A menos que tengas un fuerte deseo de aprender la información o de desarrollar una habilidad, puede ser difícil concentrar toda tu atención en un solo lugar. La televisión, los teléfonos inteligentes, las redes sociales, los amigos y la familia te pueden distraer de tu objetivo de tener éxito en la escuela. Crea un entorno que te ayude a concentrarte. Establece un horario que maximice tu tiempo de estudio. Prueba distintas técnicas de estudio y tómate descansos para no sentirte muy abrumado.

Método 1
Método 1 de 4:
Crear un entorno ideal de trabajo

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    Deshazte de las distracciones. Elige el lugar correcto. Para concentrarte, debes eliminar aquellas cosas que sabes que te distraerán. Pon a un lado los dispositivos móviles. Apaga la televisión. Cierra otras páginas de tu navegador web. Siéntate lejos de las personas que hacen ruidos fuertes.
    • Siéntate recto en una silla en un escritorio. No te recuestes en una cama o en una posición que sabes que te adormecerá. Elige un espacio que se use solo para estudiar. En poco tiempo, tu cuerpo asociará ese espacio con esa actividad y será más fácil concentrarte.
    • Estudia en una habitación bien iluminada. Esto protegerá tus ojos de la posibilidad de esforzarte demasiado en un libro, en tus notas o en una pantalla de computadora. Las luces brillantes también evitarán que te quedes dormido.
    • Deberás usar una silla cómoda. No debe haber tensión en tu espalda o cuello. El dolor es una distracción terrible.
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    Reproduce música sin letras. Algunas personas no pueden soportar el silencio. Necesitan tener ruido de fondo para mantenerse motivadas. Considera reproducir música clásica suave. Así, para algunas personas, la música les ayuda a concentrarse y, para otras, no es así. Pruébalo y mira qué funciona mejor para ti. Un poco de música de fondo puede hacer que te olvides de que estás estudiando en vez de divertirte.
    • Ten en cuenta que si estudias con música podría no ser la música que escuchas en el auto por diversión. Querrás llenar la habitación con sonido, pero no hasta el punto de distraerte o estresarte. Experimenta con distintos géneros y descubre qué te ayuda a concentrarte.[1]
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    Prepárate. Asegúrate de tener todos los materiales necesarios para trabajar. Ten lápices, lapiceros, marcadores, papel, libros de texto, calculadoras o cualquier otra cosa que te ayude a terminar la tarea. Organiza el lugar. Un espacio limpio significará también menos distracciones. Tu objetivo debe ser ocuparte de todo lo que no sea estudiar antes de sentarte para concentrarte. Si no es así, terminarás levantándote de forma repetida. Tener que parar e iniciar toma más tiempo que trabajar de forma continua.
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    Encuentra un lugar en donde te puedas “desconectar”. Una de las mayores quejas que los profesores tienen sobre sus estudiantes es la incapacidad para concentrarse en un tema. Nuestro uso constante de las redes sociales y dispositivos personales, como los teléfonos celulares, divide nuestra atención y hace que sea más difícil concentrarse.
    • Conoce qué te distrae más en una computadora si necesitas utilizar una. Existen páginas web y bloqueadores de programas informáticos como SelfRestraint, SelfControl y Think que te pueden alejar de las páginas web y programas informáticos que son más difíciles de resistir.[2]
    • Encuentra un lugar en donde no haya Internet o en el que tu teléfono celular no funcione. Asimismo, puedes optar por estudiar en un lugar que no permita que las personas usen teléfonos celulares, por ejemplo, en una sección tranquila de una biblioteca.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Bryce Warwick, JD

    Bryce Warwick, JD

    Especialista jurídico y presidente de Warwick Strategies
    Bryce Warwick es actualmente el presidente de Warwick Strategies, una organización con sede en el Área de San Francisco que ofrece tutoría privada personalizada y alta calidad para GMAT, LSAT y GRE. Bryce tiene un doctorado en Derecho de la Facultad de Derecho de la Universidad George Washington.
    Bryce Warwick, JD
    Bryce Warwick, JD
    Especialista jurídico y presidente de Warwick Strategies

    Tu espacio de estudio es la parte más vital para aumentar la concentración. Necesitas un espacio que sea tranquilo y alejado de las cosas que te distraen. Una vez que estés en el área adecuada, esta se convertirá en la hora de estudio y no harás ninguna otra cosa.

Método 2
Método 2 de 4:
Programarte para el éxito

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    Aprende cuándo decir no. Con frecuencia a las personas les resulta difícil concentrarse en sus estudios porque están sobrecargadas con otras obligaciones. Si es tu caso, no temas decirle no a la gente. Solo explica que tienes que estudiar y que no tendrás tiempo ni energía para hacerlo si te piden que ayudes.[3]
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    Haz un horario. Trata de trabajar durante períodos de 30 a 60 minutos con descansos de 5 a 10 minutos a la mitad. Es mucho más fácil presionarte durante un período de tiempo determinado si sabes que se acerca un descanso. Tu cerebro necesita el descanso para recargarse y procesar la información.[4]
    • Haz un programa para estudiar distintos temas. Estudiar lo mismo por mucho tiempo es una receta para el aburrimiento. Conócete a ti mismo. ¿Te aburres fácilmente? Si es así, programa tu tiempo de forma estratégica.
    • ¿Cuándo eres más productivo? Trabajar cuando tienes mucha energía facilita el trabajo. Si sabes que te cansas en un momento determinado del día, programa tareas que requieran menos atención.
    • Algunas personas son madrugadoras. Se despiertan temprano antes de que la mayoría de personas empiece el día y toman ese tiempo de tranquilidad para ponerse al día con los estudios. Otras personas que son noctámbulas salen adelante después de que todos los demás se han ido a la cama, tienen una casa que es tranquila y se pueden concentrar más fácilmente. Algunas personas no tienen el lujo de despertarse temprano o de quedarse despiertos hasta tarde. Quizás eres uno de ellos. Si es así, busca un momento del día en el que puedas dedicarte a estudiar y que funcione para ti.
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    Haz listas. Escriba las metas de estudio para ese día. ¿Qué es lo que quieres o necesitas lograr?
    • Asegúrate de que las tareas sean factibles. Si tienes que escribir 10 páginas en una semana, haz un programa para escribir 2 páginas al día durante 5 días. La tarea ya no parecerá abrumadora y desalentadora. Esto funciona para cualquier tarea, ya sea que necesites leer un libro, estudiar para una prueba, desarrollar algo para la clase de ciencias o lo que sea. Divide la tarea en partes que puedas manejar.

Método 3
Método 3 de 4:
Estudiar de forma eficiente

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    Varía tus técnicas de estudio. No te limites a un método de estudio como leer un libro de texto. Haz tarjetas de estudio. Resuelve pruebas por ti mismo. Mira videos informativos si están disponibles. Reescribe tus notas. Variar te mantendrá interesado en tus estudios y hará que tu tiempo sea más eficiente.
    • Tu cerebro puede procesar información de varias maneras distintas. Al estudiar con distintas técnicas, tu cerebro procesará la información de forma diferente, de modo que aumentará la posibilidad de retener la información.
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    Haz que el estudio sea más activo. Para que tu estudio sea más efectivo y para que sea más fácil concentrarte, utiliza técnicas de lectura activa. Lee tu libro de texto en voz alta. Escribe tus notas y léelas en voz alta. Tu cerebro procesará la información de manera distinta y te mantendrá en la tarea.
    • Logra que otras personas participen. Una de las maneras más efectivas de aprender información es tratar de enseñarle a otra persona. Haz que un compañero, compañero o familiar importante desempeñe el rol de alumno. Mira si le puedes explicar el material difícil.
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    Pon tus notas en tus propias palabras. La escuela no se trata de memorizar, sino de entender el significado. Trata de reescribir tus notas de la clase o las secciones de tareas con tus propias palabras.
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    Prueba la regla “5 más”. Algunas veces es necesario jugar juegos mentales contigo mismo para asegurarte de que vas a estudiar. Repítete que harás solo cinco cosas más o durante cinco minutos más antes de dejar de fumar. Una vez que hayas terminado, “haz otras cinco cosas”. Dividir las tareas en partes más pequeñas facilita las cosas para las personas con períodos de concentración más breves y mantiene la mente más activa.
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    Haz primero las tareas menos placenteras. Esto suena a hacer algo al revés; sin embargo, si primero terminas las tareas más difíciles, entonces cada actividad posterior parecerá más fácil en comparación con la anterior. No dejes que los problemas difíciles se conviertan en derrochadores de tiempo. Determina rápidamente si necesitarás o no ayuda adicional para aprender algo.

Método 4
Método 4 de 4:
Tomar descansos

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    Toma descansos. Tu cerebro es como una esponja; así, si recibe mucha información, la “filtra”. Toma descansos para dejar descansar tu mente.
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    Recompénsate. Algunas veces necesitamos un incentivo para seguir adelante. Si las buenas calificaciones no son suficientes como recompensa, crea algo más para mantenerte concentrado en tus estudios. ¿Tal vez algunos dulces y algún tiempo frente al televisor? ¿Una salida para ir de compras? ¿Un masaje o una siesta? ¿Qué haría que estudiar valiera la pena?
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    Come un bocadillo. La nutrición es clave para mantenerte despierto y motivado para estudiar. Ten un bocadillo cerca. Trata de mantener algo simple, por ejemplo, un puñado de nueces, arándanos o un poco de chocolate amargo. Mantén agua cerca también, pero no tomes demasiado café, té con cafeína ni bebidas energéticas (de lo contrario estarás despierto toda la noche). Al final desarrollarás una tolerancia hacia esos productos y no te ayudarán demasiado.
    • Come alimentos muy buenos. La investigación muestra que los arándanos, las espinacas, la calabaza, el brócoli, el chocolate negro y los peces aumentan la actividad cerebral. Evita comer comida chatarra y dulces que tienen poco o ningún valor nutricional. Tu cuerpo gastará energía al descomponerlos, pero no te beneficiarán. Una dieta saludable te mantendrá más lleno de energía y hará que sea más fácil poner a prueba tu mente.[5]
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    Haz ejercicios para relajarte. Hacer ejercicios hace maravillas al cuerpo y al cerebro. El ejercicio ayuda con la memoria, el estado de ánimo, el estado de alerta y la sensación. Haz estiramientos que ejerciten partes de tu cuerpo que se podrían haber vuelto rígidas durante la sesión de estudio. Tócate los dedos de los pies. Levanta pesas pequeñas. Sal a trotar.
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    Toma una siesta. El sueño permite que tu cerebro guarde la información que estudias. Sin un sueño adecuado, todo lo que estudies será por nada. Dormir bien ayuda a regular las hormonas, lo cual mantendrá tu temperamento bajo control.[6]

Acerca de este wikiHow

Alexander Ruiz, M.Ed.
Coescrito por:
Consultor educativo
Este artículo fue coescrito por Alexander Ruiz, M.Ed.. Alexander Ruiz es consultor educativo y director educativo del Educational Director of Link Educational Institute, una empresa de tutoría con sede en Claremont, California, la cual brinda planes educativos personalizables, tutoría en preparación de exámenes y asignaturas, así como asesoría en postulaciones universitarias. Con más de una década y media de experiencia en la industria de la educación, Alexander capacita a estudiantes para que aumenten su autoconciencia e inteligencia emocional al mismo tiempo que consiguen metas, y logran habilidades y una educación superior. Tiene una licenciatura en psicología de la Universidad Internacional de Florida y una maestría en educación de la Universidad del Sur de Georgia. Este artículo ha sido visto 3508 veces.
Categorías: Técnicas de estudio