Si quieres esterilizar botellas para alimentar a tu bebé u otros fines de consumo, tienes varias opciones sencillas para librarlas de gérmenes. Los métodos más populares son utilizar agua hirviendo, un lavaplatos con certificación o el microondas. También puedes utilizar lejía en caso de no tener acceso a dichas opciones. Utiliza estos métodos para cualquier tipo de botella reutilizable. Pero si las botellas son de plástico, verifica que sean libres de BPA (bisfenol A) antes de utilizar cualquier opción con calor. Para resultados óptimos, esterilízalas cuando sean nuevas o prestadas, alguien esté enfermo, notes una acumulación en ellas o no tengas acceso al agua potable.

Método 1
Método 1 de 4:
Utilizar agua hirviendo

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    Separa todas las piezas de la botella. Para asegurarte de que cada parte sea esterilizada, desarma la botella con todo y piezas. De lo contrario, los gérmenes se quedarán en las grietas pequeñas que luego entrarán en la boca de tu bebé o en la tuya.[1]
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    Pon a hervir en la estufa una olla con agua. Elige una olla del tamaño apropiado para cubrir por completo las piezas de la botella que vas a desinfectar con agua. Llénala con suficiente agua para cubrir cada pieza y ponla en la estufa, pero aún no introduzcas las piezas. Enciende la estufa a fuego alto y deja hervir el agua.[2]
    • Para acelerar el hervido, pon una tapa en la olla a su medida. No eches sal o cualquier otra cosa en el agua.
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    Coloca todas las piezas en el agua hirviendo por 5 minutos. Introduce cada pieza en el agua cuando esté hirviendo. Para evitar que el agua caliente te salpique, baja suavemente las piezas en el agua con una cuchara o déjalas caer con los dedos justo por encima de la superficie del agua.[3]
    • Apaga la estufa al cabo de 5 minutos.
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    Retíralas con pinzas limpias y déjalas secar con el aire. No retires las piezas de la botella utilizando los dedos apenas termines de esterilizarlas o te quemarás. Hazlo con un par de pinzas limpias u otro utensilio. Colócalas sobre una toalla limpia o una rejilla de secado en una zona sin suciedad o polvo para que se sequen al natural.[4]
    • No las seques frotándolas con una toalla o correrás el riesgo de transmitirles gérmenes. Déjalas en la zona limpia hasta que sea momento de utilizarlas. Tus manos deben estar limpias a la hora de volver a armar la botella antes de utilizarla.

Método 2
Método 2 de 4:
Utilizar el lavaplatos

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    Consulta el manual de tu lavaplatos para saber si cuenta con la certificación de la norma NSF/ANSI 184. Las siglas NSF/ANSI significan “Fundación nacional de saneamiento” e “Instituto nacional estadounidense de estándares”, respectivamente. Su norma 184 se aplica a los lavaplatos que vienen con una función de enjuague de agua caliente prolongada que está diseñada para matar el 99,99 % de las bacterias cuando está encendido el ciclo de “desinfección” del lavaplatos. Revisa el manual del usuario para asegurarte de que el tuyo posea dicha certificación y el ciclo de desinfección.[5]
    • Si tu lavaplatos no cuenta con la certificación y el ciclo mencionados, no matará tantos gérmenes en tus artículos y, por ende, no es adecuado para desinfectar botellas.
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    Desarma la botella por completo. Separa todas las piezas de la botella. Retira la tapa, la tetina y demás piezas. Debes asegurarte de que los gérmenes no permanezcan en las grietas pequeñas de la botella.[6]
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    Coloca la botella en la rejilla superior del lavaplatos y las piezas más pequeñas en la canasta. Para la botella boca abajo en la rejilla superior del lavaplatos. Coloca las piezas más pequeñas, como la tapa o la tetina, en la canasta del lavaplatos ya sea en la rejilla superior o en la inferior.[7]
    • No dejes las piezas más pequeñas en la rejilla por fuera de la canasta o podrían caerse en los elementos de calentamiento en el fondo del lavaplatos y dañarse.
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    Activa la opción de “desinfección” del lavaplatos. Coloca el detergente para lavaplatos en este aparato como de costumbre. Presiona el botón “desinfección” en la parte delantera del lavaplatos y luego el botón “inicio”. Deja que se complete el ciclo de desinfección antes de sacar las piezas de la botella.[8]
    • En ocasiones, el ciclo de desinfección del lavaplatos tarda varias horas. No lo detengas antes de tiempo o algunas piezas no se esterilizarán.
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    Deja secar las piezas de la botella al natural. Puedes dejarlas en el lavaplatos hasta que estén frías al tacto. Si lo haces, no abras el aparato antes de que estés listo para sacarlas. Si deseas retirarlas de inmediato, hazlo con pinzas limpias para no quemarte los dedos.[9]
    • Coloca las piezas de la botella esterilizadas en una toalla limpia o una rejilla de secado en una zona libre de suciedad y polvo hasta que sea momento de utilizarlas.

Método 3
Método 3 de 4:
Utilizar el microondas

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    Verifica que la botella sea apta para microondas si es de plástico. Las botellas de vidrio pueden utilizarse sin problemas en el microondas, pero cuando son de plástico debes revisar sus etiquetas antes de esterilizarlas en dicho aparato. Estas deben decir “apto para microondas” o incluir instrucciones respecto al uso del microondas para esterilizarlas.[10]
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    Separa todas las piezas de la botella. Retira la tapa, la tetina y cualquier otra pieza para evitar que los gérmenes permanezcan en las grietas pequeñas de la botella. Esta es la forma más segura de garantizar la esterilización completa de la botella y de evitarles a ti o a tu bebé la ingesta de cualquier bacteria.[11]
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    Llena la botella a la mitad con agua fría del grifo. El agua en la botella formará vapor dentro del microondas cuando esté encendido y el vapor esterilizará la botella.[12]
    • Es mejor utilizar agua fría cada vez que calientes agua, puesto que así es menos probable que el plomo y otros químicos de las tuberías ingresen en el agua mientras sale del grifo.
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    Cubre las piezas más pequeñas con agua en un bol apto para microondas. Coloca las piezas pequeñas, como la tapa o la tetina, en un bol. Llénalo con suficiente agua fría del grifo, de modo que cubra todas las piezas por completo.[13]
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    Calienta las piezas a potencia “alta” por 1 1/2 minutos. Coloca la botella y el bol con las piezas en el microondas. Presiona el botón de potencia “alta” y luego programa el microondas por 1 minuto y 30 segundos. Presiona el botón “inicio” y espera a que termine el tiempo indicado.[14]
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    Deja secar las piezas al natural. Tus manos deben estar limpias antes de retirar las piezas del microondas. Tira toda el agua de la botella y el bol, y coloca las piezas en una toalla limpia o una rejilla de secado en una zona libre de suciedad o polvo hasta que estés listo para utilizarlas.[15]

Método 4
Método 4 de 4:
Utilizar lejía

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    Vierte 1 cucharadita de lejía sin perfume en 4 litros (1 galón) de agua en un lavabo limpio. El lavabo debe ser lo bastante grande como para contener todas las piezas de la botella y que el agua las cubra por completo. Con una taza medidora de líquidos, mide las cantidades adecuadas de lejía y agua para llenar el lavabo.[16]
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    Retira la tapa, la tetina y las demás piezas de la botella. Desarma la botella por completo separando todas las piezas. Así te asegurarás de que los gérmenes no permanezcan en las grietas pequeñas de las piezas.[17]
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    Sumerge todas las piezas en el agua con lejía por 2 minutos. Colócalas por completo bajo la solución, verificando que todas sus partes estén sumergidas y que no haya burbujas de aire. Si esterilizas biberones, escurre la solución por el agujero de la tetina para que limpie su interior.[18]
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    Retira las piezas con las manos limpias o pinzas y déjalas secar al natural. Colócalas sobre una toalla limpia o una rejilla de secado en una zona libre de suciedad o polvo hasta que sea momento de utilizarlas. No las enjuagues primero o harás que los gérmenes regresen. Cualquier residuo de lejía en las piezas se descompondrá y no te dañará ni a ti ni a tu bebé.[19]

Consejos

  • Estos métodos de desinfección también son útiles para otros artículos que se introducen en la boca de un bebé, como chupones, juguetes para dentición, etc.
  • Si utilizas un esterilizador a vapor o tabletas esterilizantes químicas, sigue todas las instrucciones del manual que viene con el producto.

Advertencias

  • Los métodos recomendados en este artículo son solo para botellas reutilizables. No intentes esterilizar botellas de plástico descartables, como las de gaseosas. El calor o la lejía descompondrán los químicos del plástico y los ingerirás la próxima vez que utilices la botella.
  • No toques las botellas calientes con las manos justo después de esterilizarlas para evitar quemarte.
  • Si las botellas empiezan a mostrar algún signo de daño, deja de esterilizarlas y tíralas. Debes tirar de inmediato el plástico derretido, deforme o rayado y el vidrio con grietas.
  • Esteriliza las botellas cuando las tengas por primera vez, si están muy sucias o si un familiar tuyo está enfermo. En cualquier otro caso, bastará con lavarlas regularmente. Evita esterilizar en exceso las botellas de plástico reutilizables, puesto que los químicos de este material pueden descomponerse en algún momento.
  • Esterilízalas antes de cada uso si no tienes acceso al agua potable. Trata de optar por el vidrio, puesto que no debes exponer el plástico a temperaturas elevadas con mucha frecuencia.

Acerca de este wikiHow

Mor Levy Volner, IBCLC, RDN
Coescrito por:
Consultora internacional de lactancia certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Mor Levy Volner, IBCLC, RDN. Mor Levy Volner es una consultora internacional de lactancia certificada que reside en el sur de California. Obtuvo su licenciatura en nutrición clínica de la Universidad de California, Davis en 2009 y finalizó su curso de consultora en lactancia del Programa de Extensión de la Universidad de California, San Diego en 2013, la cual incluyó 300 horas de experiencia en consultoría de lactancia de Kaiser Permanente. También tiene una maestría en dietética y nutrición de la Universidad Estatal de California – Northridge en 2014. Este artículo ha sido visto 107 501 veces.