Con la perspectiva de un punto, puedes representar un objeto o edificio todo derecho, alejando el otro lado hacia un punto de fuga. El tiempo dedicado a aprender este método es mínimo, y el dibujo resultante es creíble y agradable a la vista. Como la acuarela es un medio que se presta a temas ligeros y rocambolescos y técnicas claras, el tema de una casita de campo romántica es un clásico en la acuarela. Deja que la imaginación tenga un dominio libre mientras dibujas y pintas esta fantástica vivienda.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Bosquejar la casita de campo

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    Dibuja la casa. Reúne los materiales de dibujo: una hoja de papel de computadora de 220 x 280 mm (8 ½ x 11 pulgadas), un lápiz afilado, una regla, un sacapuntas y una goma de borrar.
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    Pon el papel sobre una tabla o superficie de trabajo en orientación apaisada. Traza una línea de un lado a otro aproximadamente en el centro. Esta es la “línea del horizonte”, es decir, el lugar donde el cielo se junta con la tierra. También se denomina la “altura de los ojos”. A la altura de los ojos, solo se ven la parte delantera y un lado del rectángulo.
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    En el extremo izquierdo del centro, coloca un punto para representar el “punto de fuga”. A medida que vemos el campo abierto del paisaje, este es el lugar donde las cosas están tan lejos, convergen en un solo punto.
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    Construye la parte delantera de la casa. Se verá a la altura de los ojos. Dibuja un rectángulo en el espacio que está a la derecha del punto de fuga sobre la línea del horizonte, mitad arriba, mitad abajo.
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    Usa la regla para extender las líneas del lado izquierdo (o el que esté más cerca del punto de fuga) y tocando el punto de fuga.
    • Ten en cuenta que las únicas líneas que vas a trazar en este ejercicio serán horizontales, verticales (hacia los bordes del papel) o hacia el punto de fuga.
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    Traza una línea vertical para indicar dónde termina la caja o casa. Borra las líneas guía: las dos líneas hacia el punto de fuga y la línea del horizonte en donde se ve el rectángulo. Al borrar la línea del horizonte, da la impresión de que el rectángulo es una forma sólida y ya se denomina cubo.
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    Crea un techo de visera. Haz una X con la regla de esquina en esquina que representa la fachada del edificio. En el centro de la X, traza una línea vertical. Hazla lo más alta que quieras que sea la visera del techo.
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    Conecta los lados de la visera del techo para formar un triángulo.
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    Termina el techo. Imita la pendiente del techo en la parte de atrás. Hazlo poniendo la regla contra el ángulo y arrastrándola hacia el fondo. Traza esta línea para cerrar la forma del techo.
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    Dibuja el techo. Traza una línea de la visera del techo al punto de fuga.
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    Haz que el techo sobresalga.
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    Piensa esbozar las ventanas y una puerta. No te olvides de utilizar dos tipos de líneas para esto: verticales o hacia el punto de fuga. Dibuja las puertas en forma rectangular, lo suficientemente altas como para que una persona pase. Las ventanas pueden ser rectángulos, cuadrados e incluso círculos. Para hacer un círculo, haz un cuadrado y acaba las cuatro esquinas.
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    Haz una chimenea. Esta es un rectángulo que sube bien en la visera más alta del techo. Añade otra línea para darle profundidad.
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    Borra todas las líneas guía excepto la del horizonte.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Embellecer el dibujo

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    Traslada y embellece el dibujo. Saca una copia de la casa a una hoja de papel de acuarela de 300 g/m² (140 libras) y 28 x 16 cm (11 x 14 pulgadas) de un bloc.
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    Coloca el papel de pie, distánciate un poco y planea la composición para la pintura. Pregúntate: ¿qué hace que una casa sea una casita de campo? Haz investigaciones en Internet. Para encontrar ideas, busca en Google “casitas de campo románticas a la acuarela” o páginas para colorear de casitas de campo de libros de cuentos”. O simplemente usa la imaginación y añade lo que te haga feliz.
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    Ten en cuenta el material de tu casa. El apartadero proporciona la profundidad y la textura; estuco, ladrillo, piedra, tablillas de madera, etc.
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    Examina los techos. Vienen en una gran variedad. Un techo de paja se suele ver en las casitas de campo de los libros de cuentos.
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    Fíjate de modo especial en la puerta o entrada. Traza más líneas alrededor de ella para darle profundidad y solidez. Añade ventanas, textura, una manilla, unos entrepaños en relieve, etc.
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    Maneja las ventanas cuidándolas especialmente. Representarán y mostrarán la vida que pasa dentro de la casa. Añade más líneas para moldear y aún más para partir el espacio en vidrios. Añade unas jardineras de ventanas y/o postigos. Demuestra carácter arqueándolas, entrecerrándolas o teniéndolas en un espacio de desván, en forma de párpado.
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    Usa accesorios para añadir toques personales: paredes bajas, estacas o vallas de piedra, una espaldera o pérgola, arbustos o elementos de arquitectura paisajista, árboles, caminos, un jardín de roca o sendero, flores, losas, etc.
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    Crea un marco para la casa. Dibuja unos elementos de paisaje para situar la casa en un marco concreto. Cambia los tipos de formas de árboles para despertar tu interés.
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    Ten más cuidado al mostrar un camino. Oriéntalo hacia el borde, encórvalo y redúcelo más, arrimado a la puerta, y ensánchalo y fúndelo a medida que entra en la escena. Dibujándolo justo abajo de la casa y haciéndolo demasiado rígido hará que parezca estar derecho, una situación que evitar.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Pintar la casita de campo

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    Pinta la casa. Reúne las acuarelas que quieras, unos pinceles, un balde de agua y una toallita o unos pañuelos de papel para ayudar a controlar el flujo de pintura.
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    Mezcla grandes charcos de color y usa un pincel grande. Fluye la pintura por encima de las formas.
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    Empieza a pintar en el lugar que quieras. No hay lugar correcto donde empezar. Al principio, trabaja con aguadas claras y diluidas. Esto te ayuda a ver la escena de colores y es fácil hacer correcciones si limpias una zona mojada con un pañuelo de papel. Deja secar la pieza antes de hacerle más capas o aguadas. Si quieres, usa un secador de pelo.
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    Trabaja en la pintura hasta que te convenza. Es mejor terminar más pronto en lugar de hacerla trabajar demasiado. Recuerda que hay muchas formas de revisar tu obra: quitarlo con esponja para hacer las zonas más claras, pintar demasiado con otro color, etc. Puedes añadir los toques finales por tiempo indefinido a medida que se te ocurran. Cuando la termines, firma la obra. Empieza otra pintura en este momento.
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    Enorgullécete de saber que esta viviendita especial es exclusivamente tuya. Cuélgala cuando la termines y disfruta de retirarte a ella cuando quieras. No necesitas hacer la maleta.
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Consejos

  • Aunque es legítimo tomar ideas de la obra de otros artistas vista en Internet, no copies exactamente un cuadro. Es más gratificante proponer tu propio dibujo y enorgullecerte de saber que es verdaderamente tuyo.
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Advertencias

  • Si sacas fotos de la vida, ayúdense mutuamente y manda a otra persona a manejar y arrancar el auto con seguridad mientras sacan fotos de la ventanilla abierta del pasajero. Esto te permite tener la vista exacta que quieres también. Si te bajas del auto para sacar una foto, asegúrate de que estás lejos de la calzada y el tráfico. Recuerda: lo primero es la seguridad.


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Acerca de este wikiHow

Virginia Kelley, MA
Coescrito por:
Virginia Kelley, MA
Máster en Educación Artística
Virginia Kelley, MA es coautor(a) de este artículo, un(a) miembro de confianza de la comunidad de wikiHow. Virginia Kelley es una artista y maestra de arte de Nueva York con más de 30 años de experiencia. Tiene una licenciatura y una maestría en Educación Artística de SUNY-Buffalo State y ha enseñado arte en las escuelas K-12 y a nivel universitario. Durante los últimos 20 años, ha centrado su trabajo y su enseñanza en la acuarela.
Categorías: Dibujo
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