Ser estudiante puede ser complicado. Debes equilibrar tus trabajos escolares con tus demás responsabilidades, las cuales pueden incluir el trabajo o el tiempo con los amigos. No obstante, con práctica, podrás aprender a ser un estudiante responsable y desarrollar habilidades que te ayuden por el resto de tu vida.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Tener éxito en la escuela

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    Asiste a clases preparado para aprender cada día. Debes pensar en tu papel como estudiante de una manera similar a la forma en que tus padres y otros adultos piensan en el trabajo. En muchas formas, la escuela es un tipo de entrenamiento para la ética laboral y las responsabilidades personales que necesitarás desarrollar con la finalidad de vivir exitosamente como adulto. Si nunca estuvieras preparado, llegaras tarde o te reportaras como enfermo, no durarías mucho en un trabajo, así que comienza a tomar la escuela con seriedad.[1]
    • Ve a clases a tiempo y siempre preparado. Asegúrate de haber hecho la tarea y haber leído las asignaturas, además de tener todo lo necesario para la clase de ese día.
    • Siéntate en la parte delantera del salón y participa en clase. Escucha de manera activa, responde las preguntas y haz otras en caso de que estés confundido o no estés seguro de algo.
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    Realiza buenas anotaciones en clase. Las anotaciones son los cimientos de tus sesiones de estudio al final del semestre. Sin anotaciones sólidas, podrías tener un rendimiento deficiente en tus exámenes. Comienza leyendo todas las noches y asistiendo a clase con un conocimiento práctico del material del que se hablará ese día.[2]
    • Comienza las anotaciones de cada día en una página nueva de tu cuaderno al escribir la fecha y el nombre de la lectura más reciente. Esto te ayudará a llevar un registro del material mientras te preparas para los exámenes.
    • Escribe todo lo que el maestro escriba en la pizarra. Por lo general, estas anotaciones son muy importantes y a menudo se citan textualmente en las pruebas o exámenes.
    • No es necesario que escribas cada palabra que diga el maestro, pues probablemente no sea posible, dependiendo de la clase. Por el contrario, escribe los puntos principales, tales como nombres, fechas, eventos, detales relevantes y resultados o implicaciones que sean de importancia.
    • Procura desarrollar un sistema de abreviaturas que funcionen para ti. Realizar tus anotaciones a mano puede ayudarte a escribir más rápido y con mayor eficacia.
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    Vuelve a escribir tus anotaciones. Volver a escribir las anotaciones del día en un cuaderno aparte puede ser de gran utilidad. Esto te ayudará a procesar la información y a tener una serie de anotaciones más claras y organizadas que puedes utilizar para estudiar.
    • También puedes encontrar preguntas o inconsistencias en las anotaciones que luego podrás preguntar a tu maestro para que te las aclare al día siguiente.
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    Estudia a diario tus anotaciones y lecturas. Además de volver a escribir tus anotaciones de clase, es importante revisarlas y basarte en ellas mientras realizas las asignaciones de clase. Algunas investigaciones sugieren que revisar tus anotaciones dentro de las 24 horas de clase puede mejorar considerablemente tu capacidad de retención de la información.[3]
    • Escribe preguntas en tus anotaciones. Interrogar el material en lugar de simplemente restarle importancia te ayudará a memorizar esa información y desarrollar habilidades de pensamiento crítico más sólidas.

Parte 2
Parte 2 de 4:
Ser responsable fuera de clase

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    Maneja tu tiempo de manera prudente. Manejar tu tiempo te ayudará significativamente a ser un mejor estudiante y un trabajador más productivo. Los maestros y empleadores valoran mucho las habilidades para el manejo de tiempo, las cuales pueden ayudarte a nunca perder un plazo límite o carecer de preparación para un examen.[4]
    • Utiliza un calendario o agenda que te ayude a llevar un registro de tus plazos, citas y otras obligaciones.
    • No postergues las cosas. Al postergar las cosas, no ganarás tiempo y solo te estresarás aún más.
    • Divide tus tareas en partes más pequeñas y manejables. Esto puede ayudarte a elaborar un gran proyecto que sea mucho más sencillo de lograr.[5]
    • Establece una línea de tiempo para las cosas que necesites lograr y desarrollar dichas tareas siguiendo un orden lógico. Determina las tareas prioritarias y los proyectos que deben completarse antes de comenzar el siguiente.
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    Estudia para los exámenes con anticipación. Todos los maestros diseñan los exámenes de una manera diferente. Si tu maestro no ha especificado la manera en que organiza los exámenes y el material en que se basarán, deberás preguntárselo fuera de clase. De esa manera, podrás prepararte de manera adecuada para el examen.[6]
    • Comienza a estudiar con anticipación. Evita postergar las cosas y comenzar a estudiar justo antes de un examen.
    • Procura comprender el material de una manera amplia y precisa. Comienza con el concepto general y luego comprende los detalles de cada tema.
    • Evalúate mientras estudias para así determinar las áreas en las que necesitas esforzarte más. Utiliza tarjetas pedagógicas para revisar los términos, nombres o fechas, y luego elabora un autoexamen para ver si tienes una noción sólida del material.
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    Solicita ayuda si ves que tus calificaciones caen. Ya sea que hayas perdido una clase importante, tengas problemas con algunos conceptos o que tengas una emergencia familiar estresante, hay probabilidades de que tus calificaciones puedan bajar en un determinado punto. Si esto sucede, es importante solicitar la ayuda de inmediato. Recuerda que no es necesario que te resignes a tener malas notas si eres proactivo y dedicado con tus estudios.
    • Mantén un registro de tus calificaciones en el curso y reconoce los patrones que dan lugar a las malas notas. Es posible que tu maestro no se percate de tus calificaciones a menos que las menciones.[7]
    • Organiza una reunión con tu maestro lo antes posible. Explícale tu situación (en caso de que sea convincente) y pídele que te ayude explicándote el material con el que tienes problemas.[8]
    • Si en verdad tienes dificultades con un concepto importante, procura trabajar con un tutor. Puedes encontrar a uno por medio de la escuela o a través de una búsqueda en Internet.
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    Asume la responsabilidad por tus palabras y acciones. Si no logras terminar tu tarea, entregar un documento a tiempo o llegar temprano al trabajo, el único culpable eres tú. Asumir la responsabilidad es una señal importante de madurez, en parte debido a que aceptar tus obligaciones puede ayudarte a mantener la concentración y el compromiso con lo que debe hacerse en el futuro. [9]
    • Menciona todas las fuentes que utilices en tu tarea y asignaturas. Nunca copies o robes la propiedad intelectual o creativa de otras personas.
    • Termina tus asignaturas a tiempo y date algunos días adicionales para revisar el producto final y hacer las correcciones necesarias.
    • Respeta las ideas, creencias y opiniones de los demás, aun cuando no estés de acuerdo con ellas.
    • Siempre compórtate de una manera respetuosa y apropiada, y nunca inventes excusas para tu conducta. Asumir la responsabilidad implica los resultados tanto buenos como malos de tus decisiones.
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    Si es posible, trabaja a tiempo parcial. Trabajar mientras estudias puede ser complicado, sin importar el nivel de educación en el que te encuentres, pues requiere una gran cantidad de manejo del tiempo y priorización. No obstante, en última instancia, es una experiencia muy gratificante que puede enseñarte una gran cantidad de responsabilidad fiscal mientras obtienes un poco de dinero adicional para divertirte con tus amigos. Aun cuando no puedas trabajar a tiempo completo de manera realista, tener un trabajo a tiempo parcial aún puede enseñarte mucho y prepararte para futuras responsabilidades.[10]
    • Busca un trabajo que sea adecuado con tu horario escolar. No todos los empleadores son flexibles, así que indícales con anticipación que tu educación es la prioridad.
    • Maneja tu tiempo. Asegúrate de no postergar las tareas o proyectos para después del trabajo, pues podrías estar demasiado cansado para realizarlos.
    • Procura mantener el equilibrio. Reserva un tiempo los fines de semana o después de la escuela los días de semana para hacer las cosas divertidas que sean de tu agrado, tales como pasar el tiempo con los amigos.
    • Determina un presupuesto realista que equilibre tus gastos frente a tus ingresos y aférrate a él.
    • Puedes buscar en línea ayuda para elaborar un presupuesto o hablar con un consejero escolar.[11]

Parte 3
Parte 3 de 4:
Planificar tu futuro

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    Sigue una carrera que sea satisfactoria y práctica. Mientas piensas en tu futuro después de graduarte, deberás comenzar a enfocarte en una carrera. Los principales factores que debes considerar son si disfrutarías trabajando en un determinado empleo día tras día y si dicho empleo puede sustentar tu vida de manera realista. Investiga las estadísticas de empleo para ese empleo, los salarios iniciales promedios, cualquier certificación o formación que puedas necesitar y si deberás mudarte a otro lugar.
    • Puedes buscar información actual sobre muchas carreras diferentes al revisar el sitio web de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés).[12] También puedes hablar con profesionales que trabajen en el campo al que quieres ingresar.
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    Piensa meticulosamente antes de solicitar algún préstamo. Independientemente de que planees ir a la universidad o ya estés asistiendo a una, podrías considerar la posibilidad de solicitar préstamos estudiantiles. Los préstamos son una excelente forma de pagar tu educación, pero a menudo se presentan con tasas de interés elevadas que pueden dejarte endeudado durante años. Antes de solicitar algún préstamo o renovar uno existente, piensa en los costos a largo plazo y busca otras opciones que puedan ser financieramente más seguras.[13]
    • La regla general para los estudiantes es que cualquier préstamo que necesites pagar cada vez no debe exceder el 8 % de tu ingreso mensual anticipado.
    • Piensa en la carrera que quieres seguir e investiga las labores que alguien recién ingresado en ese campo deba hacer cada mes durante su primer año de empleo.
    • Si estás en la universidad o planeas asistir a una, investiga la ayuda financiera que no tendrás que devolver. Por ejemplo, podría conseguir algunas subvenciones, becas, además de puestos de estudio y trabajo que ofrezca tu escuela.
    • Si no podrás costear el préstamo, considera otras alternativas. Puedes conseguir un segundo empleo, pagar tus finanzas en cuotas o pedirle a un amigo de confianza o familiar que te preste el dinero.
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    Busca oportunidades para establecer redes de contactos o conseguir becas. Las becas son una excelente forma de obtener habilidades valiosas mientras sigues en la escuela. Tanto las becas como los eventos sociales pueden dar lugar a oportunidades laborales una vez que te hayas establecido y hayas hecho conexiones en tu campo deseado.
    • Muchas escuelas ofrecen becas a los estudiantes. Si este no es tu caso, puedes buscar becas en tu localidad por medio de Internet o la sección de clasificados del periódico.
    • Averigua sobre eventos sociales al unirte a clubes relevantes y hablar con profesionales que trabajen en el campo de tu elección.

Parte 4
Parte 4 de 4:
Tener un estilo de vida saludable

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    Ten una dieta equilibrada y nutritiva. Tener una dieta equilibrada es crucial para desarrollar la fortaleza muscular y los huesos, mantener un peso saludable y tener la energía suficiente para todo el día. Una comida saludable debe tener un equilibrio de frutas, verduras, granos integrales, proteínas magras, y lácteos bajos en grasa o sin ella. También debes evitar las grasas saturadas, el sodio y el azúcar.[14]
    • Las chicas menores de 13 años deben consumir aproximadamente 2000 calorías al día, mientras que los chicos de la misma edad deben consumir aproximadamente 2200.[15]
    • Las chicas de entre 14 y 18 años deben consumir aproximadamente 2300 calorías diarias mientras que los chicos del mismo rango de edad deben consumir unas 300 calorías.
    • En el caso de los estudiantes de 19 años a más, las mujeres deben consumir aproximadamente 2400 calorías diarias mientras que los hombres, unas 3000.
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    Prioriza el ejercicio. Por lo general, se recomienda que los adolescentes deban realizar actividad física durante al menos una hora al día, enfocados principalmente en ejercicios aeróbicos de moderados a alta intensidad. [16] Los adolescentes también deben realizar ejercicios de fortalecimiento muscular por lo menos tres veces a la semana, aunque muchas actividades aeróbicas generan un desarrollo muscular mientras que al mismo tiempo permiten trabajar el sistema cardiovascular.[17]
    • Manejar bicicleta, saltar la sola, caminar, trotar o correr, y la mayoría de los deportes organizados son excelentes formas de ejercicio para los adolescentes y adultos jóvenes.
    • Si no cuentas con mucho tiempo, incluso solo 20 o 30 minutos de una caminata vigorosa o trote pueden ayudar a aliviar el estrés y quemar calorías.[18]
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    Duerme bien cada noche. Es importante que los cuerpos en crecimiento duerman lo suficiente y tengan un sueño de calidad cada noche. Por lo general, los adolescentes necesitan de 8 a 10 horas de sueño por noche, aunque algunos podrían necesitar aún más. Los adultos jóvenes dentro del rango de 18 y 25 años normalmente necesitan de 7 a 9 horas de sueño por noche, aunque algunos podrían necesitar 11 horas. Escucha tu cuerpo y modifica tu horario en caso de que tengas cansancio crónico o te agotes con facilidad.[19]
    • Evita tomar cafeína por la tarde y la noche con la finalidad de dormir mejor. El alcohol también puede interrumpir tu sueño, así que procura beber con moderación (si eres mayor de edad) o evita completamente el alcohol.
    • Apaga todos los dispositivos electrónicos, incluidos los teléfonos celulares, las tabletas, las computadoras y los televisores, por lo menos 30 minutos antes de acostarte.[20] El brillo de las pantallas electrónicas puede interrumpir la producción de melatonina de tu cuerpo, dificultando el sueño por la noche.
    • Busca algo relajante que hacer antes de irte a dormir, como leer, meditar o hacer ejercicio. No obstante, ten en cuenta que el ejercicio el ejercicio puede despertar a algunas personas y quizás sea mejor reservarlo para la mañana.
    • Procura seguir el mismo horario de sueño cada día, incluso los fines de semana y los días libres. Eso significa que deberás irte a dormir a la misma hora cada noche y levantarte a la misma hora por la mañana.
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    Ten un estilo de vida sobrio y saludable. Las drogas y el alcohol pueden afectar tu rendimiento en la escuela, en el trabajo además de causarte problemas con la ley. Muchas personas terminan tomando malas decisiones mientras están bajo la influencia de las drogas y el alcohol. Además, el consumo prolongado puede provocar dependencia, adicción y otros problemas de salud.[21]
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    Evita fumar y consumir otros tipos de tabaco. El tabaco suele consumirse para aliviar el estrés, pero en realidad es un estimulante. Esta sustancia puede afectar tu capacidad para dormir por la noche y un consumo prolongado puede dar lugar a problemas de salud graves, tales como el cáncer y las enfermedades respiratorias.[22]
    • Incluso los fumadores pasivos pueden tener problemas a la salud con el paso del tiempo. Para proteger tu salud, es mejor evitar el humo de cigarrillo por completo.

Consejos

  • Cuando tu maestro hable, presta atención a lo que dice para que no pierdas ninguna información importante.
  • Respeta a tu maestro. A los maestros no les gustan los estudiantes irrespetuosos y, por ende, tus calificaciones pueden verse afectadas.

Cosas que necesitarás

  • materiales para la toma de notas (lápices, bolígrafos, borradores, papel, cuadernos, archivadores y carpetas)

Acerca de este wikiHow

Michelle Golden, PhD
Coescrito por:
Doctorado en Inglés, universidad Georgia State
Este artículo fue coescrito por Michelle Golden, PhD. Michelle Golden es profesora de inglés en Athens, Georgia. Recibió su maestría en educación de maestros de artes lingüísticas en 2008 y recibió su doctorado en inglés en la Universidad Georgia State en 2015. Este artículo ha sido visto 109 094 veces.