Cómo escurrir ricota

El versátil queso ricota, que es muy fácil de hacer, se debe escurrir poco después de prepararlo para darle distintas contexturas: desde una masa húmeda hasta granos firmes que se desmenuzan. Si has preparado tu propio ricota o quieres escurrir el que compraste en una tienda porque es demasiado húmedo para tu gusto, el proceso es el mismo.

Método 1

Método 1 de 2:
Escurrir el ricota totalmente

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Utiliza este método para escurrir ricota recién hecho o para prepararlo y luego usarlo en una receta. Si preparas tu propio ricota, debes escurrir el líquido después de que ha reposado, aún caliente, durante 15 minutos.^{[1]
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Fuente de investigación} También puedes utilizar este método para transformar un requesón de consistencia cremosa en uno más firme, que puedes utilizar para cocinar.
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Forra un colador o tamiz con estameña o papel toalla. Un tamiz de malla muy delgada es el más adecuado, pero un colador también funciona.^{[2]
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Fuente de investigación} Forra por completo la superficie interna con estameña u otra tela de malla fina. Algunas personas afirman haber obtenido buenos resultados con dos capas de papel toalla grueso.^{[3]
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Fuente de investigación}
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Coloca el colador sobre un tazón. Necesitarás un tazón para recibir la humedad que drenarás del requesón. Escoge un tazón o un plato de sopa sobre el cual pueda reposar el colador.
- Es importante que el colador no toque la base del tazón, ya que esto hará que el requesón siga sumergido en su propio líquido.
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Con una cuchara, coloca el requesón sobre la estameña. Resiste la tentación de verterlo, pues si lo haces incluirás todo el líquido. Es preferible trasladarlo poco a poco con una cuchara, dejando el exceso de líquido en el recipiente previo.
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Cubre el requesón. Utiliza papel toalla o alguna tela limpia para cubrir el requesón. También puedes usar un plato que quepa dentro del colador. No utilices un plato más grande, pues el requesón se debe comprimir, como se indica en el siguiente paso.
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Coloca cualquier objeto pesado encima. Presiona el requesón para drenarlo, colocando un objeto pesado encima de la tela o plato. Puede ser una lata grande de comida, una bolsa llena de piedras o cualquier otro objeto que esté razonablemente limpio.
- Si no encuentras un objeto adecuado, presiona el requesón con una cuchara por un minuto o dos.
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El tiempo de drenaje dependerá del uso que vas a darle al requesón. Usualmente este varía entre una y ocho horas. En vez de seguir siempre las instrucciones de una misma receta, utiliza estas sugerencias para obtener distintas consistencias dependiendo de tu preferencia y el uso que le darás al requesón.^{[4]
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Fuente de investigación} Toma en cuenta que las siguientes indicaciones son solo directrices, pues los tiempos variarán dependiendo del requesón y el tamaño de los agujeros de la malla:
- Si vas a comerlo solo, drénalo por 5 minutos para obtener un requesón húmedo, que se puede untar, o hasta obtener la consistencia que prefieras.
- Si lo incluirás en un platillo húmedo y salado, aproximadamente 20 minutos son suficientes para obtener la consistencia de un queso cottage, con pequeños granos húmedos. Esta consistencia es ideal para preparar lasaña, relleno para ravioles o salsas. Si vas a preparar cannoli (el postre italiano), puede que requiera 10 o más minutos adicionales, para evitar que la masa se ponga pastosa.
- Para la mayoría de otros propósitos, drénalo durante 2 a 8 horas en la nevera. Los pasteles y otros productos de panadería requieren requesón seco, para no arruinar la textura del postre.
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Si el requesón se tarda en drenar, revuélvelo. A veces el requesón tarda en drenar debido a distintas variables en el proceso de cocción. Acelera el drenaje raspando el requesón de los lados de la estameña, permitiendo que el agua pase.^{[5]
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Fuente de investigación}

Método 2

Método 2 de 2:
Escurrir ricota rápidamente

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Utiliza este método para mejorar el requesón para comerlo directamente o si necesitas usarlo urgentemente. Solo toma unos minutos, pero es posible que no consigas eliminar toda la humedad del requesón.^{[6]
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Fuente de investigación} No es un método adecuado para drenar requesón tibio, recién hecho, pero si lo compraste en una tienda y está empapado o goteando, puedes mejorar su textura y sabor rápidamente antes de comerlo.^{[7]
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- Este también es un método aceptable, aunque no ideal, si vas a preparar lasaña u otros platillos salados, que no requieren tanto drenaje como el requesón utilizado en pastelería.^{[8]
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  Fuente de investigación}
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Coloca dos trozos grandes de estameña o un material similar sobre un tazón. Tradicionalmente, el requesón se drena utilizando estameña muy fina y resistente. Las bolsas de nailon de malla delgada o los pañuelos de hombre de alta calidad también funcionan.^{[9]
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Fuente de investigación} Si ninguna de estas opciones está disponible, prueba con una funda de almohada de muselina o lino, siempre que esté recién lavada.
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Con una cuchara, traslada el requesón a la tela. Este método es mucho más eficiente que verterlo dentro, pues el líquido del fondo del recipiente se quedará allí.
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Envuelve la estameña alrededor del requesón. Toma las 4 esquinas de la estameña y átalas para formar un paquete de requesón. También puedes torcer las esquinas juntas y sostenerlas firmemente.
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Presiona la toalla con cuidado. Presiona lenta y firmemente, desde la parte superior del paquete, para evitar que el requesón se derrame. Continúa presionando y sacudiendo suavemente para eliminar tanta agua como sea posible.
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Sírvelo y come. El requesón que aún tiene una textura húmeda, untable, es difícil de usar en recetas, aunque algunos platos salados como la lasaña, a diferencia de los pasteles, no se ven muy afectados por la humedad extra. Aún mejor, sirve el requesón solo o con alguno de estos acompañamientos:^{[10]
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Fuente de investigación}^{[11]
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Fuente de investigación}
- Sobre crostinis o tostadas
- Mezclado con tomate picado y hierbas italianas, como una salsa
- Coronado con un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal
- Espolvoreado con nueces o miel, como un postre