Un dolor de oído puede tener muchas causas diversas, algunas más severas que otras. Si tu dolor de oído no deja de volver o si es extremadamente doloroso hasta el punto de que no puedas concentrarte en nada más, es sabio pagar por una consulta al doctor. Con esto en cuenta, aquí hay algunas cosas que puedes probar en casa.

Método 1
Método 1 de 2:
Remedios caseros

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    Aplica calor. Esto puede hacerse de varias maneras. Independientemente de cómo lo hagas, el calor puede adormecer el dolor. Solo ten cuidado de no quemarte.
    • Sostén una secadora (en baja intensidad) aproximadamente a 25 centímetros (10 pulgadas) de distancia de tu oído. El líquido en tus oídos se moverá con mayor facilidad cuando se expongan al cambio de temperatura.[1]
    • Sumerge un paño en agua tibia, escúrrelo, y mantenlo presionado contra tu oído durante 20 minutos.
    • Usa la clásica “almohadilla caliente contra tu oído” para una exposición de calor continua.
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    Toma Tylenol o ibuprofeno. Este es un analgésico general que no te quitará el dolor de oído, sino que hará que se calme en cuestión de minutos.
    • Si el dolor es severo y no se calma con una pastilla o dos, ve al doctor. Si además tienes otros síntomas (como fiebre o mareo), visita al doctor de inmediato.
    • Prueba Auralgan, un anestésico local que puede aplicarse directamente al canal del oído. Puedes encontrar Auralgan en cualquier farmacia grande. También puedes comprarlo en línea.
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    Usa aceite de oliva o de bebé. Aunque pueda sonar extraño, el aceite de oliva o de bebé puede ser un sustituto muy útil de las gotas para el oído. Son lubricantes y pueden aliviar el dolor.
    • Calienta el aceite hasta que esté tibio (pero no caliente) y deja caer 3 o 4 gotas en el canal del oído afectado. Deja que se humedezca por alrededor de media hora y luego recuéstate para que pueda drenar. El dolor debe calmar rápidamente.[1]
    • Puedes hacerlo reposar en un poco de canela, si la tienes disponible. El aceite de ajo aparentemente también funciona. De hecho…[2]
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    Sé creativo con el ajo. Se cree que casi todo lo que contenga ajo puede ayudar con los dolores de oído. Si lo tienes de alguna manera, considera usarlo. Aquí hay algunos métodos establecidos:}
    • Aplica unas cuantas gotas de jugo de ajo en el oído infectado.
    • Calienta un poco de aceite de sésamo con un diente de ajo. Después de que hayas remojado el ajo en el aceite, aplícalo a tu oído.
    • Parte un diente de ajo a la mitad y pon un pedazo en tu oído y el otro en una taza de agua caliente que emane vapor. Posiciona tu oído sobre la taza, haciendo que el vapor del ajo pase a través del ajo y dentro del oído que te duele.[3]
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    Usa el resto de una cebolla que guardes en la refrigeradora. ¡Otra verdura al rescate! Corta la cebolla, tritúrala y envuélvela en un paño delgado y limpio. Acuéstate de costado y sostén la envoltura sobre tu oído.[4]
    • Si tienes jengibre a la mano y no cebolla, sigue el mismo proceso. Se aplican los mismos principios.[4]
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    Prueba la albahaca o la menta. Estos son remedios verdaderamente herbarios. Para ambos, tienes que extraer los jugos. Esto implica triturarlos y exponerlos a un poco de calor. Sin embargo, el aceite de menta se debe aplicar alrededor del oído, mientras que el jugo de albahaca se puede aplicar dentro.[4]
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    Mastica goma de mascar y bosteza. Si hay una posibilidad de que tu dolor de oído se deba a un cambio de altitud, considera masticar una goma de mascar o forzar un bostezo. Tu oído se abrirá y te sentirás mejor automáticamente.
    • También puedes probar tragar fuerte. El músculo que activa la trompa de Eustaquio se abrirá, aliviando la presión.
    • La Academia Americana de Otorrinolaringología sugiere este método para superar este efecto secundario del avión: cerrar la boca y taparte con los dedos las fosas nasales y el oído sano. Luego, trata de expulsar con fuerza el aire por tus fosas para forzar al oído a que se abra. Sin embargo, si tu dolor de oído se debe a un resfriado u otra infección, no lo hagas, pues propagarás la infección.[5]
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    Usa la aromaterapia. Aunque puede sonar un poco inverosímil, algunas personas están muy convencidas de su efectividad. Diluye un aceite esencial (como aceite de lavanda) en un poco de aceite de oliva y frótalo en la parte exterior del oído afectado y en la parte inferior del cuello, alrededor de los ganglios linfáticos.[6] ¿Valdrá la pena probarlo?
    • Si tu dolor de oído es del todo debilitante, la aromaterapia no es el camino a seguir. Tu doctor te recetará medicinas que funcionarán mucho más rápido que las esencias.
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    Si tienes a la mano plata coloidal, combínala con los aceites. Es mejor 500 partes por millón de plata coloidal. Usa solo una gota de los aceites esenciales por cada 15 a 20 gotas de la plata coloidal. Puede parecer que el aceite esencial es inútil en esta proporción, pero es necesario para su eficacia.[7]
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Método 2
Método 2 de 2:
A través de tu doctor

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    Obtén antibióticos. Si no desaparecerá por su cuenta, si está acompañado de otros síntomas o si simplemente tienes un dolor fuerte, visita a tu médico. Él puede recetarte antibióticos inmediatamente.
    • Es posible que la penicilina no surta efecto por unos días. Pregúntale a tu doctor si cree que este será el caso y qué remedios puedes probar para hacer que el dolor se vaya.
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    Determina si se debe a acumulación de moco. Toser y sonarte la nariz puede irritar el interior del oído, lo que puede terminar en un dolor de oído. Si tienes otros síntomas de la gripe, esta podría ser la razón.
    • Tu doctor puede recomendar un descongestionante o un aerosol nasal. La producción de moco se detendrá, aliviando el dolor de oído. Sin embargo, quizás debas acompañarlo con ibuprofeno, al menos al principio.[2]
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    Debes saber si el cerumen es la causa. Aunque está ahí por tu bien, demasiado puede conducir al dolor de oído. Si el cerumen es el problema, tu doctor podrá encargarse de ello por ti.
    • Él recomendará gotas de oído medicinales para aliviar el dolor y la acumulación de cerumen. También debe aconsejarte cómo mantener aislados los dolores de oído.
    • Si el cerumen se ha endurecido y está macizo, tu doctor puede extraerlo manualmente. Probablemente no sea tu primera opción, pero puede resolver el problema.
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Advertencias

  • Si el dolor de oído no mejora en un día o dos, visita al doctor inmediatamente. No querrás que tus síntomas empeoren.
  • Cuando uses calor, siempre sé cauto. Podrías terminar con la oreja quemada y el dolor de oído.
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Acerca de este wikiHow

Sarah Gehrke, RN, MS
Coescrito por:
Enfermera registrada
Este artículo fue coescrito por Sarah Gehrke, RN, MS. Sarah Gehrke es enfermera registrada y terapeuta de masajes licenciada en Texas. Sarah tiene más de 10 años de experiencia enseñando y practicando flebotomía y terapia intravenosa (IV) utilizando apoyo físico, psicológico y emocional. Recibió su licencia de Terapeuta de Masajes en el Instituto de Terapia de Masajes de Amarillo en 2008 y un master en Ciencias de Enfermería en la universidad de Phoenix en 2013. Este artículo ha sido visto 22 205 veces.
Categorías: Cuidado del oído
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