Algunas personas pueden intimidarse al ver a un zorro, pero por lo general no son un peligro inmediato para las personas y pocas veces atacan, salvo que tengan rabia. Sin embargo, siempre debes recordar que son animales salvajes, por lo que debes tener cuidado cuando interactúes con uno.[1] Por lo general, es una mala idea domesticar a un zorro salvaje, pero quizás no haya peligro si te vuelves amigo de uno que pase cerca de tu casa. Otra opción sería adoptar uno domesticado si es legal en tu estado o región.

Método 1
Método 1 de 2:
Volverte amigo de un zorro salvaje

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    Mantén un espacio silencioso y acogedor. Los zorros suelen ser muy tímidos y se asustarán con los sonidos fuertes. Nunca hagas movimientos ruidosos o súbitos cuando trates de hacer que un zorro confíe en ti.
    • Retira o desactiva los rociadores activados con movimiento, ya que también los ahuyentarán.[2]
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    Déjale comida afuera con frecuencia. Si hay uno que visita tu propiedad, podría volverse tu amigo con facilidad si le dejas comida. Esto lo atraerá a tu patio y hará que regrese. Los zorros disfrutan las frutas y los vegetales. Estos comprenden a los melones comunes y los dulces, las sandías, los calabacines, los zapallitos, las batatas, las zanahorias cocidas, los frejoles y las alverjillas. Los zorros son omnívoros, por lo que también puedes darles huevo o carne cruda, como la de ciervo y pescado.
    • No lo alimentes a diario, ya que esto podría volverlo perezoso y dependiente de la comida que le den las personas. Aliméntalo una vez a la semana.
    • No dejes abierta la puerta de tu casa para que los zorros salvajes entren y se alimenten. Esto podría animarlos a ingresar a otras casas.[3]
    • Estos animales también comerán comida para perros, pero al principio solo debes darles los alimentos ya recomendados para no alterar su dieta natural.
    • Mantén a toda mascota alejada del área de alimentación que le brindes al zorro.
    • No le des los siguientes alimentos: granos, chocolate, uvas, pasas, aguacates, cafeína, berenjenas verdes, papas verdes, semillas de nueces, pimienta, tomates, cebollas, ajo o comida chatarra.
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    No te le acerques demasiado. Los zorros no suelen atacar a las personas, pero es importante que recuerdes que son animales salvajes, por lo que no siempre podrás interpretar lo que piensan o sienten.
    • Nunca alimentes de la mano a un zorro salvaje. Este tendrá el instinto natural de escapar si tratas de tocarlo o acercártele.
    • Nunca te acerques a un zorro que esté con sus crías jóvenes, ya que puede atacarte para protegerlas.[4]
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Método 2
Método 2 de 2:
Adoptar y entrenar a un zorro domesticado

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    Busca a un criador de zorros de buena reputación. Hay algunas organizaciones en el país que rescatan zorros de las granjas de pieles y los brindan en adopción. Una vez que investigues sobre las leyes de tu región sobre los zorros mascota, tendrás que completar una solicitud a fin de cerciorarte de que estés calificado para tener uno.
    • Si aceptan tu solicitud, conversa con la organización de adopción sobre las necesidades del zorro (como comida, juguetes, etc.) a fin de estar totalmente preparado para recibirlo en tu casa.
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    Comunícate con un veterinario cerca de tu casa que esté dispuesto a tratar al zorro. La atención médica es muy importante. Tu trabajo es buscar un veterinario que tenga conocimientos sobre zorros y experiencia con ellos, como el de un zoológico.
    • Lleva al zorro al veterinario con frecuencia, para que se acostumbre a él y no le tema.[5]
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    Prepárale una jaula de interior o exterior. Él debe tener su propio espacio con una extensión mínima de 5,5 m2 (60 pies cuadrados). Si decides conseguirle una jaula de exterior, adopta las precauciones necesarias para que no se escape. El fondo de una jaula de exterior debe ser metálico o de concreto, ya que los zorros son muy buenos escarbando.
    • Otra opción es enterrar la jaula a una profundidad de 90 cm (3 pies), para que no pueda escarbar debajo de ella.[6]
    • Asegúrate de que su espacio tenga acceso a agua y comida, un área para dormir, una caja en donde esconderse, juguetes y una caja de arena.
    • Los zorros también saben trepar, por lo que la jaula debe tener una parte superior segura.
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    Gánate su confianza. Se requiere paciencia, consistencia y tiempo para que un zorro confíe en ti y desarrolle un vínculo contigo. Puedes hacerlo hablándole e imitando sus sonidos.
    • No todos los zorros disfrutan el contacto físico o las caricias. Aprende sobre su personalidad y adapta sus interacciones según corresponda.[7]
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    Socialízalo luego de 5 días. Luego de adoptarlo, deja que se establezca y se sienta cómodo contigo y su hogar, para evitar estresarlo. Si adoptas uno bebé, sostenlo con frecuencia (pero con cuidado) para socializarlo de forma apropiada y hacer que se acostumbre a ti. Después de 5 días, enséñale lo más que puedas de forma lenta, de manera que pueda ser sociable cerca de otros animales y personas.
    • Mantenlo alejado de los animales pequeños que normalmente cazaría en la naturaleza, como conejos, ratones, jerbos y aves. No hay problema con los perros y los gatos, siempre y cuando se los presentes en una etapa temprana.
    • Los zorros suelen ser muy hiperactivos, así que juega con ellos por una hora al día como mínimo.
    • Paséalo dos veces al día. Bastará con hacerlo una vez por la mañana y otra por la noche. Esto lo mantendrá más calmado cuando esté dentro de casa y evitará que se aburra y se vuelva destructivo.
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    Mantenlo fuera de problemas dándole juguetes. Evita que se aburra y arruine los cojines del sofá dándole muchos juguetes. Le gustarán los peluches, las sogas, los juguetes chillones, las sonajas de bebé y algunos juguetes para gatos.
    • Mantén alejados los juguetes que no pueda usar. Enséñale qué objetos puede usar para jugar echándoles un poco de mantequilla de maní y elogiándolo cuando juegue con ellos.[8]
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    Entrénalo para que use una caja de arena o una alfombrilla para cachorros. Puedes enseñarle a usar una caja de arena, tal como a un gato. Para entrenarlo, llévalo a ella cada hora para que se acostumbre al olor y desarrolle una rutina.
    • A los zorros les encanta escarbar, así que dale una caja de arena cerrada para reducir la suciedad que causará al escarbar con frecuencia. Si parece que prefiere solo escarbar en la caja en lugar de usarla como baño, entrénalo para que use alfombrillas para cachorros.
    • No lo castigues gritándole o golpeándolo. Los zorros pueden ser animales muy sensibles. Si hace sus necesidades en el lugar incorrecto, regrésalo con rapidez a la caja de arena o la alfombrilla para cachorros a fin de enseñarle el lugar adecuado para ello.[9]
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    Entrénalo tal como a un perro. Investiga sobre el entrenamiento de perros para aprender las técnicas básicas, como enseñarle a caminar con una correa puesta, sentarse y jugar con una pelota o a traer un objeto.
    • Puedes enseñarle a caminar con su correa puesta. Ayúdalo a acostumbrarse a ello colocándole un collar por unos días antes de ponerle la correa. Asegúrate de que el collar esté lo suficientemente ajustado como para que no pueda quitárselo.
    • También puedes enseñarle a traer un objeto. Jueguen a la pelota y prémialo cuando te la traiga. Esta es una manera fantástica de desarrollar un vínculo con él.[10]
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    Redirige el mal comportamiento usando una botella rociadora. Los zorros son muy sensibles, por lo que nunca debes gritarles o golpearlos cuando hagan algo mal. Siempre ten en cuenta que son animales salvajes, no perros. Ten en cuenta que su confianza es difícil de ganar y muy fácil de perder.
    • Si está jugando con objetos prohibidos o haciendo sus necesidades en los muebles, usa una botella rociadora pequeña para echarle un poco de agua y decirle “no” con firmeza (sin gritarle).[11]
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Advertencias

  • Ten cuidado cuando dejes comida para un zorro salvaje. Si lo alimentas demasiado o con mucha frecuencia, podrías animarlo a acercarse más a tu casa y a la de otras personas con el fin de conseguir más comida. Esto podría hacer que dependa de las personas para conseguir alimento. Esto incluso podría hacer que te ataque a ti o a tus vecinos.[12]
  • Nunca le des ningún tipo de grano a un zorro salvaje o domesticado. Estos comprenden al trigo, la avena, el arroz y cualquier otro cereal. Los carbohidratos simples y los complejos pueden perjudicar su salud.[13]
  • La orina de zorro tiene un olor muy fuerte que es casi imposible de eliminar. Antes de llevar uno a tu casa, consigue protectores de muebles lavables y empieza a enseñarle de inmediato a hacer sus necesidades en el lugar asignado.[14]
  • Los zorros mascota necesitan una supervisión constante, entrenamiento y socialización. No consigas uno si no tienes el tiempo ni los recursos para cuidar a uno de forma apropiada.
  • No muestres tu frustración cuando lo entrenes. Él podría sentirla y reaccionar de forma negativa, lo que hará que sea incluso más difícil domesticarlo.[15]
  • Los zorros suelen desarrollar vínculos con otros zorros para toda la vida. Si alejas a uno de su pareja o hermano, podría deprimirse o a veces volverse agresivo.[16]
  • Averigua sobre las leyes de tu área antes de adoptar uno. Según tu estado o región, tener un zorro (domesticado o salvaje) podría ser ilegal.
  • Investiga de forma minuciosa sobre las diferentes especies de zorro. Cada una tiene su propia personalidad y necesidades, por lo que requerirán cuidados diferentes.[17]
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Categorías: Mascotas y animales
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