El estrógeno es una hormona sexual que, aunque predomina más en las mujeres, también es una parte importante de la salud sexual masculina. Cuando tu cuerpo trabaja apropiadamente, el estrógeno ayuda a equilibrar la testosterona, previniendo la disfunción sexual. Sin embargo, es importante mantener tus niveles hormonales a raya, pues demasiado estrógeno puede dar lugar a graves complicaciones en la salud, como mayor tejido mamario, disfunción eréctil, fatiga, depresión y pérdida muscular.[1]

Método 1
Método 1 de 3:
Modificar tu dieta

  1. 1
    Compra alimentos orgánicos siempre que sea posible. Muchos de los herbicidas, pesticidas y antibióticos usados en el cultivo comercial contienen elementos tóxicos. Aunque no es concluyente, algunas investigaciones indican cuando se ingieren, estas toxinas actúan de manera similar a los estrógenos y pueden perturbar tu equilibrio hormonal corporal. Para evitar esto, compra alimentos con un sello verde que afirme que es orgánico siempre que puedas.[2]
  2. 2
    Come más verduras crucíferas. Muchas verduras crucíferas contienen grandes cantidades de indol-3-carbinol. Una vez que esté dentro del cuerpo, el indol-3-carbinol luchará por el mismo espacio en tus células que el tipo de estrógeno denominado estradiol, previniendo un mayor desarrollo. Con el paso del tiempo, el indol-3-carbinol puede ayudarle a tu cuerpo a expeler estrógeno, dejando más espacio para el desarrollo de la testosterona. Estas son algunas verduras crucíferas comunes:[3]
    • brócoli
    • col de Bruselas
    • col
    • coliflor
    • col rizada
  3. 3
    Consume alimentos con enzimas antiestrógenos. Si bien muchos alimentos contienen elementos que copian el estrógeno, algunos tienen enzimas como los elagitaninos, naringeninas y apigeninas que bloquean la producción o propagación de la hormona sexual. Dependiendo del alimento específico, esto se realiza evitando activamente que el estrógeno se una a los receptores celulares o copiando los inhibidores de aromatasa. Estos son algunos alimentos que contienen antiestrógenos:[4]
    • frutas cítricas
    • bayas oscuras
    • aceite de oliva
    • ostras
    • granadas
    • hongos blancos
  4. 4
    Reduce tu consumo de cafeína y alcohol. El café, la gaseosa y las bebidas cafeinadas similares pueden aumentar en gran medida la producción de estrógeno en tu cuerpo. El café en particular puede volver tu cuerpo más ácido, haciendo que le sea más difícil equilibrar tus hormonas. La cerveza, el whisky y muchas otras formas de alcohol contienen fitoestrógeno que, cuando se consume, puede provocar un incremento general de los niveles de estrógenos en el cuerpo.[5]
  5. 5
    Elimina los productos de soya de tu dieta. Las semillas de soya y sus subproductos asociados, incluida la leche de soya y el queso de soya, contienen altas cantidades de fitoestrógeno. Al igual que con el alcohol, esta sustancia puede aumentar la cantidad de estrógeno presente en tu cuerpo.[6]
    Anuncio

Método 2
Método 2 de 3:
Realizar cambios en tu estilo de vida

  1. 1
    Haz ejercicios por lo menos 3 horas por semana. Cuando se realizan de forma habitual, las actividades de alta intensidad pueden ayudar a regular las hormonas. Si es posible, haz ejercicios por lo menos 3 horas por semana o unos 30 minutos al día. Concéntrate en los ejercicios aeróbicos como correr, montar bicicleta y nadar en lugar del entrenamiento localizado o la tonificación muscular.[7]
  2. 2
    Deja de usar productos con xenoestrógeno. El xenoestrógeno es un tipo de componente químico utilizado en varios productos urbanos. Si tienes demasiado contacto con productos que contienen xenoestrógeno, los químicos pueden meterse en tu cuerpo y aumentar el desarrollo de estrógenos. Estos son los productos que debes evitar o usar en cantidades limitadas:[8]
    • productos de plástico, incluidos los recipientes, botellas y envolturas
    • pesticidas para el jardín y herbicidas
    • productos de belleza de vinilo con ftalatos
    • desinfectantes con ortofenilfenol
    • filtros de café decolorado, papel, pañuelos de papel y servilletas
  3. 3
    Duerme por lo menos 7 horas cada noche. La melatonina es una hormona que ayuda a regular el ciclo de sueño. Sin embargo, también interfiere con el proceso de creación de estrógeno, dificultando la propagación de esta hormona. Para asegurarte de tener suficiente melatonina, duerme por lo menos 7 horas cada noche. Asegúrate de descansar en una habitación oscura sin distracciones, ayudándole a tu cuerpo a alcanzar un estado de sueño donde pueda crear más melatonina.[9]
    Anuncio

Método 3
Método 3 de 3:
Hablar con tu médico

  1. 1
    Pídele a tu médico que te haga una prueba de sangre para evaluar tus niveles de estrógenos. Si sospechas que tienes altos niveles de estrógenos, pídele a tu médico que te haga una prueba de sangre. Esta es la mejor manera de determinar qué tan altos están tus niveles de estrógenos y cuáles son las mejores opciones de tratamiento.[10]
    • Si te han diagnosticado altos niveles de estrógenos, pero notas que tus síntomas mejoran, quizás tu médico quiera hacerte pruebas de sangre de forma habitual para revisar tus niveles de estrógenos y modificar tu tratamiento.
  2. 2
    Toma suplementos de vitaminas para ayudarle a tu cuerpo a eliminar el estrógeno. Aunque no es una cura instantánea, tomar suplementos alimenticios puede ocasionar una disminución de los niveles de estrógenos en el cuerpo. Específicamente, las píldoras de vitaminas y minerales pueden ayudarles a las áreas del cuerpo que eliminan el estrógeno, haciendo que el proceso sea más rápido y más eficaz. Consulta con tu médico sobre los siguientes suplementos alimenticios:[11]
    • calcio-D-glucarato, tomado en dosis diarias de 150 a 300 mg
    • extracto de té verde, tomado en dosis diarias de 100 a 200 mg
    • curcumina, tomado en dosis diarias de 50 a 100 mg
    • cardo mariano, tomado en dosis diarias de 50 a 100 mg
    • sulforafano, tomado en dosis diarias de 200 a 400 mg
  3. 3
    Usa los moduladores selectivos de los receptores de estrógenos (MSRE) en ciertas áreas del cuerpo. Los MSRE son un tipo de fármacos que, cuando se introducen, evitan que el estrógeno afecte ciertas partes del cuerpo como la glándula pituitaria. Pregúntale a tu médico sobre medicamentos recetados como el clomifeno y el tamoxifeno.[12]
    • Los posibles efectos secundarios de los MSRE son la distensión, dolor estomacal y problemas de la vista como sensibilidad a la luz y visión borrosa.
    • Consulta con tu médico antes de tomar MSRE con medicamentos como bexaroteno, parlodel, tagamet, clozapina, cytoxan, nydrazid, femara, tapazole o cardene.
  4. 4
    Usa inhibidores de la aromatasa para evitar el aumento del estrógeno. Estos son un tipo de medicamento que reduce los niveles de estrógenos combatiendo las enzimas de la aromatasa, que toma la testosterona y la convierte en estradiol. Consulta con tu médico acerca de recibir una receta para anastrozol, letrozol o un inhibidor de la aromatasa similar.[13]
    • La visión borrosa, el dolor en el pecho, los mareos, la hinchazón, la falta de aire y los latidos irregulares son efectos secundarios comunes de los inhibidores de la aromatasa.
    • Antes de tomarlos, consulta con tu médico acerca de las posibles reacciones con la talidomida y citalopram.
  5. 5
    Fíjate si tus medicamentos actuales aumentan tus niveles de estrógenos. En algunos casos, tus medicamentos actuales podrían crear reacciones inesperadas en el cuerpo, dando lugar a mayores niveles de estrógenos. Si sospechas que este podría ser tu caso, comunícate con tu médico y explícale la situación. Tal vez sea necesario realizar un cambio en la receta o en la dosis para equilibrar tus niveles hormonales.
    Anuncio

Acerca de este wikiHow

Erik Kramer, DO, MPH
Coescrito por:
Doctor en medicina osteopática
Este artículo fue coescrito por Erik Kramer, DO, MPH. El Dr. Erik Kramer es médico de atención primaria en la Universidad de Colorado, especializado en medicina interna, diabetes y control de peso. Recibió su doctorado en Medicina Osteopática en el Touro University Nevada College of Osteopathic Medicine en 2012. El Dr. Kramer es miembro diplomado de la Junta Estadounidense de Medicina de la Obesidad y está certificado por el colegio oficial. Este artículo ha sido visto 17 888 veces.
Categorías: Salud
Anuncio