Si tu perro vuelca su tazón de agua, provocando un gran desastre para que lo limpies, es posible que te preguntes porqué lo hace y cómo detener este comportamiento. Es posible que los perros le den vuelta a los tazones de agua si el agua está sucia o porque están aburridos o tienen mucho calor. Elige un tazón pesado o “redondo” (sin puntas) para tu mascota o coloca el tazón de agua en un soporte elevado para evitar que lo vuelque.

Método 1
Método 1 de 3:
Asegurar el tazón de agua

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    Coloca el tazón de agua en un soporte elevado. Para evitar que el perro voltee el tazón de agua, colócalo sobre un soporte elevado. Puedes comprar un soporte elevado en una tienda de mascotas local o hacer el tuyo en casa. De cualquier forma, una vez que tengas el soporte, solo coloca el tazón de agua en el agujero designado para evitar que se vuelque.[1]
    • Las razas y los perros grandes que tienden a hincharse no deben alimentarse desde recipientes elevados.[2] Habla con tu veterinario para saber si un soporte elevado estaría bien para tu mascota.
    • Si tu perro es más grande o más fuerte, busca un soporte más pesado para colocar el tazón de manera que el perro no pueda volcar todo el soporte.
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    Coloca un forro antideslizante debajo del tazón. Corta una pieza de forro de estante cubierto de goma que sea ligeramente más grande que el tazón. Puedes comprar este tipo de forro antideslizante en supermercados o tiendas de manualidades. Coloca el forro antideslizante cubierto con goma en el suelo debajo del tazón para evitar que el perro lo vuelque.[3]
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    Coloca peso en el tazón de agua. En lugar de colocar un tazón de plástico liviano, elige uno hecho de un material más pesado y sustancial, como de mármol o cerámica. Si el tazón de agua es muy pesado para que el perro lo mueva, dejará de voltearlo.[4] Como alternativa, puedes elegir una roca fuerte, limpiarla bien y colocarla en el medio del tazón de agua para que tu cachorro no lo vuelque.[5]
    • Friega la roca con jabón y agua para quitar los gérmenes y asegúrate de enjuagarla bien antes de ponerla en el tazón de agua del perro.

Método 2
Método 2 de 3:
Proporcionar un ambiente adecuado para el perro

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    Proporciona agua fresca en un tazón limpio todos los días. Es posible que el perro vuelque el tazón de agua porque el agua o el tazón están sucios. Darle agua fresca en un tazón limpio todos los días puede que detenga este comportamiento. Los tazones para perros son excelentes lugares para la reproducción de bacterias, por lo que es importante lavar el tazón de agua todos los días y asegurarte de que tenga acceso a agua limpia y fresca todo el tiempo.[6]
    • Usa jabón suave y agua para limpiar el tazón del perro todos los días.
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    Coloca el tazón de agua en una ubicación diferente. Es posible que el perro esté volcando el tazón porque no le gusta la ubicación o la posición en la que está. Trata de ponerlo en una ubicación diferente en tu casa o patio. Solo asegúrate de que el perro sepa dónde está para que tenga acceso a agua fresca todo el tiempo.[7]
    • Por ejemplo, mueve el tazón de agua del lado del refrigerador al otro lado de la cocina. Como alternativa, muévelo desde la esquina del patio a un lugar cerca de la puerta trasera.
    • Como alternativa, en ocasiones, los perros vuelcan el tazón de agua en un intento de llegar a él. Si el tazón está en un área de difícil acceso, simplemente reubícalo.
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    Llena el tazón de agua solo hasta la mitad. Darle menos agua puede evitar que el perro vuelque el tazón. Sin embargo, tendrás que asegurarte de que el perro tenga acceso constante a agua fresca, así que llena el tazón a la mitad solo si vas a estar en casa para llenar el tazón cuando sea necesario. Como alternativa, elige un bebedero automático que se llene a un nivel bajo desde un depósito debajo del tazón.[8]
    • Estos bebederos automáticos se alimentan por gravedad y le proporcionan a tu mascota una cantidad pequeña pero constante de agua fresca.
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    Asegúrate de que el perro esté lo suficientemente fresco. En ocasiones, los perros vuelcan los tazones de agua para que puedan mojar sus patas, jugar o incluso recostarse en el agua. Esto puede significar que tienen demasiado calor y están tratando de refrescarse. Asegúrate de que el perro tenga acceso a sombra si está en el exterior y mantén tu casa a una temperatura cómoda si el perro está dentro. Si hace demasiado calor para ti, hace demasiado calor para tu perro también.[9]
    • Las señales de que tu perro tiene mucho calor incluyen: exceso de salivación, jadeo excesivo, piel pálida, encías secas, ojos de apariencia vidriosa, debilidad, tambaleo, desorientación, vómitos o diarrea.[10]
    • Considera comprar un colchón refrigerante para tu perro para ayudarlo a dispersar el calor y permanecer fresco cuando esté adentro durante un día caluroso.
    • Proporciónale una piscina infantil para que tu perro juegue o llévalo a un estanque o arroyo si piensas que vuelca el tazón para poder jugar con el agua.
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    Pasa tiempo con tu perro todos los días. Es posible que un perro vuelque el tazón de agua en señal de aburrimiento o soledad. Asegúrate de pasar el tiempo adecuado con tu mascota todos los días. Llévalo a caminar, acarícialo o cepíllalo, lánzale una bola o juega con la cuerda o haz otro juego. Si el perro se siente feliz y satisfecho, puede que deje de volcar su tazón de agua.[11]
    • Debes pasar varias horas de tiempo de calidad con el perro todos los días.[12]
    • Generalmente, los perros necesitan al menos 60 minutos de ejercicio diario, pero los cachorros, los perros jóvenes y particularmente las razas con mucha energía por lo general requieren más.[13]
    • Si estás ocupado durante el día, considera contratar a un paseador de perros para que pasee al tuyo en algún momento de la mañana o de la tarde. Si el perro se cansa en las sesiones de juego frecuentes, es menos probable que sea destructivo.

Método 3
Método 3 de 3:
Elegir el tazón de agua adecuado

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    Elige un tazón de agua que no tenga superficies reflectantes. Si el tazón de agua está hecho de acero inoxidable u otro material reflectante, es posible que lo vuelque porque piense que hay algo en él. Elige un tazón de un color sólido que no sea reflectante para evitar que el cachorro trate de llenar a su propio reflejo u otro objeto.[14]
    • Asegúrate de que el tazón que elegiste no tenga plomo.
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    Prueba con un tazón de agua de diferente forma o color al que tienes. A veces, colocar un tazón que se vea diferente puede evitar que el perro lo vuelque. Elige un tazón de diferente forma al que tienes, como un cuadrado en lugar de un circular. Elige un color diferente del que ya tienes, como optar por azul en lugar de bronceado.[15]
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    Selecciona un tazón “redondo” (sin puntas). Por lo general, los tazones tienen silicona u otra superficie antideslizante en la parte inferior para prevenir que se volteen. Es posible que también tengan lados cónicos u otras características. Ve a la tienda local de mascotas y elige un tazón que se especifique como “redondo” para evitar que el perro derrame el agua.[16]
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    Consigue una fuente de agua para tu perro. En ocasiones, el perro vuelca el tazón de agua porque disfruta del movimiento de la misma. Si sospechas que este podría ser el caso de tu mascota, consíguele una fuente de agua para perros. Estas fuentes brindan un chorro continuo de agua fresca para que el perro pueda beber.[17]
    • Las fuentes de agua para perros se encuentran disponibles en línea y en tiendas de mascotas.

Acerca de este wikiHow

Ryan Corrigan, LVT, VTS-EVN
Coescrito por:
Técnica veterinaria licenciada
Este artículo fue coescrito por Ryan Corrigan, LVT, VTS-EVN. Ryan Corrigan es una técnica veterinaria con licencia en California. Recibió su licenciatura en Ciencias en Tecnología Veterinaria en la Universidad de Purdue en 2010. También es miembro de la Academia de Técnicos de Enfermería Veterinaria Equina desde 2011. Este artículo ha sido visto 10 795 veces.
Categorías: Trucos de perros