Ted Dorsey, MA
    Ted Dorsey, MA
    Tutor de preparación para pruebas

    Cuando estás en la universidad, eres el responsable de motivarte para estudiar. En la universidad, te supervisarán menos, por lo que tendrás que buscar maneras de estudiar por tu cuenta. Toda tu calificación para una asignatura podría ser solo el exámen parcial y el final, y si no has estudiado hasta esos puntos, tendrás que estudiar de forma apresurada al final. Divide tu estudio en partes y reserva un tiempo cada día para revisar el material. Desarrollar estos hábitos será un regalo para tu persona, ya que son habilidades prácticas que darán frutos en tu vida adulta.

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    Organiza los materiales. Asegúrate de tener todo lo que necesitas para estudiar en el espacio de estudio. Si estudias en algún lugar de tu casa, mantén las cosas (como libros, lápices, plumas y papel) en esa área. Si sales para estudiar, invierte en una bolsa de libros con muchos compartimentos y mantén todos los útiles de estudio guardados ahí.[3]
    • Puede ayudar ir a una tienda de útiles de oficina para comprar cosas como cuadernos, cajas de lápices y otros aparatos de almacenamiento a fin de mantenerte organizado.
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    Elimina las distracciones. Al preparar tu espacio de estudio, es importante mantenerlo libre de distracciones. Elimina cualquier dispositivo tecnológico que te distraiga del trabajo (como un teléfono inteligente). Incluso puedes usar aplicaciones que bloqueen las páginas web que te distraigan (como Facebook) mientras estudies, lo cual te obligará a enfocarte en las páginas web académicas.[4]
    • Aleja de tu área de estudio cualquier otro material que pueda distraerte (como libros externos).
    • Si sales de tu dormitorio o de tu departamento para estudiar, no lleves nada que pueda distraerte potencialmente. Limítate a los útiles de estudio y deja en casa las cosas como tu iPod. Sin embargo, si estudias en un lugar ruidoso, quizás debas llevar auriculares si la música ayuda a que te concentres.
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    Descubre tus necesidades a través del ensayo y el error. La universidad consiste en la experimentación. Puede tomarte un tiempo encontrar tu ritmo cuando se trata de estudiar. Por algunas semanas, al principio del semestre, experimenta estudiando en horas y en lugares diferentes hasta que averigües cuándo y en dónde eres más productivo.[5]
    • Por ejemplo, estudia un día en tu dormitorio y al siguiente en una cafetería. Toma nota de en qué lugar te sientes más relajado y concentrado, y habitúate a estudiar ahí regularmente.

Método 2
Método 2 de 3:
Usar buenas técnicas de estudio

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    Crea un objetivo por cada sesión. Las sesiones de estudio son más efectivas si tienen alguna dirección. Estudiar ciegamente puede ser abrumador y quizás pierdas el tiempo tratando de descubrir por dónde empezar. Antes de cada sesión de estudio, averigua qué temas son más urgentes y establece objetivos.[6]
    • Por ejemplo, si estudias para un examen final de Matemáticas, concéntrate en un concepto cada día. Puedes estudiar multiplicación un día y cosas como división al siguiente.
    • También puedes establecer objetivos basados en los días de la semana. Por ejemplo, concéntrate en Matemáticas y en Ciencias los lunes y los miércoles, y en Humanidades los jueves y los viernes.
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    Empieza con el material difícil. Tendrás más energía al principio de tu tiempo de estudio. Por tanto, tiene sentido empezar estudiando los materiales más complejos. Aborda las materias y los temas más difíciles antes de enfocar en tus puntos fuertes.[7]
    • Por ejemplo, si realmente tienes problemas para entender un concepto de la clase de Filosofía, estudia tus apuntes y lee acerca de ese concepto antes. Luego, puedes pasar a los temas más sencillos.
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    Reescribe tus apuntes. Estudiar requiere de mucha memorización. Puede ayudar simplemente reescribir tus apuntes y reformularlos a medida que avanzas. Lee todos tus apuntes para una sesión y luego reescríbelos en una hoja aparte. Esta medida te obligará a enfocarte en el material y a escribirlo con tus propias palabras nuevamente, lo cual aumentará tu comprensión y te ayudará a recordar lo que has aprendido.[8]
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    Usa juegos de memoria. Los juegos de memoria pueden ayudarte a recordar conceptos y términos complejos. Puedes usar técnicas de visualización o unir palabras que te ayuden a recordar conceptos. Estos juegos pueden ser muy útiles para un examen.[9]
    • Por ejemplo, un juego memorístico muy conocido es “Rey festeja cuando otros fallecen gravemente enfermos”, el cual se usa para recordar el orden taxonómico para la clasificación de especies (reino, filo, clase, orden, familia, género y especie).
    • También puedes usar la visualización. Por ejemplo, si tratas de recordar que Jeanette Rankin fue la primera mujer que sirvió en el Congreso y tienes una tía Jeanette, imagina a tu tía Jeanette hablando en el Congreso para que puedas recordar.
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    Toma descansos. Nadie puede estudiar por horas sin terminar frustrado y exhausto. Los descansos te ayudan a relajarte, a recargarte y a enfocar una situación con ojos frescos. Habitúate a estudiar por una hora y luego tomar un descanso de cinco minutos para hacer algo que disfrutes, como revisar tus redes sociales o enviar un mensaje de texto a un amigo.[10]
    • Establece un temporizador para asegurarte de estar concentrado. No debes estudiar por mucho tiempo, lo cual conduce a la frustración. Además, tomar descansos muy largos puede arruinar tu concentración.
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    Estudia con una actitud positiva. Si ves el estudio como un quehacer, probablemente terminarás frustrado o exhausto. En vez de ver el estudio como algo que debes hacer, mira los aspectos positivos. Piensa en esta actividad como una manera de mejorar tus talentos y tus habilidades, y de sacar el máximo provecho a tu educación.[11]
    • Estudiar puede ser estresante, de manera que es importante abordar y contrarrestar los pensamientos estresantes. Por ejemplo, no pienses algo como "Soy un desastre. Nunca voy a entender esto". En vez de eso, piensa algo como "Estoy seguro de que si me esfuerzo un poco cada día, podré comprender este material".
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    Bríndate recompensas. Estudiar puede parecer más fácil si esperas algo al terminar. Desarrolla un sistema de recompensas para ti mismo, a fin de que estés motivado a terminar tu trabajo.[12]
    • Por ejemplo, si estudias por tres horas, puedes ir a la cafetería y pedir algo como helados o pizza a manera de premio.

Método 3
Método 3 de 3:
Buscar recursos externos

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    Recurre a tu plan de estudios según sea necesario. Es importante que entiendas las expectativas del curso a medida que estudias. Usa el plan de estudios como guía si te sientes abrumado o perdido mientras estudias. El plan de estudios describirá los conceptos principales, la división de la calificación, etc.[13]
    • Por ejemplo, imagina que te has frustrado memorizando los años de los principales avances científicos para el curso de Ciencias. Sin embargo, el plan de estudios dice que los objetivos del curso son para ayudarte a tener una mejor comprensión de la teoría científica. Es más importante que comprendas las teorías generales que conocer las fechas exactas.
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    Forma un grupo de estudio. Busca a compañeros que sean muy estudiosos y a los que les vaya bien en el curso. Pregúntales si desean formar un grupo de estudio. Un grupo de estudio adecuado puede ayudar a que te mantengas enfocado y a que tengas una mejor comprensión del material del curso.[14]
    • Escoge a los compañeros correctos. Si tu grupo de estudio está compuesto de amigos, el estudio puede convertirse rápidamente en una excusa para socializar. Elige a buenos estudiantes que estén interesados genuinamente en la clase.
    • Unan fuerzas. Si un compañero de clase no comprende bien una materia en la que eres bueno y le va bien en un área que tú no entiendes bien, podría ser un buen compañero. Ambos pueden ayudarse mutuamente.
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    Acude al profesor si tienes preguntas. No hay nada de qué avergonzarse con respecto a tener preguntas. Algunas veces, las personas se confunden y necesitan ayuda adicional. Si tienes preguntas con respecto a un concepto o a una materia, envía un correo electrónico al profesor o visítalo en horario laboral. Es probable que pueda ofrecerte consejos y trucos para comprender mejor el material.[15]
    • Las horas laborales del profesor deben estar incluidas en su hoja verde, la cual repartió al principio del semestre.
    • Cuando envíes un correo electrónico al profesor, indica el día y la hora de la clase en el encabezamiento del asunto. A menudo, los profesores enseñan más de una clase.
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    Asiste a sesiones de repaso en caso de que la universidad las ofrezca. Algunos profesores hacen sesiones de repaso cada semana o antes de un examen. Habitúate a ir si tienes algún tiempo en tu horario. Las sesiones de repaso pueden ayudarte a tener una mejor comprensión de los materiales del curso. También pueden ser buenos lugares para hacer preguntas a los profesores o a los asistentes de enseñanza.
    • Si tu profesor no hace sesiones de repaso, pregúntale si está dispuesto a hacerlas. Si hay suficientes alumnos interesados en una sesión de repaso, este puede crear una.
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    Recurre a un tutor. Si el campus tiene centros de tutoría, úsalos si necesitas ayuda. También puedes buscar un tutor privado en tu área vía Internet. Un poco de ayuda personal puede contribuir mucho si estás confundido con respecto a una materia.
    • No se anuncian a todos los tutores en un centro de tutoría del campus de una universidad. Algunos publican sus volantes en el tablero de anuncios de la universidad junto con otros volantes de hospedaje y de venta de libros de texto.
    • Si no puedes encontrar a ningún tutor, consulta con un compañero de clase. Algunos de ellos estarán dispuestos a ayudarte antes o después de clase, y no todos te cobrarán una tarifa.

Acerca de este wikiHow

Ted Dorsey, MA
Coescrito por:
Tutor de preparación para pruebas
Este artículo fue coescrito por Ted Dorsey, MA. Ted Dorsey es un tutor de preparación para pruebas, autor y fundador de Tutor Ted, un servicio de tutoría SAT y ACT con sede en el Sur de California. Ted obtuvo una puntuación perfecta en el SAT (1600) y PSAT (240) en la escuela secundaria. Desde entonces, ha obtenido puntajes perfectos en el ACT (36), LA Prueba de Materia SAT en Literatura (800) y la Prueba de Materia SAT en Matemáticas Nivel 2 (800). Tiene una licenciatura en Inglés de la Universidad de Princeton y una maestría en Educación de la Universidad de California, Los Ángeles. Este artículo ha sido visto 40 843 veces.