¿Quién dice que no se le pueden enseñar trucos nuevos a un perro viejo? Si deseas tener un perro que se comporte bien, será necesario enseñarle a echarse. Si le enseñas a echarse, eso puede ser de utilidad para controlar a tu mascota y sus impulsos en general, y puede fortalecer tu vínculo con ella.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Presentarle la idea de echarse

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    Ten lista una golosina deliciosa. Averigua qué tipos de golosinas disfruta tu perro y tenlas a la mano cuando lo entrenes. Sostén la golosina frente al perro, así podrá olfatearla, pero no podrá comerla todavía. Retrocede un poco la golosina para que sepa que debe hacer algo para que se la des.
    • Si ya has entrenado con un clicker, podrás usarlo en lugar de una golosina para brindar un refuerzo positivo, en especial si tu perro tiene problemas de peso o no tiene hambre porque acaba de comer.[1]
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    Haz que el perro se siente. Es más sencillo enseñarle a un perro a echarse una vez que ya sabe la orden “Sentado”. Vuelve a llevar la golosina cerca de su nariz cuando esté en la posición de sentado. Si se emociona y se para de golpe debido a la golosina, vuelve a retroceder y haz que se siente para proseguir. Cuando esté firme en la posición de sentado, arrodíllate o agáchate para acercarte a su altura.[2]
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    Di la señal “Abajo”. Esto es algo muy importante que debes hacer en todo momento, ya que luego de un tiempo le enseñarás a tu perro a echarse sin usar ninguna golosina, solo con esta orden.
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    Guía al perro a una posición de echado. Mientras estés agachado, lleva la golosina al piso y colócala entre sus patas delanteras. Deberá seguir la golosina al piso con su nariz. Cuando su nariz esté en el piso, retira la golosina y déjala en el piso frente a ti.
    • Si el perro se levanta cuando lo guías al piso, retírala con rapidez. Luego pídele de inmediato que vuelva a sentarse, e inicia nuevamente el proceso de guiarlo.
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    Coloca la mano en su hombro con cuidado. Esto lo disuadirá de volver a levantarse y caminar hacia la golosina. Al mover la golosina lentamente en el piso, el perro también deberá descender a él. Todo el movimiento de guiado hará que muevas la mano en “L”.[3]
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    Prueba este truco si se resiste. Siéntate frente a él y ubícalo a tu izquierda o derecha. Coloca las piernas en el piso, luego levántalas de modo que luzcan como una tienda. Lleva la golosina hacia el piso con lentitud y luego colócala debajo de tus piernas mientras el perro la olfatea. Aléjala por debajo de tus piernas para que el perro tenga que agacharse y pasar por debajo de ellas para obtenerla.[4]
    • No debes dejar que obtenga la golosina hasta que se eche. Se confundirá en relación con lo que le pides que haga.
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    “Atrápalo” realizando el comportamiento. Si tu perro opone mucha resistencia a la técnica de guiado, puedes premiarlo si lo encuentras echándose por sí solo. Tan solo párate con tu perro en una habitación y espera a que se eche.
    • Di “Abajo” tan pronto como su cuerpo toque el suelo, usa tu clicker y lánzale una golosina a unos pasos delante de él. Tendrá que pararse para obtener la golosina, por lo que solo deberás esperar a que vuelva a echarse.
    • Repite la secuencia hasta que parezca asociar la orden “Abajo” con lo que deseas que haga.[5]
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    Cuando el perro se eche, elógialo y deja que coma la golosina de inmediato. Di “¡Sí!” o “¡Buen perro!”, y luego dale la golosina (o haz sonar el clicker). Cuando sus codos, su trasero y su vientre toquen el piso, ese será el momento en el que lo elogiarás y le darás la golosina, ¡no antes!
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    Dale una orden para que abandone la posición. Puedes decir algo como “¡Listo!” o “¡Arriba!”, y luego aplaudir o retroceder algunos pasos para que se pare.
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    Repite. Luego de que se pare, vuelve a realizar estos pasos de inmediato de 5 a 15 veces después de que lo haga bien por primera vez, lo que dependerá de su periodo de atención. Si realizas esta cantidad de repeticiones al inicio, esto lo ayudará a recordar lo que debe hacer.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Reforzar la orden de echarse

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    Practica los pasos indicados dos veces al día. Procura que cada sesión de entrenamiento sea corta y sencilla, con una duración aproximada de 10 minutos. Cuando tu perro empiece a realizar la orden cada vez con más facilidad, estarás listo para retirar las golosinas poco a poco. Algunos perros estarán listos para proseguir solo 1 o 2 días después de seguir estos pasos; pero otros requerirán más práctica.[6]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Pippa Elliott, MRCVS

    Pippa Elliott, MRCVS

    Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios
    La Dra. Elliott es una veterinaria con más de 30 años de experiencia. Se graduó en la Universidad de Glasgow en 1987, y ha trabajado como cirujana veterinaria durante 7 años. Después, la Dra. Elliott trabajó como veterinaria en una clínica de animales durante más de una década.
    Pippa Elliott, MRCVS
    Pippa Elliott, MRCVS
    Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios

    Pippa Elliott, veterinaria licenciada, sugiere: "Si te cuesta mucho encajar las sesiones de entrenamiento en el día, usa las pautas publicitarias en la televisión. Cada vez que aparezca un comercial, practica el comando "Abajo" con el perro".

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    Empieza a usar una mano vacía, pero sigue dándole una golosina. Esto le enseñará a tu perro a saber lo que se espera que haga sin tener que ver la golosina. Practica diciendo “Abajo” y guíalo hacia el piso, y emplea el mismo movimiento en “L”, pero no sostengas una golosina en la mano.
    • Mantén las golosinas cerca y dale una tan pronto como se eche y se quede en esa posición, y no olvides elogiarlo. Si se rehúsa a echarse sin ver una golosina, puedes emplear este truco para “engañarlo”: atráelo a la posición de echado con una golosina tal como se indica en la primera sección, y hazlo con rapidez 4 veces seguidas.
    • La última vez debes hacerlo rápido y sin la golosina. Es probable que se eche y piense que tienes una golosina. Tan pronto como lo haga, elógialo (“¡Sí!” o “¡Buen perro!”) y abre la mano para mostrarle que no tienes nada.
    • Luego dale 3 golosinas sorpresa.
    • Nuevamente, empieza a practicar sin las golosinas y solo usa la señal con la mano.[7]
    • Practica el método de la mano vacía por 10 minutos un par de veces al día, durante un par de días.
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    Empieza a reducir la señal con la mano. Luego de practicar el método de la mano vacía por unos días, estarás listo para también empezar a reducir la señal con la mano. En lugar de guiar al perro hacia el piso por completo con la mano, di “abajo” y guíalo hasta un punto antes de llegar al piso.
    • Detén la mano aproximadamente de 3 a 5 cm (1 o 2 pulgadas) por encima del piso, y aléjala. Elógialo y dale la golosina tan pronto como se eche.[8]
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    Sigue reduciendo la señal con la mano. Reduce la señal con la mano cada vez más en intervalos de unos días. Con el tiempo, tendrás que inclinarte menos, y por último todo lo que tendrás que hacer es decir “Abajo” y señalar el piso mientras permaneces parado. Sigue brindándole golosinas y elogios a tu perro cada vez que se eche cuando se lo pidas.[9]
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    Aplícalo en otras áreas. Practica la nueva habilidad de tu perro en lugares diferentes, así podrá realizarla en cualquier lugar en donde se lo pidas. Primero usa diferentes habitaciones de tu casa, luego sal a las zonas cercanas cuando nadie esté por allí. Aumenta el nivel de distracciones poco a poco.
    • Practica cuando salgan a pasear, en un lugar con pocas distracciones, luego prosigan con los entornos en los que haya mucho que pueda distraerlo.[10]
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    Empieza a usar menos golosinas. Empieza a darle menos golosinas a tu perro cuando pueda echarse en diversos lugares y bajo circunstancias variadas. ¡Recuerda que siempre debes elogiarlo y acariciarlo! Puedes empezar dándole golosinas solo cuando se eche con la mayor rapidez, y solo bríndale un elogio o una caricia cuando se eche con menos rapidez y seguridad.[11]
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    Dale “motivaciones”. Empieza a pedirle a tu perro que se eche antes de realizar diversas actividades divertidas, como ponerle la correa para ir de paseo, darle la cena, lanzarle su juguete favorito, conocer personas, o quitarle la correa para que juegue.
    • ¡A los perros les gusta tener trabajo que hacer! Además, si descubre que puede obtener todo tipo de premios al echarse, será más probable que lo haga tan pronto como se lo pidas.[12]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Aprender algunas nociones básicas del entrenamiento de perros

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    Las sesiones de entrenamiento deben ser breves y afectuosas. Al igual que los niños, los perros no cuentan con los periodos de atención más prolongados. No existe una regla universal, pero cada sesión de entrenamiento debe durar aproximadamente un mínimo de 15 minutos o menos. En esa sesión, podrás trabajar en una habilidad, o intercalar algunas diferentes.
    • Dedica esos 15 minutos a practicar habilidades nuevas, pero perfecciona las antiguas realizando repeticiones únicas en horas convenientes del día.[13]
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    Emplea un refuerzo positivo constante. Si te agrada un comportamiento que tu perro realiza, prémialo. Si no te agrada, no lo premies. Por ejemplo, si a veces acaricias a tu perro cuando salta, pero en otras ocasiones le gritas por ello, se confundirá por lo que sientas en relación con el comportamiento.
    • No emplees las palabras como “Sentado” y “Abajo” en oraciones complejas. Durante el entrenamiento, escoge la palabra que usarás para la acción que deseas, y úsala de forma clara y constante en todo momento.
    • ¡El refuerzo negativo no funciona! Si golpeas a tu perro o jalas su correa cuando hace algo que te desagrada, tan solo podría aprender que eres aterrador, sin asociar su comportamiento con la forma en la que se ha lastimado. Es mucho más sencillo concentrarse en lo que deseas que tu perro haga (si empieza a hacer algo que te desagrada, dile que se siente), en lugar de lo que no deseas que haga.[14]
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    Al enseñar una nueva habilidad, trabaja en una parte de ella a la vez. Muchas habilidades cuentan con partes complejas. Por ejemplo, si vas a enseñarle a tu perro una orden sólida de sentado y quieto, tendrás que hacer que se quede quieto hasta que le pidas que abandone la posición, deberá estar quieto mientras te alejas de él y hasta que le pidas que abandone la posición, y también mientras te alejas de él ante la presencia de distracciones y hasta que le pidas que abandone la posición.
    • Empieza con la parte más básica de la habilidad, y aumenta la dificultad en cada nivel de dominio.[15]
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    Practica en todos lados y con todas las personas. En comparación con las personas, los perros no emplean la información nueva de forma automática en todos los lugares. Ellos aprenden de forma muy específica y no siempre aplican su conocimiento en lugares y situaciones diferentes. Por ello, si solo practicas una habilidad nueva en la cocina, tendrás un perro entrenado maravillosamente para la cocina.
    • Podrías tener que empezar a practicar una habilidad nueva en una habitación tranquila de la casa, pero vayan a diferentes lugares tan pronto como el perro empiece a captarla. Entrena a tu perro en habitaciones diferentes de la casa, en el patio, en diversas paradas durante sus paseos, y en las casas de tus amigos.[16]
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    Culmina el entrenamiento de forma positiva. Es vital detener una sesión de entrenamiento antes de que alguno de los dos se frustre, se canse o se aburra. Asimismo, debes dejar que tu mascota se comporte como un perro.
    • Esto significa que debes tener paciencia con el entrenamiento canino, y aceptar que tu perro tiene determinados rasgos y comportamientos (como masticar las cosas, mordisquear o jugar de forma brusca) que simplemente forman parte de todo perro. Puedes disuadir algunos comportamientos si dejas de premiar a tu perro, pero esto requerirá tiempo y paciencia.
    • Si intentas evitar determinados comportamientos indeseados en tu perro (como escarbar en el tacho de basura), ten en cuenta qué es lo que puedes hacer para evitar el comportamiento (como colocar el tacho en un lugar fuera del alcance del can), en lugar de fijarle expectativas poco realistas.[17]

Consejos

  • Un momento adecuado para enseñarle a tu perro a echarse es cuando tenga hambre, antes de la hora de la cena. Estará más motivado para esforzarse y conseguir las golosinas.
  • Otro momento adecuado para llevar a cabo este entrenamiento es cuando se haya ejercitado lo suficiente, como luego de un buen paseo. Será más probable que quiera echarse.
  • Comunícate con un entrenador canino profesional si aún tienes dificultades para hacer que tu perro se eche o alguna otra dificultad relacionada con el entrenamiento canino.

Acerca de este wikiHow

David Levin
Coescrito por:
Paseador y adiestrador de perros profesional
Este artículo fue coescrito por David Levin. David Levin es el propietario de Citizen Hound, una empresa profesional de paseadores de perros con sede en el área de la Bahía de San Francisco. Con más de 9 años de experiencia profesional en pasear y adiestrar perros, la empresa de David ha sido votada como la "Mejor en pasear perros de San Francisco" por Beast of the Bay para 2019, 2018 y 2017. Citizen Hound también ha sido clasificada como la paseadora de perros # 1 por SF Examiner y A-List en 2017, 2016, 2015. Citizen Hound se enorgullece de su servicio al cliente, atención, habilidad y reputación. Este artículo ha sido visto 18 879 veces.
Categorías: Trucos de perros
Resumen del artículoX

Para enseñarle a un perro a echarse, todo lo que necesitarás son algunas golosinas y un poco de tiempo. Primero, párate delante del perro y ordénale que se siente. Luego sujeta una golosina lo suficientemente cerca de su nariz como para que pueda olerla y bájala con lentitud hacia el piso a fin de que tenga que echarse para conseguirla. Una vez que se eche, dásela y elógialo mucho para así reforzar el comportamiento. Si trata de sentarse o pararse de nuevo en algún momento, empieza desde el principio. Cuando se eche con éxito, agrega una orden como “Abajo”. Di la orden a medida que bajes la golosina al piso. Repite este proceso por unos días y omite la golosina de forma gradual dejando de dársela en todo momento. Sigue haciéndolo hasta no usar golosinas y lograr que el perro responda a la orden cada vez que se la des. ¡Sigue leyendo para ver consejos de nuestro coautor que es veterinario sobre cómo hacer que el perro se eche sin la golosina!