¿Tienes una excelente idea para una historia? Seguramente te preguntes cómo desarrollar la trama, dado que suele ser una tarea difícil. Afortunadamente, ¡no es necesario que sea frustrante! En primer lugar, planea las ideas, como la premisa, los personajes y el contexto. Luego, prepara un borrador del arco narrativo a través de técnicas de relato. Por último, completa un bosquejo de la trama de la historia para que sea fácil de seguir.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Planear la historia

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    Haz una lluvia de ideas para crear tu trama. Antes de desarrollar una historia completa, tendrás que escribir algunas ideas. Practica la escritura libre y anota todo lo que se te cruce por la mente. Si lo deseas, simplemente puedes enumerar las ideas. No te preocupes por lograr que tengan sentido. El objetivo es descubrir posibles ideas para tu historia.[1]
    • Piensa en ideas relacionadas con tu historia, los personajes, el contexto o las escenas, dependiendo de lo que se te ocurra.
    • Si lo deseas, puedes crear un mapa mental para desarrollar ideas de forma visual.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Lucy V. Hay

    Lucy V. Hay

    Novelista
    Lucy V. Hay es una autora, editora de guiones y bloguera que ayuda a otros escritores por medio de talleres de escritura, cursos y su blog Bang2Write. Lucy es la productora de dos thrillers británicos, y su novela de crimen debut, The Other Twin, está siendo adaptada para la pantalla por Free@Last TV, creadores de Agatha Raisin, nominada al Emmy.
    Lucy V. Hay
    Lucy V. Hay
    Novelista

    La premisa será la idea que controle toda la historia. La autora y guionista Lucy Hay afirma: "Si quieres escribir un libro, lo primero que tienes que hacer es pensar en el concepto. Esto es lo que hará que un lector escoja tu libro. Una vez que lo tengas, piensa en el funcionamiento de la trama. Por lo general, esto incluye a una estructura de la historia y sus personajes. Estos últimos deben necesitar algo, y surgirán cosas que se interpondrán en sus caminos, como sus circunstancias y adversario".

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    Escribe la premisa o el resumen de tu historia. La premisa es la idea básica de la historia. Si bien puedes comenzar con una sola oración, sigue desarrollándola hasta lograr una breve reseña.[2]
    • Por ejemplo, quizás puedes comenzar la historia como dos mejores amigas que sufren un accidente automovilístico, pero solo una se recupera.
    • Un ejemplo de una reseña puede ser: “Laura y su mejor amiga Carla están muy entusiasmadas por recibir una invitación a la mejor fiesta del año. Sin embargo, camino a casa, el auto de Laura se desliza por la carretera húmeda y golpea un árbol. Al despertar en el hospital, descubre que Carla está desaparecida. Ahora, todos creen que ha escapado con alguien, pero Laura sabe que estuvo junto a su amiga la noche del accidente”.
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    Escribe fichas de los personajes principales y secundarios. Incluye una descripción, algunos detalles personales, rasgos de personalidad, intereses, aversiones, etc. Crea una historia de vida de los personajes principales, y describe cómo se ven al principio y cómo cambian con el transcurso de la historia.[3]
    • Lo más importante es identificar los objetivos de los personajes de la historia.[4]
    • Estas fichas pueden ser largas o cortas. Si quieres escribir un texto más corto, como una historia breve, crea un resumen breve para describir los personajes secundarios.
    • Haz clic aquí para más información acerca de cómo escribir la ficha de un personaje.
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    Identifica un conflicto. El conflicto surge al principio de la historia para que los lectores experimenten la tensión al leer. Desarrollarás este conflicto a lo largo del texto hasta que alcance el punto máximo. Al final de la historia, se resolverá.[5]
    • Existen conflictos internos que suceden entre un personaje y su ser interior. Por ejemplo, un personaje puede saber que está haciendo algo mal, pero tiene dificultades para dejar de hacerlo.
    • Los conflictos externos ocurren por fuera del personaje. Hay tres tipos:
      • Persona contra persona. El protagonista enfrenta un adversario. Por ejemplo, una estudiante se enfrenta a un acosador en la escuela.
      • Persona contra la naturaleza. El protagonista enfrenta los elementos de la naturaleza. Por ejemplo, un grupo de acampadores debe sobrevivir en la selva durante una terrible tormenta.
      • Persona contra la sociedad. El protagonista enfrenta problemas o reglas de la sociedad. Por ejemplo, una chica practica actos de desobediencia civil para ayudar a cambiar las leyes de su país.
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    Establece el contexto. El contexto es el lugar y el momento en que tiene lugar la historia. Es muy importante para la trama, ya que influye en cómo es y cómo se desarrolla. Por ejemplo, la sociedad y las tecnologías diferirían en una historia ambientada en la década de 1920 y en otra ambientada en 2018.[6]
    • Si quieres escribir una historia en un lugar y un momento que no conoces bien, procura realizar una buena investigación para ampliar tus conocimientos. Esto te resultará muy útil a la hora de escribir el tema de la historia.
    • También puedes buscar e inspirarte en las imágenes del contexto, ya sea en un álbum familiar o en internet.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Redactar tu arco narrativo

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    Anota cualquier idea para las escenas que se te crucen por la mente. No te preocupes por la falta de significado u orden. El objetivo es poner las ideas en papel. Puedes escribir las escenas más interesantes al principio y luego agregar más a medida que surjan.[7]
    • No intentes forzarte a trabajar en orden. Cuanto más escribas en papel, más fácil será completar los espacios en blanco.
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    Crea una escena de apertura para captar la atención del lector. Esta escena debe presentar al personaje y el contexto. Muéstralo en una situación cotidiana con la que el lector se identifique. Incluye algún indicio del conflicto de la historia al hacer que el personaje enfrente un problema relacionado.[8]
    • Esta escena corresponde a la parte de la exposición en la estructura de trama normal. Por ejemplo, en la historia de Laura y Carla, puedes iniciar la historia con las dos amigas que regresan de la fiesta en automóvil. El vehículo patina en la carretera y Laura tiene dificultades para controlar el vehículo.
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    Escribe acerca del incidente. Esta es la escena que inicia la trama. El incidente debe suceder al comienzo de la historia, en la primera escena de una historia o en los primeros capítulos de una novela. Asegúrate de que establezca el conflicto.[9]
    • En el caso de un cuento muy corto, el incidente y el gancho narrativo pueden ser la misma escena.
    • Por ejemplo, el incidente en la historia de Carla y Laura sería el momento en que el auto choca contra el árbol.
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    Incrementa la acción para intensificar la tensión. Esta acción creciente inicia después del incidente y lleva al lector al punto máximo. Debe construir la tensión a lo largo de la historia. En las obras más breves, esta acción puede tener lugar en una sola escena, mientras que las más largas pueden incluir varias acciones crecientes.[10]
    • En los textos más largos, puedes incluir momentos de alivio del estrés en medio de una acción creciente para darle un respiro al lector.
    • Por ejemplo, la acción creciente en la historia de Laura y Carla puede mostrar a Laura en el hospital hablando con la policía, siendo castigada por conducir, recurriendo a amigos para encontrar a su amiga, buscando noticias de Carla en las redes sociales y revisando su auto y sus pertenencias para tener alguna pista de su amiga.
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    Escribe el clímax. Este es el momento cumbre de la historia, donde el personaje principal se enfrenta al conflicto. En esta parte, la tensión y la emoción alcanzan su punto máximo.[11]
    • Por ejemplo, el clímax de la historia de Laura y Carla puede ser el momento en que Laura encuentra el teléfono celular de su amiga debajo del asiento del pasajero, lo que la convence de que ella tenía razón desde el principio. Luego, puede robarle el auto a su padre e ir a la zona del accidente en busca de nuevos rastros. La policía llega y Laura entra al bosque para continuar la búsqueda. Cuando está a punto de ser atrapada, encuentra a su amiga herida y asustada, acurrucada en un arbusto.
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    Identifica las escenas de la acción descendente. La acción descendente presenta las consecuencias del clímax. Debe ser breve y llevar al lector a la resolución. Esto permite darle un cierre a la historia.[12]
    • En el caso de la historia de Carla y Laura, la acción descendente incluye que Laura busque ayuda para su amiga, Carla se recupere en el hospital, y todos se disculpen por no creerle a Laura.
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    Crea una resolución satisfactoria para terminar la historia. El final debe dejar al lector con la sensación de que no hay cabos sueltos. No necesita ser feliz; muchos no lo son. Sin embargo, aún debe darle al público una sensación de satisfacción y propósito cumplido.[13]
    • La historia de Laura y Carla puede terminar con una pequeña reunión para celebrar la recuperación de Carla.
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    Completa los espacios entre escenas, en caso de ser necesario. Después de pensar en el arco básico de la historia, es posible que algunas escenas estén desconectadas. ¡No te preocupes! En este punto, piensa en formas de vincularlas con el resto de la trama.[14]
    • Si no sabes cómo pasar de "A" a "B", escribe un recordatorio para volver a este punto más tarde, después de terminar el resto. Luego, retómalo y completa el espacio.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Preparar el bosquejo de la trama

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    Decide cuán detallado quieres que sea el esquema. Puedes resumir cada escena en una oración o escribir todo lo que suceda en cada una con mucho detalle. ¡La decisión es tuya! Ambas estrategias son efectivas para hacer un buen bosquejo.[15]
    • Recuerda que siempre puedes agregarle más contenido al boceto durante el proceso. No tienes que hacer todo de una vez.
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    Prepara un esquema alfanumérico para organizar la información. Los bocetos alfanuméricos son excelentes para cualquiera que quiera crear "niveles" de información de la trama. Un esquema básico puede tener uno o dos niveles, pero nada te impide incluir más si deseas desarrollarlo en mayor profundidad. Este es un sistema de numeración básico que puedes tener en cuenta:[16]
    • Números romanos (I, II, III, IV, V) para los puntos principales. Por ejemplo, pueden representar el resumen de una escena en una oración.
    • Letras mayúsculas (A, B, C) para los subpuntos. Por ejemplo, puedes enumerar cada acción que ocurre en una escena en particular.
    • Números arábigos (1, 2, 3) para detalles de apoyo. Por ejemplo, pueden incluir información importante que tengas que agregar o datos de los personajes secundarios.
    • Letras minúsculas (a, b, c) para los detalles menores. Por ejemplo, incluye detalles de la caracterización de cada escena.
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    Comienza al principio de la historia y trabaja hasta el final. Esta parte va a ser fácil, ya que ya tienes el arco de la historia. Enumera las escenas en orden de ocurrencia.[17]
    • Enumera cada escena apropiadamente a medida que completas el esquema.
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    Resume cada escena en una oración. Estos serán los puntos principales del esquema de la trama. Incluye cada escena de la historia.[18]
    • Si encuentras espacios vacíos en tu historia, procura rellenarlos. En caso de duda, incluye un punto principal que establezca qué necesitas que suceda para conectar estas partes de la historia.
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    Explica mejor las escenas, en caso de ser necesario. Si no lo deseas, no es necesario que incluyas detalles en el esquema. Sin embargo, pueden facilitar la redacción final del texto, según tu estilo de escritura. Estos son algunos consejos útiles para explicar más las escenas:[19]
    • Haz una lista de todos los personajes que se encuentran en la escena.
    • Escribe todas las acciones que tengan lugar en la escena.
    • Escribe detalles importantes como caracterización, presagios, aumento de tensión, etc.
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Consejos

  • Ponte en el lugar del personaje a la hora de tomar la decisión con respecto a sus acciones.
  • Recuerda que la trama se forma a través de las motivaciones del personaje. Haz mucho énfasis en la creación de tu personaje antes de planificar un hecho importante en la historia.
  • Si planeas escribir una historia que requiere un villano, dale una motivación. Una vez que lo hayas pensado, te resultará más fácil desarrollar el esquema.
  • Recuerda tener un buen ritmo al crear las escenas. Encuentra el equilibrio entre la acción, el drama y la tensión.
  • Encuentra el equilibrio de las emociones de la historia. El hecho de que escribas una tragedia no significa que no puedas incluir un poco de humor. Además, también puedes incorporar un poco de drama en una comedia desenfadada. Si quieres escribir una novela romántica, incluye algo de tensión.
  • Haz una lista de las ideas interesantes que se te ocurran. Algunas podrían encajar en la trama. De lo contrario, puedes guardarlas para otro trabajo.
  • Una vez que hayas decidido cuáles son las motivaciones de los personajes, aférrate a ellas. No intentes obligar al protagonista a hacer algo que no parezca natural. Cree en tu personaje y usa su historia de vida para resolver el conflicto. ¡El texto final será más creíble!
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Advertencias

  • No te apresures. Quizás te tome un tiempo terminar la historia, pero te asegurarás de que sea mejor.
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Acerca de este wikiHow

Lucy V. Hay
Coescrito por:
Novelista
Este artículo fue coescrito por Lucy V. Hay. Lucy V. Hay es una autora, editora de guiones y bloguera que ayuda a otros escritores por medio de talleres de escritura, cursos y su blog Bang2Write. Lucy es la productora de dos thrillers británicos, y su novela de crimen debut, The Other Twin, está siendo adaptada para la pantalla por Free@Last TV, creadores de Agatha Raisin, nominada al Emmy. Este artículo ha sido visto 7553 veces.
Categorías: Escritura
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