Si bien los gatos pueden acicalarse meticulosamente, hay momentos en los que realmente necesitan un baño. En ocasiones, se meterán en algo muy pegajoso o sucio. Otras veces, podrían tener un problema médico que requiere baños regulares con un champú medicado. A pesar de ello, la mayoría de los gatos reaccionarán de forma negativa a los baños, lo que puede ser estresante para el animal y su dueño. Afortunadamente, hay algunas medidas que podrás adoptar para hacer que la hora de baño sea menos estresante para ambos, y wikiHow te enseñará cuáles son.

Parte 1
Parte 1 de 5:
Alistar a tu gato para el baño

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    Corta las uñas de tu gato. Tu gato puede entusiasmarse al estar cubierto de agua así que, para disminuir el daño que ocasionará, córtale las uñas antes de darle un baño. Trata de hacer esto unas horas o incluso uno o dos días antes del baño de forma que tenga tiempo de calmarse.[1] Ten cuidado de cortar en un punto en el que no le ocasiones dolor ni sangrado.
    • Darle a tu gato golosinas como recompensa por cortarle las uñas siempre lo hará sentir mejor y más calmado.
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    Cepilla a tu gato. No omitas este paso. Cepillar al gato ayudará a retirar cualquier nudo o maraña en el pelaje, los cuales serán mucho más difíciles y dolorosos de quitar una vez que el gato esté mojado. Si a tu gato le gusta que lo cepillen, puedes usar el cepillo para hacer que se sienta más a gusto en la tina.[2]
    • A veces puedes incluso cepillar a tu gato como una forma de distraerlo lo suficiente como para permitir que se le corten las uñas. Esta es una gran forma de matar dos pájaros de un tiro, pero necesitarás a otra persona que te ayude.
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    Consigue el champú correcto para gatos. Puedes conseguir champú para gatos en tu clínica veterinaria o tienda de mascotas local. Revisa las instrucciones para ver si es adecuado para tu gato y dilúyelo con agua si es necesario. Usar champú regular para humanos puede no solamente secar la piel de tu gato sino también ser tóxico para él. Tampoco uses champú para perros si estás en un apuro. Te irá mejor usando agua que un producto que pueda dañar a tu gato.
    • Es posible que quieras tener un paño para masajear el champú sobre el cuerpo de tu gato, pero tus manos servirán mejor para esto.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Pippa Elliott, MRCVS

    Pippa Elliott, MRCVS

    Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios
    La Dra. Elliott es una veterinaria con más de 30 años de experiencia. Se graduó en la Universidad de Glasgow en 1987, y ha trabajado como cirujana veterinaria durante 7 años. Después, la Dra. Elliott trabajó como veterinaria en una clínica de animales durante más de una década.
    Pippa Elliott, MRCVS
    Pippa Elliott, MRCVS
    Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios

    Pippa Elliott, veterinaria licenciada, nos comenta: "Es mejor comprar un champú hecho exclusivamente para gatos. Busca marcas que también tengan un bajo contenido de fragancias artificiales y colores, y que contengan ingredientes naturales en lugar de sulfatos y ftalatos".

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    Haz que tu gato quiera bañarse. Lo primero que debes hacer es agotar a tu gato de forma que esté en su estado más apacible antes de entrar al agua. Esto hará que sea menos probable que muerda, arañe o trate de escaparse. Elige una hora en la que tu gato esté más tranquilo; a menudo después de comer. Si de todas formas está hiperactivo, juega con él lo más que puedas hasta que esté agotado. Estas son algunas formas para hacer que tu gato se adapte al baño antes de empezar a bañarlo:
    • Coloca algunos juguetes para gatos en la tina vacía. Coloca a tu gato dentro de ella y juega durante algunos minutos. Luego detente y agrega un poco de agua antes de jugar otra vez. Al hacer esto, harás que tu gato se acostumbre a la tina y al agua. La hora del baño pronto estará asociada con algo agradable y no amenazador.
    • También puedes tener un juguete especial solo para la hora del baño, como un ratón con una cuerda o algo que flote. Solo permite que tu gato juegue con este juguete en la tina y esto lo inspirará a anticipar el baño en lugar de temerle.

Parte 2
Parte 2 de 5:
Preparar el cuarto de baño

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    Cierra la puerta del baño. Esto evitará que tu gato escape y, si tienes más de un gato, mantendrá a los demás afuera. Si otro gato aúlla, puede asustar al gato al que estés bañando, haciendo que sea más probable que arañe o entre en pánico. Mantener la puerta cerrada también evitará que tu gato salga corriendo y rompa cosas por el miedo.
    • Si tu gato nunca ha estado antes en el baño, es posible que quieras acostumbrarlo al área. Si el baño tiene un inodoro, mantenlo cerrado en todo momento. ¡Tu gato podría saltar dentro del inodoro en completo pánico!
    • Del mismo modo, si tienes una caja de arena en la misma habitación en la que estés bañando al gato, retírala. Si tu gato escapa del baño, puede ir directamente a la caja de arena y hacer un desastre.
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    Haz que la tina sea segura. Extiende una alfombrilla de goma o una toalla en la tina de forma que tu gato no se resbale y tenga un punto de apoyo más cómodo. Tendrás que colocar algunas toallas en el suelo porque se mojará. También ten por lo menos dos toallas a la mano para secar al gato cuando llegue el momento.
    • También puedes colocar una pequeña rejilla para horno en la tina para darle al gato algo a lo que sujetarse. Esto reduce la posibilidad de que te arañe y lo hace sentir más seguro.
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    Dispón la tina. Llena la tina con unos cuantos centímetros de agua tibia, no caliente, antes de traer a tu gato al cuarto de baño, ya que algunos gatos pueden ponerse nerviosos por el agua corriente. Llena dos tazas grandes o, idealmente, regaderas para plantas, las cuales te permiten dirigir el flujo de agua al enjuagar a tu gato. Esto es para que no tengas que dejar correr más agua durante el baño, lo cual puede asustar a tu gato.[3]
    • No uses la alcachofa o el grifo para bañar a tu gato. Esto hará que el agua caiga con demasiada fuerza y podría abrumarlo. El baño debe ser lo más suave y relajante posible y no debe sentirse como un ataque de agua.
    • No tendrás tiempo de salir a buscar nada mientras tu gato esté en la bañera, así que tendrás que tener todo listo. Debes estar preparado y tranquilo.
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    Usa ropa protectora. Esto te mantendrá a salvo de posibles rasguños, menores o mayores. Debes usar un suéter o camiseta de mangas largas de forma que tu gato no tenga piel desnuda para rasguñar. Puedes usar guantes largos, pero estos son voluminosos y pueden estorbarte. Ten cuidado y sé gentil al frotarle la cabeza y la barriga suavemente, ya que estas son áreas sensibles.
    • También es una buena idea usar ropa que no sea nueva y que no te importe que se moje.

Parte 3
Parte 3 de 5:
Bañar a tu gato

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    Mantén el control sobre tu gato. Habla con tu gato en una voz tranquila y callada mientras lo bañas. A veces, los gatos intentarán salirse de la tina. Si prefiere tener solo dos de sus patas en el agua, colócalo de forma que esté mirando a la parte trasera de la tina y deja que se pare sobre dos patas. Haz tu mejor esfuerzo por mantenerlo quieto.
    • Se recomienda usar un arnés de la talla apropiada para mantener al gato en la bañera de forma segura. Podrás mantenerlo en la bañera al sujetarlo del arnés en lugar de su cuello o collar, lo que podría lastimarlo.
    • Es más fácil bañar a tu gato si hay dos personas involucradas, sobre todo si tu gato es bastante fuerte y puede patear y retorcerse hasta zafarse de tus manos. Una persona puede sujetarlo por el cogote y la otra bañarlo. Debes planear terminar lo más rápido posible sin apresurar el proceso. Asegúrate de que tu gato pueda respirar cómodamente mientras lo estén sujetando.
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    Evita pelearte con tu gato. En ningún momento es recomendable pelearte con tu gato. Un gato asustado de 4,5 kg (10 libras) puede hacerle mucho daño a un humano (o dos). Es posible que tengas que empezar simplemente mojándole los pies y las patas y luego detenerte. Prueba mojarlo más otro día y avanza hasta llegar a un baño completo.
    • Si estás nervioso o entusiasmado por el proceso, tu gato lo sabrá y reaccionará poniéndose nervioso también.
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    Moja a tu gato del cuello para abajo. Usa un poco de champú y agua para lavar el cuello, el cuerpo, las patas, la barriga y la cola de tu gato. Empieza por el cuello y desplázate hacia su cola en la dirección del crecimiento de su pelaje. Lava al gato con un movimiento de masaje de forma que se sienta tranquilizado y no asustado. Actúa como si solo estuvieras acariciando y acicalando a tu gato y como si este paseo a la tina no fuera nada especial.
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    Mantén el champú fuera de los ojos, nariz, boca y orejas de tu gato. Para minimizar el riesgo de crear una infección en el oído, coloca una bolita de algodón (una bola pequeña de material suave que se usa para tapar una herida o una abertura) en cada oreja. No olvides quitarlas al final del baño. El algodón también puede reducir el sonido y hacer que tu trabajo sea más fácil.
    • Si vas a darle a tu gato un baño contra las pulgas, moja primero el área alrededor de su cuello. Las pulgas tratarán de escapar a las áreas secas del gato, lo que puede significar un éxodo masivo de pulgas a la cabeza y el rostro mientras lo bañas. Un cuello mojado las mantendrá lejos de la cabeza del gato y en contacto con el agua y el champú.
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    Enjuaga el champú. Enjuaga a tu gato minuciosamente usando el agua en la tina. Luego, vacía la tina y enjuágalo dos veces más con agua de la cubeta o agua tibia del grifo. Es esencial que retires todo el champú del pelaje del gato. Continúa enjuagando hasta que el agua esté completamente clara y no dé señales de burbujas o champú.
    • Diluir el champú antes de empezar ayudará a evitar usar demasiado y que luego se necesite más tiempo para enjuagarlo.
    • Si tu gato tiene un pelaje largo y grueso, este proceso tomará aún más tiempo.
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    Lava el rostro de tu gato con agua y un paño. No hay necesidad de correr el riesgo de molestar y lastimar a tu gato haciendo que le entre champú a los ojos. Toma un paño mojado y pásalo suavemente por el rostro de tu gato, quitando el pelaje de sus ojos y nariz hasta que su rostro, cabeza y orejas estén limpios.[4]
    • Es posible que quieras considerar dejar esto para otro momento y renunciar si el baño no tiene éxito.
    • Nunca fuerces a tu gato a tener el rostro bajo el agua. Está garantizado que esto lo hará entrar en pánico.
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    Observa a tu gato en busca de señales de pánico y angustia. Estos sonidos incluyen siseos, gruñidos, respiración fuerte, estornudos, llantos y maullidos. Presta atención a tu gato a lo largo de la hora del baño. Si está demasiado asustado por algo que estés haciendo, detente. No hay razón para continuar si uno de ustedes (o ambos) saldrá lastimado o si el gato está extraordinariamente estresado.
    • Sé paciente con tu gato durante su primer baño. No hagas nada que lo vaya a molestar en gran medida y lo haga temer el siguiente baño. Es mejor tomarse las cosas con calma para que puedas intentarlo de nuevo la próxima vez.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Brian Bourquin, mejor conocido como "Dr. B” para sus clientes, es veterinario y propietario de Boston Veterinary Clinic, una clínica veterinaria y de salud para mascotas con tres sedes: South End/Bay Village, Seaport y Brookline, Massachusetts. Boston Veterinary Clinic se especializa en atención veterinaria primaria, incluyendo atención preventiva y de bienestar; atención médica y de emergencia; cirugía de tejidos blandos; y odontología. La clínica también brinda servicios especializados en conducta, nutrición y terapias alternativas para el manejo del dolor mediante acupuntura y tratamientos terapéuticos con láser. Boston Veterinary Clinic es un hospital acreditado por la AAHA (American Animal Hospital Association), y es la primera y única clínica certificada como Fear Free (reducción de sentimientos de estrés en las mascotas) de Boston. Brian tiene más de 19 años de experiencia veterinaria y obtuvo su doctorado en Medicina Veterinaria en la Universidad de Cornell.
    Brian Bourquin, DVM
    Brian Bourquin, DVM
    Veterinario

    Bañar a tu gato cuando es joven puede ayudarlo a acostumbrarse al proceso. No tendrás que bañar al gato con frecuencia, pero es una buena idea hacer que un gatito nuevo se acostumbre a que lo bañen, por si necesitas hacerlo más adelante. Trata de que la experiencia sea lo más positiva posible. Ten golosinas cerca y usa un rociador o agua en una taza en lugar de remojar al gato por completo. En el caso de los gatos que se angustian mucho, incluso puedes conversar con tu veterinario sobre un sedante leve para reducir el efecto desagradable.

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    Usa un paño mojado si tu gato opone resistencia al baño. Esto retira la suciedad exterior y lo limpia bien. Puedes encontrar en tiendas de mascotas paños tratados para acicalar a tu gato que no necesitan agua. Incluso tienen olores agradables.

Parte 4
Parte 4 de 5:
Secar a tu gato

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    Seca el agua de tu gato. Toma una toalla y escurre suavemente la mayor cantidad de agua del pelaje. Luego, envuelve a tu gato en la toalla y frota suavemente. Cuando la toalla se vuelva demasiado mojada como para ser efectiva, cambia a otra toalla seca. Detente cuando solo las toallas estén húmedas.[5]
    • Cuando seques a tu gato, hazlo con un movimiento suave, como si lo estuvieras masajeando. También considera calentar las toallas en la secadora primero, ya que a muchos gatos les parece reconfortante.
    • Nuevamente, trabaja con tu gato. Si no te permite que lo sigas secando con las toallas, respétalo y detente.
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    Termina de secar a tu gato. Los gatos de pelaje corto pueden terminar de secarse a sí mismos en el cuarto de baño con tal de que estén lejos de corrientes de aire. Apreciarán una fuente de calor (un calentador personal o un conducto de ventilación de aire caliente) y una toalla seca sobre la cual sentarse. Con los gatos de pelaje largo, tendrás que usar un peine y más toallas. Los pelos largos se enmarañan más fácilmente cuando están mojados, así que es posible que quieras peinar el pelaje hasta que esté completamente seco.
    • Si tu gato no tiene miedo de la secadora de pelo, puedes usarla en la configuración tibia, no caliente, para terminar de secar a tu gato desde una distancia. Evita usar una secadora de pelo caliente sobre cualquier gato, ya que puede quemarlo y ocasionarle más trauma.
    • También puedes cepillar suavemente el pelaje de tu gato para eliminar cualquier nudo o maraña. Esto puede ser especialmente útil para un gato de pelo largo.
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    Recompensa a tu gato. Esto es indispensable. Si quieres que tu gato vuelva a querer bañarse otra vez, debes darle una asociación positiva con el proceso. Dale su comida húmeda favorita, hierba gatera u otras golosinas. Incluso puedes darle una golosina aún más indulgente que reserves para ocasiones excepcionalmente raras. Si asocia el baño con recibir golosinas deliciosas, tu gato estará clamando regresar a la tina en poco tiempo.[6]
    • También debes elogiar a tu gato acariciándolo, diciéndole lo bueno que es y dándole mucha atención después de que el baño termine. Es probable que se sienta vulnerable y asustado si no le das cariño, así que tu afecto hará una gran diferencia.

Parte 5
Parte 5 de 5:
Método 5 de 5: Usar otros métodos para bañar a tu gato

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    Baña a tu gato usando cubetas de agua pequeñas. Prepara estaciones separadas de baño usando dos cubetas. Llena las cubetas hasta la mitad con agua tibia. Sumerge al gato en una cubeta y, usando un paño, asegúrate de que esté completamente mojado. Luego, masajea una pequeña cantidad de champú para gatos por todo su pelaje. Coloca al gato en la otra cubeta para enjuagarlo hasta que el champú se haya ido.
    • Es posible que necesites una segunda cubeta de enjuague con agua limpia para asegurarte de que todo el champú se haya enjuagado del pelaje de tu gato.
    • Esta técnica puede realizarse al aire libre si el clima es cálido y soleado. Se necesitarán dos personas, ya que lo más probable es que tu gato intente escapar. Esta técnica no es recomendable para gatos que no estén acostumbrados a estar al aire libre.
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    Baña a tu gato en la ducha. Asegúrate de que tu gato tenga una buena tracción, como una pequeña toalla o alfombrilla de goma en la tina, y de que la ducha tenga una puerta que se cierre y no una cortina para evitar que se escape. Asegúrate de tener una manguera larga para mojar completamente a tu gato; luego, enjabónalo, enjuágalo con la manguera y procede con el secado. Usa un chorro suave de agua y mantén la presión baja.
    • Toma nota de que a algunos gatos parece encantarles estar en la ducha y este enfoque puede no molestarles, pero a algunos gatos les asusta el sonido del agua corriente. Esta técnica puede dar como resultado que alguien salga lastimado, incluyendo el gato.
    • Puedes comprar un adaptador de manguera para el lavabo de tu baño y una manguera lo suficientemente larga como para que llegue al piso de la ducha pasando por encima de la puerta. O consigue un rociador de ducha de mano y un adaptador Y para conectarlo a tu alcachofa regular.
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    Baña a tu gato pequeño en un lavabo o tina pequeña. Algunos gatos se sienten más seguros en un espacio cerrado y, de esta forma, también pueden ser más fáciles de controlar. Si tienes un gato pequeño o asustado, prueba bañarlo en el lavabo o en una tina más pequeña dentro de tu tina. Simplemente coloca un recipiente grande de plástico en la parte inferior de la tina. De todas formas puedes llenar la tina pequeña o el lavabo con unos cuantos centímetros de agua, aplicarle champú al gato y proceder como siempre.Verifica que el lavabo que uses no tenga un triturador de residuos, ni siquiera si está apagado, ya que las patitas del animal pueden resbalarse con facilidad hacia el drenaje y herirse con las cuchillas que están debajo.
    • Esto también puede funcionar con un gato más grande al que le gusten los espacios pequeños.
    • Coloca una toalla de felpa en la parte inferior de la tina de forma que el gato pueda sentirse seguro hundiendo sus uñas en algo que se mantenga firme. También puedes aplicar una presión de ligera a mediana sobre la espalda de tu gato y usar un tono tranquilizador para aliviar la ansiedad.
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    Dale a tu gato un baño en seco. Si tu gato está muy aceitoso, considera usar almidón de maíz en lugar de agua para bañarlo. Espolvorea a tu gato con almidón de maíz y acarícialo suavemente para introducir el almidón en su pelaje. Deja que repose durante alrededor de veinte minutos y luego cepíllalo para quitarlo.[7]
    • Esta técnica es mucho menos traumática que usar agua, pero no debe usarse para enjuagar nada venenoso que tu gato pueda tener en su pelaje.

Consejos

  • Mientras más pronto empieces a bañar a tu gato, será más fácil. Con el tiempo, el gato se familiarizará con la rutina y se resistirá menos.
  • Si todo lo demás falla, lleva a tu gato a un acicalador profesional respetado o a un hospital veterinario para que lo acicalen. Ellos tienen experiencia y equipo para mantener al gato tranquilo y contenido de forma segura. Algunos gatos pueden necesitar sedación si el veterinario cree que los fármacos son seguros y apropiados.
  • Cuando tengas más tiempo, prepara un baño tibio y poco profundo (solo de un centímetro de profundidad para empezar). Acaricia al gato y dale una golosina si le gusta la comida. Continúa a esta profundidad hasta que el gato no entre en pánico ni intente escapar. Repite esto diariamente o cada cierta cantidad de días hasta que el gato lo trate como una parte de su rutina, incrementando gradualmente la profundidad del agua hasta que tu gato acepte pararse en 10 a 12 cm (4 a 5 pulgadas) de agua. Como paso final, pídele a alguien que tranquilice al gato mientras usas tu mano para hacer ondas suavemente en el agua. Esto puede tomar una semana o meses, dependiendo del gato, pero vale la pena la perseverancia para saber que podrás bañar de forma segura a tu mascota cuando sea necesario.
  • Compra una jarra de plástico para usarla durante la hora de baño. ¡Esta contendrá más agua y será de mucha utilidad a la hora de enjuagar al gato!
  • Al bañar al gato, recuerda usar agua tibia, ya que será más relajante y agradable para él.
  • Recuerda acariciarlo en todo momento durante el baño.
  • Bañarlo en el lavabo será mucho menos aterrador para el gato. Puedes usar el rociador para bañarlo con cuidado usando agua tibia. Sostén el rociador contra su piel de forma cuidadosa. Los gatos se asustan cuando los colocan en una bañera, además podrás controlarlo con más facilidad con el rociador.
  • También puedes colocar la pantalla de una ventana en la parte superior del lavabo y dejar al gato sobre ella.

Advertencias

  • No bañes a tu gato más de una vez cada dos semanas. Los baños excesivos pueden eliminar los aceites protectores de su pelaje, haciendo que se vea opaco y reduciendo la eficiencia natural del pelaje contra los elementos.
  • Si no sabes cómo sujetar correctamente a un gato por el cogote, no lo hagas. Tu gato puede ahogarse.
  • Los gatos muy jóvenes, muy viejos o muy delgados no regulan bien sus propias temperaturas. Asegúrate de secar al gato completamente y de mantenerlo cálido para evitar la hipotermia (baja temperatura corporal).
  • Asegúrate de que la temperatura exterior del aire esté por encima de 20 °C (70 °F) y de que la humedad sea baja. Mantén a un gato dentro de casa y caliente durante 12 horas después de un baño si el clima no colabora.

Cosas que necesitarás

  • Champú que sea seguro para un gato
  • Acondicionador (opcional)
  • Dos o más toallas de baño
  • Cepillo o peine
  • Una tina
  • Agua tibia (más caliente que fría)
  • Una camiseta de mangas largas, sudadera o guantes largos
  • Dos o más personas
  • Golosinas
  • Un juguete (opcional)
  • Un baño con la puerta cerrada

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Categorías: Higiene de gatos
Resumen del artículoX

Para bañar a un gato, primero cepíllalo para desenredar los nudos, que es más fácil de hacer antes de mojar al animal. Luego, llévalo al baño y cierra la puerta en caso de que trate de escapar. Luego, llena la bañera con unos cuantos centímetros (un par de pulgadas) de agua tibia y ponlo dentro. Lávalo del pescuezo para abajo con champú para gatos y agua, pero procura que no le caiga champú en los ojos, la nariz, la boca u las orejas. Cuando termines, envuélvelo con una toalla y frótalo suavemente para secarlo. Si quieres saber más métodos para bañar a un gato que detesta el agua, ¡sigue leyendo!