Este artículo fue coescrito por Inge Hansen, PsyD. La doctora en psicología, Inge Hansen, es la directora de Well-Being en la Universidad de Stanford y la Iniciativa de Salud Weiland. La doctora Hansen tiene intereses profesionales en justicia social, y género y diversidad sexual. Obtuvo su doctorado en Psicología de la Escuela de Psicología Profesional de California con capacitación especializada en el área de género e identidad sexual. Es coautora de The Ethical Sellout: Maintaining Your Integrity in the Age of Compromise (La traición de la ética: mantener tu integridad en la era de la transigencia).
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Algunas personas LGBT tienen experiencias sociales muy directas, quizás incluso haber salido con el jugador de fútbol estrella de su escuela por lo bajo y luego haber salido del armario con muy poca resistencia. Otras veces, las personas pueden tener experiencias más difíciles y podría ser útil buscar a alguien con quien hablar. Desafortunadamente, muchos terapeutas no solo son poco profesionales sino que hay muchas personas y organizaciones que intentan decirles a las personas LGBT que serlo es por sí solo la fuente de sus problemas en la vida y les hacen mucho daño a sus clientes en el proceso. En casos extremos, los terapeutas intentarán hacer que su cliente cambie de orientación sexual, a pesar de las advertencias severas por parte de organizaciones psicológicas y psiquiátricas sobre que tales intentos no solo son fútiles sino también perjudiciales.
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 3:Buscar un terapeuta
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1Busca un terapeuta que se especialice en problemas LGBT o que tenga experiencia con ellos y tenga una actitud positiva y empática. Asegúrate de buscar específicamente terapeutas que se describan a sí mismos como positivos hacia las personas LGBT. Después de todo, quieres un terapeuta que afirme tu identidad LGBT y te ayude a llegar a un mejor lugar mentalmente siendo quien eres.
- Considera las recomendaciones de amigos en tu comunidad.
- Busca en la guía de teléfonos.
- Observa si hay un centro comunitario o grupos de apoyo LGBT que podrían orientarte en la dirección correcta.
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2Consulta fuentes en línea para ubicar a un terapeuta que tenga una actitud positiva hacia las personas LGBT. Hay muchos lugares en Internet en donde puedes encontrar una lista de profesionales de la salud mental que pueden ayudarte, incluyendo sitios web de asociaciones profesionales, foros, sitios web de grupos de apoyo y más. Considera lo siguiente:
- Si vives en los EE.UU., busca profesionales de la salud mental aquí.
- Considera una recomendación de una asociación local de psiquiatras LGBT.
- Usa el directorio de la asociación médica LGBT local para encontrar una lista de proveedores médicos inclusivos.
- Revisa índices como el Índice de Igualdad en la Asistencia Médica para encontrar pólizas abiertas a las personas LGBT por parte de los líderes de la organización en la asistencia médica.
- Si eres transgénero, considera este recurso.
CONSEJO DE ESPECIALISTAPsicóloga clínicaLa doctora en psicología, Inge Hansen, es la directora de Well-Being en la Universidad de Stanford y la Iniciativa de Salud Weiland. La doctora Hansen tiene intereses profesionales en justicia social, y género y diversidad sexual. Obtuvo su doctorado en Psicología de la Escuela de Psicología Profesional de California con capacitación especializada en el área de género e identidad sexual. Es coautora de The Ethical Sellout: Maintaining Your Integrity in the Age of Compromise (La traición de la ética: mantener tu integridad en la era de la transigencia).Inge Hansen, PsyD
Psicóloga clínicaNuestra experta señala: a menudo, puedes encontrar terapeutas especialistas en la psicología afirmativa LGBTQ+ al revisar los grupos nacionales y locales enfocados en la terapia LGBTQ+. También observa las especialidades de cada terapeuta para ver si incluyen áreas relacionadas con el género y la sexualidad. A continuación, puede serte de mucha utilidad tener una conversación telefónica para hacer preguntas directas sobre la experiencia y antecedentes de un terapeuta antes de que comiences a tratarte con él.
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3Busca una opción de terapia a distancia. Los terapeutas empáticos hacia las personas LGBT no están disponibles en todas partes. Sin embargo, la terapia a distancia es una forma posible de obtener la terapia que deseas. Algunos terapeutas ofrecen diferentes formas de terapia a distancia para alcanzar a un rango más amplio de personas en varios lugares y a través de varias distancias. La terapia por teléfono y en línea son medios efectivos de involucrarte con un terapeuta con una actitud positiva hacia las personas LGBT fuera de tu comunidad.[1]
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4Investiga las formas alternativas de recibir terapia. No te limites solo a los "terapeutas". Hay un amplio rango de profesionales de la salud mental y el bienestar social que podrían proporcionarte la orientación y el apoyo que necesitas. Considera los siguientes:
- Los trabajadores sociales clínicos licenciados: estos trabajadores sociales tienen experiencia clínica. A menudo los encontrarás trabajando en escenarios grupales.
- Los consejeros de adicción licenciados: los consejeros de adicción no son terapeutas pero trabajan en una capacidad similar.
- Los terapeutas matrimoniales y de familia licenciados: estos terapeutas se especializan en problemas matrimoniales y de familia.[2]
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Parte 2
Parte 2 de 3:Seleccionar un terapeuta
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1Entrevista a posibles terapeutas antes de comprometerte. Ahora que has ubicado a algunos terapeutas, es momento de contactarlos y entrevistarlos. Puedes hacerlo por medio de una consulta inicial pero puede ser mejor y más económico probar a tu terapeuta por medio de una llamada telefónica muy corta en la que le hagas algunas preguntas.
- Pregúntale si tiene amigos o familiares LGBT.
- Pregúntale si está al día con los últimos trabajos académicos en su campo sobre los problemas LGBT.
- Pregúntale si ha trabajado con otras personas LGBT.
- Pregúntale si se siente cómodo hablando sobre asuntos LGBT y si sus sentimientos personales o religiosos podrían interponerse.
- Por encima de todo, pídele que sea tan abierto y honesto contigo como tú lo serás con él.
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2Visita al terapeuta. Después de haber entrevistado al terapeuta, tienes que programar una cita para tener más tiempo para evaluarlo a él y a tu nivel de comodidad con él. Si no te sientes cómodo y el terapeuta no abordó todas tus preocupaciones ni pareció empático, debes buscar en otro lugar. Después de tu visita inicial, considera lo siguiente:
- ¿Esta persona parecía estar cómoda contigo?
- ¿Habló abiertamente sobre tu sexualidad o identidad de género?
- ¿Te sentiste cómodo?
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3Evalúa la perspectiva y las intenciones del terapeuta. El terapeuta no debe reforzar los mensajes negativos prevalentes en la sociedad sobre las personas LGBT. Debe sugerir estrategias positivas de afrontamiento para lidiar con la discriminación que experimentas. Las estrategias positivas de afrontamiento pueden incluir:
- establecer límites con las personas dañinas en tu vida
- unirte a un grupo LGBT
- buscar trabajo como voluntario en la comunidad
CONSEJO DE ESPECIALISTAPsicóloga clínicaLa doctora en psicología, Inge Hansen, es la directora de Well-Being en la Universidad de Stanford y la Iniciativa de Salud Weiland. La doctora Hansen tiene intereses profesionales en justicia social, y género y diversidad sexual. Obtuvo su doctorado en Psicología de la Escuela de Psicología Profesional de California con capacitación especializada en el área de género e identidad sexual. Es coautora de The Ethical Sellout: Maintaining Your Integrity in the Age of Compromise (La traición de la ética: mantener tu integridad en la era de la transigencia).Inge Hansen, PsyD
Psicóloga clínicaAsegúrate de que el terapeuta te haga sentir cómodo y apoyado. Ten en cuenta que solo porque un terapeuta sea especialista en un área no significa que lo serán en todas. Por ejemplo, podría ser muy abierto a las identidades gais, pero tenga dificultades con las identidades trans o no binarias.
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4Comprométete con el proceso de la terapia. Ahora que has investigado, entrevistado y elegido a un terapeuta y que has decidido que te sientes cómodo con esa persona, debes comprometerte con un curso de terapia. Es probable que trabajar para resolver tus problemas, sean los que sean, no sea un proceso rápido y fácil. La terapia a menudo es un proceso en desarrollo y puede tomar meses o incluso años empezar a resolver tus problemas. Con tal que tengas una relación positiva y reafirmante con tu terapeuta y creas que te ayuda a sanar y crecer, debes ceñirte al proceso.Anuncio
Parte 3
Parte 3 de 3:Evitar un mal emparejamiento
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1Edúcate sobre las opiniones actuales sobre los asuntos LGBT en la comunidad psicológica. Ha habido tantos cambios positivos desde la época en que no ser heterosexual era considerado una enfermedad. Sin embargo, otras áreas como la identidad de género desafortunadamente aún son vistas a través de una lente patológica. Estos son algunos de los puntos principales que debes recordar:
- Ser LGBT no es una enfermedad y aquellos que digan lo contrario están en desacuerdo con los hallazgos de la Asociación Estadounidense de Psicología, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría y la Asociación Médica Estadounidense.
- No hay teorías científicamente comprobadas de que ser LGBT es el resultado de tener problemas con los padres durante la niñez. Los terapeutas que aún defienden esta opinión no solo se basan en dudosos cimientos científicos sino que también refuerzan los mensajes negativos sobre ser LGBT.
- Los intentos de cambiar la orientación sexual o la identidad de género de alguien son inefectivos y perjudiciales.
- No se ha encontrado que ser LGBT sea por sí solo una fuente de enfermedad mental o dé como resultado tasas de enfermedad mental más altas que las de la población general. En cambio, el estrés al que se enfrenta una persona debido a la homofobia puede ocasionar una gran cantidad de angustia para las personas LGBT. Las terapias que ignoran esto pueden incrementar las tasas de suicidio, ansiedad y depresión en aquellos a quienes traten.[3]
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2Busca un terapeuta que comparta tus valores. Los terapeutas que publicitan que trabajan dentro de una determinada estructura religiosa publicitan externamente que la usarán como su andamiaje de valores en la terapia. Esto no quiere decir que no puedes encontrar a un terapeuta que sea tanto religioso como positivo hacia las personas LGBT ni que tú mismo no puedes pertenecer a una determinada religión y también ser LGBT. Habla con un terapeuta potencial sobre sus creencias y valores y sobre si tiene alguna postura moral sobre los asuntos LGBT. Si no es comprensivo, no es el terapeuta para ti. No permitas que nadie intente cambiarte para conformarte a su propia moralidad religiosa.
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3Identifica la terminología y las técnicas que usan los terapeutas ilegítimos y de conversión. Hay muchos terapeutas, religiosos y no religiosos, que se especializan en volverte "normal" y convertirte en heterosexual. Sé consciente de sus tácticas y terminologías de forma que puedas identificarlas. Si tu terapeuta usa cualquiera de ellas, es probable que debas ir a otro lugar. Para ayudarte a identificar a los terapeutas de conversión, considera las siguientes preguntas:
- ¿El terapeuta insiste que eres un "heterosexual confundido" y no respeta tu identidad sexual o de género?
- ¿El terapeuta pasa mucho tiempo hablando sobre cómo te trataron tus padres cuando eras muy pequeño?
- ¿El terapeuta ignora tus preocupaciones sobre tu salud mental e insiste en que participes en actividades "apropiadas" para tu género?
- ¿El terapeuta rechaza la idea de que no hay nada de malo en ser LGBT?
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4Busca señales de que un terapeuta podría no ser comprensivo. Al buscar un terapeuta, tienes que estar consciente de que no todos serán abiertos y comprensivos hacia los asuntos LGBT. Si no lo son, es probable que tu experiencia no sea positiva o de curación. Hay una cantidad de cosas que debes considerar y de las que debes ser consciente al elegir a un terapeuta:
- No es seguro asumir automáticamente que los terapeutas potenciales estarán informados sobre los asuntos LGBT o que serán comprensivos sobre ellos.
- Aún hay muchos terapeutas y psiquiatras que pueden considerar a las personas LGBT como enfermas mentales o personas problemáticas o que necesitan una "cura" para su identidad.
- Es posible que los terapeutas no expresen sus prejuicios abiertamente pero, si les preguntas directamente, debes poder obtener una idea de cuál es su opinión sobre los asuntos LGBT o los problemas más cercanos a tus necesidades.
- Es posible que también quieras preguntarle a un terapeuta potencial si él mismo se siente cómodo compartiendo su orientación y si ha salido o no del armario. Algunos terapeutas se ceñirán a un estándar profesional de nunca revelar su propia orientación a sus clientes y es posible que debas decidir si estarías de acuerdo con esto.
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Consejos
- A menudo, los grupos LGBT locales o la organización LGBT de tu universidad pueden recomendar a algunos profesionales de la salud mental que hagan cosas buenas por la comunidad.
- A algunas personas LGBT les ha sido útil buscar específicamente terapeutas (o psiquiatras) que sean LGBT ellos mismos. Esta puede ser una buena forma de encontrar a personas no discriminatorias con las que trabajar.
- Si tienes alguna experiencia de terapia anti-LGBT, considera presentar una queja formal en la junta médica o psicológica de tu estado o región (la que aplique).
Advertencias
- Existe un submovimiento en la comunidad psicológica para estimular a las personas LGBT en comunidades conservadoras a que se mantengan en el armario y ayudarlas a mantenerse conectadas con su religión al hacerlo. Si bien la intención puede ser reducir los daños, esto ignora la infinidad de organizaciones religiosas que existen que están abiertas a personas LGBT a la vez que perjudican a sus clientes ayudándoles a reprimir una parte muy significativa de quienes son. Si estás en una situación de estar en el armario en una comunidad conservadora, considera mudarte. Es probable que tu salud mental valga la pena.
- Evita la terapia "exgay". Esta terapia existe, no es ilegal y las organizaciones exgay se aprovechan de los miembros más vulnerables de la comunidad LGBT obteniendo grandes beneficios al hacerlo, desperdiciando el dinero y el tiempo de las personas LGBT que recurren a ellos.
- Tu terapeuta nunca debe acosarte ni hacerte sentir sexualmente incómodo. Los terapeutas nunca deben buscar hacer contacto sexual con sus clientes. En el caso de los terapeutas exgay, a menudo ellos mismos se sienten inseguros de su sexualidad y con frecuencia se aprovechan sexualmente de sus pacientes pero lo etiquetan como "terapia de tacto" o algo parecido. Si esto te sucede, deja de ver al terapeuta inmediatamente y averigua si puedes presentar cargos en su contra.