Así como la gente puede sufrir de caspa, nuestros gatos también. Si tu gato tiene escamas blancas en el pelo, hay posibilidades de que sea caspa. Aunque puedas querer ignorar el problema y pretender que es algo cosmético, no lo hagas. En realidad, es muy importante prestar atención a la caspa, ya que puede ser un indicador de que algo no está bien con la salud de tu gato. Además, la caspa en los gatos puede provocar respuestas alérgicas en la gente, así que mantenerla al mínimo es muy beneficioso para todos.[1]

Método 1
Método 1 de 3:
Evaluar si tu gato tiene caspa

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    Identifica la caspa. La caspa en realidad son células de piel que se han desprendido del cuerpo de tu gato. Pueden lucir como escamas o copos. Sin embargo, no todas las escamas se deben a la caspa y lo mejor es que un veterinario revise si tu gato la tiene.
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    Lleva a tu gato al veterinario. Una revisión del veterinario es recomendable para asegurarte de que tu gato no sufra de alguna enfermedad que esté afectando su salud general o su condición física. Eso puede incluir a la diabetes, las glándulas tiroides hiperactivas, la artritis o la seborrea. Si tu gato tiene una de estas afecciones, el veterinario te dará sugerencias para el tratamiento.
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    Cura las infecciones que se puedan presentar como caspa común. Una razón usual para la confusión es el ácaro de piel cheyletiella yasguri. Este ácaro se alimenta de células de piel desprendidas, lo que genera el desarrollo de más escamas, y el ácaro mismo imita la apariencia de ellas. De hecho, se le apoda "caspa andante".
    • Tu veterinario puede darse cuenta rápidamente si el problema es el cheyletiella colocando muestras de caspa en un microscopio para examinarlas bajo un alto aumento.
    • Si el ácaro es identificado, tu gato necesitará tratamiento con un producto que contenga fipronil. Generalmente se administra dejando una noche, tres veces como mínimo, para matar al ácaro y eliminar la aparente caspa.[2]
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Método 2
Método 2 de 3:
Eliminar la caspa con acicalamiento y cuidados

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    Trata las afecciones físicas que estén empeorando la caspa. Toma en cuenta que la obesidad, la artritis y los dientes sensibles pueden causar caspa. Mantener la piel y el pelo acondicionados requiere acicalar a tu gato constantemente y echarle aceites acondicionadores en el pelo. Si tiene sobrepeso o problemas de motilidad, como los asociados a la artritis, físicamente no será capaz de alcanzar todas las partes de su cuerpo, lo que significa que esos lugares serán susceptibles a tener piel escamosa.
    • Si ese es el caso, deberás acicalar al gato a diario hasta que sea capaz de hacerlo solo.
    • Si tu gato no se asea a sí mismo porque no puede alcanzar algunas áreas debido a su peso, considera ponerlo a dieta. Un gato en forma será más capaz de asearse efectivamente.
    • Un hocico adolorido también puede hacer que el gato deje de asearse, y puede afectar su habilidad para comer. En estas circunstancias, la atención veterinaria es esencial para extraer dientes flojos, limpiar el sarro y administrar antibióticos contra la infección de encías.
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    Mantén a tu gato lejos de los climas cálidos y secos. Podría parecerte que no es un riesgo por el que tienes que preocuparte, pero la piel de los gatos puede sufrir daños por el clima. Esto ocurre sobre todo en gatos con capas de pelo escasas o sin ellas. Las condiciones cálidas y secas pueden llevar a una piel seca e incluso a quemaduras, así que mantén a tu gato dentro de casa cuando afuera esté muy caliente.
    • Los meses más secos de invierno también pueden causar piel escamosa, aun cuando haya menos riesgo de quemaduras solares.
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    Dale a tu gato un cepillado suave. Un cepillado ocasional puede eliminar escamas de piel muerta, reduciendo así la caspa. Usa un cepillo suave para gato y pásaselo en la dirección del pelo. No presiones demasiado. Se trata de acariciar, no de restregar. Los cepillados regulares son una buena forma de reducir la caspa. Estos mejoran la circulación sanguínea hacia la piel, transportando oxígeno y nutrientes que ayudan a acondicionarla.
    • Sin embargo, es de esperar que la caspa empeore al inicio, en las primeras tres o cuatro semanas. Soltarás las células desprendidas de la piel que luego caerán en el pelo.
    • Siempre cepilla con delicadeza y detente de inmediato si notas piel irritada o signos de dolor.
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    Evita bañar a tu gato muy seguido. Los gatos no son como las personas en cuanto a necesidades de baño. Son muy buenos manteniéndose limpios por sí mismos, así que necesitan bañarse con muy poca frecuencia. A menos que el pelaje de tu gato esté visiblemente sucio, grasoso o enredado, no necesitarás bañarlo más de un par de veces al año.
    • Bañar a tu gato muy seguido puede desgastar los aceites esenciales de su piel, y dejarla seca y escamosa. Además, bañarlo es más beneficioso para ti (que para tu gato) si eres alérgico a la caspa, ya que se irá temporalmente.
    • Si decides bañar a tu gato, usa un champú hidratante, como uno que contenga avena, y evita los champús de humanos, ya que son muy agresivos y pueden desgastar los aceites naturales.
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    Usa un ungüento suave. Lo creas o no, hay lociones hidratantes y ungüentos tópicos diseñados para gatos con piel seca. La mejor oportunidad para encontrarlos será en una tienda de mascotas local, pero si no lo haces ahí, tu veterinario podría recomendarte alguna. También puedes encontrar estos productos fácilmente en línea.
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Método 3
Método 3 de 3:
Eliminar la caspa cambiando la dieta de tu gato

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    Cambia la comida de tu gato. Algunos gatos tienen piel seca o escamosa debido a una alimentación deficiente en nutrientes vitales que mantienen la piel en buenas condiciones. Usualmente, una dieta baja en ácidos grasos esenciales tiene un efecto perjudicial en la condición de la piel, causando caspa excesiva y escamas en ella. Los gatos tienen un gran requerimiento de ácidos linoleicos y araquidónicos en su comida, ya que ellos no pueden producirlos en su cuerpo. Una dieta de buena calidad suele estar bien suplementada con estos ácidos grasos, pero una dieta pobre o una comida que ha estado mal almacenada y expuesta a altas temperaturas puede tener niveles reducidos.[3]
    • Para prevenirlo, asegúrate de alimentar a tu gato con comida de buena calidad que tenga una carne nombrada como ingrediente principal. También asegúrate de que esté almacenada correctamente y lejos de temperaturas extremas, lo que puede degradar los ácidos grasos vitales.
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    Complementa la dieta de tu gato con ácidos grasos omega. Para proporcionar acondicionamiento adicional a la piel, considera darle un suplemento de ácidos grasos omega, también conocidos como ácidos grasos poliinsaturados. Se deben suministrar con alimentos para mejorar la absorción hacia el torrente sanguíneo. El pescado y los aceites marinos que son fuentes equilibradas de omega 3 y 6 son ideales para tu gato.
    • Alrededor de 75 mg por kg al día es la dosis recomendada, lo que significa que un gato promedio de 4 o 5 kg debe consumir de 300 a 450 mg de comida al día.[4]
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    Asegúrate de que tu gato esté tomando bastante agua. La deshidratación también puede causar piel seca y escamosa. La mayoría de gatos no necesitan tanta agua, pero es importante para su salud que tengan acceso a ella en cualquier momento. Dale a tu gato bastante agua clara y limpia todos los días, sin importar si piensas que la toma o no.
    • Cambia su recipiente con frecuencia para asegurarte de que siempre tenga agua en buen estado para beber.
    • También es una buena idea lavar el recipiente del agua de vez en cuando para matar las bacterias.
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Referencias

  1. https://www.vetinfo.com/get-rid-cat-dandruff.html
  2. Parasitic mites of dogs and cats. Foley. Comp Cont Ed Prac Vet 13.
  3. Small animal nutrition. Sally Agar. Editorial: Butterworth-Heinemann
  4. Therapeutic use of fish oils in companion animals. Bauer. J Am Vet Med Association 239 (11)

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott, miembro del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios, es una veterinaria con más de 30 años de experiencia en cirugía veterinaria y práctica en animales de compañía. Se graduó de la Universidad de Glasgow en 1987 con un título en Medicina y Cirugía Veterinaria. Ella ha trabajado en la misma clínica de animales en su ciudad natal durante más de 20 años. Este artículo ha sido visto 14 170 veces.
Categorías: Higiene de gatos
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