Enseñarle a tu perro a sonreír es similar a enseñarle a realizar cualquier otro comportamiento. Requerirás una combinación de paciencia, atención y refuerzo positivo. Si empleas la dedicación necesaria, tu perro podrá aprender a sonreír cuando se lo pidas.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Aprender las nociones básicas del entrenamiento de perros

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    Préstale atención al tiempo. Enseñarle a un perro a sonreír es similar a enseñarle cualquier hábito, por lo que tendrás que conocer los aspectos básicos del entrenamiento de perros. El tiempo marca una gran diferencia en el entrenamiento exitoso de un perro.
    • Debes premiar al perro en el instante en el que obedezca una orden. Muchas personas premian a sus perros con una golosina pequeña o con un elogio verbal positivo, como “¡Sí!” o “¡Buen trabajo!”.[1]
    • Algunas personas adquieren un clicker, el cual consiste en un dispositivo mecánico pequeño que emite un sonido similar a un “clic” cuando se presiona un botón. Puedes enseñarle a tu perro a asociar al clicker con una respuesta positiva; para ello, presiónalo poco antes de premiar a tu perro con golosinas o atención.
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    Identifica la diferencia entre premiar a tu perro y darle algo para convencerlo. Si las golosinas se emplean como premio, estas pueden ser una motivación grandiosa para un perro. Sin embargo, si se usan con demasiada frecuencia, estas empiezan a convertirse en un elemento para convencer a tu perro de que haga algo. Esto puede hacer que el perro solo realice un comportamiento si sabe que podría obtener comida.
    • Dile a tu perro que “sonría”. Espera 2 o 3 segundos para que cumpla tu orden y solo dale la golosina si lo hace. No le muestres que tienes comida hasta que haya terminado el truco.[2]
    • Es probable que los perros con mucha energía (en particular, los jóvenes) no deseen participar en sesiones de entrenamiento contigo. Si empleas las golosinas como una manera de atraer al perro a la sala cuando llegue el momento de practicar, deja de hacerlo. Esto le enseña al perro que solo tiene que comportarse bien si hay comida de por medio.
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    Emplea otros premios. Las golosinas son la opción que muchos dueños de perros emplean, ya que son una manera rápida y sencilla de premiar a un perro por mostrar un comportamiento positivo. Debes combinar los premios de comida con otros tipos de respuestas positivas.
    • Si tu perro es juguetón, deja que se acerque a su juguete favorito por unos minutos poco después de sonreír.[3]
    • Puedes brindarle premios como caminatas o paseos en auto luego de una larga sesión de entrenamiento.[4]
    • Por naturaleza, a los perros les gusta complacer a las personas y desean hacer felices a sus dueños. Asimismo, puedes premiar a tu perro con caricias y elogios.[5]
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    Emplea una postura y pistas corporales adecuadas. Los perros captan el lenguaje corporal con facilidad. Durante el entrenamiento, debes transmitirle un sentido de autoridad a tu perro.
    • Siempre párate cuando le des una orden a un perro. Si estás sentado, tu perro aprenderá a respetarte solo en esa posición.[6]
    • Mantén las manos fuera de los bolsillos. El perro podría asumir que tienes golosinas en ellos y aprenderá que solo debe seguir tus órdenes si existe la posibilidad de que le des comida. Asimismo, esto puede hacer que se distraiga y pierda de vista la tarea. Mantén tus manos a la vista en todo momento.[7]
    • Durante el entrenamiento, nunca sostengas una bolsa de golosinas, un juguete o cualquier otro objeto que emplees como premio. Tu perro debe aprender a comportarse bien sin importar los premios que podría recibir.[8]
    • Desplácense de una habitación a otra durante el entrenamiento. Los perros podrían asumir que solo deben realizar el comportamiento en un área de la casa. Lo ideal es que tu perro cumpla tu orden siempre que se lo pidas y no solo en la sala o el dormitorio.[9]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Premiar a tu perro por sonreír

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    Préstale atención al comportamiento y refuérzalo con una orden. Lograr que un perro muestre sus dientes y, de cierta forma, sonría es un comportamiento difícil de enseñar. A diferencia de sentarse o sacudirse, no existe una manera de comunicarle al perro lo que deseas mediante la posición de su cuerpo. Para empezar a enseñarle a tu perro a sonreír, tan solo observa el comportamiento y prémialo cuando ocurra.
    • Premia a tu perro desde el preciso momento en el que muestre sus dientes, salvo que sea un acto de agresión.[10]
    • Cuando veas a tu perro sonreír, emplea la pista verbal a la cual desees que responda. Por ejemplo, si deseas que tu perro sonría cuando digas “¡Whiskey!”, emplea esa palabra tan pronto como tu perro muestre los dientes, y luego dale un premio.[11]
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    Busca maneras de hacer que tu perro muestre los dientes. Si sabes que tu perro mostrará los dientes en situaciones determinadas, aprovecha esa oportunidad para reforzar el comportamiento.
    • ¿Cepillas los dientes de tu perro con frecuencia? Los perros suelen mostrar los dientes cuando esperan un cepillo de dientes. Puedes aprovechar esta oportunidad para enseñarle a responder a tu orden deseada.[12]
    • En ocasiones, una cantidad pequeña de un alimento humano seguro para perros logrará que el perro muestre los dientes debido a la confusión o el desagrado. Esto ocurre mayormente con los alimentos de sabor amargo, como las frutas y los vegetales. No obstante, debes tener cuidado. Algunas frutas y vegetales (como las uvas y los tomates) son tóxicos para los perros. Cerciórate de que el alimento sea seguro antes de dárselo a tu mascota.[13]
    • No obstante, nunca premies a un perro si muestra los dientes por agresión, y no fomentes el comportamiento agresivo de forma deliberada para hacer que el perro sonría. Esto generará hostilidad y puede provocar un mal comportamiento en el futuro.
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    Empieza a enseñarle al perro a sonreír cuando se lo ordenes. Luego de establecer una conexión sólida entre la orden y el comportamiento, podrás empezar a fortalecer esta conexión mediante sesiones de entrenamiento adecuadas.
    • Di palabras de incentivo cuando le des las órdenes a tu perro, y bríndale premios verbales y físicos cuando responda a la orden.
    • Repite la orden varias veces al día (de 5 a 15 repeticiones) hasta que el perro parezca haber dominado el comportamiento.[14]
    • Préstales atención a los nuevos comportamientos durante el entrenamiento y aprovéchalos para enseñarle nuevos trucos a tu perro. Por ejemplo, si tu perro levanta las patas hacia adelante durante el entrenamiento, debes decir de inmediato algo como “¡Sentado!” y luego premiarlo.[15]

Parte 3
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Mantener un entrenamiento positivo

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    Identifica los signos de estrés o agresión. Si tu perro empieza a mostrar signos de estrés durante el entrenamiento, tendrás que darle un descanso y evaluar tus técnicas. El entrenamiento debe ser una experiencia positiva que los una.
    • Préstales atención a los ojos. Los perros entrecerrarán los ojos al estar estresados; por ello, si los ojos de tu perro lucen más pequeños de lo habitual, podría requerir un descanso. Si tu perro te mira fijamente sin parpadear o si se rehúsa a cruzar la mirada contigo, estos son signos de agresividad. Tu perro podría estar a punto de sufrir un arrebato, por lo que debes detener el entrenamiento hasta que se tranquilice.[16]
    • El hocico cerrado indica que el animal está tenso y estresado. Si un perro está asustado, cerrará con firmeza el hocico, y podría meter y sacar la lengua con rapidez, y lamerse los labios. En general, mostrar los dientes es un signo de agresión; sin embargo, este es el comportamiento que deseas lograr, por lo que es probable que no se trate de agresión, salvo que esté acompañado de gruñidos o el arrugamiento del hocico.[17]
    • Las orejas levantadas y hacia adelante son una señal de estrés o agresión. Si sus orejas están totalmente planas sobre su cráneo, esto indica que el animal tiene miedo. Ambas son señales de que el entrenamiento no se está llevando a cabo de manera adecuada y tu perro requiere un descanso.[18]
    • Cuando un perro está asustado, hará todo lo posible para lucir pequeño. Podría encogerse y reducir su lomo, su cabeza y su cola. Incluso podría meter la cola entre las patas. Si el perro emplea todo su cuerpo para indicar que tiene miedo, es probable que estés realizando algo incorrecto en el entrenamiento.[19]
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    No emplees técnicas de aversión. Básicamente, las técnicas de entrenamiento de aversión consisten en regañar o castigar de otra forma a tu perro por el comportamiento negativo. En comparación con los perros entrenados únicamente con el refuerzo positivo, aquellos entrenados con un método de aversión tienen una probabilidad 15 veces mayor de mostrar estrés.[20]
    • Las técnicas de aversión consisten en regañar al perro por el comportamiento negativo y, a veces, emplear dispositivos como collares de descarga o cadenas asfixiantes para disuadir las respuestas negativas. Los perros que son sometidos a estos métodos muestran signos de estrés con mayor frecuencia durante las sesiones de entrenamiento, y parecen tener una relación general menos positiva y afectuosa con su dueño.[21]
    • Los descansos son importantes. Si un perro no presta atención y muestra signos de estrés, tan solo podría requerir un tiempo para relajarse y comportarse como un perro. No debes prohibir por completo los comportamientos como correr, jugar y masticar. Si regañas al perro en esas situaciones, esto solo confundirá y angustiará al animal.[22]
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    Emplea buenas técnicas de liderazgo. El enfoque del macho alfa es un mito del entrenamiento canino, y puede provocar estrés y agresión innecesarios en los perros. Debes ser un buen líder durante el entrenamiento, pero no trates de dominar a tu perro.
    • La técnica de colocar al perro en el piso y sujetarlo de la garganta (denominada “alpha roll” en inglés) puede ser peligrosa si se realiza de forma incorrecta y le provoca un daño físico al perro. Esta también hace que los perros se estresen, lo que puede convertirse en agresión con rapidez. Evita estos comportamientos si tu perro se pone inquieto durante el entrenamiento.[23]
    • En lugar de tratar de dominar al perro, tan solo restringe su acceso a los premios si se comporta mal. Si tu perro se emociona demasiado cuando está frente a las golosinas, tan solo espera a que se siente tranquilo antes de darle algún alimento. Aprenderá a realizar comportamientos respetuosos cuando se percate de que el mal comportamiento no le permitirá obtener un premio.[24]

Consejos

  • Siempre culmina la sesión de entrenamiento de manera positiva, así en la próxima sesión tu perro no dudará en participar contigo.
  • Si tu perro o tus perros han dominado tus lecciones sobre sonreír, deberás mostrarles lo orgulloso que estás de ellos brindándoles elogios y golosinas. Tu perro esperará con ansias las sesiones de entrenamiento.

Advertencias

  • Nunca le grites ni regañes a tu mascota cuando le des instrucciones, en particular si el perro no puede aprender con rapidez. No lo castigues de forma física, dándole palmazos, jalándolo o pateándolo.

Acerca de este wikiHow

Lauren Novack
Coescrito por:
Consultora certificada en comportamiento canino
Este artículo fue coescrito por Lauren Novack. Lauren Novack es consultora certificada en comportamiento canino en Behavior Vets NYC, donde ayuda a las mascotas temerosas, ansiosas y agresivas, así como a sus dueños. Ha completado los cursos de su maestría en Análisis de Conducta Aplicado en Hunter College. La investigación de Lauren explora la intersección entre las prácticas de entrenamiento y el bienestar animal. Actualmente, forma parte del Consejo Asesor Editorial de Daily Paws y ha aparecido en Fox & Friends, Rachel Ray además de en varios medios de comunicación junto a su perro Grayson. Este artículo ha sido visto 22 756 veces.
Categorías: Trucos de perros