A diferencia de los perros, los gatos no han sido entrenados históricamente para hacer tareas para las personas. No entienden el castigo, pero sí responden al refuerzo positivo.[1] De hecho, es probable que de alguna manera ya le hayas enseñado a hablar a tu gato. Los gatos no son propensos a maullar de forma natural, pero han aprendido a hacerlo porque se dan cuenta de que sus dueños les responderán.[2]

Método 1
Método 1 de 2:
Comprender la comunicación con el gato

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    Reconoce el maullido. Los gatos pueden hacer hasta 16 maullidos diferentes. Poner atención a los distintos sonidos te puede ayudar a comunicarte mejor con tu gato.
    • Un maullido corto por lo general es un saludo.
    • Varios maullidos indican emoción.
    • Un maullido de tono medio es una petición, probablemente para comer.
    • Un “mrow” profundo suele ser una queja.
    • Un “¡roww!” de tono alto es una indicación de enojo o dolor.
    • Un “mrrroww” alargado suele ser una demanda.[3]
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    Entiende a qué se debe el maullido. En la naturaleza, los gatos solo maúllan como gatitos para llamar la atención de sus madres. Cuando se dan cuenta de que no respondes a sus otras señales, aprenden a maullar. Con frecuencia el maullido es una forma de comunicar algo que el gato desea, pero también puede tener otros significados.
    • Lo más frecuente es que el maullido de tu gato intente articular un pedido. Un maullido a menudo significa que quiere comida, atención o que se le permita entrar a una habitación.
    • Un maullido también puede ser una señal de angustia. Los gatos vocalizan cuando están en celo, solos, estresados, enojados o con dolor. También se vuelven más vocales a medida que crecen.
    • En otras ocasiones un maullido es un simple saludo similar a un “hola”.[4]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Pippa Elliott, MRCVS

    Pippa Elliott, MRCVS

    Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios
    La Dra. Elliott es una veterinaria con más de 30 años de experiencia. Se graduó en la Universidad de Glasgow en 1987, y ha trabajado como cirujana veterinaria durante 7 años. Después, la Dra. Elliott trabajó como veterinaria en una clínica de animales durante más de una década.
    Pippa Elliott, MRCVS
    Pippa Elliott, MRCVS
    Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios

    Pippa Elliott, una veterinaria con licencia, hace esta observación: “Los gatos mayores son más vocales, pero con frecuencia puede ser por una razón. Pueden estar perdiendo la audición o vista o pueden tener un problema médico, por ejemplo, glándulas tiroideas hiperactivas. Si el comportamiento que muestra tu gato está fuera de lugar, entonces visita a un veterinario”.

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    Pon atención a las señales no verbales. Algunas de las formas más importantes en que los gatos se comunican son a través del lenguaje corporal. Por ejemplo, los gatos tienen un lenguaje complejo de señales que hacen con sus colas.
    • Si un gato te mira a los ojos y hace un parpadeo largo y lento, estará mostrando afecto. Esto a veces se compara con un beso.
    • Un gato que se te acerca con la cola en el aire es un saludo que sugiere que tu gato está feliz de verte. Esto se compara con un apretón de manos.[5]
    • Si el pelaje de tu gato está en punta, esto será una señal de que está molesto o asustado.
    • Si la cola de tu gato está baja o entre sus patas, entonces se sentirá inseguro o ansioso.
    • Un golpe de cola hacia adelante y hacia atrás será una señal de que tu gato está molesto. Cuanto más rápido la mueva de un lado a otro, más enojado estará.[6]
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Método 2
Método 2 de 2:
Enseñarle un truco a tu gato

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    Pasa algo de tiempo a solas con tu gato. Los gatos se distraen con facilidad, por lo que deberás crear un entorno tranquilo y calmado. Pon a tu gato en la mesa delante de ti y acarícialo para que se sienta cómodo.
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    Consigue algunos premios. Pon los premios en la mesa para llamar la atención de tu gato. Los gatos son más propensos a responder a aquellos premios a los que no están acostumbrados, por lo tanto, trata de conseguir algo nuevo.[7]
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    Maúlla. Sigue maullando hasta que tu gato maúlle y luego dale un premio y acarícialo. Sigue haciéndolo siempre y cuando el gato esté dispuesto a participar.
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    Repite hasta que tu gato haya aprendido el truco. Una vez que tu gato ya no parezca responder, tómate un descanso. Inténtalo de nuevo al día siguiente. Repítelo a diario hasta que tu gato responda con regularidad cuando maúlles.
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    Sé amable. Si te frustras y empiezas a ser malo con tu gato, se estresará y será menos probable que responda. Los gatos no responden a la fuerza. Debes utilizar refuerzos positivos a fin de alentar el comportamiento.[8]
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Consejos

  • Un gato en última instancia es su propio amo, ya que no entiende la idea de obedecer a los demás. Puede optar por hacer tu truco si llega a creer que hacerlo sería lo mejor para él; sin embargo, también es posible que nunca lo haga. Mantén bajas tus expectativas y no trates de obligar a tu gato a hacer algo que no le interesa.
  • Un gato duerme principalmente durante el día y a veces se queda despierto en la noche. No lo castigues para que duerma, trata de observar su patrón de sueño y ajústalo como corresponda.
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Advertencias

  • Nunca regañes ni golpees a tu gato. No lo apreciará ni te responderá.
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Acerca de este wikiHow

Brian Bourquin, DVM
Coescrito por:
Veterinario
Este artículo fue coescrito por Brian Bourquin, DVM. Brian Bourquin, mejor conocido como "Dr. B” para sus clientes, es veterinario y propietario de Boston Veterinary Clinic, una clínica veterinaria y de salud para mascotas con tres sedes: South End/Bay Village, Seaport y Brookline, Massachusetts. Boston Veterinary Clinic se especializa en atención veterinaria primaria, incluyendo atención preventiva y de bienestar; atención médica y de emergencia; cirugía de tejidos blandos; y odontología. La clínica también brinda servicios especializados en conducta, nutrición y terapias alternativas para el manejo del dolor mediante acupuntura y tratamientos terapéuticos con láser. Boston Veterinary Clinic es un hospital acreditado por la AAHA (American Animal Hospital Association), y es la primera y única clínica certificada como Fear Free (reducción de sentimientos de estrés en las mascotas) de Boston. Brian tiene más de 19 años de experiencia veterinaria y obtuvo su doctorado en Medicina Veterinaria en la Universidad de Cornell. Este artículo ha sido visto 18 742 veces.
Categorías: Gatos
Resumen del artículoX

Para enseñarle a hablar a tu gato, toma algunos bocadillos que le encanten. Ponlos donde el gato pueda verlos para que te preste más atención. Luego, dile "Miau" sin parar hasta que te maúlle. Cuando lo haga, acarícialo y dale un bocadillo para incentivarlo. Haz esto unas cuantas veces al día hasta que aprenda el truco y lo haga de inmediato. Recuerda que los gatos no responden bien al castigo, pero aprenden trucos cuando hay bocadillos de por medio. Si quieres consejos de nuestra experta en veterinaria para comprender la comunicación felina, ¡sigue leyendo!

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