Aunque los zapatos de piel se ensanchan de forma natural con el uso y se adaptan a la forma del pie, cuando son nuevos, pueden quedar demasiado apretados y hacer daño. Para conseguir que el cuero se ablande y se estire antes, prueba a utilizar alguno de los siguientes métodos.

Método 1
Método 1 de 5:
Rellena los zapatos

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    Rellena cada zapato con papel de periódico arrugado y mojado. Rellénalo hasta que la piel quede lo más tirante posible.
    • También puedes introducir patatas peladas en los zapatos en lugar de rellenarlos con papel húmedo.
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    Deja que los zapatos se sequen lentamente. Colócalos lejos de cualquier fuente directa de calor, como puede ser el sol o una estufa, ya que el calor excesivo podría deteriorar el cuero.
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    Retira el papel de periódico (o las patatas peladas) cuando los zapatos se hayan secado por completo.
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    Póntelos. Los zapatos deberían resultar mucho más cómodos que cuando estaban totalmente nuevos.

Método 2
Método 2 de 5:
Calentar los zapatos

Aplicar calor sobre unos zapatos de cuero nuevos puede ayudar a ensancharlos. Sin embargo, este método debe utilizarse con cuidado, ya que el calor directo puede deformar en exceso el calzado y dañar el material. No apliques calor sobre piel desgastada o vieja; si lo haces, probablemente se estropeará y se agrietará. El calor también puede afectar al pegamento o puede agrietar los zapatos si la piel ya es vieja.

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    Ponte calcetines muy gruesos. Introduce los pies en tus nuevos y estrechos zapatos, con los calcetines puestos.
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    Siéntate en un lugar cómodo. Calienta los zapatos, uno por uno, con el secador del pelo, flexionando y estirando el pie de forma alterna tanto como puedas. Aplica calor durante 20 o 30 segundos seguidos.
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    Retira o apaga la fuente de calor. Déjate los zapatos puestos mientras se enfrían.
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    Quítate los calcetines gruesos. Ponte otros más finos o unos calcetines de media. Pruébate los zapatos. Si notas la diferencia claramente, es que los zapatos se han ensanchado. Si no, repite la operación.
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    Utiliza acondicionador de cuero o jabón para sillas de montar. Estos productos repararán o disminuirán cualquier daño causado por el calor.

Método 3
Método 3 de 5:
Mojar los zapatos

Se dice que los militares emplean este método para ensanchar sus botas de cuero nuevas.

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    Quítate todo excepto los zapatos. Métete en la ducha. Aunque hacer esto parezca ridículo, el agua caliente hará que el cuero ceda y se ensanche un poco.
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    Después de salir de la ducha, déjate los zapatos puestos durante unas cuantas horas. Así, además de ensanchar el cuero, conseguirás que el calzado se adapte a la forma de tu pie mientras se seca.
    • Puede que cuando camines se escuche un sonido extraño de chapoteo, pero tendrás que hacerlo fuera de casa si no quieres dejar huellas en la alfombra y el suelo hecho un desastre. Este método suele dar buenos resultados.
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    Aplica acondicionador de cuero o jabón para sillas de montar. Estos productos repararán o disminuirán cualquier daño causado sobre el cuero por andar por la calle con ellos puestos mientras se secaban.

Método 4
Método 4 de 5:
Pon los zapatos al vapor

Ten cuidado de no quemarte con el vapor al utilizar este método. Puede que sea conveniente que lleves un par de guantes de jardinería para proteger tus manos.

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    Hierve agua en una tetera. Mantenla en ebullición mientras la usas para los zapatos, de forma que puedas utilizar el vapor que emita.
    • También puedes hervir agua en una cazuela al fuego.
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    Pon un zapato sobre el vapor y sostenlo ahí de 3 a 5 minutos.
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    Retira el zapato de la fuente de vapor. Rellénalo con papel de periódico seco o con papel de cocina hasta que el cuero quede lo más tirante posible.
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    Deja que se seque en la sombra y repite la operación con el otro zapato.

Método 5
Método 5 de 5:
Congelar los zapatos

Este método funciona con casi todos los zapatos de piel, pero abstente de emplearlo para ensanchar zapatos caros, por si acaso la piel o los accesorios del calzado se estropearan durante el proceso de congelación.

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    Llena una bolsa de congelación tamaño sándwich con cierre hermético de agua hasta la mitad (o un poco menos). No la llenes demasiado o estallará al congelarse. Después, ciérrala bien.
    • Antes de nada, asegúrate de que la bolsa no tenga ningún agujero.
    • Utiliza una bolsa para cada zapato.
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    Introduce una bolsa en cada zapato. Ten cuidado de no apretarla demasiado, para evitar que se abra y empape el calzado.
    • Rellena con la bolsa todos los huecos del zapato a los que pueda llegar.
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    Despeja una parte del congelador para dejar espacio. Debes dejar suficiente espacio para acomodar los zapatos sin problema.
    • Asegúrate de que no haya nada en el congelador que quede apoyado sobre los zapatos. Cualquier cosa que quede en contacto con los zapatos podría dejar manchas o marcas sobre el cuero, sobre todo si se adhiere al material durante la congelación.
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    Coloca los zapatos en el congelador. Deja que se congelen durante toda la noche. Conforme el agua se congele, la bolsa irá expandiéndose dentro de los zapatos, estirando la piel y ensanchándolos.
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    Sácalos del congelador la mañana siguiente. Deja que se descongelen durante media hora y, después, retira las bolsas del interior.
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    Pruébate los zapatos. Si ahora estás satisfecho con ellos y te sientes cómodo, están listos para usar. Si no, repite una vez más la operación.
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    Utiliza acondicionador de cuero o jabón para sillas de montar. Estos productos repararán cualquier daño causado sobre el material por el el proceso de congelación.

Consejos

  • Cuando vayas a comprarte zapatos, pruébatelos por la tarde, cuando tus pies se encuentren más hinchados y cansados que durante las primeras horas del día. ¡Es el momento perfecto para decidir cuál es la talla que mejor se te ajustará durante toda la jornada!
  • Si lo prefieres, puedes comprar una solución en espray diseñada específicamente para ensanchar los zapatos. Rocíalos con el espray y camina con ellos por casa para que la piel ceda y se ensanche. Puedes buscar este producto en internet.
  • Si las suelas de tus zapatos nuevos resbalan demasiado al caminar, frótalas con papel de lija para que se agarren mejor al suelo.
  • Las hormas para zapatos conservarán la forma del calzado en las mejores condiciones entre uso y uso.
  • Los zapatos duran más si entre uso y uso se deja pasar un día; debes tener al menos dos pares por temporada para utilizar cada modelo en días alternos.

Acerca de este wikiHow

Penny Simmons
Coescrito por:
Especialista en cuidado del calzado
Este artículo fue coescrito por Penny Simmons. Penny Simmons es especialista en el cuidado del calzado y fundadora de Penny Loafers Shoe Shine Company Inc. en Toronto, Canadá. Con más de 25 años de experiencia, Penny se especializa en la limpieza y el abrillantamiento de calzado. Además, ofrece sus servicios de abrillantamiento de calzado en eventos especiales, en quioscos en la ciudad subterránea de Toronto, The PATH y servicios de entrega. Penny Loafers Shoe Shine Company también cuenta con el salón de servicio de lustrabotas más antiguo en Canadá. La empresa ha aparecido en Best of The City - Toronto Life, Saturday Night Magazine, National Post, Globe & Mail y Toronto Star. Este artículo ha sido visto 168 180 veces.
Categorías: Trucos para el calzado