Cuando eres un niño, tus sueños no tienen límites. Deseas ser un bombero, un astronauta, un actor, un doctor y un cantante pop, todo al mismo tiempo. A medida que creces y empiezas a considerar seriamente tu futuro profesional, es importante preservar esa pasión y autoconfianza. Confucio pensó correctamente cuando dijo “Elige trabajar en lo que ames y no tendrás que volver a trabajar el resto de tu vida”.[1]

Parte 1
Parte 1 de 3:
Descubrir tus dones

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    Muévete. ¿Disfrutas practicar diferentes tipos de deportes o escalar por toda la barra de monos? Tal vez seas un niño práctico e inviertas tu tiempo libre construyendo fortalezas y jugando con tus amigos. Es probable que seas la persona más fuerte y más rápida en la escuela. Créelo o no, estas cosas divertidas y físicas que te encantan pueden convertirse en una carrera.
    • Los atletas profesionales hacen dinero practicando sus deportes favoritos y las personas como los entrenadores, los árbitros y los médicos deportivos también hacen sus carreras en torno a los deportes. Los trabajadores de construcción y los mecánicos tienen que trabajar todo el día con sus manos, construyendo y arreglando cosas desde lo más básico. Las posibilidades son ilimitadas.
    • “Tener un trabajo” no siempre significa sentarse en un escritorio todo el día. Hay mucha diversión y muchos trabajos activos para las personas a las que les gusta estar de pie.
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    Acepta y desarrolla tu amor por las matemáticas y las ciencias. Esto puede sonar aburrido, pero estas clases escolares pueden ayudarte a encontrar tu futuro trabajo. Algunos niños aman las clases de matemáticas y pueden hacer los problemas más difíciles en sus cabezas. Otros estudiantes no pueden esperar para experimentar y aprender acerca del mundo que los rodea en las clases de ciencia. ¿Te gusta de manera especial aprender y usar la lógica y los hechos? Toma nota. Las habilidades matemáticas y científicas son habilidades asombrosas que se pueden convertir en carreras.
    • Los inventores, los científicos, los economistas, los ingenieros y los programadores de computadoras alguna vez fueron estudiantes como tú y ahora trabajan con números, hechos y lógica en sus carreras. Aunque tu trabajo como adulto no se base en las matemáticas ni en la ciencia, estas habilidades pueden ayudarte en todo tipo de profesión.
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    Crea cosas y deja que tu imaginación vuele. Dibuja, escribe, pinta, diviértete y crea. Si prefieres soñar despierto, haz manualidades, cuenta historias o haz música en vez de aprender hechos y figuras, esto está bien. Aférrate a tus sueños y esfuérzate al hacer las cosas que disfrutes. Hay muchas carreras para las personas como tú.
    • Los artistas, los autores, los actores, los músicos y los diseñadores tienen profesiones que requieren creatividad, las cuales son algunas de tantas. Ser un soñador y un artista son cualidades que pueden hacer que tengas un trabajo asombroso un día.
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    Acepta y acoge las cosas que amas de todo corazón. Si quieres invertir todo tu tiempo libre cocinando con tus padres en la cocina, jugando con el perro de la familia afuera o vigilando a tus hermanos menores, sigue haciendo esas cosas. Tus pasatiempos y tus pasiones son las cosas que se pueden convertir en tu carrera algún día si te esfuerzas y permites que tus intereses crezcan. Tus pasatiempos favoritos pueden ser indicadores de las cosas en las que sobresales y amas.
    • Piensa en la razón por la que disfrutas los pasatiempos que haces. Si te gusta jugar con tus mascotas, quizás seas un criador y podrías ser un gran veterinario o un entrenador de animales un día. Si disfrutas cuidando de tus hermanos menores, puedes ser un vigilante, un profesor o un tutor de carrera cuando crezcas.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Evaluar tus opciones como un adulto joven

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    Explora el mundo que te rodea. Mientras más veas y experimentes, más caminos posibles encontrarás. Cuando eres joven, tienes mucha más libertad con respecto a la manera en que inviertes tu tiempo. Úsala probando todo lo que puedas y aprendiendo todo de las cosas que te interesan. Nunca se sabe cuándo te toparás con algo que ames totalmente.[2]
    • No temas dejar tu zona de confort. Inscríbete en la clase de oratoria que te intimida o postula para la beca que crees que nunca conseguirás. Una oportunidad inesperada puede conducirte directamente a tu trabajo soñado. Lo peor que puedes hacer es permitir que eso que te intimida o te da miedo te impida dar el primer paso.[3]
    • Lea Michelle, la estrella mundialmente famosa de Glee, se inició en Broadway por “accidente”. Ella acompañaba a su amiga a una audición y luego, a manera de broma, la terminó haciendo ella misma. Encontró el trabajo de su vida por casualidad y tú también puedes hacerlo si te expones lo suficiente.[4]
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    Escucha a tus instintos. Es fácil verse envuelto en las opiniones de los demás o seguir el plan que otros tienen para ti. Siempre habrá personas que juzguen tus elecciones y siempre habrá familiares, maestros, amigos e incluso extraños que te digan lo que debes hacer. Sin embargo, solo sabes qué carrera es la correcta.[5]
    • Esto no significa que debas ignorar el consejo que recibes de las personas que te quieren. Por lo general, quieren lo mejor para ti y es probable que tengan más experiencia de vida que tú, así que ciertamente puede ser útil. Sin embargo, finalmente solo tú puedes determinar en quién y en qué quieres convertirte al crecer. No dejes de perseguir un sueño ni abandones una meta solo porque otros no crean en ella.
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    Practica, practica y practica. Si encuentras algo que amas totalmente, pero es algo en lo que no eres muy bueno, practica. Si encuentras algo en lo que sobresales naturalmente, practica. Ya sea que seas un novato o un prodigio, debes perfeccionar tu trabajo. Nadie puede convertirse en un experto en su campo a menos que le dedique tiempo y energía.[6] Sin importar cuál sea tu habilidad, es importante que te perfecciones lo más que puedas.
    • Cuando se trata de determinar cuáles son tus habilidades, no temas pensar más allá de los límites. Quizás no se trate de un deporte, de una materia en la escuela o de alguna otra cosa definida. ¿Tus amigos te buscan cuando necesitan consejo? ¿Tienes una debilidad por los animales? ¿Te gusta ser el líder de un proyecto en la escuela? Todas estas cosas son fortalezas que pueden ayudarte en el mundo profesional.
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    Sé realista y ten paciencia. Sueña a lo grande y mantente optimista sobre el futuro, pero recuerda que solo el esfuerzo y la paciencia te llevarán a donde quieres llegar. Muchas personas que aman su carrera en el presente, quizás no la amaban cuando empezaron. Aunque sería grandioso obtener tu trabajo soñado al primer intento, a menudo debes averiguar en qué industria quieres estar y luego subir peldaño a peldaño la escalera.[7]
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Buscar una posición que ames

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    Toma una prueba de orientación vocacional. Si no tienes idea de por dónde empezar el proceso de elegir una carrera, estas pruebas son perfectas para ti. Hay diferentes tipos de pruebas que pueden medir tus habilidades e intereses y orientarte hacia la carrera adecuada.[8] Tus resultados no son solo opciones, sino que pueden ser sugerencias útiles para ponerte en el camino correcto.
    • Algunas pruebas examinan tus habilidades naturales haciéndote preguntas cuyas respuestas sean correctas o incorrectas. Otras pruebas tienen preguntas más abiertas. Estas analizan tu personalidad.[9] Prueba algunas.
    • Puedes encontrar muchas pruebas grandiosas de orientación vocacional en línea con una búsqueda rápida en Google. Si quieres más opciones, pide ayuda al consejero estudiantil o a un profesor. Hay muchas pruebas que puedes tomar.
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    Escribe todas tus fortalezas y tus pasiones. Debajo de cada una, anota los diferentes trabajos o carreras que hacen uso de esa habilidad en particular. Al escribir todo esto, podrás organizar tus pensamientos y visualizar mejor tus oportunidades. Tacha las carreras que te parezcan poco interesantes y encierra en un círculo aquellas de las que quieras saber más. Presta atención a los trabajos que aparezcan en la lista más de una vez (en otras palabras, los trabajos que requieren varias habilidades o intereses que poseas).
    • Estas cosas pueden ser generales o específicas. Por ejemplo, puedes escribir “compasivo”. Debajo de ese rasgo, puedes poner cosas como doctor, profesor, trabajador social, etc. Al lado, puedes escribir “Bueno en ciencia”. Debajo de esa habilidad puedes escribir cosas como químico, doctor, programador de computadoras, etc. No pienses en esto demasiado, es bueno ver “todas” las posibilidades.
    • Piensa en la manera en que tus fortalezas se pueden convertir en diferentes trabajos. Por ejemplo, quizás seas un cantante talentoso, pero eso no significa que tu meta deba ser convertirte en un cantante famoso. Piensa en otros trabajos relacionados, como productor, profesor de música, reclutador de talentos y más.
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    Piensa en el estilo de vida que deseas cuando crezcas. ¿Deseas un trabajo que requiera que viajes siete días a la semana o quieres tener la libertad de trabajar en casa? Piensa en tus prioridades en cuanto a un trabajo o una carrera y no sientas vergüenza de responder honestamente.[10] Quizás estés dispuesto a escoger un trabajo en el que no estés personalmente interesado si de por medio hay un gran salario. Por otro lado, puedes priorizar en el placer de un trabajo por encima del dinero que puedas hacer. Todas las personas son diferentes, así que debes decidir lo que es más importante para “ti”.
    • Tus prioridades pueden cambiar con el tiempo. No temas explorar diferentes caminos.
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    Estudia la información específica acerca de las industrias en las que estás interesado. Aprender todo lo que puedas de una industria en particular puede ayudarte a decidir si esa es la correcta para ti. Puedes determinar qué habilidades específicas son más importantes en ese campo para que puedas desarrollarlas y perfeccionarlas. También debes determinar el nivel de educación o las certificaciones especializadas que necesitarás. Al investigar más profundamente, puedes averiguar incluso cuán empleable puedes ser en un campo en particular o si es probable que necesites un plan de contingencia.
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    Busca un tutor. Una vez que hayas reducido la lista de los trabajos y de las carreras que más te interesan, trata de buscar a alguien en ese campo. Es de mucha utilidad hablar con alguien que tenga el trabajo que desees y preguntarle todo lo que quieras saber. Aprende cómo llegó a donde está y qué le hubiera gustado saber cuando era más joven. Pregúntale cómo es su día típico y, si es posible, síguelo de cerca por un día. Al seguir las huellas de alguien que tiene tu “trabajo soñado”, puedes aprender más al respecto y decidir si efectivamente es el correcto para ti.[11]
    • Buscar un mentor en el campo de tu elección también puede ofrecerte una valiosa oportunidad de hacer contactos. Una frase popular sobre la búsqueda de trabajo es “No se trata de lo que conoces, se trata de a quién conoces”. Aunque este no siempre sea el caso, tener contactos puede hacer que tu hoja de vida esté en la parte superior de la pila cuando llegue el momento de postular al trabajo.[12]
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