El trastorno de la personalidad por evitación (TPE) les ocasiona a las personas que lo padecen un miedo extremo a ser rechazadas o a pasar vergüenza, por lo cual tienden a ser muy tímidas y a aislarse de forma que no puedan llevar una vida productiva y agradable.[1] Si bien se pueden identificar los síntomas de este trastorno, solo un profesional de la salud mental calificado puede realizar un diagnóstico oficial.

Parte 1
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Reconocer los síntomas del TPE

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    Presta atención a una timidez extrema. La incomodidad intensa en las situaciones sociales (más allá de la timidez "normal") es el síntoma más característico de este trastorno. Esto ocasiona que una persona esté excesivamente tensa o asustada cuando se vea obligada a interactuar con los demás.[2]
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    Presta atención a las relaciones sociales de la persona. Es común que las personas que padecen este trastorno no tengan amigos cercanos ni entablen relaciones románticas debido a su percepción de sí mismas como ineptas en el ámbito social.[3]
    • Incluso si una persona que padece el TPE llega a entablar una relación romántica con otra persona, su miedo extremo al rechazo de todas formas ocasionará que se sienta reprimida constantemente.
    • Estas personas suelen desear tener relaciones cercanas con los demás a pesar de la dificultad que les supone forjarlas, lo cual ocasiona que fantaseen en detalle sobre estas relaciones ansiadas.[4]
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    Presta atención a los tipos de actividades que la persona en cuestión suele evitar. Por lo general, estas personas tratan de no involucrarse en situaciones en las cuales se verán obligadas a interactuar con los demás (por ejemplo, ir a la escuela, ir a trabajar o realizar actividades recreativas).
    • Asimismo, tienden a evitar situaciones que les sean nuevas o desconocidas, ya que esto les ocasiona un miedo extremo a pasar vergüenza.[5]
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    Presta atención a la forma como la persona en cuestión suele tomar las críticas. Estas personas suelen ser muy sensibles, incluso ante lo que perciban como una crítica aunque en realidad no lo sea. Esto se debe a que siempre se sienten juzgadas, aunque se les asegure de que no es así.[6]
    • También es posible que estas personas eviten participar en actividades en las que consideren que tendrán un mal desempeño de forma que no se las critique por ello.
    • Incluso consideran que se las criticará en situaciones que los demás no suelan tomar en serio, como en un juego de mesa.
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    Presta atención a una negatividad exagerada. Las personas que padecen este trastorno suelen sobredimensionar los elementos negativos de una situación y enfocarse demasiado en los problemas de forma que estos parezcan más graves de lo que realmente sean.[7]

Parte 2
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Distinguir entre el TPE y otros trastornos similares

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    Descarta que el problema sea el trastorno esquizoide de la personalidad. Tanto este trastorno como el TPE se manifiestan por medio de la evasión de interacciones sociales. Sin embargo, esto ocurre por razones diferentes en cada caso. Mientras que a las personas que padecen el TPE no les gusta aislarse y sienten un gran deseo de poder interactuar normalmente con los demás, las personas que padecen el trastorno esquizoide no experimentan ningún tipo de angustia a raíz de este aislamiento.
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    Descarta que el problema sea el trastorno de la ansiedad social. Este trastorno es muy similar al TPE, por lo que pueden ser fáciles de confundir, sobre todo para las personas que no tengan experiencia en el ámbito de la psicología. Sin embargo, una forma de distinguirlos es que el TPE ocasiona una mayor cantidad de síntomas, y estos suelen inhibir mucho más a las personas que los padecen.[8]
    • Si una persona solo muestra algunos de los síntomas del TPE, lo más probable es que padezca en cambio el trastorno de la ansiedad social. Sin embargo, de todas formas debe diagnosticarlo un profesional de la salud capacitado.
    • Asimismo, existen casos de pacientes que padecen ambos trastornos, en cuyo caso la distinción entre ambos se vuelve aún más borrosa.
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    Aprende sobre otros tipos de trastornos que se manifiestan en la forma de una falta de confianza. Este síntoma, así como también la percepción propia de ineptitud, no es exclusivo del TPE. Por tanto, es importante descartar otros trastornos similares de la personalidad antes de asumir automáticamente que una persona padece el TPE.[9]
    • Por ejemplo, las personas que padecen el trastorno histriónico de la personalidad también tienen una baja autoestima, aunque, en el caso de ellas, lo contrarrestan buscando validación y aprobación en exceso e incluso de formas destructivas y poco saludables. En cambio, las personas que padecen el TPE simplemente evitan interactuar con los demás.
    • El trastorno dependiente de la personalidad también se manifiesta por medio de la baja autoestima y el miedo al abandono, con la diferencia de que las personas que lo padecen, en lugar de evitar del todo la interacción con los demás, se aferran a una sola persona. Asimismo, a diferencia de las personas que padecen el trastorno dependiente de la personalidad, las personas que padecen el TPE no tienen dificultades para tomar decisiones por su cuenta

Parte 3
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Obtener un diagnóstico

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    Ve al médico para hacerte un chequeo físico. Este es el primer paso para diagnosticar el TPE de forma que el médico pueda descartar algún problema físico de salud que explique los síntomas psicológicos.[10]
    • Además del examen físico, el médico también deberá examinar detalladamente los antecedentes personales y familiares del paciente.
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    Consulta con un profesional de la salud mental. En caso de que el examen médico no revele ninguna causa física subyacente de los síntomas, el paciente deberá pasar a una consulta con un psiquiatra, psicólogo o cualquier otro profesional de la salud mental que esté capacitado para diagnosticar el TPE y otros tipos de trastornos de la personalidad.
    • Para ello, se le deberá realizar una entrevista exhaustiva al paciente de forma que el psiquiatra o psicólogo pueda informarse sobre todos los síntomas, el momento en el que hayan empezado y la forma como se hayan desarrollado.
    • El TPE no puede diagnosticarse por medio de un examen médico sino que se deben realizar observaciones del comportamiento del paciente y de los síntomas que haya presentado.
    • Después del diagnóstico, por lo general se le recomendará al paciente que empiece un tratamiento con psicoterapia de forma que pueda empezar a superar sus síntomas.
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    Obtén un diagnóstico para otros problemas que podrían coexistir con el TPE. Es común que las personas que padecen el TPE también padezcan ansiedad y depresión, entre otros problemas de la salud mental, por lo que es importante realizar una evaluación psiquiátrica para detectar otros posibles problemas que podrían complicar los síntomas del TPE.[11]
    • Los medicamentos podrían ser una solución para las personas que también padezcan ansiedad y depresión, pero no como un tratamiento para el TPE.

Consejos

  • El TPE suele empezar a manifestarse en la adolescencia, aunque por lo general no se diagnostica hasta que el paciente llega a la adultez, ya que no es fácil determinar si los síntomas son solo una fase producto de los cambios hormonales de la adolescencia. Asimismo, los síntomas tienden a aminorar con la edad, por lo que las personas de 40 y 50 años que padecen el TPE suelen experimentar síntomas mucho más leves que los que experimentan los pacientes más jóvenes.[12]

Acerca de este wikiHow

Trudi Griffin, LPC, MS
Coescrito por:
Consejera profesional
Este artículo fue coescrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es un consejero profesional con licencia en Wisconsin especializado en adicciones y salud mental. Brinda terapia a las personas que luchan contra las adicciones, la salud mental y los traumas en entornos de salud comunitaria y práctica privada. Recibió su maestría en Consejería Clínica de Salud Mental en la Universidad Marquette en 2011. Este artículo ha sido visto 3004 veces.
Categorías: Salud emocional